El 9 de enero pasado, durante el transcurso del partido de wildcard entre Bengals y Steeleres, con 15-0 en el marcador y a falta de 1:39 para acabar el 3er cuarto, todos vimos con estupefacción como Ryan Shazier, LB de los de Pittsburgh, realizabla un placaje criminal a Gio Bernard. Como una imagen vale más que mil palabras, aquí teneís el vídeo.
Las explicaciones que Mike Pereira expone para considerar semejante placaje como, textualmente, «un golpe desafortunado» son una verdadera vergüenza. Cuando en 2010, la NFL aplica la norma de Helmet-to-Helmet lo hace con un objetivo claro: proteger a los jugadores de lesiones cervicales y articulares que pueden ocasionar lesiones neurlógicas muy graves e incluso la muerte. Plasmar en un papel y reglamentar la infinidad de circunstancias en las que se puede incurrir en este tipo de falta es del todo imposible. Ahí es cuando la regla universal del sentido común ha de prevalecer por encima de todo lo demás. Si la filosofía de la regla es evitar golpes innecesarios que puedan acabar con la carrera de un jugador, entrar en apreciaciones y análisis tan ridículamente simplistas como la de si ya es considerado un corredor o aún un receptor indefenso en un espacio de tres o cuatro décimas de seguno, si ha dado uno o dos pasos con el oval controlado o si se ha girado totalmente o tan sólo 150º es de una absoluta banalidad. Coger el libro de reglas y buscar qué dice el Articulo X en su punto Y , subpunto Z con la excpeción N y colorario H para decidir si es una penalización o no es del género idiota y desvirtua por completo el motivo por el que en su día se aplicaron ciertas limitaciones en los placajes.
Dean Blandino, a penas 48h después del encuentro se apresuró a dar explicaciones del porqué ese lance no era susceptible de ser castigado con un pañuelo con una más que discutible apreciación sobre los ángulos de trayectoria de ambos jugadores que parecía más una clase de trigonometría y álgebra universitaria que la explicación de un lance de juego y que se puede leer aquí. El mismo Dean Baladino, 4 meses más tarde, con todo el pescado vendido y los Bengals fuera de los PO, deja el álgebra y la trigonometría y por fin aplica el sentido común ,la esencia y la filosofía inical de una regla. Y es que cuando la lógica se impone no hace falta hacer declaraciones rimbombates de trayectorias y ángulos, basta decir:
» Es un tipo de placaje que no queremos ver nunca más durante un partido. A partir de ahora será penalizado»
Como decía Pío Baroja: «Lo bueno, si breve, dos veces bueno»… Pues a buenas horas!
Llueve sobre mojado. Y el perjudicado siempre es el mismo. En la temporada 2005, también en un partido de wildcard, en el primer play del partido, Kimo von Oelhoffen cayó como una losa en la rodilla de Carson Palmer tras un pase de éste a Chris Henry para 66 yardas. Esta jugada causo al QB de los Bengals una doble rotura de ligamentos cruzados y lesiones importantes también en el menisco y el cartílago de su rodilla. Chirs Henry también quedó fuera para el resto del partido tras esa recepción. La misma historia una y otra vez. En a penas 5 minutos de partido dos de las piezas más fundamentales en el ataque de los Bengals estaban fuera y uno no se sabía si podría volver a jugar nunca más al football.
La lesión de Carson Palmer ya supuso un cambio en la reglamentación de la NFL con el objetivo de proteger mucho más al QB de golpes o placajes tardíos a la altura de la rodilla. En la actualidad, ves la jugada del vídeo y te llevas las manos a la cabeza; en 2005 no pasó absolutamente nada… Pero lo peor es que tal y como se implementó y redactó la nueva norma, el placaje a Palmer hubiera seguido siendo legal!. Tuvo que sucederle a Tom Brady en 2008 para que, de nuevo, se dejaran de trigonometrías e interpretaciones estúpidas y redactaran la norma con sentido común.
Pero aún hay más, señores. En 2008, Hines «risitas» Ward, el que pasa por ser uno de los TE más sucios de la historia de la NFL, rompió la mandíbula de nuestro linebacker Keith Rivers en un placaje tan violento como innecesario que, no os lo váis a creer… SIIIIIIIÍ, también ocasionó un cambio de reglamentación en la NFL.
¿ Qué periodista profesional del football puede calificar ese placaje como «nice»?. Qué vergüenza!
El 24 de marzo de 2009, con este vídeo como principal causa, la NFL crea una nueva regla que textualmente dicta:
«El bloqueo será ilegal si se lanza desde el lado ciego con el hombro, antebrazo o casco e impacta contra la cabeza o cuello del defensa»
Evidentemente, a «risitas» Ward le dio absolutamente igual y no tardó en declarar que él seguiría actuando de la misma forma si en un futuro volviera a encontrarse en la misma situación. En pro de la integridad física de todos los jugadores de los Bengals, agradecemos que se haya retirado ya hace unos años.
Pero no acabamos aquí, ya que hemos cogido carrerilla, presentaremos el último caso. Éste no ocasionó ningún cambio de normativa en la NFL pero la bestialidad del bloqueo de Terence Garvin a Hubert creo que merece ser recordado.
El resultado fue otra mándibula rota. Suerte que Hubert se lo tomó incluso a cachondeo…no sé, tal vez, a un kicker, con tan poco portagonismo en el juego, le guste ser noticia de vez en cuando aunque sea por una lesión…a los aficionados Bengalíes creo que no les hizo absolutamente ninguna gracia.
Analizando todas las declaraciones posteriores a cada una de las jugadas expuestas me he encontrado simpre con el mísmo tópico: «El juego es así, es un deporte de contacto y estas cosas pasan». El problema es que cuando de Steelers y Bengals se trata, «estas cosas» siempre le pasan al mismo equipo.
Pero, ojo!, aficionado Bengalí. Aunque se te estén revolviendo las tripas recordando muchos momentos infaustos de las últimas temporadas y especialmente del partido de wildcard en que las decisiones arbitrales siempre cayeron de un mismo lado y vuelvas a leer con los ojos ensangrentados de furia más apreciaciones del ínclito Blandino como ésta, no te vayas a quejar demasiado!. El enemigo está al acecho y como se te ocurra levantar demasiado la voz rápidamente escucharás aproximarse a la caballería de acero cargando desde detrás de una colina. Y al galope, mientras se acercan, cada relinche de sus desbocados corceles irá poco a poco componiendo una melodía que adquirirá forma fónica en tus oídos y escucharás claramente: «Burfict», «Jones», «Fumble»,»1989″,»Losers».
Y es que cada vez les quedan menos argumentos con los que atacar. Ya no pueden limitarse como antaño a la calidad del juego. Ahora tienen que retroceder mucho en el tiempo para hacer que nuestras heridas sangren o centrarse en un par de jugadores de nuestras filas considerados «polémicos» y cuyas actuaciones ni los propios aficionados a los Bengals justificamos, pero son incapaces de mirarse a su propio ombligo y reconocer que ellos tienen motivos para avergonzarse tanto o incluso más del comportamiento de muchos de sus jugadores y lo que es peor, de su staff técnico.
A título personal creo que se ha creado una fictícia «rivalidad» entre Pittsburgh y Cincinnati que no tiene razón de ser. No sé si es por complejo de inferioridad, pero intentamos equipararnos a un equipo con 6 anillos cuando nosotros a penas hemos jugado 2 Superbowls que además hemos perdido. Es cierto que en el último lustro les hemos dado guerra pero 5 años en una liga con 50 años de historia es tan sólo un mero suspiro. Rivalidad?, qué rivalidad?. Aquí sigue habiendo un equipo grande y otro pequeño. Habrá odio, rencor, desaveniencia, manía, envidia (por qué no decirlo!)…podemos escribir mil adjetivos; pero no rivalidad. Si los Bengals consiguen mantener durante una década más el nivel de juego demostrado desde 2010 y siguen dando batalla en al AFC North, tal vez se ganen el respeto de la liga. Mientras tanto, ante la duda, en los momentos puntuales que deciden partidos, las decisiones seguirán cayendo del mismo lado, y no será precisamente del de los Bengals.
Co-fundador del grupo de Facebook «Fans NFL Spain»
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com
Redactor en Bengals.es