Jungla ficción

LOCO POR EL DRAFT 2 Y MEDIO

Después del asalto al Capitolio Ickey Woodson no estaba muy seguro de haber conseguido el impacto deseado para atraer a los mejores agentes libres. Sin ideas para mejorar el equipo de los Bengals decidió dejar a sus amigos de los otros equipos de la liga y buscar el consejo de un viejo conocido, su entrenador de High School.

El entrenador Marvin Levi’s se encontraba en Texas trabajando en la empresa familiar de tejanos. Sin embargo no tenía acciones de la compañía porqué su abuelo decidió en su día no meterse en la empresa de su hermano, porque según él, la ropa no te la podías comer.

“El futuro está en el ganado Marvin, si hay una pandemia yo soy esencial y mi hermano no.” le repetía su abuelo al pequeño Marvin.

Pero una vez Marvin le contestó –“¿Y si las vacas son las que se ponen enfermas?”

Su abuelo le miró con desprecio, le dio una colleja y le dijo –“¡Se van a volver locas si te parece! ¡Imbécil!”

Levi’s había sido destituido de su cargo de entrenador después de 17 años en el cargo y sin haber ganado ningún partido de playoff. Algunos de sus jugadores llegaron a estar 10 años a las órdenes de Levi’s al no conseguir graduarse e ir repitiendo curso. Con el tape, algunos iban camino de ser reclutados como cinco estrellas por grandes universidades hasta que se quitaban el casco y los ojeadores veían que ya eran mayores que jugadores de la NFL, sin contar a Tom Brady claro.

Levi’s decidió reunir a la vieja guardia para planificar como averiguar qué fichajes haría el equipo y conseguir la elección deseada por todos. Pero había un problema, a todos les parecía muy obvio a quién elegir, sin embargo no habían hablado de cual era la elección que quería cada uno y todos querían una distinta.

El primero en llegar fue el QB Ken Henderson, que tenía el récord de sacks recibidos del instituto así como de pases intentados. Actualmente tiene artrosis en el hombro de tanto lanzar para intentar remontar partidos. Había recibido tantos golpes durante su carrera que era partidario de draftear a Sewell.

Con la música de su coche a todo volumen llegó el receptor Chad Jones, quién era el protegido del director del colegio porque le encantaban los receptores. Hasta tal punto que una vez intento cambiar el reglamento para quitar a un guard y añadir otro WR al juego, la federación aún se rie con tal despropósito. Jones era partidario de elegir a Chase porque con Boyd, Higgins y Chase no habrá tantos cornerbacks buenos en los equipos para pararlos.

También llegó el antiguo TE Tony McGiver con cara de sorpresa por la llamada. Los TE de ese equipo estaban acostumbrados a tener un papel testimonial en el juego, con lo que le sorprendió que se acordaran de él. Para él había que draftear a Pitts porque un TE te ayuda en el juego de carrera, el de pase y va a ser un Pro Bowler habitual.

Después llegó el DE Carlos Dunlop, que hubiera sido uno de los mejores pass rushers de la historia del HS pero el coordinador defensivo siempre le decía -“el pase, el pase, vigila el pase”– y sólo le hacía jugar en terceros downs. Su idea era bajar posiciones en el draft y elegir un Edge. Sin presión no hay defensa que valga.

También llegó el CB Leon Hall’s comiendo un caramelo de los suyos mientras recordaba las bromas que le hacían de pequeño con su nombre y que no fuera fan de Detroit. Era partidario de elegir a un CB ya sea bajando o en segunda ronda. Para Leon, si lo confiamos todo en el talento de Anarumo nos van a quemar.

El antiguo OT del equipo André Smits llegaba tarde, de modo que realizó las últimas 40 yardas hasta la cita corriendo sin camiseta y con algunos quilos de más que se movían a cámara lenta como si fuera un vigilante de la playa, aunque sin provocar el mismo efecto visual. Era partidario de escoger a Sewell por una razón de peso, los gordos ganan los partidos.

Por su parte, Woodson era partidario de elegir a un RB en el segundo día porque no se fía de la salud de Mixon.

“Bien chicos, creo que ya estamos todos.” Dijo Levi’s

“¿No viene Hue Jacq’s?– preguntó Hall’s.”

Jacq’s era amigo de Levi’s y fue el coordinador ofensivo del equipo pero lo dejó para ser Head Coach en un instituto de Cleveland con un ambiente de perros. Apenas ganó algún partido, aunque años después dijo que le habían engañado.

“No, lo último que sé de Jacq’s es que se largó con una motorista que lo buscaba. Están recorriendo la ruta 69.” Comentó Levi’s.

El grupo siguió con el plan. Debían entrar en el Paul Brown Stadium y descubrir los fichajes que se querían hacer para influir en la elección del draft. Sabían que debían ser activos en las redes sociales. Así que se procedió a contratar a una empresa para monitorizar las redes y criticar a algunas de las elecciones que no querían. La empresa en cuestión se llamaba I3ace venturas. El jefe de la empresa había sido detective de mascotas hacia muchos años y según les contó le salvó la vida al que fue quarterback de los Dolphins Dan Marino. Se trataba de un hombre un poco extravagante, digno del psiquiátrico donde había estado Woodson.

Con todo puesto en marcha consiguieron entrar en el interior del estadio haciéndose pasar por una empresa de la construcción. Por unos momentos no sabían cómo justificar qué hacían dentro del estadio, hasta que a André Smits no se le ocurrió nada mejor que inscribir el nombre de su OT de referencia, Anthony Muñoz en un punto muy visible del estadio. Algunos de sus compañeros le siguieron y escribieron otros nombres. Mientras tanto alguien realizó una foto desde fuera del estadio y la publicó en las redes. Nacía el anillo de honor.

Por otro lado un grupo formado por Dunlop, McGiver y Hall’s buscaba el despacho de Tobin para averiguar sus planes y cambiar su draft board. Pero entraron en un lugar que les dio malos recuerdos.

“¡Mierda! ¿Estamos en la habitación del pánico? – preguntó Dunlop.

“No, creo que es una biblioteca. Lo sé porque una vez oí hablar de ella en la cárcel.” -dijo Hall’s, quién al estar tantos años en el instituto, fue encarcelado por ir al baile de graduación con una menor compañera de clase. La posterior denuncia de los padres de la chica fue determinante.

Entonces McGiver encontró unas camisetas dentro de unas cajas y dijo.

“¡Mirad, son las nuevas camisetas! Voy a coger algunas y me sacaré una pasta en eBay.”

De pronto se oyeron unos pasos y Dunlop y Hall’s empezaron a huir y gritaron

-«¡McGiver! ¡McGiver! Que vienen tres guardias.»

“Da igual tengo un chicle”– contestó McGiver y entonces se puso un chicle en la boca, lo masticó un poco y lo pegó en un foto de Mike Brown. Finalmente salió corriendo con las camisetas nuevas. Los guardias empezaron a perseguirle pero al pasar delante de la foto de Mike Brown se detuvieron y uno dijo.

“Nos pagan para proteger al jefe y lo han agredido. Hay que limpiar esto como sea.” Dijo uno.

“¿Y no es mejor perseguir al que se ha largado con el botín?” Contestó otro.

“¡Pues claro! ¡era una prueba a ver qué hacías idiota!” Le respondió mientras perseguían a McGiver de nuevo.

Después de correr por todo el recinto finalmente llegaron a la salida de la tienda Nike del estadio. Dunlop y Hall’s salieron por la puerta de la tienda, mientras que McGiver llegó a toda velocidad e intentó salir por el otro lado pero se estampó contra el cristal del escaparate y acabó por el suelo. Por desgracia suya, una televisión estaba haciendo una conexión y salió su imagen en todos los medios.

Por su parte Woodson, Levi’s, Henderson, Smits y Jones estaban trabajando en los fichajes de la agencia libre. Woodson se encargaba de las renovaciones de William Jackson III y Carl Lawson. Quiso hacer un gesto romántico con el CB tirando piedras a la ventana de su habitación y cantarle una serenata en plena noche bajo la luz de la luna. Pero cogió una piedra de dimensiones demasiado grandes y rompió los cristales de la ventana, además no se le daba bien cantar. Con lo que a la mañana siguiente Jackson se marchaba para Washington y rajava de la afición de los Bengals. En el caso de Lawson cometió el error de comerse la comida del McDonald’s que le había dejado el mítico Chad Ochocinco, así que lo dejó sin la cena y creyó que el equipo no lo valoraba.

Por otro lado Jones había conseguido el trabajo de sus sueños, que no era otro que ser chófer de Mike Brown. Mientras Jones llevaba a su jefe al aeropuerto, este hablaba con el director de personal Duke Tobin, pero pasaban por una zona con algunos túneles y poca cobertura. A pesar de la llamada, Jones no dejaba de hablarle al señor Brown y la llamada se entrecortaba. -¿Quiere una patata señor Brown? Coja una, a ver si le gusta.-dijo Jones.

-«Me gusta, es un chetto’o, me gusta.»– Dijo Brown.

Al otro lado del teléfono Tobin entendió que le gustaba el jugador de los Cowboys Chidobe Awuzie, con el sobrenombre de Chetto’o y por lo tanto lo fichó.

Pero la conversación no acabó aquí. Jones seguía haciendo preguntas. –«¿Se hospedará en un hotel estos días señor Brown? ¿En qué hotel?»

El señor Brown agradecía el interés pero pensaba que era un poco pesado su nuevo chófer pero le contestó. -«Sí, me quedo en el Hilton.»

Tobin seguía sin entender muy bien de lo que hablaba el propietario de los Bengals pero le pareció que Hilton sería un buen fichaje para el CB de slot.

De repente, Brown perdió momentáneamente el hilo de lo que estaba diciendo Tobin y harto de su teléfono le dijo a Jones«Ve a la tienda de Apple primero, que voy a cambiar de móvil.»

Tobin al otro lado del teléfono no daba crédito, Brown quería cambiar por completo a los cornerbacks y quería un top 10 del draft que había sido un bust. Pero si lo decía el jefe, a por Apple.

Con la marcha de Lawson, Dunlop sabía que se debía cubrir ese puesto. Con lo que envió algunos vídeos suyos patinando sobre hielo en distintas pistas de Cincinnati a la mujer de Trey Hendrickson. Dunlop no tiene el mismo talento con el patinaje artístico que Alisa pero consiguió hacerle gracia y desear enseñar a patinar a ese hombre que algún día se romperá algo si sigue así. Con lo que el All-pro terminó en Cincinnati.

La agencia libre avanzaba y Ken Henderson quería traer un receptor sí o sí para poder elegir a Sewell en el draft. Por eso creó la etiqueta #Golladey para traer al receptor de los Lions. Pero parece que los jugadores quieren dinero y no un hashtag. Con lo que buscó otra solución. Consiguió traer a Allen, pero por lo que se ve se equivocó de número y al que firmó fue el Safety Ricardo y no a Keenan Allen que era quien pensaba que había fichado.

Con Ogunjobi, Levi’s lo tuo más fácil, le enseñaron unas fotos de los mejores sitios de Cincinnati y le dijo la famosa frase de Sam Wyche, –“Esto no es Cleveland.”– Con lo que Larry cogió el contrato y lo firmó.

Smits tenia como principal objetivo reforzar la línea ofensiva. Así que cuando supo del interés del equipo por Riley Reiff se preocupó de que se consiguiera ese fichaje. Se encargó de que Reiff comiera el mejor bistec de la zona con lo que ganó 5 quilos después de comer tantos bistecs como Son Goku para elegir la mejor carne. Al día siguiente Reiff firmaría su contrato y se cortaría a Bobby Hart. En ese momento todos los miembros del grupo dejaron de hacer lo que hacían y se reunieron todos en la men cave de Levi’s. La fiesta fue épica, se incumplieron todas las normas de seguridad covid. Se tiraron champán por encima como si fueran Jan Laporta y consumieron estupefacientes como si fueran Miguel Bosé mientras cantaban a pleno pulmón, –“¡Alcohol…alcohol… alcohol, alcohol, alcohol, hemos venido a emborracharnos, el right tackle nos da igual!”– A la mañana siguiente no recordaban nada pero encontraron un tigre de bengala del zoo de Cincinnati paseando por la casa. Con la resaca del corte de Hart dejaron de llegar agentes libres y todo se centraba en el draft.

Sin embargo el destino tenía una sorpresa para ellos. Con el corte de Bernard la reacción fue muy distinta. El alcohol fue para ahogar las penas y decidieron llevar a cabo una protesta. Después de quedar helados unos días sin reaccionar, debían llevar la queja lejos de Cincinnati y viajaron a un lugar donde había jugado Gio varias veces, Inglaterra.

Estaban hartos de que el football fuera un negocio y con pancartas se movilizaron y la gente al verlos empezó a seguirlos. La protesta tuvo éxito, pero no cayeron que en Europa al football se le llama soccer y no consiguieron que volviera Bernard, sino que acabaron con la Superliga de Florentino Pérez.

Después de pasar unos días en el Reino Unido su vuelo desde Londres está programado para llegar a Cleveland este jueves, sí, el día del draft.

Todo a punto en Cleveland para el draft

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