Continuamos examinando posiciones, y seguimos en la defensa. Una vez analizadas ya las necesidades más urgentes, veamos ahora las posibles opciones de mejora. Sin duda, la mayor de ellas es el pass-rush (fuimos el 4º peor equipo de 2022 en este apartado), y en especial, el interior. Pero no todo es presionar al QB, también hay que sellar el paso a los corredores. Aunque aquí estuvimos mejor (fuimos el 7º equipo que menos yardas terrestres concedió), también sufrimos nuestros altibajos, como veremos después.
Marion Hobby ha dirigido una unidad sólida, aunque no espectacular. Tampoco tiene por qué serlo, ya que forma parte de un esquema defensivo global donde cada pieza tiene su misión concreta. Hemos alternado formaciones de 5 jugadores en la línea defensiva, con otras de solamente 3 para dejar más personal en cobertura. En este artículo nos vamos a centrar en el interior de esta línea, donde tengo la impresión de que contamos con más cantidad que calidad, pero todavía esperamos que alguno de los jóvenes rompa su techo y se destaque como un titular indiscutible.
Por otra parte, vamos a analizar el pasado, pero con un ojo puesto como siempre en el futuro. En 2024 termina contrato Hendrickson (si nos da tiempo analizaremos también la situación de los edges), pero también Reader y Tupou, y esto son palabras mayores, y no sólo por su tamaño. La posición DT de técnica-3 es probablemente la más escasa de talento, pero no deberíamos dejar todos los deberes en la de técnica-1 para el año que viene. Pero empecemos por el principio (valga la obviedad).
Resumen 2022

Teníamos dos agentes libres en la posición de DT 3-tech: Ogunjobi y Hill. Ellos, y todo el mundo, sabía que sólo íbamos a renovar a uno. Como solemos hacer, ofrecimos a ambos el mismo contrato (30 millones por 3 años) y quien primero lo aceptara, se lo quedaba. A Ogunjobi le pareció poco y lo rechazó. Los Bears le ofrecieron un contrato mucho más suculento (40,5 por 3 años), pero se lo pensaron mejor y, aduciendo problemas físicos derivados de la lesión que le hizo terminar prematuramente la campaña 2021, anularon dicho acuerdo. La apuesta le salió mal, porque acabó en Steelers por 8 millones para ese año, aunque ha sabido rentabilizarlo con una extensión de 28,75 millones para los próximos 3.
B.J. Hill, que vivió las amarguras de la suplencia y de estar a un paso de quedarse fuera de la NFL en Giants no lo dudó. De inmediato se convirtió en el DT 3T titular, cuando en 2021 su misión había sido la de relevo. No voy a decir que estuviera mal, pero el aumento de su tiempo de juego no se tradujo en mejores estadísticas, lo que quizá apunte a que sea necesario aquí, al menos, una mayor rotación de jugadores.
Entre los que debían haber entrado estaban Sample (el “Sample bueno”), aunque éste quizá más orientado este año hacia el DE, y los novatos Carter y en menor medida, Gunter. El principal relevo, Carter (38,22% de los snaps), tuvo una campaña de menos a más, pero sin consolidar definitivamente su estatus como miembro insustituible de la plantilla.
En definitiva, por aquí se perdieron muchas opciones. Sólo hay que comparar la presión a la que se vio sometido Burrow en la final de conferencia con la escasa que sufrió Mahomes. En mi opinión, que muchos comparten, debemos intentar mejorar esta faceta del juego. No digo encontrar un nuevo Atkins, porque la calidad de Geno es difícil de igualar, pero hay que dar más mordiente al pass-rush interior. Dada la tranquilidad en esta posición durante la agencia libre, no nos debería sorprender buscar algo en el draft, como veremos más adelante.
Si la presión fue deficiente, no podemos decir lo mismo de la contención de la carrera. Aunque con un matiz: sólo cuando Reader estuvo en el campo. Cuando se lesionó, esas 6 semanas sin él fueron un suplicio. Mientras estuvo sano, podíamos catalogarle sin exagerar como el MVP defensivo. Toda una roca muy difícil de superar, y además, acaparando bloqueadores que hacían la vida más fácil a sus compañeros. Es normal que su ausencia se note, pero no debería bajar tanto el nivel cuando entraban los suplentes.
El primero de ellos es Tupou, un jugador inteligente, como demuestra el hecho de usar gafas, pero cuya calidad es mejorable (no así su espíritu competitivo, al hacerse un hueco ya por 6º año en el equipo pese a llegar como undrafted). El siguiente fue Tufele, quien proporcionó relevos interesantes, pese a que llegó sin que esperásemos mucho de él tras ser cortado por Jaguars. Llegó para reemplazar a un decepcionante Shelvin, 4ª ronda de 2021, quien aparte de aupar a Burrow cuando ganamos la conferencia, no ha hecho nada más. Ahora está en Tennessee sin ninguna garantía de continuidad.
Quizá, con estos 3 (Reader, Tupou y, en menor medida, Tufele), la posición de NT pueda estar cubierta para 2023, pero en 2024, los dos primeros tendrán 30 años y serán agentes libres. Creo que no estaría mal empezar a mirar algo también en esta posición.
Agencia libre 2023

El único movimiento orientado a reforzar el interior de la línea defensiva fue ampliar un año más el contrato del joven Domenique Davis, un NT del equipo de prácticas, undrafted de 2020 (Jets) que jugó en los Houston Gamblers de la USFL, una liga profesional menor. Está claro que debemos ser comedidos con los gastos, pero si detectamos una debilidad, o una opción de mejora, tendríamos que ser decididos para acometerla. Si en 2022 ya era una debilidad (302 presiones), en 2023 fue todavía peor (solo 273).
No digo traernos a dinosaurios tipo Suh o Linval Joseph, pero algo a nuestro alcance deberíamos encontrar, si no ahora, después del draft. En el mercado quedan jugadores interesantes como Matt Ioannidis o A’Shawn Robinson, quienes todavía podrían aportar un par de buenos años y, si no consolidarse, al menos, fomentar la competitividad de los jóvenes.
Como digo, todo lo que no hagamos ahora con previsión, nos llegará de golpe con urgencia en 2024. Por tanto, tanto en las posiciones de NT (1-tech) como de DT (3-tech) deberíamos contar con nuevos efectivos de cara a la próxima campaña. Dada la tranquilidad con que nos hemos movido (mejor dicho, nos hemos quedado quietos) en la agencia libre, quizá sea en el draft donde lleguen estos, a mi modo de ver, necesarios refuerzos.
Draft 2023
Calijah Kancey #8 (Pittsburgh)

Todos estamos muy orgullosos de nuestra defensa, y de lo dominante que es, pese a no contar en sus filas con una estrella deslumbrante. Pero, quién no ha pensado: “¿hasta dónde podríamos llegar con un jugador indiscutible top de la liga?” Creo que también todos en algún momento. Pues bien, Calijah Demetrius Kancey podría ser esa figura que definitivamente catapultase a nuestra defensa a lo más alto de todos los rankings.
Si dicen que las mejores esencias vienen en frascos pequeños, éste podría ser un gran ejemplo. Kancey es menudo para los estándares de la posición en la NFL. Tal como se dijo en su día de un fenómeno como Geno Atkins, o de otro ex-Panther de Pittsburgh como Aaron Donald. Pero esto no le ha impedido ser unánimemente elegido para el equipo All-America universitario de 2022.
Es una auténtica bomba atómica atlética. No sólo es rápido, sino ágil (su salto vertical fue el 2º mejor de los de su promoción, y ya sabemos lo importante que puede ser esto en un DT para deflectar los pases de los QBs). Kancey es compacto y explosivo. Flexible y experimentado en todas las posiciones de la línea, desde la 0-tech hasta la 7-tech, en sus 33 partidos universitarios jugados. Si hablamos de productividad, ningún otro DT lo fue más que él en 2022: 14,5 placajes para pérdida de yardas y 7,5 sacks.
Juega con urgencia, su primer paso es un relámpago, y es duro para ganar la ventaja; pero si no lo hace, sus cambios de dirección son imposibles de seguir para jugadores normalmente más grandes. El control de su cuerpo es tal que no tarda en desembarazarse con su juego de manos de su pareja y generar el caos en el pocket. Siempre competitivo hasta que finaliza la jugada, es un DT 3-tech de manual. Otra cosa es que pueda estar todos los downs en el campo si no mejora contra la carrera.
Aquí, su menor tamaño es su mayor debilidad. Aunque pueda quitarse de encima a su oponente por su extensa variedad de movimientos para penetrar en el backfield, y frenar al RB antes de que tome impulso, es imposible que salga de dobles bloqueos, y si el corredor va directo hacia él, no es seguro que pueda frenarle del todo por sus brazos más cortos de lo general. En ocasiones, en su búsqueda del mejor hueco por el que penetrar en el backfield, deja desguarnecido su gap, lo que puede aprovechar el rival para colarse por ahí.
Su progresión durante todo el proceso pre-draft ha sido espectacular, y los problemas legales del indiscutible número uno de la promoción, Jalen Carter, pueden hacerle caer a éste y propulsar hacia arriba al resto, de lo que se beneficiaría Kancey. Por tanto, puede que ni siquiera nos llegue, pero si lo hace, antes de pensar en él como un nuevo Atkins (alguien con quien Anarumo no pudo trabajar en su prime), veámosle de momento como un nuevo Ogunjobi, de quien ya sabemos lo que puede hacer nuestro coordinador defensivo.
Lo bueno: Sus tiempos en el Pro Day de los Panthers en las 40 yardas y en los 3 conos fueron de largo mucho mejores que los de cualquier otro DT en la combine. Si queremos más chispa en la DL, es nuestro hombre.
Lo malo: Aunque ya está plenamente recuperado, se perdió el final de la campaña 2022 por una lesión. Ojo con esto, porque en la NFL se va a enfrentar a mastodontes de mayor calibre que en college, lo que puede cuestionar su durabilidad dado su escaso tamaño.
Proyección: Para mí, es jugador de primera ronda, aunque al jugar en una posición no demasiado glamurosa, puede caer al final de la misma, donde sería un serio objetivo a considerar por nuestro equipo.
Gervon Dexter Sr. #9 (Florida)

Dexter fue uno de los jugadores con quienes nuestros técnicos se entrevistaron durante la combine. Es posible que, indecisos entre una u otra de las posiciones del interior de la línea, busquen a un jugador que pueda ocupar ambas. Alineado junto a Reader, puede hacer realmente infranqueable la línea, dejando en superioridad a nuestros edges para atacar al QB. Como NT, puede ocupar tanto espacio y atención que libere a su compañero interior para penetrar hacia el backfield.
Como podéis deducir del párrafo anterior, Dexter es mejor defendiendo la carrera que como pash-rusher. Mientras en lo primero es poderoso y requiere dos bloqueadores rivales para contenerle, para lo segundo no ha desarrollado buenas habilidades, más allá del bull-rush, llevándose puesto a su bloqueador. Le falta técnica y explosividad. En college, su superioridad física y muscular le permitía recuperar esa “lentitud” en entrar en acción, pero en los profesionales seguro que le costará más.
No obstante, es muy atlético para su tamaño (como dejó de manifiesto en la combine) y se mueve bien lateralmente para encontrar huecos en la línea por los que penetrar. Sus violentas manos le permiten liberarse de su oponente en uno contra uno, y cuando consigue romper la línea, su velocidad le convierte en un peligro para los QBs, incluso para aquellos considerados “móviles”. Es el típico jugador cuyas estadísticas no nos hacen volar la cabeza, pero cuyo impacto en el juego es mayor de lo que indican los números.
La impresión que se tiene al verle es la de un jugador que, por la razón que sea, no ha explotado todo su potencial. Quizá verse tan superior físicamente a sus rivales le haya hecho “acomodarse”. Juega demasiado alto, su técnica es mejorable, y tiene altibajos a lo largo de los partidos. En ocasiones pierde la visión de la jugada, y al tratar de reposicionarse desatiende su balance, lo que permite a los linieros ofensivos apartarle de la acción en dobles bloqueos.
En principio, estaríamos ante un jugador de dos downs, y por su dominio de la escena, capaz de ser titular desde el primer momento; pero si los técnicos consiguen sacar todo el partido a su potencial, y que mejore sus habilidades en la presión (la parte física ya la tiene), hablaríamos de una auténtica estrella de la liga, al nivel de los mejores de todo el draft.
Lo bueno: Su tamaño no es prototípico, es monstruoso. 6-6 de altura, 310 libras de peso y brazos infinitos. Si ya cuesta sobrepasarle en carrera, verle venir al rush en posición de ataque debe generar pánico total.
Lo malo: Salió de high-school como una de las mejores promesas de su generación, pero se ha ido perdiendo por el camino. Se esperaba mucho más de él. Es posible que nunca llegue a alcanzar el nivel que muchos proyectaban, y se draftee más una ilusión que una realidad.
Proyección: Pese a todo, es de lo mejor que ofrece la promoción, así que espero que salga elegido aproximadamente en tercera ronda. En nuestro caso, es posible que consideren otras opciones para las primeras elecciones, y quizá a partir de ésta se planteen un DT si cae alguien cuyas cualidades y calidad encajen en nuestro equipo.
Keondre Coburn #99 (Texas)

En estos análisis nos ilusionamos con los mejores jóvenes que se presentan al draft, pero también debemos ser realistas. Si consideramos que como mucho irán 5 defensive-tackles al roster final, con Reader y Tupou como NT (1-tech), Hill y Carter como DT (3-tech), y puede que Tufele como híbrido, queda poco espacio para nadie más. En este caso, igual la idea fuera mirar más a 2024 que a 2023, con algún refuerzo que no levante mucho la atención en caso de acabar en el equipo de prácticas, sobre todo en el área más preocupante, la de los NT, tanto por edad como por estar en último año de contrato.
En este escenario podría aparecer Keondre “snacks” Coburn. Un jugador que, en caso de necesidad, podría intervenir inmediatamente, ya que si algo le sobra al longhorn es experiencia (51 partidos universitarios, 45 como titular). Un jugador maduro (quizá demasiado para algunos) y con evidentes dotes de liderazgo, que cuando salió del instituto se le consideraba el mejor DT del estado de Texas.
Lo primero que destaca de él es que es tan grande que para verle completo necesitas un par de días. Un nose-tackle de los de toda la vida, inmenso, pero que también cuenta con experiencia en otras posiciones de la línea defensiva. Por tanto, su mayor virtud es detener la carrera. Buena capacidad de reacción, mayor movilidad de pies de la esperada para alguien de su peso, y una tremenda intensidad durante todo el partido. Su primer golpe es muy violento, y su bull-rush terriblemente agresivo.
Juega con un centro de gravedad bajo, y muchas veces sorprende a su oponente con movimientos de pass-rush que no se espera de alguien tan pesado. Sabe plantarse en su gap, del que no hay manera de moverlo hasta que llegue la caballería en forma de dobles bloqueos. Contra el juego aéreo, su falta de atleticismo le pasa factura, pero nunca se rinde hasta que el QB suelta el balón, moviendo las manos para tratar de deflectar el pase. Su motor incansable le lleva a que muchas veces, los linieros ofensivos contrarios deben hacer falta para pararlo cuando ya no pueden con él.
Ha jugado muchos partidos, pero no tantos snaps, ya que era sustituido en situaciones de pase. Su producción, a nivel estadístico, no es nada espectacular. Es muy poco atlético. Debe cambiar masa por músculo, porque las dificultades a que se enfrentaría en la NFL serán mucho mayores. Ser un jugador tan especifico para la carrera limita sus posibilidades de hacer roster, o siquiera estar activo para los partidos, por más esfuerzo que le eche cada vez que pisa el campo.
Lo bueno: Es muy amigo de “nuestro” Joseph Ossai, con quien podría compartir línea a medio plazo. Va a ser padre en Mayo, lo que sin duda será una motivación extra para abrirse camino en el football profesional.
Lo malo: Es un poco bajito para la posición, y tiene los brazos algo cortos, lo que supone un problema a la hora de conseguir la envergadura necesaria para que no se le escapen los corredores que circulen por su zona.
Proyección: Si hablamos de posiciones devaluadas, la de NT es sin duda una de ellas. Por tanto, veo complicado que un jugador como él, con su limitado arsenal como rusher que le encamina a DT de 2 downs, y con las dudas sobre si podrá evolucionar en el apartado atlético, salga antes de la sexta ronda.
Otros nombres de interés:

Brian Bresee #11 (Clemson)
El objetivo del tiger no es otro que destrozar a su oponente. Es duro, explosivo, ágil, grande, poderoso e incombustible. No hay atributo físico que no se le pueda aplicar. Muy instintivo, nunca pierde de vista el oval, ya sea para deflectarlo con sus largos brazos o para atrapar a su portador. Muy móvil para ocupar dos gaps, y con gran balance para hacerse firme ante dobles bloqueos. Versátil para ser NT, se encuentra más cómodo como DT. Tiene que seguir creciendo en sus fundamentos como pass-rusher, técnica de manos o jugar más bajo, áreas que puede mejorar con más experiencia. Preocupante historial de lesiones. Fue, junto con Dexter, los únicos DT que entrevistamos en la combine. Es talento de primera ronda. La devaluación de la posición podría acercarle a nuestro pick #28, pero con la caída de Carter, es muy probable que sea el primer DT en ser elegido.
Mazi Smith #58 (Michigan)
Se está hablando mucho de sustituir a Mixon tras su último encontronazo con la ley. Una opción para encontrar a alguien que haga su papel sería Smith. El wolverine fue detenido por la policía por exceso de velocidad y se le encontró un arma para la que no tenía licencia. Tras declararse culpable se encuentra en estado de libertad condicional. Como jugador, podríamos decir de él, haciendo un fácil juego de palabras que Mazi está mazado. Musculoso y de tamaño “maxi” (vale, lo dejo ya). Un jugador poderoso y físico, que es una roca contra la carrera como NT, pero con una asombrosa agilidad para su tamaño para generar peligro como rusher interior. Debe aprender a absorber mejor los dobles bloqueos y resultar más eficaz con sus segundos movimientos. Pese a su constitución, tiene los brazos cortos, lo que le dificulta los placajes. Es un jugador de segundo día, posible objetivo en segunda ronda pensando en sustituir a Reader en un futuro.
Jaquelin Roy #99 (LSU)
No sé si un rusher llamado “Jaquelin” va a atemorizar mucho a los backfields rivales, pero no sé, supongo que en su día, Jacqueline Kennedy o la actriz Jacqueline Bissett, también generarían impresión a su paso. En cualquier caso, presenta una característica decisiva que estamos pasando por alto en este artículo: tiene un tamaño prototípico. De Roy se esperaba mucho cuando alcanzó la titularidad en su último año, pero sus números no respondieron a las expectativas. Seguramente, le perjudicó pasar de DT 3T a NT. Quizá le beneficie retornar a su posición original. Atlético y con movimientos fluidos, es un jugador con mucho potencial. Necesitaría reforzar su tren inferior para ser más sólido contra la carrera y aprender a sacar partido a la ventaja que consigue con su explosividad. Es un jugador cuya proyección me desconcierta, ya que he visto analistas que le sitúan en segunda ronda mientras otros lo llevan hasta cuarta o quinta. Podría ser objetivo en nuestro pick de tercera para reemplazar a otro tiger que no llegó a funcionar como Shelvin, si Burrow quiere seguir siendo llevado a hombros por un camarada de universidad.
Moro Ojomo #98 (Texas)
Contrariamente a lo que por su nombre pudiera parecer, Ojomo es un ferviente cristiano, como hijo de pastor de una iglesia pentecostal en Houston. Nació en Lagos, Nigeria, y llegó a USA con 7 años. Por una serie de vicisitudes, acabó en el instituto Katy de Houston, por lo que probablemente le diera clase la madre de nuestro recordado Andy Dalton. Sería el complemento perfecto de su compañero longhorn Coburn. Aquel un run-stuffer y éste un pass-rusher con una amplia variedad de movimientos. Es un estudioso del juego, que expresa su técnica en el campo con violencia y contundencia. Tiene una amplia experiencia, con 50 partidos jugados, pero como entró al college con 16 años, no es tan mayor. Tiene que ser más explosivo, más consistente en el uso de las manos, y no le vendría mal ganar algo más de músculo. Puede salir alrededor de la cuarta ronda.
D.J. Dale #94 (Alabama)
Aunque su nombre nos lleve a pensar en un pinchadiscos de una rave electrónica en un after, en realidad, es otro romántico. Le propuso matrimonio a su prometida durante un partido de pretemporada abierto al público, y ella aceptó. No sólo eso, además, es un consagrado cocinero, experto en chuletas de cerdo. Uno de sus rituales es comer alitas de pollo antes de los partidos. Por lo demás, es un nose-tackle muy atlético, pero algo pequeño para el tamaño estándar de la posición en la NFL. Disciplinado en el entrenamiento, experimentado al más alto nivel, muy competitivo e infatigable, se adaptaría mejor a frentes defensivos de 4 jugadores en vez de 3, ocupándose de la carrera mientras otro compañero, mejor dotado que él para el pass–rush, se dedique a penetrar en el backfield. Se le proyecta para 5ª ronda.

Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com