Draft 2023

Análisis 2022 y previsión draft 2023: Cornerbacks

Seguimos analizando posiciones y volvemos a la defensa para, quizás, la más importante en los esquemas de Anarumo: los cornerbacks. No sólo por el hecho de que, como antiguo entrenador de secundaria, ésta sea la posición favorita de nuestro coordinador defensivo, sino por número de efectivos simultáneamente sobre el campo. Lo normal es que tener en el campo más cornerbacks que linebackers o defensive-ends.

Por otro lado, es una posición muy proclive a las lesiones, por lo que necesitamos un buen surtido de personal. La temporada pasada incluimos 6 cornerbacks en el roster inicial (7 sumando a Taylor-Britt que estaba lesionado), así que lo normal es que este año se repita dicha cantidad. Por otra parte, somos un equipo que, por el caudal ofensivo que genera, se ve muy castigado en defensa por el aire y, dado que nuestro passrush es, como poco, discutible, sobre los defensivebacks recae mucha responsabilidad.

En 2023 repetirá Charles Burks como entrenador de la unidad, de quien podemos decir que tuvo un buen año de debut en nuestro equipo. Cincinnati fue el equipo que permitió el porcentaje más bajo de pases completos al QB rival en toda la liga (solo un 59,44%), el tercero que encajó menos pases de touchdown (17), y solo permitimos a un QB que nos lanzara para más de 300 yardas. Tendrá a su disposición caras conocidas, pero también algunas nuevas. Veamos cómo nos fue aquí el año pasado para intentar tener una visión algo más clara de lo que nos deparará el futuro.

Resumen 2022 

Una de las sorpresas más agradables de la temporada fue la confirmación de Taylor-Britt como un titular fiable y versátil, al punto que podría ver snaps como safety en 2023 (foto: twitter de Willie Lutz)

Iniciamos la campaña con un objetivo claro: que Apple no pisara el campo. Ya os avanzo que no lo conseguimos. En segunda ronda, y ante la avalancha de cornerbacks que estaban saliendo, dimos una 6ª ronda a los Bills para subir 3 posiciones y asegurarnos a CameronTaylorBritt, un jugador que por lo visto nos interesaba bastante, quizá por su procedencia de Nebraska, que fue nada menos que el 9º en salir. El debate sobre si debíamos haber escogido un mejor CB en 1ª ronda en vez del SF Hill estaba servido.

La intención era emparejarle con Awuzie y relegar a Apple a CB3, pero una desafortunada lesión en agosto de nuestro recién elegido “Social Media Star” de la temporada le dejó inoperativo hasta mitad de octubre. Cuando se recuperó, el que cayó fue Chido, por lo que Apple conservó su titularidad.

CTB, como comúnmente es conocido para abreviar, tuvo unos inicios complicados. Conscientes de que era el eslabón más débil de la defensa, fue castigado sin piedad por los quarterbacks rivales. El resultado fue el esperado: le quemaban bastante a menudo. Sin embargo, poco a poco fue revertiendo la situación, y ya no resultaba tan fácil de superar. Terminó la campaña con bastante buena nota, e incluso logró una meritoria intercepción en la final divisional en Buffalo.

Awuzie comenzó el año con la misma gran forma en que lo terminó el anterior (recordemos su intercepción en la Super Bowl). Sin embargo, una inoportuna lesión de ligamentos en la rodilla en la 8ª jornada truncó lo que estaba siendo una temporada espectacular: permitió sólo 18 recepciones (42% de los pases lanzados a su defendido), ningún TD, y un miserable 58 de rating a los QBs que le intentaron probar. Se espera que podrá iniciar la campaña 2023 sin mayores contratiempos.

Así las cosas, Apple se comió la temporada entera como titular… mientras estuvo sano (se perdió dos partidos). Sin embargo, su juego fue mucho más sólido de lo esperado. Tuvo alguna cagada (¡quién no!), pero en general, sumó más que restó. No ha sido por tanto su juego, sino su boca, lo que ha hecho que, ahora mismo, esté sin equipo. En Cincy ha desarrollado probablemente el mejor juego de su carrera, pero sus declaraciones, como denominar “Burrowhead” al estadio de los Chiefs, creo que al final resultaron perjudiciales para el grupo, dando alas a nuestros rivales. A los aficionados les encanta esta energía que transmite (quizá demasiada para su aportación real), pero este grupo técnico va por otro camino.

Como consecuencia de las lesiones citadas arriba, también tuvieron sus oportunidades DavisFlowers, (nuestro Tre-33, puesto de moda mucho antes de lo de Fernando Alonso) el undrafted George (que hizo una buena pretemporada y de momento se ha ganado la continuidad), e incluso el safety Daxton Hill como improvisado cornerback. Ninguno de ellos con una aportación estelar, pero síntoma de la necesidad de un amplio fondo de banquillo.

Quiero terminar con un injusto olvidado: el CB-slot Hilton (marginado incluso para los premios en los medios, después de sus múltiples aportaciones intentando reclutar buenos jugadores en redes sociales). Como siempre, ha sido uno de los jugadores más utilizados, más fiables y más infravalorados. 444 snaps en cobertura, ampliamente utilizado en el blitz, uno de los mejores placadores de nuestra defensa… Su tamaño se hace mayor que su peso o estatura. Realmente, su versátil presencia significa mucho más para Anarumo de lo que somos capaces de imaginar. E incluso para el ataque, liderando los ánimos a sus compañeros cuando se encuentra en la banda.

Agencia Libre 2023 

Cuando esperábamos el regreso de Apple, se puso a tiro Sidney Jones, con un contrato que era un chollo (foto: Getty Images)

Teníamos 3 cornerbacks que terminaban contrato. Uno de ellos, Jalen Davis, fue de los primeros en renovar. 2 años por 2,43 millones para un suplente en la posición de slot cuya mayores aportaciones vinieron en equipos especiales. Es de esos jugadores que siempre hay que tener, pero que cuanto menos se les vea en el campo mejor, porque es señal de que falta otro compañero mejor.

De los otros dos agentes libres, Flowers y Apple, no se tienen noticias. No es descartable que vuelvan en algún momento, pero de momento, no parecen ser éstas las intenciones de la directiva. Flowers es básicamente un especialista en el marcaje a los tightends, misión que debería empezar ya a realizar Hill. Por su parte, Apple sería un buen complemento como CB-exterior, pero tiene que cuadrar económicamente con las posibilidades del club.

Como decía, por un simple tema numérico, si se van dos deben venir un par. El primero de ellos es Sidney Jones IV (creo que es el numeral más alto que recuerdo, tras perder a Jessie Bates III, un cardinal al final del nombre siempre he dicho que otorga prestancia y nobleza a quien lo porta). Jones fue elegido en segunda ronda del draft de 2017 por los Eagles. Considerado talento de primera ronda, durante el ProDay se rompió el Aquiles, lo que hizo bajar su stock. Por desgracia, las lesiones han sido una constante en su carrera, y la causa de que no haber podido establecerse en ningún equipo. Tres años en Philly, y uno en JacksonvilleSeattle y Las Vegas.

Lo bueno es que sólo tiene 26 años, y todavía la oportunidad de relanzar su carrera. Sólo ha firmado por 1 año (1,13 millones, una ganga), pero bajo la dirección del “maestro” Anarumo, y la posibilidad de tener bastante presencia en el juego (recordemos que, aunque se espera a Awuzie para el comienzo de liga, las lesiones de ligamentos son impredecibles en un CB, y además, formaría parte tanto en la rotación como en formaciones con múltiples DBs), puede resultar uno de los fichajes del año.

Pero no me parece suficiente, hay que traer a alguien más. Y este refuerzo debería venir en el draft. Hay que apuntar que Jones sólo firmó para un año, y que a Awuzie se le acaba su contrato en éste 2023. Independientemente de que nos interesase renovar a alguno de ellos, se me antoja imprescindible empezar a preparar ya la secundaria del futuro.

Draft 2023 

Emmanuel Forbes #13 (Mississippi State) 

Nombre de mito erótico de los 70 y apellido de revista de millonarios, Forbes, natural de Grenada (tierra soñada por mi), Mississippi, puede traer un espíritu competitivo que revolucione la unidad de cornerbacks (foto: 247sports)

 Emmanuel Kent Forbes Jr., como miembro de una familia de 10 hermanos, está acostumbrado a la competencia. Por esta razón, por más características negativas sobre él que pueda contener este informe (que tampoco son tantas, como veréis), estamos hablando de un chico que va a dejarse el pellejo por abrirse paso a la titularidad, aunque no necesariamente tenga que ser en su primer año. Realmente, para 2023 estamos cubiertos en las posiciones CB1, CB2, CB-slot y CB3. Lo que debería primar en el draft es talento sobre inmediatez, y de eso, Forbes va sobrado. 

Las 14 intercepciones durante sus solamente 3 años en los Bulldogs son una barbaridad (ningún CB de esta promoción tiene más que él), pero que 6 de ellas hayan acabado en touchdown es un record del football universitario. Estamos ante un auténtico prodigio en la posición, fruto del instinto natural pero también del estudio del juego. Porque no todo puede ser suerte. Hay que tener la inteligencia para saber colocarse, la visión para anticiparse a la acción del QB y, por supuesto, la capacidad atlética necesaria para superar al receptor y, no solo cazar el balón al vuelo, sino saber qué hacer con él una vez que lo tiene en las manos.  

Es rápido como el demonio. Sus 4,35 segundos en la prueba de las 40 yardas en la combine le permiten emparejarse, cabeza con cabeza, con los receptores más veloces de la nación. Sus movimientos son muy fluidos, cambia con facilidad de dirección, y su impresionante capacidad de salto le permite ganar los balones divididos. Pero además, parece tener imán en las manos. Es un auténtico playmaker, capaz de girar el signo de un partido con una big-play. Su producción habla bien alto por él, y eso que los quarterbacks evitaban continuamente lanzar hacia su lado. 

Destaca sobre todo en coberturas zonales (que son las que jugamos habitualmente) que es donde más se ha alineado (permitiendo solo el 48,1 % de pases completos), pero también puede emparejarse en press para romper el timing del receptor. En individual, tiene el tercer mejor porcentaje de la promoción según PFF, permitiendo sólo un 20% de completos. Además, contribuye defendiendo la carrera mucho más de lo que su tamaño podría dar a entender. 

Y es aquí hemos llegado a su principal defecto: su constitución física. Su peso está por debajo no sólo de la media, sino que es de los más bajos de cualquier cornerback. De hecho, desde 2000 no se presentaba a la combine alguien tan escuálido. Esto es un problema, porque en la NFL, los wide-receivers a los que se enfrentará serán más físicos y corpulentos. No sólo será dominado por músculo, sino que su afán por detenerles puede acarrearle lesiones. Sin embargo, esto no ha sido un problema en college, donde ha jugado todos los partidos. Es esbelto, sí, pero sorprendentemente sólido placando para su complexión. 

Hay otras características de su juego que deberá mejorar. Tiende a utilizar mucho las manos, lo que puede acarrearle penalizaciones. A veces, su agresividad en la presión o queriendo anticiparse le deja fuera de posición. Necesita ser mucho más disciplinado. Su confianza en su instinto le vuelve vulnerable a los dobles movimientos. Todavía no es un jugador totalmente pulido, y un año aprendiendo en el más alto nivel le convertirá en un auténtico peligro. 

Por sus características y constitución, es un cornerback más adecuado para emparejase con receptores rápidos por el exterior que en el slot. Por su habilidad en las intercepciones, incluso podrían plantearse pasarle a safety, donde el rango a cubrir no sería un problema por su velocidad. Por otro lado, también tiene experiencia como retornador, e incluso cuenta en su haber con una patada bloqueada en equipos especiales. Creo que es un jugador que podría sernos muy útil de muchas diferentes maneras. 

Lo bueno: Taylor y, sobre todo, Anarumo, se mostraron muy interesados por él en la entrevista durante la combine. Preguntas muy concretas que no se hacen simplemente por cumplir, sino cuando existe verdadero interés.

Lo malo: Es flaco como el espíritu de la golosina. No, en serio, es muy delgado, y esto puede pasarle factura en la NFL, tanto a la hora de verse superado por los rivales, como de sufrir una procesión de lesiones. Habría que hacerle ficha como cliente VIP del “Holy Grail” y que se tome tropecientos “Cincinnati Chili” hasta que llene como Dios manda la camiseta.

Proyección: Tiene talento de primera ronda, sobre todo, considerando que casi siempre suelen salir muchos CBs el primer día. Sin embargo, las dudas acerca de su tamaño pueden llevarle al final de la primera ronda o que incluso caiga a segunda.

Julius Brents #23 (Kansas State) 

Ahora que a La Jungla se va a incorporar un “César”, podríamos tener el doblete añadiendo un “Julius” en el draft (foto: yahoo) 

Si para el caso de Forbes, el tamaño importa, aquí tenemos resuelto el problema. Julius es un cornerback prototípico, en el molde clásico de un CB exterior. La longitud de sus brazos y envergadura total le catalogan entre los mejores rookies de todos los tiempos en la combine desde que se toman estas mediciones. Su salto vertical es el tercero de la promoción. Si sumamos estas cualidades físicas a su explosividad atlética, estamos ante un cornerback que resulta muy difícil de superaren el cuerpo a cuerpo.

En press es un dolor de muelas rompiendo el timing entre QB y WR. Es muy sólido placando contra la carrera. Reta a los receptores a que le superen en balones disputados. Es muy físico en cualquier circunstancia del juego, ya sea en rutas cortas o en pases profundos. Su velocidad de reacción es muy rápida para acortar las distancias con el portador del balón, y en zona, hace un excelente trabajo identificando las intenciones del QB. Para algunos analistas, podría ser perfectamente safety en la NFL (lo que a nosotros, tampoco nos vendría nada mal).

En su trayectoria deportiva, ha jugado 2 años en Iowa antes de pedir el traspaso a Kansas State, donde estuvo otras dos temporadas. Ha participado en 46 partidos, 32 como titular. El año pasado, sólo concedió 24 completos de las 54 veces que lanzaron a su defendido, convirtiendo en miserable la vida para los QBs rivales. Normalmente, no se espera una agilidad y velocidad así enjugadores de su tamaño. Cada vez que se ha comparado con sus compañeros de promoción, ya sea en la Senior Bowl o en la Combine, su stock se ha revalorizado.

Como aspectos a mejorar de su juego se destaca la técnica de pies en el backpedal y el giro de cadera cuando hace la transición. Su velocidad en largo puede ser superada por receptores veloces. Para remediarlo, a veces trata de agarrarlos, lo cual es peor, porque le caen penalizaciones. También es demasiado agresivo y se deja engañar por los pump fakes del quarterback. Contra el juego de carrera, en ocasiones queda atrapado entre el tráfico.

Lo bueno: Es uno de los objetivos de los Chiefs para tratar de frenar a Chase, así que drafteándolo, podemos eliminar un futuro contratiempo.

Lo malo: Cumplirá 24 años durante la próxima campaña, lo que le convertirá en un rookie “veterano”. A esta edad, lo que no haya aprendido ya, le va a costar implementarlo a su juego.

Proyección: Calculo que debería salir a mediados de la segunda ronda. Es decir, fuera de nuestro alcance, a menos que bajemos en primera ronda, o subamos en segunda, que son posibilidades que también debemos valorar.

Cameron Brown #26 (Ohio State) 

La labor de los técnicos no es fijarse únicamente en los mejores de la promoción, sino intentar descubrir qué joyas ocultas pudieran caer a las últimas rondas. Los nuestros se interesaron por él en el Pro Day de Ohio State (foto de Joe Hermitt/pennlive.com)

Pero puede que todos estemos equivocados, y que los entrenadores estén jugando al despiste con el interés por los cornerbacks. Quizá se vean bien con la cuadrilla Awuzie-CTB-Hilton-Jones, con Davis y George como suplentes, y como mucho, rellenar con un rookie u otro veterano por el mínimo tras el draft. En este escenario, que también estamos obligados a contemplar, la estrategia sería acometer en primer lugar otras prioridades (sin orden específico: TE, puede que repetido, SF, RT, RB, DT, tal vez WR,…) y esperar a ver qué nos cae en las últimas rondas.

En esta circunstancia, un jugador por el que han mostrado interés es el buckeye Cameron Brown. Seguramente olvidado por su extenso historial de lesiones, Brown se proyectaba como uno de los cornerbacks más rápidos de su generación. Sin embargo, esta accidentada trayectoria colegial le ha llevado a apurar su elegibilidad (5 años universitarios) para labrarse un adecuado currículo con el que competir en el draft.

Brown cuenta con el tamaño y la velocidad necesaria para no ser menos que ningún receptor. Y la confianza extrema para demostrarlo en el campo. Sus cualidades se adaptan tanto para cobertura zonal como individual. Es agresivo en press, pero con gran velocidad de reacción para acortar distancias en cushion. Su explosividad y envergadura le permiten neutralizar al instante las rutas cortas. Su backpedal es bueno, y posee una excelente capacidad de recuperación de terreno en velocidad, y el instinto en el timing para anticiparse a la recepción.

Es físico contra la carrera, y con intuición para evadirse del trabajo de los bloqueadores rivales. Es inteligente tomando ángulos, y adivinando las intenciones de los quarterbacks. Tiene el talento natural para las big-plays en cuanto las lesiones le permitan un poco de continuidad. Su movilidad lateral es muy buena, así como su carácter competitivo.

Como posibles deficiencias destacaría su inconsistencia, alternando fases de gran juego con despistes. No siempre sale vencedor de los balones divididos. Ha sufrido problemas de coordinación con sus compañeros. Quizá por la limitada experiencia de juego, le cuesta reconocer rutas. A pesar de su proyección, no podemos verle de momento mucho más que como suplente para dar profundidad de banquillo, peleando por quedarse en el roster si hiciera una buena pretemporada, o caer al equipo de prácticas.

Lo bueno: Tiene experiencia en equipos especiales, que sería donde, con suerte, le tocaría jugar la mayor parte del tiempo.

Lo malo: Su historial de lesiones acobardaría a cualquiera que intente draftearle. Sólo ha participado en 37 partidos durante sus 5 temporadas universitarias.

Proyección: Como muy pronto, sexta ronda. Lo más normal es que caiga a séptima o quede sin draftear. En tal caso, podría ser un objetivo prioritario: escaso riesgo, mucho beneficio.

Otros nombres de interés: 

Como ya he dicho en muchas ocasiones, llevar un numeral al final del nombre es un plus en mis valoraciones. Clark Dwaine Phillips III es una garantía de jugador y durabilidad, siendo titular los 31 partidos de su carrera universitaria (foto: USA Today Sports)

Clark Phillips III #8 (Utah) 

Otro de los jugadores a quienes nuestros técnicos estuvieron entrevistando durante la combine. Su tamaño puede reducir sus opciones en la NFL a CB-slot, pero cuidado, es todo un playmaker. Indiscutible All-America 2022 universitario, tiene un instinto impresionante para, con su timing, cortar o interceptar pases. Es un gran estudioso del juego. No se amedrenta contra receptores duros, y es tan explosivo y ágil como el mejor wide-receiver. No obstante, su déficit físico puede llevarle a perder balones disputados o recurrir a agarrones en las transiciones laterales. Le tenía como primera ronda, pero últimamente está bajando su stock, y supongo que saldrá en segunda.

Kelee Ringo #5 (Georgia) 

Sin embargo, el que está subiendo es Ringo (el CB, no el ex-batería de los Beatles), otro de los chicos a los que nuestros técnicos echaron un ojo en la combine. Tanto, que es muy probable que éste sí salga en la primera ronda, aunque sea al final (precisamente donde nos tocaría elegir). El bulldog es un CB alto y fornido, con una capacidad atlética que le permite cubrir mucho campo y a los receptores más físicos del rival. Es explosivo, lo que le convierte en muy útil en marcajes individuales, y conocedor de las rutas, lo que maximiza en coberturas zonales. Lo negativo de su musculatura es que le cuesta girarse con fluidez. Sólo ha sido dos años titular, por lo que su experiencia de juego es un tanto limitada.

Kyu Blu Kelly #17 (Stanford) 

Obviamente, un chico con un nombre así no puede pasar desapercibido en esta lista. Porque es un nombre único de dos palabras, no dos nombres. Su madre se lo puso porque rimaba con “bayou”. Hijo del también CB Brian Kelly, que jugó en los Buccaneers y en los Lions, tiene la pierna izquierda más larga que la derecha, ignoramos si por herencia paterna o materna. En el campo, es muy competitivo y, como campeón estatal de salto de longitud y de 100 y 200 metros, muy capacitado para el marcaje individual. Cuando le ponen a marcar en zona se encuentra más perdido. Su agresividad le lleva a adelantarse y “comerse” big-plays. Debe mejorar su técnica de placaje cuando ayuda a parar la carrera. Creo que puede salir en tercera ronda.

Garrett Williams #8 (Syracuse) 

Garrett Alexander Williams es otro de los chicos por quien se interesaron nuestros técnicos en la combine. Y no es de extrañar porque encaja en el perfil que buscan: capitán del equipo, y con múltiples premios académicos y solidarios con su comunidad. Es un cornerback de tamaño prototípico, muy agresivo y con un liderazgo descomunal. Juega físico, pero con una gran visión del balón. Incansable durante todo el partido, no ha hecho más intercepciones porque los QBs optaron por no lanzar a su defendido. Su velocidad no es elite, ni tampoco su técnica de backpedal o girarse en las transiciones. El año pasado se rompió los ligamentos, por lo que es bastante probable que empiece la temporada 2023 en PUP. Por eso puede caer a tercera ronda, porque por talento merecería estar más arriba.

Justin Broiles #25 (Oklahoma) 

Otro jugador cuyo nombre ha sonado con interés entre nuestros entrenadores, que fueron a verle en la Tropical Bowl. Ahora saldrán los puristas diciendo que más bien es safety, pues vale, tanto nos da una cosa como la otra, sobre todo, contando con que tendrá complicado hacerse un hueco en el roster. Buen estudiante, alto football-IQ, competitivo, amplia experiencia de juego (5 años) y liderazgo es lo que traería a Bengals. Alineado básicamente en el slot, sólo concedió una media de 10 yardas de recepción a sus defendidos. Pero sobre todo, creo que sus 560 snaps en equipos especiales van a ser los que le permitan entrar en un equipo NFL en 7ª ronda o undrafted.

(foto de portada: Emmanuel Forbes / Chris McDill-Icon Sportswire via Getty Images)

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