La siguiente unidad sometida a escrutinio es la de linebackers. Un grupo cuyo veredicto de culpabilidad es inapelable. Aquí no se salva nadie. Los jugadores y entrenadores, por supuesto, pero mucho peor, los directivos por cómplices necesarios para el crimen.
Resumen 2019
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Siendo una unidad muy discutida en 2018, el primer movimiento de 2019 fue nada menos que renovar a Preston Brown, un jugador que no sólo no había rendido según lo esperado, sino que además se perdió media temporada por lesión. Vino con un contrato de un año a prueba, se comprobó por qué le dejaron marchar en Buffalo, pero aún así, le ofrecieron la renovación, pero no por otro año, sino nada menos que por 3 temporadas más y 16,5 millones. Una gestión que rivalizó con la de Hart en el apartado de “las catástrofes que nos llevaron a Burrow”.
La semana después cortamos a Burfict. Aunque esperado, y en cierto modo aplaudido por todos (ya había dejado de ser el defensa dominante que fue, y su comportamiento restaba más que sumaba), este movimiento debilitaba aún más la unidad. Con este panorama encaramos el draft, de donde nos trajimos a Pratt en 3ª ronda. Otro LB en rondas medias, como Vigil, Jefferson, Evans, Dawson… ¿qué podría salir mal?
Por cierto, sobre el draft, mucho se especuló sobre si Steelers nos había devuelto la moneda del draftde 2016 adelantándose a nuestra elección para escoger a Bush. Ni mucho menos. Siendo Bush realmente un linebacker muyinteresante, personalmente creo que nos encajaba mucho mejor en nuestras necesidades la del OT Williams. Otra cosa es que luego se lesionara.
Si ya el grupo era flojo, en pretemporada se evidenció la escasa evolución de Jefferson. Este hecho motivó su corte en los ajustes finales del roster. No le pudimos recuperar para el Practice Squad porque inmediatamente le contrataron los Browns, aunque tampoco terminó el año con ellos. Así las cosas, encaramos la temporada solamente con 4 linebackers: Pratt, Brown, Vigil y Evans. Si la idea de Anarumo era alinear solamente 2 linebackers, ahora tendría que hacerlo sin más remedio por falta de personal.
El resultado, como cabía esperar, fue catastrófico. Brown era todavía más lento que el año anterior. Evans enseguida se disolvió en la suplencia. Pratt no terminaba de arrancar. Sólo Vigil, con sus deficiencias, mantenía cierto nivel. La cirugía de emergencia era inevitable, pero llegó tarde. Poco después de anunciar la suplencia de Dalton cortamos a Brown, lo que nos dejó 5,4 millones en dinero muerto. Una muestra evidente de la ruinosa gestión de la directiva durante la agencia libre.
Las soluciones, a esas alturas eran pocas, y no demasiado buenas. Se recuperó al incombustible Nickerson, alias “el enchufado”, aunque ya no estaba Lewis; y además, se fichó de la calle a Reynolds, cuyo papel tampoco fue muy brillante (perdón por el chiste malo que, afortunadamente, solo captarán los más viejos del lugar).
La única luz se produjo con la paulatina introducción de Shawn Williams cada vez más como linebacker y menos como safety. Este hecho permite albergar ciertas esperanzas sobre el plan de Anarumo. Quizá para 2020 no solamente veamos de manera más frecuente formaciones 4-2-5, sino incluso 5-1-5. En este sentido, quizá nos decepcione que no se refuerce en cantidad esta unidad, pero puede que la idea de Anarumo sea limitar a 5 como mucho los linebackers en el roster final.
Previsiones para la agencia libre

No obstante, no queda la más mínima duda de que esta unidad debe reforzarse. Y dada la amarga experiencia en el draft, descartaría volver a probar suerte intentando encontrar un LB titular en rondas medias. Soy más bien partidario de traer un linebacker veterano contrastado y con futuro por delante, no los vejestorios de antaño (Harrison, Hawk, Minter, etc.) que sólo venían buscando un cómodo retiro.
Como ya la agencia libre lleva en marcha casi un par de semanas, se han producido varios acontecimientos. Reynolds ha vuelto a Atlanta, y Vigil ha firmado por los Chargers. Esto nos dejaba la plantilla únicamente con Evans y Pratt, junto con un undrafted llamado Brady Sheldon, quien pese a tener nombre de QB estrella y apellido de científico físico teórico, no espero que aporte ningún «big bang» para el futuro.
Sin embargo, también ha habido una adquisición: la de Josh Bynes. Este veterano jugador (31 palos cuando arranque la competición) fue fichado undrafted por Ravens, y después pasó por Detroit y Arizona antes de volver a Baltimore el año pasado cuando ya se llevaban 5 semanas de competición. En toda su carrera no ha sido más que suplente, o como mucho, complemento puntual de 2 downs contra la carrera. Se mueve mucho mejor como ILB en 3-4, así que veremos cómo encaja en nuestro esquema. En todo caso, en su favor hay que decir que desde que aterrizó el año pasado en Ravens, ayudó a consolidar su defensa, que creció mucho a partir de ese momento. Esperemos que al menos aporte liderazgo a una unidad muy joven.
No me parece no obstante, el tipo de jugador que nos va hacer cambiar la defensa, así que aún espero algún otro refuerzo. Obviamente, lo que queda son restos de mercado. Se habla de Ogletree, quien no ha tenido precisamente su mejor campaña. Otro jugador disponible podría ser Darron Lee, por quien ya se mostró un interés en el pasado que no llegó a cuajar. En cualquier caso, nada que nos vaya a cambiar radicalmente la unidad. Creo que se ha dejado pasar una buena oportunidad de reforzar la unidad y que seguiremos penando en 2020.
DRAFT
Así las cosas, creo que sólo nos quedaría el draft para tratar de insuflar algo de ánimo a la unidad. Mi escepticismo me lleva a pensar que, a menos que encontremos algún chollo en 2ª ó 3ª ronda, antes que “reachear”, me conformaría con lo que tenemos y buscaría algo en rondas bajas para potenciar los equipos especiales y servir de suplente. Prefiero elegir un safety en esas rondas altas y pasar definitivamente a Williams a linebacker.
Patrick Queen #8 (Louisiana State University)

Resultaría chocante escoger en 1ª y 2ª ronda a dos jugadores de LSU, pero deberíamos sentirnos afortunados de que fuera así. Si por esos azares del destino Queen sale de 1ª ronda, lanzarnos a por él en el pick#33 sería uno de esos movimientos de “no pensarlo dos veces”.
Cuando Devin White dejó LSU para ir a la NFL, nadie esperaba que su sucesor lo hiciese tan bien. De hecho, resultar inesperado ha sido una constante en la vida de Queen, quien nació cuando sus padres ya casi habían perdido la esperanza de tener hijos tras 3 años de infructuosos tratamientos.
Como freshman, apenas tuvo unas apariciones desde la suplencia. Como sophomore, sólo cuando sancionaron a White. De junior volvió a empezar en el banquillo, pero la lesión de Divinity le dio la oportunidad de mostrar su juego, y ya no abandonó la titularidad. Se convirtió en el líder de una gran defensa, y todos tuvieron claro que ya no agotaría su año senior, sino que su destino era la NFL.
Sus videos son espectaculares, pero quizá lo más impresionante sea lo que no se ve. Queen tiene un enorme football–IQ. Analiza perfectamente la jugada en su cabeza, y su instinto es infalible. Pero además, lo complementa con un componente atlético que le permite llegar de lado a lado del campo, moviéndose con una fluidez inaudita.
En el juego de carrera, es muy difícil engañarle sobre quién lleva el balón, y sabe moverse bien entre el tráfico. Como rusher interior es una bala. En cobertura, se empareja muy bien con RBs y TEs, siendo muy físico en balones divididos. En espacio abierto llama la atención cómo recupera terreno al portador del balón hasta que consigue derribarlo. Es claramente un linebacker completo, de 3 downs, por quien merece la pena invertir un pick alto. Sobre todo, un equipo tan necesitado de liderazgo desde el puesto de Middle LineBacker como el nuestro.
Sin embargo, como decía anteriormente, no tiene ninguna temporada completa como titular, y esta inexperiencia puede pasarle factura. En ocasiones, no toma el mejor ángulo para atacar al corredor. Igualmente, su tamaño es un poco pequeño, y necesitaría añadir músculo para el nivel físico que exige la NFL. No obstante, su anticipación a la jugada suple sus carencias, y la disciplina que muestra sobre el césped hace que sus compañeros parezcan mejores.
Lo bueno: Buen left–fielder en béisbol. Si los Reds consiguen una buena marca, esto animará a la afición y empujará a los Bengals a que también mejoren. Queen es competitivo y con entusiasmo contagioso que sin duda se hará querer por la afición, y muy duro en el contacto a pesar de su tamaño.
Lo malo: Lo del tamaño pequeño no sólo es un inconveniente ante los tractores que se enfrentará en la NFL, sino que puede hacerle propenso a lesiones. Durante la combine, por ejemplo, se dañó demostrando su explosiva velocidad y no pudo completar todos los ejercicios.
Proyección: Por calidad, debería salir en primera ronda. Probablemente en la 2ª mitad de la misma. No obstante, es posible que las dudas que pueda generar su tamaño, o la lesión en la corva, hagan bajar su stock, así como el hecho de que los clubes prefieran rushers sobre MLBs.
Malik Harrison #39 (Ohio State)

Puestos a pedir a la suerte, si no nos cae Queen en segunda ronda, ¿qué tal si nos cayera Harrison en tercera? En el instituto jugaba de quarterback, wide-receiver (espero que no al mismo tiempo), runningback, linebacker, safety e incluso punter. Buena muestra de sus cualidades atléticas.
Pero la explosividad no es la única cualidad de Harrison. Posee una gran inteligencia, que sabe aplicar muy bien para determinar el sentido de la jugada. Se emplea con fiereza en el placaje, aunando potencia con excelente posicionamiento de manos. Se mueve fluido entre el tráfico, sin quedarse enganchado en los bloqueos. Reacciona muy rápido, no es de los que se quedan pensando qué hacer. Veloz para dar caza al corredor que sobrepase la primera línea de defensa, tomando buenos ángulos.
La cobertura en cambio no es su principal virtud. Es un linebacker grande y físico, lo que le resta agilidad en movimientos laterales y flexibilidad. Le cuesta mantener las rutas de RBs y TEs, por lo que funcionaría mejor en defensas zonales. Lo compensa con su gran inteligencia siguiendo los movimientos del quarterback, y su entrega física en el punto de contacto. Probablemente esto le limita al “Mike” en defensas de 4-3, pero a nosotros nos encajaría perfecto ahí.
No le resultó sencillo abrirse paso en la poderosa defensa de los Buckeyes, pero se consolidó como titular indiscutible las dos últimas campañas. Su combinación de tamaño, inteligencia, potencia y rango de actuación, le convierte en un objetivo muy apetecible para nuestras necesidades. Su buena Senior Bowl no debió pasar desapercibida para nuestros entrenadores.
Lo bueno: Ética de trabajo y afán de superación. Experiencia al más alto nivel. Eficaz espía de quarterbacks móviles. Es mejor contrala carrera que contra el pase, algo que tampoco nos viene nada mal. Y además, es nativo de Ohio, un factor que se valora mucho entre la afición.
Lo malo: El chiste que viene a continuación: más que “Malik”, debería llamarse “Buenik” (no diréis que no estabais advertidos).
Proyección: No albergo demasiadas esperanzas de que caiga a 3ª ronda. Tampoco es talento de 1ª. Su proyección de salida es la mitad de la 2ª ronda, pero como en el caso anterior, es posible que sus limitaciones despierten dudas y podamos encontrarlo en el pick#65.
Evan Weaver #89 (California)
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Si os dais cuenta, todos los perfiles corresponden más a MLBs que OLBs. En mi opinión, Williams y Pratt pueden hacerlo mejor porfuera que por dentro, y ahí es donde tenemos el principal hueco. Por otro lado, si no encontramos una joya en 2ª ó 3ª ronda, el elegido en rondas posteriores debe contribuir en equipos especiales. Este es el caso de quien viene a continuación.
Si tuviéramos que definir a Weaver con una única palabra, diríamos “producción”. El año pasado fue, de largo, el linebacker con mayor número de placajes al máximo nivel colegial. Pero no fue algo puntual, ni mucho menos. A lo largo de su carrera, Weaver ha ido “tejiendo” sus estadísticas hasta llegar a la monstruosa cifra de 230 placajes, de los cuales 182 fueron durante su año senior, batiendo así el record de la universidad, que le pertenecía desde 1985 a Hardy Nickerson (sí, el padre del “enchufado”).
Su abundante experiencia (49 partidos, 31 titular) nos habla de un linebacker que entiende perfectamente su oficio. Muy cerebral y concentrado los 60 minutos, es difícil engañarle. Gran estudioso del juego, que aprende sobre la marcha a medida que trascurre el encuentro. Su instinto fuera de lo normal le convierte en un auténtico quarterback de la defensa.
Weaver es un jugador fuerte, compacto, que ataca con violencia su objetivo. Su anticipación a la jugada le permite no verse atrapado entre el tráfico. Su técnica le lleva a no fallar casi ningún placaje. Como antiguo defensive-end, es capaz de llevarse por delante si se lo propone a linieros ofensivos que cometan el error de minusvalorarle. En cobertura, puede tener problemas marcando al hombre, pero su inteligencia le lleva a estar siempre bien colocado.
Es muy rígido de caderas, lo que le dificulta acometer cambios de dirección. Tampoco tiene un atleticismo mayúsculo que le permita un amplio rango de influencia. Su falta de aceleración es el hándicap que le hará bajar posiciones en el draft. No llega a detener corredores elusivos por su escasa flexibilidad y es superado en velocidad en espacios abiertos. Probablemente sólo sirva como especialista contra la carrera en yardas cortas.
En definitiva, es un linebacker de la “vieja escuela”, una máquina de placar que probablemente vea limitada su acción en la NFL a 2 downs, y a jugar en el centro en vez de por el exterior. Sin embargo, como ya hemos dicho en otras oportunidades, si se limita el avance rival en los dos primeros downs y se fuerza un tercero largo, tendremos mucho ganado. Además, es un jugador que conoce perfectamente todas las fases de los equipos especiales.
Lo bueno: Destacó en la Senior Bowl, donde nuestros entrenadores tomaron buena nota y le citaron para un encuentro posterior. Pese a que se dice de él que no es un gran atleta, no lo hizo nada mal en la combine, llegando a quedar 2º entre los 30 LBs en las 20 yardas.
Lo malo: El buen resultado en la combine citado arriba pudo deberse a que llegó más delgado de lo que estaba siendo su peso habitual. Esta posible tendencia a coger kilos puede ser un factor a tener que vigilar.
Proyección: Es un jugador de tercer día. Si los entrenadores consideran que es un “Vigil” mejorado, más inteligente, superior placador, algo más rápido, y además con posibilidad de ayudar en equipos especiales, no vería muy descabellado escogerle al comienzo de la 4ª ronda.
Otros nombres de interés

Akeem Davis-Gaither #24 (Appalachian State)
El primer jugador de esta lista es un linebacker muy atlético, que parece estar por todas partes. Muy intuitivo y físico en el placaje, es además muy peligroso en el blitz. Su velocidad le permite llegar al corredor en espacios abiertos. Extraordinaria agilidad para cubrir en individual a RBs y TEs, aunque le falte algo de tamaño. No participó en los ejercicios físicos de la combine por una pequeña lesión en el pie. No se ha enfrentado a ofensivas de primernivel. Se perfila como WLB de 4-3. Se espera que salga mediada la 2ª ronda. Podría interesar si hacemos un trade-down.
Troy Dye #35 (Oregon)
Es muy alto, pero no todo lo musculoso que debería. Se mueve con extrema fluidez. Placador muy sólido, con una gran productividad en su extensa experiencia colegial. Es inteligente, con gran capacidad de reacción, y lee bien los ojos del quarterback. Contra el pase, planta cara con su enorme cuerpo a RBs y TEs. Es un líder vocal para sus compañeros. Se perfila como WLB, con potencial en equipos especiales. Tanto con éste como con el anterior, mantuvimos sendas entrevistas durante ala combine. Diría que saldrá entre 3ª y 4ª ronda.
Shaquille Quarterman #55 (Miami)
Líder vocal de los Hurricanes, con cuatro años de titularidad en el MLB a sus espaldas. Extensa productividad. Potente en el placaje, con buena aceleración en espacios reducidos. Baja su efectividad en campo abierto, donde la falta rango para cubrir mucha zona y flexibilidad para cambiar de dirección. Su fogosidad le pierde en ocasiones, debería ser más paciente. Pese a no tener un físico espectacular, no se ha perdido ningún partido por lesión. Se espera que salga a lo largo del tercer día, entre 4ª y 5ª ronda.
Mikal Walker #3 (Fresno State)
Linebacker muy versátil, que ha jugado en diversas posiciones defensivas con notable productividad. Más inteligente que veloz, carece de fluidez (sus movimientos son algo “robóticos”) para ser titular de forma consistente en la NFL. Debería placar con más contundencia. Ha destacado en equipos especiales. Mucho potencial todavía por pulir. Suplente ideal para escoger en las últimas rondas.
Azur Kamara #5 (Kansas)
De nombre “azul oscuro” según los cánones de la heráldica, este chico originario de Costa de Marfil empezó como futbolista del balón redondo, pero no tardó en cogerle el gusto al ovalado. OLB muy fuerte, con potencia para desembarazarse de bloqueos, y bastante rápido también, como demostró en la combine. Sólo ha jugado un año como titular, y está extremadamente verde, tanto en lo físico como en lo táctico, a pesar de que su nombre indique otro color. Proyecto a desarrollar en el Practice Squad como undrafted.

Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com