Bengals 2020

Paul Brown. Black players matters (Por Xevi Humà)

Joe Burrow

Antes de empezar la temporada 2020 en la NFL dos temas centraron el interés de todo el mundo. El primero el coronavirus. El otro fue el movimiento del black lives matters a raíz del asesinato de George Floyd a manos de la policía. Nuestro equipo realizó un acto con todos los miembros de la franquicia paseando desde el Paul Brown Stadium hasta el National Underground Freedom Center. Una vez allí el Center Trey Hopkins y el QB Joe Burrow leyeron un mensaje a los medios. El lugar de la declaración tenía un sentido con lo ocurrido. El museo ofrece información sobre la lucha por la libertad en el pasado, el presente y el futuro, ya que intenta desafiar a los visitantes a contemplar el significado de la libertad en sus propias vidas. Su ubicación reconoce el importante papel de Cincinnati en la historia del ferrocarril subterráneo, ya que miles de esclavos escaparon para conseguir la libertad cruzando el río Ohio desde los estados esclavos del sur. Muchos encontraron refugio en la ciudad, mientras que otros se quedaron allí temporalmente antes de ir hacia el norte para obtener la libertad en Canadá.

Por todo esto me parece interesante indagar en los orígenes de los Bengals y de la persona que da nombre a nuestro estadio y padre del actual propietario del equipo Mike Brown con todo este contexto.

El 22 de enero de 1968 los Bengals adquirían el primer jugador afroamericano de su roster en la primera temporada de la franquicia. El jugador provenía de los Denver Broncos y se trataba del TE Andre White. Según el entrenador y General Manager Paul Brown venía para cubrir la baja cantidad de jugadores en la posición. White tenía 23 años, media 6’4 pies, pesaba 230 libras y había sido formado en la universidad de Florida A&M. White venía de atrapar 5 pases para 87 yardas con los Broncos de la AFL y alternando la titularidad en su año rookie.

Según el director de personal de los Bengals Al LoCasale le recordaba al TE All-pro de los San Diego Chargers Willie Frazier. Destacaba que tenía un buen tamaño para ser un decente bloqueador y podía ser un buen objetivo en el juego de pase al tener buenas manos además de una gran velocidad. En los Bengals sólo pudo disputar 3 partidos, 2 de ellos como titular y atrapar 2 pases para 18 yardas después acabó la temporada en los San Diego Chargers. Por culpa de una lesión tuvo que retirarse después de dos temporadas en la AFL.

White fue activista, empresario de éxito y músico. Era nativo de Tampa, Florida, y su padre Moses White creó el Florida Classic, el primer partido interracial universitario jugado en el sud-oeste de los EUA jugado entre Florida A&M y la universidad de Tampa.

Una vez retirado, White volvió a Tampa para ejercer de oficial de la Comisión de Oportunidades de Ocupación para el Trabajo del contado de Hillsborough, donde es más conocido por luchar por eliminar la bandera confederada del sello del contado, algo que no se consiguió hasta el 2016.

A finales de los 80 White y su familia se trasladaron a Atlanta donde junto a su hijo creó el The Georgia Sentinel, un periódico progresista para la comunidad afroamericana.

Con 71 años escribió un himno patriótico nombrado We’re Americans. La canción fue editada y producida por la compañía de su hijo. También escribió una canción titulada My Man, donde pedía a los hombres que se plantasen y respetasen a las mujeres y abordasen los problemas de la comunidad.

Durante casi 30 años ayudó a Papá Noel para que los niños del área metropolitana de Atlanta tuvieran juguetes durante las fiestas en el Wayfield Food Stores. Todo ello le llevó a crear una fundación con su nombre en 2016 y la presidió hasta que el Covid-19 se lo llevó igual que a su mujer en 2020.

Mucho antes de contratar a White, hay que destacar el papel de Paul Brown en la vida de algunos jóvenes talentos afroamericanos siendo un pionero al darles una oportunidad en el football profesional. En 1946 Brown firmó para la franquicia de Cleveland a dos jugadores afroamericanos, Marion Motley y Bill Willis para jugar en la All-America Football Conference. Al mismo tiempo que Los Angeles Rams de la NFL incorporaban a Kenny Washington y Woody Strode. La diferencia es que los jugadores incorporados por Brown tuvieron un gran impacto y los dos terminarían formando parte del Pro Football Hall of Fame.

Paul Brown y Marion Motley

Motley originario de Canton, Ohio, había jugado al football en el instituto y en la universidad en los años 30 hasta que se alistó al ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Estando en la marina jugó de FB y LB en un equipo entrenado por Paul Brown.

Brown fue clasificado 1-A el 1944 y fue nombrado lugarteniente de la marina. Sirvió en la estación de entrenamiento naval de Great Lakes, a las afueras de Chicago, como HC en un equipo de football el Great Lakes Navy Blue Jacket. Competían contra otros equipos de servicios y programas universitarios. La estación fue un punto de referencia para los reclutas de la marina entre el entrenamiento y el servicio activo para la Segunda Guerra Mundial. Sus comandantes se tomaron en serio el trabajo atlético y vieron como algo positivo conseguir ganar, por lo que aportaba a nivel moral y de orgullo personal. Brown podría haber sido llamado al trabajo activo, (su predecesor Tom Hinkle ya servía en el Pacífico), pero la guerra empezó a acabarse cuando Brown llegó. Tuvo poco tiempo para implantar su estilo así que uso el de Hinkle prestado de los Chicago Bears. En 1944 el equipo perdió ante Ohio State y Notre Dame y terminó entre los 20 mejores con un balance de 9-2-1.

Finalizada la guerra le ofreció a Motley un trey out para probar en los Browns, sería una pieza clave junto a Willis para ganar 4 campeonatos antes de que se disolviera la liga y pasarán a formar parte de la NFL donde también ganaron un campeonato en 1950.

Motley y Willis lucharon contra el racismo durante toda su carrera. A pesar de que la barrera del color se rompió en casi todos los deportes importantes a partir de 1950 tuvieron que soportar insultos y discriminación racial. “Se dieron cuenta de que mientras nos decían niggers y que éramos cebo para cocodrilos, yo corría para TD y Willis los dejaba hechos mierda. Así que intentaron alcanzar nuestro nivel,” decía el propio Motley. Centrado únicamente en ganar, Paul Brown no toleraba ninguna muestra de racismo dentro del equipo.

Por su parte Willis nació en Columbia, Ohio. Al terminar la secundaria estuvo trabajando un año. Y su entrenador de High School escribió una carta a Paul Brown para que lo fichara. Le dijo que era el tipo de jugador al que Brown le gustaba, o sea, grande, pero lo más importante, rápido. Así que jugó en la universidad de Ohio State. Con los Buckeys ganó el primer campeonato nacional de su historia en 1942. Después de graduarse en el año 44 oyó hablar de un nuevo club de la AAFC en Cleveland entrenado por su antiguo entrenador en Ohio State, Paul Brown. Realizó una prueba y se convirtió en el áncora de esa defensa.

Willis Bengals

Willis entró en el salón de la fama universitario así como del football profesional. El 3 de diciembre de 2007 Ohio State retiró su número 99 en su honor. Además de ser nombrado finalista como uno de los mejores 100 DL de la historia de la NFL. Mientras que en 2020 Ohio State designó la camiseta con el número 0. (The block O jersey). Que se llevaría en reconocimiento a Willis. Cada temporada un nuevo jugador de Ohio State llevará esa camiseta. Dureza, responsabilidad y lucha. Estas son las características de Willis a lo largo de su vida, dijo el equipo. El número 0 es una insignia de honor. Representa la lucha, el eje vertebrador de su cultura. Jonathon Cooper tiene esos valores y es a quién se le ha dado el honor de lucir el número 0 esta temporada.

Willis y Motley fueron los dos primeros afroamericanos en jugar un partido de football profesional desde 1933. Fue en septiembre del 1946 y unos meses antes de que Jackie Robinson hiciese lo mismo en el mundo del béisbol jugando con los Brooklyn Dodgers.

Volviendo a la actualidad, el Center Trey Hopkins explicaba este pasado verano que en una gasolinera de la ciudad de Corpus Christi, Texas, una vez se le acusó de robar sus propias gafas de sol que llevaba puestas en la cabeza. En aquel momento no importaba que terminara graduándose como estudiante de honor por la universidad de Texas. No importaba que consiguiese llegar a la NFL ni que estuviera con su familia. Simplemente era un hombre negro en Estados Unidos. Según explicaba Hopkins aquella no fue la única vez en su vida en que haya sido acusado de robar y explicaba ese ejemplo para dar a entender la situación y hasta donde puede terminar una situación por cosas que él no puede controlar. Hay cosas que ha aprendido desde niño. Incluso ahora cuando va a casa a ver a sus padres y debe conducir, su madre le pregunta dónde tiene la documentación. Su madre quiere que lo lleve en el posavasos para que no tenga la necesidad de llegar a la guantera ni a su bolsillo. Simplemente porque pueden encontrarse con el policía equivocado con un mal día y crea que está buscando una arma. Por situaciones como esta Hopkins y otros jugadores de los Bengals pidieron reunirse con Mike Brown y su familia la pasada offseason. Hopkins se mostró satisfecho por haberse podido reunir con la familia Brown. “Sólo queríamos reunirnos y hablar con él y contarle nuestras ideas, y el hecho de que la propiedad asistiese, escuchase y fuera receptiva con lo que preocupa a sus jugadores, creo que dice mucho de todo lo que realmente les importa a los jugadores y a su organización.” La charla con el propietario duró algo más de una hora y no era la primera vez que se reunían a lo largo de la offseason con miembros de la familia Brown, antes de reunieron también con la vicepresidenta ejecutiva Katie Blackburn y la directora de estrategia y compromiso Elizabeth Blackburn.

El football es el deporte con más seguimiento en Estados Unidos con mucha diferencia. Es por eso que mensajes como los de Hopkins, o el papel de hombres como Motley y Willis en su época, van más allá del deporte y pueden servir para cambiar mentalidades y mejorar la sociedad. Sin duda, Paul Brown priorizó el talento y la igualdad de oportunidades superando cualquier prejuicio racial existente en la época por un objetivo común, ganar.

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