EL RIVAL

Ya sabéis todos cómo está Cleveland. Aún no ha ganado ningún partido este año, y puede que el nuestro sea el único que realmente esté a su alcance de los que le quedan en el calendario. La semana pasada, el propietario (un tipo con mucha menos paciencia que nuestro “venerado” Mike Brown) ya le dio un toque de atención a Hue Jackson, e incluso plantea cambios en el staff directivo a nivel de General Manager. No creo que el pick#1 del draft peligre para ellos, pero a nadie le gusta quedar señalado como el equipo que no ganó ningún partido en todo el año, así que van a salir a darlo todo. Son un equipo muy joven, pero cuenta con veteranos de contrastada calidad como el mencionado OLB Collins, el LT Thomas que disputa con Whitworth ser el mejor de la NFL en ese puesto, el CB Haden que siempre seca a Green (aunque este año está muy flojo), etc. Pero también jóvenes muy interesantes y que habrá que vigilar, como el citado NT Shelton, el DE Ogbah, el CB Boddy-Calhoum, etc. Vienen de bye que, aunque tardío, les habrá servido para recuperar golpes y preparar a fondo este encuentro.

LA CLAVE

Como decía al inicio, quien mejor se adapte a la nieve tendrá mucho ganado. Estos partidos de rivalidad son especiales, y nada sencillos (con nosotros, nunca lo es). Si no queremos sufrir al final (o sufrir menos) debemos hacer como con Eagles y salir desde el primer momento a imponer nuestro juego, sobre todo en defensa, para no ir a remolque en el marcador. Cuidado con los field-goals, porque si ya de por sí Nugent está muy fallón, no quiero pensar qué puede pasar con el clima en contra (igual hay que pensar en jugarse 4ºs downs, y en el plan que está nuestro kicker, incluso las conversiones de 2). Relacionado con esto, es bastante probable que el resultado final refleje un tanteo bajo, por lo que la efectividad en la red-zone debe ser básica.