Draft 2017Opinión

Reflexiones sobre el draft 2017

Mayo es el mes de las comuniones. Ese día en el que los niños reciben su primera… oleada de regalos. Porque vamos a ver, ¿qué recordáis más, el sentimiento católico que os recorre ese día, o la foto junto a la cama repleta de regalos? Y eso que en nuestros tiempos, los regalos eran un álbum de firmas, una biblia, un reloj y, el colmo de la diversión, una cámara de fotos, nada que ver con los actuales smartphones o videoconsolas. Pero aquellos regalos eran los nuestros, y nos parecían mejores que los de nuestro vecino. Con el draft pasa igual. Estamos entusiasmados con la foto de los nuevos regalos que nos ha traído, jugadores que, sin jugar todavía un minuto, ya estamos convencidos que nos van a hacer mejores y, este año sí, llevarnos a ganarlo todo. Y por supuesto, son muchísimo mejores que los que han drafteado nuestros rivales. Cuando pasen los años veremos, como pasa con la comunión, que la cosa no era para tanto, pero hoy, dejémonos llevar todavía por la inocente ilusión.

 

Antes de hablar de cada jugador en particular, resultaría pertinente una valoración global. En los últimos tiempos, bien sea por culpa de las lesiones o la naturaleza de las posiciones de los novatos escogidos, habíamos carecido de jugadores de impacto. Jóvenes con capacidad de dar un salto real de calidad, de cambiar el rumbo de la franquicia, de acojonar al contrario, vaya. Este año tenemos 2 balas ofensivas que pueden anotar TD cada vez que el balón caiga a sus manos. Tras ellos, dos pirañas defensivas cuya voracidad hará temer a los QBs por su integridad. El resto, ya se verá, pero sólo con estos 4, tenemos potencial para levantarnos del sillón cada domingo con sus acciones. Era muy necesario este golpe en la mesa, porque el equipo iniciaba una peligrosa cuesta abajo de la que nos hubiese costado remontar.

 

Un examen más exhaustivo de las características de los jugadores seleccionados nos puede llevar a una serie de conclusiones, probablemente precipitadas. En ataque, se ha optado sobremanera por la velocidad (en especial Ross, pero Malone fue 3º entre los WR en las 40 yardas de la combine). Si añadimos que Mixon es una estrella como RB, pero que lo hace muy bien como receptor, podemos concluir que la intención ha sido dotar a Dalton de tantas armas como sea posible en el juego aéreo. Es mi impresión que no sólo no vamos a ver reducido el número de pases, sino que vamos a aumentar el rango de los mismos, en un estilo de juego más volcado en vertical que hacia la tradicional West Coast Offense. Es cierto, como apuntó Alberto, que no tenemos línea que aguante lo que este ataque vertical necesitaría, ni que el brazo de nuestro QB es demasiado fiable en profundo, pero es un esquema de juego en el que creo que Zampese se siente más cómodo.

 

Obviamente, el cambio no va a ser radical por las razones expuestas, pero podemos apostar porque se va a estirar mucho más a lo largo el campo (y con más pases a esa zona, si no, no servirá de nada) y que ante la previsible debilidad de la OL se optará porque Dalton se libere del balón lo antes posible dándole un mayor número de objetivos de fiabilidad, en vez de hacerle esperar a que se desmarque Green. Es muy probable que salgamos en base con formaciones “11” (3 WRs) que no sólo estiren el campo a lo largo, sino también a lo ancho. A priori, nuestro ataque será más variado y menos predecible. No tendremos la imaginación de Hue Jackson, pero ampliaremos el catálogo de jugadas.

 

En defensa, la adquisición de 2 DEs de un corte distinto al habitual también abre el abanico de posibilidades. Ambos son especialistas en pass-rush, y como tal creo que serán empleados, descartando mi percepción inicial de que podríamos reconvertirlos en OLBs. Alberto comentaba la posibilidad de formaciones 5-1-5 y realmente resulta excitante. Willis puede dar relevo a Dunlap para llegar ambos más frescos al final, mientras que Lawson aparecer en situaciones específicas de pase. La falta de pass-rush nos ha lastrado en el pasado (Dunlap y Atkins no pueden hacerlo todo solos) y tampoco cuajaron los intentos por hacerse con rushers específicos en la agencia libre. En teoría, la mejora en este apartado debería ser sustancial, y trasladarse a todos los ámbitos de la defensa.

 

Sin embargo, seguimos con el conocido problema de la línea ofensiva. Ningún fichaje en este apartado, tan sólo inventar maneras de minimizarlo. No era éste un draft con talento en esas posiciones, y para traer un jugador mediocre, mejor lo que hemos hecho, obtener potenciales cracks en otros puestos. Obviamente, ahora enrabieta más la indolencia por dejar marchar a Whitworth y no hacer el esfuerzo de retener a Zeitler. De que Alexander sea capaz de conseguir hacer de Fisher y Ogbuehi jugadores mínimamente aceptables para la liga seguirán dependiendo buena parte de nuestras aspiraciones.

 

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