La familia de Akili Klingler II preparaba las maletas para un viaje muy especial para pasar las vacaciones. El deseo de Akili, o más bien el de su padre, era que fuera quarterback como su ídolo. Tenía las tres camisetas de los Bengals con su número y la habitación llena de posters de… Brandon Allen. Ese era el sueño por el que estaba siendo entrenado por su padre. Para conseguirlo su hijo se pasaba más horas estudiando playbooks y como hacer bien el test Wonderlic que en el campo.
Tras un largo viaje llegaron al lugar de destino, Fayetteville, Arkansas. La madre miraba el cielo pensando en por qué se había casado con su marido y como explicaría el motivo real de esa locura. Al llegar a la ciudad el padre gritó contento.
- ¡Akili! ¡Despierta, ya estamos en la ciudad donde nació Brandon Allen! ¿No estás emocionado?
La madre contestó con sarcasmo y resignación.
- Huy sí, estamos todos muy emocionados…
Durante el viaje el padre contó que se trataba de la segunda ciudad más importante de Arkansas. Que estaba a las afueras de las Boston mountains, en las profundidades de los Ozarks, donde tiene lugar la famosa serie. Momento en que la madre dijo.
- Ni drogada se creerán mis amigas que he venido aquí. Si viniésemos a blanquear dinero sería mucho más creíble.
- No te quejes, mujer, no ves que lo hacemos por su futuro. Además, se considera la cuarta mejor ciudad para vivir de nuestro país.
Al llegar al hotel el padre le contó a la recepcionista el motivo por el que estaban allí.
- Venimos a pasar unos días porque es la ciudad donde nació el ídolo de mi hijo, Brandon Allen. Lo estoy entrenando para que sea como él.
- Vale, ya está, muy bien firme aquí y ya pueden subir a su habitación. -Se apresuró la recepcionista porque no se creía las tonterías que le estaba contando aquel pesado. Además de la cola que tenía por la convención de La Comunidad.
Mientras deshacían las maletas el chaval le preguntó a su padre.
– ¿Por qué nos gusta Brandon Allen?
– Porque ha conseguido el súmmum de la felicidad. Debe ser una maravilla pasar tantas horas al lado de un quarterback franquicia querido por todo el mundo. Además, si no juegas nunca te van culpar de nada. ¡No solo ve todos los partidos de los Bengals gratis y a pie de campo, es que además le pagan bien! ¡Este tío es maravilloso! Además un QB suplente de la NFL ha sido el titular tanto en el high school como en la universidad. ¿Te imaginas el día de mañana yendo al baile de fin de curso con la capitana de las animadoras? ¡Es el sueño de cualquiera! No como yo, que tuve que ir con tu madre…
De repente un zapato voló por la habitación, pasó fregando la cabeza de Akili Klingler senior y acabó estampándose contra una lámpara. Ante la mirada atónita de su hijo, el padre se dio cuenta que se estaba metiendo en un jardín y dijo.
- Quiero decir, que no era tan popular, aunque la quiero mucho, con lo que tiene que aguantar la pobre. Pero, desde mi punto de vista, es mejor ser el titular en el instituto que el suplente como lo fui yo. La de veces que me metieron en la taquilla porque el LT me decía que tenía el tamaño prototípico para estar en esa posición.
- Papá, ¿Porqué quieres que sea suplente en la NFL? -preguntó el niño.
- Porque no queremos que recibas golpes. No ves lo grandes y fuertes que son los defensas. Además está el peligro de las conmociones, lo más importante es llegar sano a casa y tomarte una cerveza, mientras miras por televisión como critican al titular por ser interceptado. Ese es el mayor placer de la vida, el tío va de chulo porque cobra más que tú pero después es el que recibe todos los memes cuando la caga.
Tras esa charla de la que Akili Klingler II, tenía algunas dudas, fueron al campo a entrenar un poco. Su padre le enseñó a hacer el slide.
- Lánzate al llegar al primer down, da igual que tengas más campo para correr, no sea que se crean que eres bueno corriendo y te pongan de titular como le pasó a Lamar Jackson. Los pases deben ser de menos de 20 yardas, no sea que alguien se enamore de tú brazo el día de mañana.
Continuaron con unos ejercicios con el chico con una toalla en la mano y haciendo el gesto de lanzar y otro con el padre dándole golpes mientras Akili agarraba el balón a pata coja. Unos ejercicios que su padre había sacado de Jameis Winston.
Tras el entrenamiento, en el hotel, el spa les ofreció los servicios de una masajista pero el padre se negó a pesar de tenerlo pagado.
- Mi hijo no va a ser nunca un gran talento, por lo que si se pasa de la raya no va a recibir más oportunidades. Mi hijo debe ser una buena persona, sino no durará mucho.
Al día siguiente paseaban por aquél barrio hasta que les llamó la atención una gran multitud de turistas con camisetas de equipos de la NFL. En la entrada un señor con una sudadera de Chase les dijo.
- ¡Qué tal gente! ¿Vais a la presentación del libro de Tom Brady por parte de esos dos de las gorras?
No entendían porque alguien con una gorra de los 49ers y otro que con una de los Packers habían escrito un libro de Tom Brady. Así que pensaron que los hispanos no viven sus equipos con la misma pasión que los americanos. Acuden al campo a pasar el rato, ni siquiera hacen el tailgate, llegan 5 minutos tarde y se van 5 antes de que termine para no encontrar atascos. A través del escaparate vieron como aparecían unas cebras en el proyector, mientras el vigilante de seguridad echaba a un chico con bigote, mientras otro con la camiseta de Von Miller intentaba explicarle que era una broma del programa Sexto TD acerca de las ayudas arbitrales a Brady. Mientras tanto Akili Klingler senior, aprovechó la situación. Abrió la puerta con decisión, entró en el local y gritó a pleno pulmón.
- ¡TOM BRADY ES UN FRACASADO!
Los dos escritores callaron sin dar crédito a aquél hombre que se fue cabreadísimo, mientras Will Smith se volvía a sentar al ver que no hacía ningún chiste sobre el peinado de los escritores.
Al salir de ahí el joven Akili le preguntó a su padre por qué había dicho aquello de Tom Brady. Este le contestó.
– Lo había hecho todo perfecto para ser un QB suplente de la NFL. Titular en una gran universidad, una foto lamentable en calzoncillos y ser elegido en sexta ronda, pudiendo ser suplente de Drew Bledsoe. Pero una lesión lo truncó todo, tuvo que jugar y lo hizo bien. Le destrozaron la vida. No debe poder ir ni al supermercado tranquilo. En cambio Brandon Allen seguro que puede ir sin problemas. Ese el objetivo de la vida, que nadie te toque los… Además con tanto dinero ya nada le hace ilusión. Imagina cómo es de triste su vida que ha pasado de los 40 y no se retira porque no sabe qué hacer con su vida.
Siguiendo por la calle, vieron a un montón de gente con camisetas de todos los equipos que llevaban pancartas que decían, Magón a la Súper Bowl. Ese tal Magón, abrumado por la situación, se había vestido con una gabardina y un sombrero para pasar desapercibido. Sin embargo, lo reconocieron y algunos de sus seguidores lo subieron a hombros y empezaron a correr con él calle abajo, en una imagen que al padre Kingler le recordó el vinilo de Paul Brown que está en las oficinas de los Bengals. El protagonista lamentó que sus seguidores no tuviesen un escudo para ponerse de pie y así sentirse como el jefe de los galos de Astérix.
Al llegar al número 2 de esa calle, había una plaza donde unas cuantas personas empezaron a saltar y cantar Evan McPherson, lolololo Evan McPherson, lolololo. Akili agarró a su hijo de la mano y dijo.
- Date prisa chico, que esto se está poniendo feo, creo que son los mismos del Team Sewell, que querían echar a Zac Taylor y Anarumo, así como dar rondas de draft por Collins.
Llegaron hasta un rascacielos enorme, donde había un montón de estudios de radio, de Twitch y de YouTube con un rótulo luminoso que ponía One fan one podcast Tower. Allí cada seguidor grababa su propio programa para sentirse satisfecho con sus propias opiniones.
Más abajo, por fin encontraron la oficina de información. Allí le ofrecieron desde la guía de los Bengals, hasta dos guías sobre el draft y hasta algunas de toda la liga. Aquello no les parecía normal, así que salieron corriendo.
El día siguiente el chico debía disputar un All-Star con algunos de los mejores jóvenes del high school. En el otro equipo se encontraba Boomer Anderson, un posible recluta 5 estrellas y gran rival del instituto de Akili. Todo el mundo hablaba de él como un talento generacional que solo se ve una vez en la vida. El padre era coordinador de ataque y la madre entrenadora de quarterbacks. Ambos querían llevarse el mérito de que su hijo fuera una estrella. Para diferenciar lo que le había enseñado cada uno llegaron al punto de que ella lo hacía lanzar con la izquierda y él con la derecha. Así que en los partidos según el lado donde hiciera el roll out lanzaba con uno u otro brazo. Tenía un release rapidísimo y era capaz de hacer segundas y terceras lecturas. Se movía bien en el pocket. Era tan bueno que no era fan de ningún QB. Tenía la habitación llena de posters suyos y solo veía sus propios partidos. En una entrevista a Coollege Nation dijo.
- Ver a los demás quarterbacks me aburre. Si les rompen un brazo ya no pueden seguir jugando.
Tenía ofertas de las principales universidades del país desde que iba a la guardería. Un scouter de Alabama se dio cuenta de su potencial en una excursión cuando lo vio sacar el bocadillo de la mochila. Ese niño podía jugar bajo center sin problemas y hacer creíbles los play actions. También en Notre Dame se dieron cuenta de su talento al tirar el papel de plata a la papelera.
- ¡Menudo ball placement! – dijo su descubridor.
La oferta de Ohio State llegó una semanas después de que lo vieran lanzar piedras en el río Ohio. La llamada de Michigan llegó después de que un profesor que había estudiado allí les destacara que era capaz de hacer primeras, segundas y terceras lecturas. Con su altura, él lo había visto levantando la cabeza para copiar en un examen a los dos compañeros de la mesa de delante y de ambos lados para acabar eligiendo la mejor opción. Sería un buen lector de juego sin ninguna duda. Por su parte, los analistas de Georgia se enamoraron de su juego de pies jugando a la rayuela. Era increíble cómo podría subir y bajar por el pocket. La llamada de LSU y Clemson llegaría tras un día lluvioso en que Boomer no llevaba paraguas, de modo que corrió por debajo de los balcones para no mojarse. Qué capacidad de eludir de la presión pensaron los primeros, mientras que los segundos vieron al nuevo Trevor Lawrence cuando vieron como se secaba el pelo y mostraba su caballera rubia.
Todo esto estaba muy bien pero en el momento de empezar el partido nada de esto valía. Al ser un partido de exhibición ambos jugarían solo el último cuarto. En su primer drive Anderson completó todos los pases incluido el de TD. Tocó el turno a Klingler que consiguió proteger el balón, si es que así se puede decir de encajar dos sacks sin fumble y lanzar el balón fuera. En el siguiente ataque Anderson salió al campo y cambio la jugada antes de hacer el snap pero su receptor se equivocó de ruta y fue interceptado por el LB que retornó hasta la yarda 25.
Antes de iniciarse el siguiente drive, la kiss cam del estadio enfocó una pareja del público que no iban juntos. Al no darse el beso el público empezó a silbar hasta que la madre de Klingler y el padre de Anderson se dieron un beso. Akili Klingler II lo vio por el videomarcador y se cabreó. Al ver a la defensa abierta realizó un QB draw y arrancó a correr hasta entrar en la end zone saltando por encima del safety.
En el siguiente ataque, a pesar de ir 4 puntos por delante, Anderson quería hacer otra gran jugada y mostrar que tenía brazo. Lanzó hacia el mismo receptor que antes pensando que haría un post pero hizo un comeback y volvió a ser interceptado. El quarterback no daba crédito a lo que acababa de pasar. Le recriminó al receptor que agachó la cabeza sin saber qué le decía, y Anderson le dijo que no se hiciera el sordo. Pero la verdad es que lo era de una oreja y cuando lo ponían en ese lado no entendía qué jugada cantaban. Sin embargo se lo amagaba a todo el mundo para no hacer caer su stock.
Quedaban menos de dos minutos y un TD cambiaría el resultado del encuentro. Klingler no encontraba a nadie y pasó el balón al RB que corrió hasta el primer down. Pidieron tiempo muerto y se quedaron sin ninguno. En la siguiente jugada intentó un pase profundo pero el balón acabó en la cabeza del CB. En segundo down pudo escapar de la presión y ganar 5 yardas. El reloj corría y parecía que iba a hacer un spike pero fintó y lanzó un pase bombeado hasta la end zone hacía su receptor más alto que ganó el balón con autoridad en una jugada calcada a la de Neill O’Donnell y Carl Pickens para dar la victoria a los Bengals ante los Steelers en los 90. Klingler a pesar de unos números bastante discretos en el juego de pase fue elegido como MVP por desesperación de su padre. Pero ya se sabe que estos premios se los dan siempre al QB ganador.
Posteriormente le regaló a su mujer Rose una rosa como cada año para recordar su luna de miel en Barcelona por Sant Jordi. Ella tampoco se complicó mucho la vida para no fracasar con el libro, como en los últimos 6 años, le regaló el vale para que cuando se publique la Guía de la Jungla Hispana la tenga a todo color y encuadernada.
Por otro lado el jefe de seguridad del estadio comparecía ante los medios para dar explicaciones de lo sucedido.
- Estamos investigando lo que ha podido suceder con las entradas. Es evidente que algo ha fallado para que más de 30.000 seguidores de países de habla hispana hayan conseguido entradas. Pedimos disculpas por su comportamiento, llegándose a decir a la cara lo que normalmente se dicen por Twitter. Parece que alguien ha conseguido reunirlos a todos. Por eso el FBI ya está buscando a un tal Serpicó pero seguir el rastro de todos sus likes, comentarios y retweets, algo que podría llevarles meses sino años.
Escribo para la jungla hispana y participo en su podcast. También podéis leerme en sexto anillo. Podéis seguirme en Twitter @xeviht81.