Andy Dalton:
Temporada irregular, de más a menos, de nuestro pelirrojo. Durante buena parte de la campaña, ha sido el único clavo ardiendo al que agarrarse en ataque. Sin embargo, sobre todo desde la lesión de Green, su juego (y especialmente su ánimo) decayó hasta casi hacernos recordar al Dalton de los malos tiempos.
Y digo casi porque ni de lejos se puede comparar esta campaña a la de sus primeros años. Una cosa son las sensaciones que podamos tener, y otra bien distinta los números que, aunque quizá no cuenten toda la verdad, no mienten. Esta temporada ha sobrepasado las 4000 yardas de pase (4206, 2ª mejor marca de su carrera) y obtenido un 64,7% de pases completados (también su 2º mejor registro). Todo ello con un promedio (a mi modo de ver excesivo) de 35 pases por partido, pese a lo cual, sólo ha cometido 8 intercepciones (1,4 por cada 100 pases, la cifra más baja de su carrera). También es verdad que sólo ha anotado 18 TDs, el año que menos, pero ¿alguien le puede culpar con el personal que ha tenido a su disposición?
En su faceta como corredor (si se puede llamar así), bien sea por propia iniciativa, o por salvar el pellejo, ha corrido 184 yardas y conseguido 4 TDs, cifras ambas situadas en lo más alto de sus estadísticas. También es cierto que ha cometido 9 fumbles, más que nunca, pero ¿alguien le puede culpar con el personal que ha tenido protegiéndole en la línea? (recordemos que ha sufrido 41 sacks, más del doble que el año pasado).
En un análisis más detallado, comparativamente hablando respecto a su campaña 2015, que todos coincidiremos que fue la mejor suya, lo primero que llama la atención es el importante incremento en el número de lanzamientos. Esto se ha debido a varios factores:
- El primero de ellos, y más importante, diría que es el cambio de coordinador ofensivo. Zampese ha convertido al ataque en mucho más “QB-dependiente” (probablemente porque ahí sea donde se encuentra más cómodo por su pasado), ordenando muchos más pases a Dalton, y ya sabemos todos que cuanto menos lanza, mejor (para él y para todos).
- El segundo ha sido la ineficacia del juego terrestre. Como no se podía avanzar, se abandonaba enseguida la carrera y la ofensiva se volcaba en el pase. El ataque ha estado mucho más desequilibrado, y esto no ayuda, porque alerta a las defensas sobre dónde enfocarse (aparte de darles la posibilidad de golpearle más repetidamente cuando la línea ofensiva hace aguas por varios puntos). Sumado al triste cuerpo de receptores que por unas razones o por otras hemos tenido este año, desde luego, no ha sido la mejor idea.
En el plano personal, he visto a Dalton mucho más asentado en el pocket. Sin la sensación de que en cada pase podía sobrevenir la tragedia. Valiente corriendo, mostrando haberse olvidado de la lesión del año anterior. Incluso tratando de prolongar las jugadas cuando se veía obligado a salir huyendo del pocket porque colapsaba (sobre todo, hacia su derecha). También me ha parecido mucho más fino en el pase largo, y la pena es que no lo prodigase más (puede que por falta de receptores que pudieran aprovecharlo).
No obstante, también ha vuelto a evidenciar algunos de sus defectos. Por ejemplo, entrar en pánico cuando le llega la presión. Su único recurso es salir del pocket, en vez de moverse dentro de él como otros QBs que sí saben esquivar defensores con sus movimientos. También debe aprender a proteger mejor el balón en situaciones de sack inevitable. Otro aspecto claramente a mejorar es la coordinación con sus nuevos compañeros. Cuando estaba Green, como se limita a mirarle a él, se nota menos; pero cuando falta, se evidencia una patente falta de sintonía. Está bien tener a A.J. y a Gio (los dos máximos receptores en el momento de sus lesiones), pero creo que debería haber practicado mucho más este verano su compenetración con los LaFell, Boyd, Core, etc.
Para el año que viene, espero un repunte de Dalton. Y lo digo desde el convencimiento de los datos objetivos, no como defensor suyo que ya sabéis que soy. La segunda temporada de Boyd y Core debe ser mejor que la rookie, tal como fueron así las de Sanu y Jones. También espero que mejore su comunicación con LaFell (si le renuevan), y con el nuevo WR que sin duda traerán vía draft. También cruzo los dedos para que esta vez no se le lesionen durante tantos partidos los primeros receptores del equipo (Green, Bernard y Eifert), y sobre todo, que ya más asentado Zampese en su labor de coordinador ofensivo, genere un plan de juego mucho más acorde con las posibilidades reales de Dalton (tal como le pasó a Hue Jackson). Lo único que me genera dudas es la línea ofensiva, de ahí la importancia de soltar pronto el oval hacia objetivos que le aporten confianza.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com