Seguimos analizando las trincheras, pero esta vez desde el lado defensivo. Lo que antaño fue una de las mayores fortalezas del equipo, en 2020 mostró su lamentable estado de descomposición. La línea defensiva no sólo fue la que menos sacks generó de toda la liga la campaña pasada, sino que el paupérrimo porcentaje de 1,1 sacks de media por encuentro no lo registrábamos desde 2008.
Este artículo se centrará en el interior de la unidad. El reino de Geno Atkins. Probablemente el mejor defensa que haya vestido el uniforme atigrado, y de quien debería pesar sobre la conciencia de la directiva no haber sido capaces, en todos los años de su exitosa carrera, de haberle proporcionado un compañero que estuviese mínimamente a su nivel. El triste final de nuestro “demonio de Tasmania” vuelve a poner de manifiesto la incapacidad del club para estar a la altura que tan prestigioso jugador merecía (2º en Sacks en la historia de la franquicia tras Dunlap y líder entre los del interior de la DL).
Lo cierto es que el interior de la línea fue una unidad maldita. En Julio nos desprendíamos de Glasgow por problemas físicos. Después era Tupou quien decidía saltarse la temporada por la pandemia. En el training-camp, perdimos a Wren para todo el año, y uno de los mejores fichajes para salvar la situación, el del veterano Daniels, también se perdió muchos encuentros por lesión. Lo que tan mal empezó, no podía acabar bien.
Resumen 2020
La temporada comenzaba con las mejores perspectivas en mucho tiempo. El (caro) fichaje de Reader como Nose-Tackle nos hacía frotar las manos pensando lo que podríamos hacer con una de las mejores parejas de DT de la liga. Reader reclamando dobles coberturas para poder liberar a Geno en el tan necesario pass-rush interior. Sin embargo, como suele ser habitual, nuestro gozo se ahogó al fondo de un pozo. Apenas pudieron compartir a la vez en el campo un puñado de snaps.
Tras sopesar Atkins con retirarse durante un año por precaución ante el Covid-19 (su esposa se encontraba en avanzado estado de gestación), finalmente decidió continuar antes de que una inoportuna (y, por qué no decirlo, algo misteriosa) lesión de hombro al final del training-camp le apartó los primeros partidos. Su regreso en la 5ª jornada coincidió con el partido en que, a mediados de tercer cuarto, Reader se lesionó para todo el año.
La pérdida de Reader fue dramática, ya que a pesar de que la defensa seguía haciendo agua, su labor estaba resultando muy positiva. Lesión aparte, fue de los mejores fichajes de 2020, y su regreso, de las mayores esperanzas para 2021. Cuando le perdimos, fue el turno de Covington, un NT venido en trade desde Denver (a cambio de Calitro, un LB que íbamos a cortar de todas formas). Siendo un recurso de emergencia, lo cierto es que no lo hizo mal del todo, y hay que reconocer que se ganó una renovación que aún no se ha producido.
En aquel momento, Daniels también estaba fuera, así que el club siguió buscando refuerzos. Llegó entonces Xavier Williams, un trotamundos con 5 años de experiencia como suplente que se encontraba libre tras cortarle los Patriots, y aun así fue titular 3 partidos. Incluso Freedom Akinmoladum tuvo libertad, valga la redundancia, para subir desde el practice squad y disputar unos cuantos minutos.
Pero volvamos a Atkins. Decir que volvió a jugar sería faltar a la verdad. Su papel quedó muy reducido a situaciones de tercer down. Y no todas. Su participación fue tan escasa que, cuando surgió todo el “affaire Dunlap”, se pensó que él también iba a pedir ser traspasado. Finalmente no fue así, pero tampoco recuperó su habitual protagonismo. Al término de la competición, se daba por hecho que 2020 sería su último año con nosotros.
Acabamos el año siendo el 4º peor equipo en defensa terrestre, concediendo unas inaceptables 5,1 yardas por carrera, sólo peor que Houston. Como no podía ser de otra manera, Nick Eason, el entrenador de unidad que ya venía de tener la peor defensa contra la carrera de 2019, perdió su puesto. Aunque sobre su fracaso en la conversión de un frontal de 4 a uno de 3, así como ordenando las jugadas de tercer down y, sobre todo, gestionando el personal de la unidad, ya volveremos más adelante.
Agencia Libre
Como decíamos, el principal cambio lo tendremos en el banquillo de entrenadores. Marion Hobby llega con excelentes credenciales. 20 años de experiencia en college y 6 en NFL: 2 en Saints, 2 en Jaguars (donde llegaron a 55 sacks) y las dos últimas en Dolphins (primeros en eficacia en 3er down). Esperemos que sea capaz de revitalizar una línea defensiva muy necesitada de producción.
Debido a las especiales circunstancias del año pasado, teníamos muchos agentes libres en la posición: Covington, Daniels, Williams, McKenzie, Akinmoladun… De momento, sólo él último ha sido retenido para el practice squad. Tampoco resulta en principio demasiado preocupante perderles, ya que debemos considerar el regreso de Reader, Wren y Tupou.
A quien sí hemos perdido definitivamente es a Geno Atkins. Finalmente, su elevado salario (2 millones en 2021 y 13 para 2022) para alguien con un papel tan reducido, combinado con su edad (33 años) hizo inviable su continuidad. Tratamos de colocarle en algún trade, pero sin éxito por su alta ficha y el convencimiento general de que sería cortado. Su marcha nos genera un dinero muerto de 5,2 millones, pero liberamos 8,5 para otros contratos o renovaciones.
En cualquier caso, creo que nuevamente estamos ante una estrella histórica del club que sale por la puerta de atrás. Su impacto, no sólo estadístico como líder de múltiples categorías en la franquicia, sino en el corazón de los aficionados, quizá hubiese merecido un mayor reconocimiento. Tras él se cierra definitivamente la puerta de una generación que nos devolvió instantes de gloria, pese a no rematarlos en playoffs. Espero que el nuevo anillo de honor instalado en el Pau Brown Stadium rinda homenaje a los Atkins, Dunlap, Green, etc.
Pero mirando hacia el futuro, por segundo año consecutivo, la directiva ha invertido fuerte en la posición de DT. Esta vez ha sido el ex-Brown Larry Ogunjobi. El tercera ronda de 2017 llega por 6,25 millones para un solo año. Me parece razonable, dada la calidad del jugador y que ante la previsible subida del salary cap para 2022, la mayoría están optando por firmar por una única temporada. Es un tipo, en mi opinión, infravalorado. Es capaz de generar mucha presión desde el interior de la línea, y en la estructura que busca Anarumo, podría tener incluso un mejor encaje del que tenía en Cleveland.
Con su sueldo de titular, podemos adivinar que los titulares en 2021 serán Reader (NT) y Ogunjobi (DT), mientras que Tupou y Wren serán los suplentes. Poca cantidad se me antoja, así que espero que caiga algún otro refuerzo. Lo más probable es que esta nueva adquisición llegue vía draft.
Draft
Esta promoción no tiene ninguna estrella indiscutible en la posición. Sin embargo, nos trae una increíble profundidad de 2ª ronda en adelante. Obviamente, un DT no puede ser nuestro objetivo en primera ronda, ni siquiera en un trade down, pero deberíamos conseguir a alguien para el futuro. Aún no hemos visto nada de Wren, y no sabemos cómo regresará Tupou tras un año de inactividad. Además, como decíamos anteriormente, Ogunjobi sólo ha venido para un año.
Daviyon Nixon #54 (Iowa)
Nixon es uno de mis jugadores favoritos de este draft. Y no tiene nada que ver con mi simpatía hacia la universidad de Iowa. Estamos ante un chico que juega con una intensidad tal que todas las jugadas parecieran la última del partido. Es violento al snap. Muy explosivo y contundente. Se lanza con fuerza hacia adelante, con un excelente uso y armonía de manos y pies para evitar ser bloqueado, pero sin olvidar que el quarterback puede lanzar antes de que llegue, para sacarlas en alto y cortar los pases.
Su agilidad es asombrosa para alguien de su tamaño. Tiene una movilidad lateral excepcional. Y lo mejor es que sabe usar en su beneficio todas estas cualidades por su inteligencia y, sobre todo, su instinto para anticiparse al sentido de la jugada. Es un productor nato de big-plays.
Su juego ha ido desarrollándose de menos a más hasta explotar en 2020. Su habilidad para penetrar en el backfield deja en ridículo a los guardias ofensivos. Es un jugador claramente diseñado para jugar en técnica 3. El mejor heredero para el trono que dejará vacío Atkins.
Pero si es bueno contra el pase, contra la carrera no se queda en absoluto atrás. Su potencia, y sobre todo, el equilibrio que muestra para desenvolverse en espacios reducidos son excepcionales. Defiende muy bien su gap, siendo extremadamente complicado moverle de su posición.
Quizá su peor defecto sea que ante linieros ofensivos muy pesados, o en jugadas de goal-line o de pocas yardas, pueda ser superado por fuerza bruta. Si consiguiera ganar un poco de peso sin perder agilidad sería genial. Proviene de un JUCO, y en su primer año en Iowa apenas tuvo un papel rotacional, por lo que anda un poco escaso de experiencia al primer nivel.
Lo bueno: Por favor, no os perdáis en el video de abajo su pick#6 de 71 yardas, con movimientos que ya quisiera tener un runningback. Jugadores con su habilidad, destreza y capacidad de playmaker en esta posición son muy escasos en la NFL.
Lo malo: Viene del baloncesto, lo que es una ventaja en su flexibilidad, pero supone que tenga todavía muy poca experiencia en el puesto. Necesita refinar y sumar variedad a sus movimientos. Tiene un brillante futuro, pero igual no desde el primer día.
Proyección: Durante todo el proceso pre-draft ha ido subiendo como la espuma. De estar proyectado en 3ª ronda he visto mocks que ya le sitúan a finales de 1ª. Yo estaría encantado si nos hiciésemos con él en nuestro pick de 2ª ronda.
Alim NcNeill #29 (North Carolina State)
El caso anterior representaría la posibilidad de recuperar una versión rejuvenecida de Atkins. Sin embargo, atendiendo a la realidad, tampoco es que la versión antigua fuese muy utilizada por Anarumo. En su idea, ya veremos si equivocada o no, encajan mejor DT grandes, cuya prioridad, más que el pass-rush, sea contener la carrera, y ya si acaso la presión la dejamos para otro momento u otro jugador. En este perfil podría encajarnos McNeill.
Estamos ante probablemente el mejor defensor contra la carrera de todo el draft. Un chico que no sólo ha estado conviviendo con dobles bloqueos todo el tiempo, sino que además, los superaba con increíble facilidad. Explosivo y contundente al producirse el snap. Muy violento en su primer contacto para mover a los linieros ofensivos. No escatima una gota de sudor en todo el partido, siendo un auténtico dolor de muelas constante para el contrario.
Tiene un gran control de su cuerpo, y es casi imposible que pierda la posición una vez que ha conseguido plantarse en ella. Pero por otra parte, su movilidad es impresionante para alguien de su tamaño. Hay que señalar que McNeill era middle linebacker en college, y que tuvo que ganar 35 kilos para cambiar de posición. Pues bien, esa agilidad de LB la sigue conservando, convertida ahora en potencia para colapsar el pocket rival.
No obstante, hay que reconocer que todavía está un poco verde tras solo 3 años como DT. Sus movimientos entre el tráfico son algo robóticos, y le falta versatilidad en sus escaramuzas como rusher. Es posible que vaya a tener problemas contra guards más experimentados que puedan dominarle con una mejor técnica. Sin embargo, todas estas carencias son más bien fruto de la falta de experiencia, no de talento. Si ha sido uno de los jugadores de toda la promoción que más ha progresado en el último año, no hay razón para pensar que no pueda seguir haciéndolo en los profesionales.
En ocasiones se le ha visto fatigado al final de los partidos, fruto de su esfuerzo continuado, pero también, de acarrear un peso quizá superior al que su cuerpo le permita. Siendo una rata de gimnasio, es probable que bajar un poco de peso le viniera bien para mejorar sus prestaciones contra el pase, y convertirse así en jugador de 3 downs. Ahora mismo, su puesto ideal sería un híbrido entre NT y DT de 4-3 (técnicas 1 y 3), lo que aportaría versatilidad a su adquisición.
Lo bueno: En college, además de LB era el RB que utilizaban en jugadas de pocas yardas. Con él podríamos recuperar esa versión de fullback que antaño desarrollaba Peko.
Lo malo: No estaría listo para jugar desde el primer minuto. Necesita un periodo de instrucción para ser útil. Aún debe aprender a determinar el sentido de la jugada, y a aprovechar su fortaleza cuando penetra en el backfield para finalizar las jugadas.
Proyección: Los NT como él no suelen llamar mucho la atención en las primera rondas, así que no sería muy descabellado pensar que pueda estar disponible en nuestra elección de 3ª ronda. Recordemos que Tupou, que tampoco es la 8ª maravilla, está en su último año de contrato, y cuantos más relevos de calidad le podamos dar a Reader, tanto mejor.
Malik Herring #10 (Georgia)
Con la marcha de Dunlap y Atkins se acaban todas las objeciones a cambiar definitivamente nuestra defensa a un esquema 3-4. Reader como claro NT. Ogunjobi a un lado. Y al otro… ¿quién? No parece Hubbard el más indicado, como tampoco el recién llegado Hendrickson. Aunque estos 4 partan de inicio como titulares, o en situaciones claras de pase, tengo la impresión de que Anarumo pretende mover esa línea defensiva, introduciendo un jugador que realice una labor similar a la que venía ofreciendo Hunt.
Estaríamos buscando entonces un jugador de técnica 5. Un chico que sin ser un gran pass-rusher, sea capaz de cerrar con seguridad su gap para que entren OLBs o DBs a la presión. De este perfil podría interesarnos alguien como Al’Malick Demichia Herring, un senior con amplia experiencia de juego (52 partidos universitarios) contra rivales del más alto nivel en la conferencia SEC (Burrow puede dar buena fe de su peligrosidad), y varios de ellos como capitán del equipo.
Su explosivo primer paso le pone en posición de ventaja desde que sale el balón. Es muy duro al primer contacto, y no cesa en su empeño hasta que pita el árbitro. Tiene un motor infatigable, y este esfuerzo es el que al final le permite salir victorioso. Su atleticismo es notable, lo que le faculta para penetrar y generar el caos en el backfield. No solamente es muy sólido en el punto de ataque para frenar la carrera, sino que se mueve muy bien lateralmente para salir en persecución del portador del balón.
Contra el pase está más limitado. Aparte de “bullrushear” al rival, no consigue ser demasiado eficaz con el resto de movimientos. Le falta algo de flexibilidad para ser un DE rusher, así como algo de altura. Hay ocasiones en que se despista de la orientación de la jugada, lo que da a entender que todavía es un proyecto en construcción. Al contrario que el jugador anterior, a éste le vendría bien ganar un poco de peso para consolidar su balance y centrarse en ser un jugador de línea interior.
Lo bueno: Es unjugador que ofrece versatilidad para varias posiciones en la línea. En el aspecto físico no tiene nada que envidiar a nadie de su promoción. 41 presiones al QB en la campaña 2019 , y otras 15 en la reducida 2020, muestran un jugador con gran instinto para el football.
Lo malo: Cuando en mejor forma estaba durante la Senior Bowl sufrió una torcedura del ligamento cruzado anterior que le hará estar muchos meses fuera de los terrenos de juego tras pasar por el quirófano a principios de Febrero. Lo peor es que no es su primera lesión de este calibre.
Proyección: Si ya de partida salía como jugador de tercer día, esta lesión puede incluso hacerle quedar undrafted. Por calidad, es un jugador que podría salir en 5ª ronda o antes. Ahora que tenemos 2 picks en 6ª ronda gracias al traspaso de Finley, una de ellas podríamos emplearla en él para asegurar un jugador de talento, si no para 2021, para 2022 cuando probablemente nos haga más falta.
Otros nombres de interés
Levi Onwuzurike #95 (Washington)
Para algunos el mejor DT de la promoción (con permiso de Barmore), lo cual no quiere decir que no pueda estar disponible en nuestro pick de 2ª ronda. Un chico con un extraordinario control de su cuerpo, disciplinado y combativo en la trinchera. Muy atlético y con excelente técnica, proviene de la fábrica de excelentes DT de los huskies como Danny Shelton y Vita Vea. Mejor contra la carrera que como pass-rusher. Es de los que genera la atención para beneficio de otros compañeros.
Tommy Togiai #72 (Ohio State)
No será el más grande de la promoción, pero sin duda es de los más infranqueables. Excelente técnica, con manos poderosas, y motor imparable. Buen control de su cuerpo y lateralidad para bloquear tanto carreras interiores como exteriores. Aunque no aporta demasiado en pass-rush, se ajusta a las prioridades de Anarumo para detener la carrera. Inteligente, versátil y con mucha proyección, se calcula que pueda salir alrededor de 3ª ronda.
Marlon Tuipulotu #51 (USC)
Una bestia parda en el interior de la línea. Muy fuerte, ágil para su envergadura, pero también muy inteligente. Reconoce enseguida los bloqueos y esto le capacita para anticiparse a la jugada, plantarse sobre sus piernas, y ser inamovible. En el pass-rush causa el pánico en el backfield con su bullrush. Puede tener problemas con dobles bloqueos, por lo que quizá no pueda trasladar su experiencia de NT a la NFL y deba reorientarse hacia otra posición de la DL. Posee el potencial para convertirse en jugador de 3 downs. Interesante si llega a 4ª ronda.
Osa Odighizuwa #92 (UCLA)
Un jugador duro y combativo, muy buen atleta. Nadie “osa” correr por su lado. 3 veces campeón estatal de lucha libre, no es de los que rehúyen el contacto. Explosivo y muy flexible, posee una gran habilidad para penetrar en el backfield. Sin embargo, su constitución dista de ser la de una “osa”, ya que es pequeño para la posición. Sus características ahora mismo serían las de un DT de técnica 3 rotacional para jugadas de pase. Podría caer a nuestro pick de 5ª ronda.
Milton Williams #97 (Louisiana Tech)
La verdad es que esta promoción trae un montón de nombres interesantes que se me van a quedar en el teclado: Tufele, Tonga, Odeyingbo, Mustafa, Pili (y Mili), Moala, Faoliu, Bohanna (give me hope), Tagovailoa-Amosa (el primo de Tua), Isaiahh Lourdemilk (“leche de Lourdes”, este chico debe ser milagroso). Lorenzo Neal (el hijo del fullback bengalí de idéntico nombre), etc., etc. Sin embargo, vamos a ponernos serios y citar un chico cuyo nombre me está sonando por diversas fuentes. Está subiendo los últimos días y, de estar considerado un jugador residual o “sleeper”, puede convertirse en un robo de últimas rondas. Muy combativo y atlético, pero pequeño para la posición, quedaría relegado al exterior de la DL.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com