AnalisisDraft 2019

Análisis 2018 y previsiones draft 2019: Wide-receivers

Previsiones para la agencia libre

John Ross podría vestir de naranja y negro menos tiempo del que nos pensamos

Como decía anteriormente, tenemos 7 wide-receivers con calidad suficiente como para integrar el roster principal. Quizá, incluso, no necesitemos tantos. A ellos hay que sumar los jóvenes Hunter Sharp y Kermit Whitfield. Todos bajo contrato, por lo que no vería lógica la contratación de ningún otro durante la agencia libre. Los que falten hasta la docena, más o menos, que solemos llevar al trainingcamp, saldrán del draft (con 11 picks seguro que al menos uno cae), o llegarán vía undrafted.

 

Por tanto, en mi opinión, los principales movimientos que debemos hacer durante este periodo sobre estos jugadores deberían estar encaminados a conseguir ampliaciones de contrato. El principal, obviamente, es A.J. Green. Esta temporada es la última de su contrato, y tal como se están poniendo los precios (no hay más que echar un vistazo a lo que se está moviendo esta agencia libre), bien haríamos en conseguir atarle este mismo año y no esperar al próximo (ponerle la etiqueta de jugador-franquicia sería un despropósito por lo elevado). Es cierto que con 30 años, este contrato no puede ser muy extenso, ni tampoco excesivamente lucrativo; pero no estamos en condiciones de perder talento. Es quien tira del equipo, no ha dado aún síntomas de declive y, sobre todo, no tenemos a nadie en la plantilla que pueda ocupar su lugar (el experimento Ross ha fracasado en este sentido, podrá ser un buen jugador, pero nunca un nuevo Green). 3 años más, a unos 12-15 millones anuales, sería lo suyo.

 

El otro objetivo debe ser Boyd, también en su último año del contrato rookie. Querrá dar un buen atraco, y con razón. Creo que no debería hacer falta recordar lo que nos pasó con Marvin Jones y Sanu. Vista la inflación, deberíamos estar preparados para que nos pida un salario que también ronde la docena de millones anuales. Los playmakers se pagan caros. Normalmente, Mike Brown no ha sido de los que ponen reparos a pagar WRs, pero dos jugadores con sueldos de 8 cifras en la misma unidad se me hace complicado de imaginar. Veremos cómo solventamos la situación.

 

Así las cosas, quizá no deberíamos descartar tan alegremente la posible incorporación de un nuevo elemento en previsión de que alguno de estos dos abandone el club en 2020. Algún jugador veterano, con experiencia como WR2 al menos, cuyo sueldo venga cargado este año, que tenemos margen, y más llevadero en temporadas sucesivas para permitirnos acometer otras renovaciones. Quizá cuando se publique este artículo ya tenga equipo, pero un nombre que me viene a la mente es Golden Tate. Sobre todo, buscando algún tipo de conexión con los nuevos entrenadores (nuestro OC Callahan coincidió con él en Lions). Aunque quizá, a ninguno nos sorprendería (cabrearnos, sí) que volviesen a contratar a LaFell.

 

No obstante, conociendo cómo piensa nuestra directiva, y sabiendo que no hay prisa, quizá lo más realista será esperar a que algún jugador que nos pueda interesar sea cortado por su club de origen. Así, no impactará en el cálculo de los tan deseados picks de draft compensatorios.

 

Hay que tener en cuenta que las mentes ofensivas que dirigirán nuestro ataque están más por las formaciones 11 (es decir, 3 WRs), por lo que esperaría nuevamente que esta unidad presente muchos efectivos en el roster final. Igualmente, el entrenador de equipos especiales es Darrin Simmons, que tampoco ha cambiado, por lo que la continuidad de Erickson y Core tampoco parece, en principio, muy amenazada.

 

Otro factor que debemos tener en cuenta es la posibilidad de algún trade. Durante la combine se especuló con que habíamos puesto a Ross en el mercado, y aunque el club se apresuró a decir que era falso, normalmente cuando un rumor así sale a la luz, suele haber algo de cierto detrás. Quizá en las negociaciones previas, ninguna franquicia ofreciera lo que estuviésemos dispuestos a aceptar, pero esta circunstancia puede cambiar radicalmente a lo largo del año. Si durante la propia agencia libre, el draft, o por motivo de las lesiones al inicio del trainingcamp, algún equipo siente que su unidad de receptores necesita ser mejorada, podría replantearse subir su oferta.

 

En mi opinión, considerando las carencias del equipo en otras áreas, no habría que descartar esta posibilidad de refuerzo en un trade por jugadores o picks de draft. Sobre todo, dado el escaso rendimiento y actitud mostrada hasta el momento por Ross, y su complicado encaje dentro de una West Coast Offense por sus características como receptor. En tal situación, con más motivo habría que buscar solución a la posible salida de Ross, ya fuese fichando algún veterano como he explicado anteriormente, o bien a través del draft.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.