AnalisisBengals 2018

Chiefs 45 – Bengals 10

Repaso, meneo, paliza, meada… múltiples variaciones del mismo concepto: los Kansas City Chiefs nos pasaron totalmente por encima. Si como dice mi amigo Xavi, seguramente con razón, nos pusieron en nuestro sitio, no me gusta nada ese sitio.

 

Es el mismo sitio que conocemos de memoria en las últimas décadas. El de un equipo mediocre, cuyo objetivo es ganar entre 7 y 9 partidos, tratando, muchas veces sin conseguirlo, de dar la menor pena posible. No sé si para esto merecía la pena salir del desierto donde nos encontrábamos en la década maldita de los 90s. Con suerte, nos meteremos en playoffs para perder en wildcard. Sin ella, obtendremos un balance negativo, pero no tanto como para echar al entrenador.

 

Culpable el propietario. Feliz del “status quo” actual. Cómodo con una situación en la consigue sacar el máximo partido a la mínima inversión. No hay que gastar un céntimo más del obligatorio. No hay que arriesgar en la contratación de jugadores o entrenadores, no sea que… Todo lo opuesto al innovador de su progenitor Paul Brown, genio en el campo y fuera de él. Me pregunto si saldría positiva una prueba de paternidad.

 

Culpable Lewis. Al final, éste será el legado que deje en la NFL. El de un entrenador incapaz de ganar en playoffs por más veces que lo alcance. El de un entrenador con un balance patético en los partidos de prime-time. Su crédito por la defensa de los Ravens de 2000, si alguna vez lo tuvo, ya hace tiempo que se esfumó. Así es como será recordado por generaciones venideras. Un entrenador melifluo e incompetente, sin atisbo del más mínimo talento.

 

Y culpables, por supuesto, coordinadores, entrenadores de posición y jugadores, pero a estos ya les daré caña de forma específica a continuación.

 

El pasado Sunday Night Football puso en evidencia nuestras limitaciones. Seguimos sin estar a la altura de los grandes, debemos asumirlo. Nuestras esperanzas debemos basarlas en ganar a equipos de parecido nivel al nuestro, y esperar que se alineen los astros para vencer a uno de categoría superior. Pretender otra cosa es querer ocultar la realidad, por más que ésta no nos guste.

 

Es indudable que nuestra posición en la tabla clasificatoria sigue siendo envidiable. Si la liga acabase mañana, seríamos equipo de playoffs. De no ser por un tecnicismo, comandaríamos la división después de habernos visto contra Chiefs, Panthers, Steelers, Dolphins y Ravens, todos ellos con balances positivos. Las puertas de postemporada siguen abiertas, pero es evidente que deberán cambiar muchas cosas para poder atravesar con fuerza ese umbral.

 

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