Llega el tradicional análisis del primer cuarto de liga más tarde de lo habitual, aprovechando el parón por el bye. Lo que en condiciones normales sería un monótono tramo inicial, más una prolongación de la pretemporada que una trayectoria realista sobre la que sacar conclusiones, ha resultado ser un camino plagado de minas y sobresaltos.
Llegar al bye con un balance negativo de 2-3 no entraba en los cálculos, pero tampoco se podía descartar totalmente a priori. Baltimore, Houston y Green Bay son rivales complicados, perennes candidatos a playoffs. Lo que no podíamos imaginar es el carrusel de sensaciones vividas que incluso nos hacen valorar positivamente este 2-3, viendo lo mal que pintaba la temporada, más en lo referente al juego que a los propios resultados en sí mismos.
Dos claves han marcado este convulso arranque liguero. En defensa, la sanción a Burfict. Aunque sobre el papel teníamos buenos linebackers para cubrir su ausencia, el efecto anímico que provoca en sus compañeros es insustituible. La defensa cambia radicalmente su efectividad con él sobre el campo. En ataque, por supuesto, el despido de Zampese y su reemplazo por Lazor. Un cambio oportuno, provocado más por el motín interno de los jugadores que por propia iniciativa de la directiva, que llega tarde, pero al menos con tiempo para revertir la situación.
Además, para que no falte de nada, este accidentado inicio de temporada ha estado salpicado de lesiones (Eifert, Ross, Hopkins…), polémicas arbitrales (que incluso provocaron una carta de Lewis a la liga), el habitual fiasco en prime-time, y las inevitables investigaciones policiales sobre algún miembro de la plantilla (Boyd acusado de tráfico de drogas).

Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com