Bengals 2019Draft 2020

Análisis 2019 y previsiones draft 2020: Tight-ends

Retomamos el ataque con una posición que tras los últimos acontecimientos en la agencia libre se vuelve de necesario refuerzo. Creo que sólo con Uzomah y Sample no vamos a ninguna parte (no cuento al resto de morralla que completa el roster en la posición). La figura del tightend cada vez es más importante en el football actual (véanse los casos de Kelce y Kittle en Chiefs y 49ers respectivamente), y no podemos prescindir tan alegremente de ella.

Resumen 2019

La renovación de Uzomah fue recibida con un entusiasmo que se enfrió cuando conocimos el montante económico, para muchos, un tanto elevado por su reducida aportación (foto de Sam Greene para Cincinnati.com)

 

¿Os acordáis la alegría que nos llevamos en 2010 cuando drafteamos en primera ronda a Gresham? Parecía que por fin nuestro equipo apostaba por involucrar a los tight-ends en la ofensiva. El experimento no funcionó tal como deseábamos, pero años después volvieron a repetir jugada con Eifert. Éste, por las circunstancias conocidas, tampoco pudo rendir conforme a su calidad, pero confirmaba que los Bengals entrábamos por fin en el siglo XXI en cuanto a los tight-ends se refería.

Pues bien, olvidad todo esto porque hemos regresado a la casilla de partida. Las siglas “T.E.” ya no hacen referencia a “Tight-End” sino a “Tocho-Estático”. Hemos vueltos a dejarles aparcados en cuanto a producción ofensiva se refiere. Una explicación podría ser la bisoñez de los entrenadores. A la inexperiencia de Taylor y Callahan hay que sumar que 2019 fuera el primer año como entrenador de TEs de Casey. Prefiero pensar esto a la alternativa: este nuevo staff técnico no quiere (o no sabe) usar a los tight-ends como receptores sino como bloqueadores.

El caso es que el año no empezó tan mal, con las renovaciones de Uzomah y Eifert (algo desproporcionada la del primero en lo económico y quizá escasa en lo temporal la del segundo). La decepción vendría en el draft con el pick de Sample. Primero, por invertir una selección de calidad, nada menos que una 2ª ronda en un TE bloqueador (que no digo que no hiciera falta tras la marcha de Kroft, pero desde luego, no en 2 ronda), y después porque el jugador escogido tampoco parecía de un nivel tan alto (se le proyectaba sobre 4ª ronda).

En cuanto se puso en movimiento el oval, se confirmaron nuestros temores. Si en 2018 alabamos la rotación de TEs, en 2019 estos brillaron por su ausencia. Al principio queríamos pensar que se quería reservar a Eifert para no lesionarlo; pero realmente, el número de snaps en que participó fue tan ridículo, que debimos desechar esta teoría. Si un equipo al que le faltaba Green prescindía del probablemente segundo mejor receptor en cuanto a calidad, la razón había que buscarla en que no se diseñaban jugadas para él.

Porque tampoco se buscó demasiado a Uzomah. En 2019 sus recepciones cayeron de 43 a 27 (casi un cuarto de millón de dólares por recepción; no sé yo, pero algo caras me parecen). En ningún momento adquirió un mínimo protagonismo, ya que su presencia se enfocó más a ayudar en el bloqueo, sobre todo, desde que se lesionó Sample en la 10ª jornada. El novato, por cierto, también tuvo un debut gris. Que no participase mucho en el juego de pase era normal, pero esperábamos de él algo más ayudando en los bloqueos. Esperemos que remonte.

De los suplentes, poco más que aportar. El “monstruo” Schreck apenas participó en un par de encuentros. Franks, solo en uno. Quien más actividad vio, dentro de lo que cabe, fue Carter, (15 partidos) con 2 recepciones (una para TD). El alemán Böhringer sigue en el Practice Squad porque al ser extranjero no ocupa plaza, pero igualmente irrelevante. En definitiva, es una unidad que, en su conjunto, necesita insuflar más valor.

 

Previsiones para la agencia libre

Echaremos de menos las atrapadas imposibles de Eifert. Los caimanes de Florida también hubiesen preferido que se quedase en Cincinnati por su afición a la caza (foto: Joe Sargent/Getty Images)

 

Si el grupo de tightends que teníamos era mediocre, el anuncio de la marcha de Eifert a Jacksonville lo deja muy tocado. Obviamente, esto supondrá que Uzomah adquiera algo más de protagonismo. Sin embargo, esta posición es muy propensa a las lesiones (el propio Uzomah ha sufrido varias en su carrera), así que la encuentro muy corta de efectivos.

El único movimiento hasta la fecha ha sido la oferta del “tender” más bajo a Carter, como agente libre restringido que era. Podremos igualar cualquier oferta que le hagan, que yo creo que será ninguna. Me parece bien. No ha demostrado valor para nada más serio, y siempre es importante tener fondo de armario. Sin embargo, creo que podríamos aspirar a algo más. El contrato de Eifert con Jaguars era más de lo que le íbamos a ofrecer, pero aun podemos encontrar algo a precios razonables. No obstante, hay que advertir que todos vienen con defectos de fábrica.

Reed es un TE de mucha calidad. Sin embargo, es aún más frágil que el propio Eifert. Si le pudiera hacer un contrato bajo, con bonus por partido, podría resultar interesante. Lo que dure ha durado. Lo mismo se podría decir de Walker. El veterano de 36 años siempre ha rendido bien, aunque en los dos últimos años las lesiones le han impedido desarrollar su juego. Otro tanto se puede decir de Swaim. Aún no ha completado ninguna campaña completa, pero sólo tiene 26 años y al menos aportaría la experiencia de 20 titularidades.

Obviamente, a estas alturas no queda mucho. Pero insisto en que no deberíamos renunciar a potenciar esta posición. Recordemos que Burrow se ha apoyado bastante en Moss en LSU (al punto de hacer subir su valor por encima de lo que merece). Hay un dicho que afirma que el Tightend es el mejor amigo del quarterback (yo creo que lo es el LT, pero bueno), por lo que no estaría mal que un QB novato tuviera una buena referencia, grande y segura, cuando no sepa a dónde enviar el balón.

 

DRAFT

No obstante, sigo pensando que nuestras prioridades pasan por la OL y la defensa en general. Por este motivo, me parecería absurdo reforzar esta posición antes de 4ª ronda como muy pronto. Además, tampoco es ésta precisamente una generación espectacular de tightends.

 

Albert Okwuegbunam #81 (Missouri)

Un tipo con este apellido impronunciable debe estar en nuestro equipo, aunque sólo sea por ver cómo le llamamos en las conversaciones por Whatsapp (foto de Denny Medley-USA TODAY Sports).

 

Albert Chukwueneka Okwuegbunam, “Chuks” para los amigos, quizá se precipitó al presentarse este año al draft. Este chico, de padre nigeriano, está todavía muy verde para la NFL. Otro año más en la universidad le hubiera servido para depurar sus defectos y tener opciones de salir elegido mucho más arriba. Es posible que tras un gran 2018, haber tenido un 2019 no tan bueno haya precipitado su decisión para evitar que su stock cayera más.

Lo primero que destaca de él son sus capacidades atléticas. Romper los cronos de la combine lo demuestran. Pero además, tiene un tamaño prototípico (nota mental: intentar repetir más esta palabra). Su velocidad en línea recta es superior a la de muchos widereceivers. Acelera muy rápido y es capaz de estirar el campo como pocos tightends en sus rutas “seam” (traducción para los compañeros que han pedido menos anglicismos: buscando el hueco entre LB y SF por el centro). Es duro aguantando los golpes, y agresivo en los balones divididos. Físico en el contacto, con gran control de su cuerpo. Es “Mr. Primeros Downs”, con un promedio de más de 10 yardas por recepción en su carrera, y absolutamente dominante en la zona roja con 23 touchdowns en sus 3 años universitarios.

Sin embargo, como bloqueador flojea un poco. Ahí no es capaz de exprimir todas las ventajas que le permite su corpulencia. Debe trabajar mucho más la técnica: colocación de manos, bajar la cadera, etc. Algunos sospechan que, directamente, no le gusta bloquear, y reserva sus energías para la siguiente jugada de pase. En todo caso, se encuentra mucho más cómodo, y es más efectivo, bloqueando en campo abierto a linebackers y defensivebacks que en la línea contra defensive-ends.

Como digo, es más un TE receptor que bloqueador. Su alto cuerpo, largos brazos y sólidas manos le convierten en un objetivo muy fiable. Gana más la separación por velocidad e inteligencia para buscar las zonas débiles de la defensa, ya que su árbol de rutas no es muy extenso ni lo tiene demasiado pulido. Tampoco pose agilidad para engañar al defensor con sus fintas ni zigzaguear por el campo con el balón controlado.

Lo bueno: Como digo, aún no está para titular en la NFL; pero con Uzomah y Sample sería el TE3 mientras completa su formación. No hay tanta urgencia, y su potencial es infinito. Tiene todas las herramientas, sólo necesita entrenamiento. Su presencia nos daría mucha versatilidad en formaciones de personal 12.

Lo malo: La durabilidad también es un problema. Durante sus años universitarios ha bregado con molestias en hombro, rodilla y pierna, que le han llevado a perderse algunos partidos. Quizá por esta razón ha dosificado tanto sus esfuerzos como bloqueador. Debe someterse a una preparación física muy específica para controlar esta situación que por desgracia conocemos demasiado.

Proyección: Es complicado determinar, porque si hay pocos tight-ends buenos es probable que estos salgan antes de lo que realmente “merecen”. Yo diría que su ronda de salida es la 4ª, por lo que para acceder a él habría que usar nuestro pick#107.

 

Dalton Keene #29 (Virginia Tech) 

El vacío que después de tantos años dejará Dalton puede ser cubierto por otro Dalton (foto: hokiesports.com)

 

A Dalton Keene sus compañeros le llaman “Rambo”. Este hecho de por sí debería poner punto final al análisis. El apodo no es gratuito. Representa una muestra de su intensidad en los partidos, y dedicación en los entrenamientos y en el gimnasio con las pesas. Además, posee un carácter extrovertido, y no deja de animar a sus compañeros durante los encuentros. La escarapela de capitán del equipo se la ha ganado a pulso.

Keene era quarterback y runningback en el instituto. Al llegar a la universidad se centró en el puesto de TE, pero no se olvidó de su faceta como corredor, y también intervino en varias ocasiones como H-back y fullback. No solo eso, además destacó en equipos especiales. Estamos por tanto ante un jugador extremadamente versátil, que puede desempeñar varias funciones, y se va a dejar la piel en cada acción que acometa.

Si nos centramos en su faceta como tight-end, también evidencia esta versatilidad. Puede alinearse en varias posiciones del ataque, desde la línea hasta el slot. Aunque se le ha utilizado más para bloquear, ha demostrado poseer buenas manos para la recepción. Reacciona muy rápido al snap, aunque no tiene un árbol de rutas muy extenso. Su pasado como QB y RB le permite identificar muy bien el espacio peor defendido. Es competitivo en el contacto, y lucha por ganar cada pulgada aunque esté rodeado de defensores; pero no supone una gran amenaza como corredor después de la recepción.

Sin embargo es un jugador muy atlético y completo, como pudo demostrar en la combine entre los TEs que se presentan al draft: 5º en velocidad en las 40 yardas, 1º en salto de longitud, 5º en levantamiento de pesas. Es muy tenaz en los bloqueos en línea, donde no cede una pulgada contra el DE, pero también muy poderoso cuando sale a bloquear en campo abierto. No obstante, todavía tiene que aprender a usar mejor un cuerpo idealmente constituido para la posición.

Lo bueno: A una más que interesante melena hay que sumar un imponente mostacho. Factores ambos que si por separado son suficientes para colocarle en la categoría de altamente drafteable, juntos suponen una circunstancia ineludible.

Lo malo: Su universidad no le ha involucrado mucho en el juego de pase. Esto hace que no tengo unas estadísticas brillantes en la ofensiva, y que llegue por debajo del radar al draft; pero también que surjan ciertas dudas lo que puede aportar como receptor.

Proyección: Versátil receptor y bloqueador (algunos le valoran por delante de Sample). Puede ayudar como fullback y en equipos especiales. No creo que encontremos un suplente mejor en todo el draft si está disponible en 5ª ronda.

 

Josiah Deguara  #83 (Cincinnati)

Como “redshirt senior”, Deguara empezó a jugar en los Bearcats en 2016. Lo hizo en todos los partidos, especialmente como TE suplente y en equipos especiales. ¿Sabéis quién era por entonces su coordinador ofensivo, a la vez que entrenador de TEs y equipos especiales? Un tal Zac Taylor que quizá os suene de algo (foto USAtoday)

 

Sería realmente una pena que nuestros entrenadores no supieran sacar partido a los emparejamientos favorables que provocan los tight-ends actuales, porque Deguara encaja perfectamente en este molde. Un TE versátil, con una enorme capacidad como receptor, que no se achica en los bloqueos, y que da todo su esfuerzo en cada jugada, ya sea en equipos especiales, o placando al cornerback que ha interceptado al quarterback tras 70 yardas de carrera.

Deguara es un jugador muy atlético. Si nos fijamos en la combine, quedó 6º en las 40 yardas, 4º en salto vertical, y 1º en levantamiento de pesas. Su cuerpo es muy compacto, lo que unido a su tenacidad le convierten en un baluarte en los bloqueos. Se planta muy bien para los bloqueos estáticos y toma muy buenos ángulos para los de campo abierto. Es paciente cuando se engancha con el DE, y vende muy bien la finta cuando le suelta y sale a recibir.

Al contrario que los anteriores, sí ha desarrollado un amplio árbol de rutas. Se le ha pedido alinearse en diferentes posiciones de la ofensiva y en todas ha respondido a las expectativas. Muy inteligente para separarse de su marcador, y excelentes manos para la recepción. Aguanta bien los golpes para no soltar el oval y es habilidoso para adaptarse a pases que no vayan bien dirigidos. Sin embargo, tampoco es una gran amenaza después de la recepción.

Un problema que puede hacerle bajar posiciones en el draft es su tamaño. No es lo bastante grande, y puede ser superado por potencia en los bloqueos. Además, su radio de atrapada no es muy amplio, lo que le deja en desventaja en balones divididos. Es posible que en los profesionales se le pida actuar más como fullback que como tightend (algo que también ha hecho en college). No obstante, su versatilidad permite dejarle en el campo y que la defensa no sepa qué misión va a desempeñar.

Lo bueno: Es un jugador del equipo universitario de Cincinnati, por lo que el cariño de la afición ya lo tiene (en el video, el último TD lo anota en el Paul Brown Stadium). Su más reciente producción habla por él: 72 recepciones para 972 yardas y 12 touchdowns en sus dos últimos años. Por su compromiso y utilidad en equipos especiales, es un claro candidato a estar activo en todos los partidos como TE3 ya desde su año rookie, y a partir de ahí, desarrollar todo su potencial.

Lo malo: No tuvo una Senior Bowl especialmente significativa (y ahí estaban Taylor y nuestro cuerpo técnico para evaluarle). Hace bien muchas cosas, pero no destaca especialmente en ninguna. Puede ser un extraordinario suplente, que aportaría un buen fondo banquillo, pero se duda que pueda llegar a titular de forma consistente.

Proyección: Sus limitaciones de tamaño pueden hacerle perder posiciones en el draft, pero tampoco demasiado. No creo que baje de 5ª ronda, pero si llega a 6ª sin que hayamos escogido TE, no deberíamos dejarle pasar.

 

Otros nombres de interés

A pesar de que por su apellido pudiera parecer lo contrario, Parkinson tiene unas manos firmes y seguras, siendo ésta una de sus principales virtudes. Y el pelazo, claro (foto: cbssports).

 

Colby Parkinson #84 (Stanford)

Más un receptor alto que un tightend, Parkinson es un arma imparable en la redzone por su altura y amplio rango de atrapada. Increíble habilidad de contorsionar su cuerpo para adaptarse a las recepciones complicadas. No es buen bloqueador en la línea. Incapaz de sostener por mucho tiempo la presión, le viene mejor bloquear en campo abierto. Tampoco es muy atlético ni aporta demasiado peligro tras la recepción. Deberá pulir estos defectos antes de consolidarse como titular. Creo que va a caer a 3ª ronda.

 

Thaddeus Moss #81 (LSU)

Su padre, Randy Moss, ha sido la bestia más parda que he visto jugar al football americano en la posición de receptor. Hubiese sido mejor incluso que Rice, si le hubiera dado la gana de rendir siempre al máximo de sus habilidades. Thaddeus ha salido a la madre. Se muestra muy firme en los bloqueos, y tiene buenas manos y control corporal, pero no es el atleta dominante que era su progenitor. Sin duda, se ha beneficiado de jugar junto a Burrow en una campaña espectacular, que ha hecho subir un stock que en condiciones normales sería de 4ª ronda.

 

Devin Asiasi #86 (UCLA)

No creáis que estoy muy convencido con él. Me encuentro… así, así. Ciertamente, posee un cuerpo prototípico, pero todavía está muy verde en sus fundamentos. Versátil receptor y bloqueador (lo que en muchas ocasiones significa que no es bueno ni en lo uno ni en lo otro). Más potencial futuro que realidad presente, debe aprender a usar mejor su corpulencia para atacar los balones divididos y ser más contundente en el bloqueo. Escasa producción universitaria (sólo 2019 fue aceptable), debería haberse quedado a cumplir su año senior. Por sus capacidades atléticas es posible que salga antes, pero yo no le escogería antes de 5ª ronda.

 

Charlie Taumoepeau #89 (Portland State)

Un nombre que no puede pasar desapercibido. Si no drafteamos a Okwuegbunam, Taumoepeau puede ser un buen sustituto para echar unas risas en el chat. Porque realmente, tampoco preveo que vaya a tener mucho más recorrido. Versátil, inteligente y atlético, quien pese a estar invitado a la Senior Bowl (donde le verían nuestros entrenadores), proceder de una universidad tan desconocida, y su limitado físico, le va a hacer salir undrafted o, como mucho, en las últimas elecciones. Proyecto para Practice Squad.

 

Joey Magnifico #86 (Memphis)

El apellido lo dice todo señores, poco más puedo añadir. Cuerpo de receptor y mentalidad de linebacker. Se encuentra cómodo batallando en la trinchera. Manos sólidas y buenas rutas. Atleta muy fluido, acostumbrado a salir desde varias posiciones del ataque. En ocasiones, su entusiasmo le lleva a perder sitio en los bloqueos (le falta fuerza en su tren inferior) y no escoger la mejor opción tras la recepción por querer ser agresivo en exceso. Está todavía muy verde y por eso sospecho que no será drafteado, lo cual sería una pena con ese nombre. El equipo que le fiche tendrá record de ventas de su camiseta en el mundo hispano.

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