Bengals 2018Draft 2018

Analisis 2017 y previsiones draft 2018: OL-exterior

Resumen 2017

Catastrófico, deplorable, vergonzoso, ridículo… y así podríamos seguir acumulando calificativos despectivos sin final y todos serían apropiados. La labor, y también la gestión, de nuestros offensive-tackles resultó tan nefasta que es complicado saber por dónde empezar. Quizá lo mejor sea hacerlo por el principio: la pérdida de Whitworth.

 

Justo hace un año, a estas alturas, parecía evidente que “Big-Whit” renovaría con nosotros. A falta de unos flecos, que el propio Lewis dijo que se solucionarían. Que si los años de contrato, que si el sueldo… al final, al capitán se le hincharon los “Big-Whit” y decidió mandar a la mierda a estos peseteros (¿sois conscientes que las nuevas generaciones no conocerán el significado de esta palabra?) que no hacían más que tensar la cuerda de la negociación. Recogió sus bártulos y se fue con viento fresco. En realidad, con viento cálido, ya que recaló en la costa californiana.

 

Compuestos y sin LT titular, se nos trató de convencer de que, en realidad, Ogbuehi, por sus características, estaba mejor capacitado para LT que para RT (posición donde había fracasado estrepitosamente el año anterior). Y se quedaron tan panchos, pensando que nos creeríamos tan burda falacia. Sería la primera vez, al menos que yo sepa, que un jugador cuyo rendimiento en el RT fuera desastroso, triunfase como LT. A la inversa, puede, así, no.

 

La realidad cumplió con funesta precisión dicho pronóstico. Ogbuehi resultó una madre en el LT. Sin fuerza para contener el bull-rush, ni agilidad lateral para cerrar las vías de penetración a los rushers. Como resulta que en el RT, también Fisher confirmaba las expectativas de no valer como titular, se dio una curiosa paradoja. De pronto, Andre Smith, a quien habían traído para suplir a Zeitler como RG (puesto en el que también naufragó, pero ya hablaremos de esto en su correspondiente capítulo) se convirtió en el mejor OT de la plantilla. Sí, es muy gordo.

 

Así las cosas, a Alexander, entrenador de línea ofensiva (afortunadamente en estos momentos, ya ex-entrenador) no se le ocurrió mejor idea que iniciar un carrusel donde unas veces estaba Smith de RT, otras de LT, y el otro puesto de OT, alternando entre Ogbuehi y Fisher. Un auténtico despropósito, que dio como inevitable resultado una alarmante falta de protección a Dalton, quien terminó optando por huir de tan perversa trampa en continuas estampidas, si con suerte conseguía evitar el sack.

 

Tan desafortunada actuación no sólo impactó al juego de pase, sino también al de carrera. Pese a tener probablemente la mejor tripleta de corredores de la competición con Hill, Bernard y Mixon, el juego terrestre sólo abandonó el farolillo rojo de las estadísticas de la NFL en los últimos encuentros, especialmente por las circunstancias que citaré a continuación.

 

Con la temporada ya perdida, se producen una serie situaciones lamentables, pero a la postre, beneficiosas para el equipo. A Fisher se le detecta una enfermedad cardíaca y debe dejar momentáneamente la práctica del football para someterse a tratamiento. Esto corta el “carrusel”, y con los OT ya definidos en sus posiciones, se empieza a experimentar cierta mejoría. A falta de dos partidos, Ogbuehi también cae lesionado, y entonces Boling ocupa su demarcación como LT. A su vez, Smith también entraba en la lista de lesionados y su puesto fue ocupado por un viejo conocido (más viejo que conocido), Eric Winston, a quien se le fichó para sustituir a Fisher. Sólo entonces, la unidad empezó a funcionar. Manda huevos.

 

Como me gusta ser optimista, hay que extraer conclusiones positivas de un año tan aciago. La primera es que ni Fisher ni Ogbuehi valen como titulares (y por favor, no me vendan que pueden resultar buenos como OG, porque ahí todavía resultaría más sangrante comprobar la falta de fuerza de su tren inferior). La segunda es que Smith no lo hizo del todo mal como RT, por lo que existe el fundado temor de que se le renueve. La tercera es que Boling respondió como LT, lo que supone un alivio en el caso de que el titular en esa posición (en la siguiente página veremos quién) sufra algún tipo de lesión.

 

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