“Cuando se ha tocado fondo, sólo se puede subir”. A este sofisma se aferra la defensa de los Bengals para encarar la campaña 2021. Después de 3 años en las últimas posiciones en cuanto a yardas concedidas, sin ningún representante en la plantilla defensiva con más de 3 temporadas en el equipo, ya no podemos hablar de renovación. Es la hora de pasar a los hechos, o asumir responsabilidades. La proverbial paciencia de Mike Brown con los entrenadores podría salvar a Taylor de una mala temporada, pero no así la cabeza del coordinador defensivo Lou Anarumo, que sería quien realmente se la juega este año.
Línea defensiva interior
En 2020 se produjo una auténtica hecatombe en forma de lesionados en esta unidad. Tupou, Reader, Wren, Atkins… lo que derivó en que terminasen jugando tipos voluntariosos, pero de discutible nivel, como Covington, Xavier Williams o McKenzie. Por miedo a que se repitiera, este año hemos incorporado bastante personal: Ogunjobi, Shelvin, e incluso Sample, que también puede jugar por el interior. Pocos han debido parecerle al staff, porque acabamos de hacer un trade con Giants en el que les enviamos al center Price y recibimos al DT B.J. Hill y una 7ª ronda condicional.
Ninguna de las incorporaciones mejora el nivel de Atkins… en su mejor momento; pero Ogunjobi puede aportar más de lo que estaba ofreciendo el “demonio de Tasmania” en los últimos años. En su ausencia, no teníamos pass-rush interior (exterior tampoco, pero eso es otro tema que trataremos más adelante), y ésta sería la principal virtud del recién adquirido (por 1 año), de quien esperamos recupere su mejor nivel de vuelta a la posición de técnica 3 donde su rendimiento mejora considerablemente.
Para darle descanso en la rotación es para lo que hemos traído a Hill. No tengáis duda de que hace el roster, porque si no, no hubiésemos hecho el trade. Sin embargo, no destaca especialmente por su capacidad de presionar, siendo mejor (o menos malo) parando la carrera. Habrá que ver cómo le utilizan. Esto reduce las opciones de Wren (4ª ronda de 2019) de permanecer en la plantilla. Este chico, por unas razones o por otras, no ha terminado de cuajar. Pero también supone un serio riesgo para la continuidad de Mike Daniels, en teoría el primer remplazo para el puesto de DT de 3-tech. El corte de este veterano de 32 años liberaría 1,5 millones que se podrían destinar a otra función (¿ampliación de contrato a Bates?).
La plaza de NT titular es para Reader por méritos propios. Su baja en 2020 se notó mucho, ya que sin él, los RBs rivales penetraban con excesiva facilidad (nuestros LBs tampoco es que pusieran demasiado freno) y las líneas ofensivas podían destinar más recursos a contener el pass-rush. En la rotación es donde surgen más dudas. Tupou y el novato Shelvin juegan en la misma posición, y ambos jugadores gustan a los técnicos. Los dos se saltaron el 2020 por el covid, así que andan bastante oxidados. Incluso algo fuera de forma. Es posible que ambos sobrevivan a los cortes, pero sólo uno (en este caso Tupou) estaría activo los días de partido.
Línea defensiva exterior
La maldición de la DL interior de 2020 se ha trasladado a la DL exterior. Tras un arranque muy prometedor, hemos perdido al novato Ossai para todo el año por un problema de menisco (os recomiendo esta lectura). Una baja fundamental, porque era el “pass-rusher” de cabecera que venía a sustituir a Lawson, quien no fue renovado, paradójicamente, por sus reiteradas lesiones. Tanto Hubbard como el recién fichado Hendrickson, los previsibles titulares, son grandes penetradores y feroces en el pass–rush; pero no son auténticos especialistas, sino buenos aprovechadores del trabajo de sus compañeros.
Para cubrir la ausencia de Ossai, y ante la aparente desaparición en combate de Kareem, se fichó a Noah Spence. En su día 2ª ronda del draft por los Buccaneers, el “buckeye” ha dejado atrás los problemas con sustancias prohibidas, pero no ha podido consolidarse en la liga, en la que ha pasado ya por 3 equipos antes de recalar aquí. Ni lo bastante sólido contra la carrera ni lo suficiente rápido para presionar, tampoco le auguro mucho porvenir como atigrado. Sobre todo, porque entre los undrafted ha surgido Hodge (quien también tuvo problemas fuera del campo en el pasado), cuya pretemporada ha sido muy destacada, y promocionarle al roster principal enviaría un claro mensaje: quien se lo gana en el campo obtiene su recompensa.
Hablábamos de lesiones al inicio y conviene recordar que también hemos perdido para todo el año al “edge” Hubert. Como 7ª ronda, tenía complicado entrar, pero es otra baja a sumar. Quien tiene asegurada su presencia es Sample, quien también ha ofrecido un buen rendimiento esta pretemporada, y puede realizar una labor híbrida DT/DE en formaciones con línea de 3. Esto cerraría la puerta a Bledsoe, quien pese a participar en 14 partidos (4 como titular) en 2020 por las bajas en la posición (recordemos que por el “affaire” Dunlap llegó incluso a jugar Margus Hunt), tiene complicado batir a Kareem por la última plaza disponible.
En 2020 fuimos el equipo con menos sacks de toda la NFL. Si no se consigue presionar al QB, es imposible que ninguna secundaria aguante tanto las marcas como para impedir el pase. El trabajo que tiene por delante Marion Hobby, el nuevo entrenador de DL, es inmenso.
Linebackers
Si no es la peor unidad defensiva no será porque sea buena, sino porque haya otra peor (¿cornerbacks?). Si un corredor sobrepasa la barrera de la línea defensiva, más nos vale que los safeties lleguen pronto, porque nuestros LBs suelen quedar fuera de la acción, ya sea por propia falta de visión, o por no poder desembarazarse de los bloqueos de la ofensiva rival. Estamos a la cola de la NFL defendiendo carrera en los últimos años. La estrategia de rellenar la unidad con jugadores de 3ª ó 4ª ronda no está funcionando. Necesitamos un auténtico líder.
Pratt debería ser ese líder. Por edad, experiencia y calidad, tiene que dar el salto, ya sin otro veterano que desempeñe ese papel. Su puesto como OLB es más simbólico que real. En las habituales formaciones de 2 LBs juega más centrado que un SLB tradicional. Su misión también abarca las tareas de cobertura de TE, o perseguir a los RBs cuando salen del backfield. Es un jugador bajo el microscopio. Si no abandona la irrelevancia, perderá la titularidad.
Porque quien recibirá las órdenes de la banda a través del casco será Wilson. El jugador de segundo año, con una posición más centrada como LB, será el encargado de transmitir órdenes y organizar posiciones de sus compañeros. Se destaca su inteligencia, pero de poco le servirá si no la acompaña de cualidades atléticas. Si desarrolla la rapidez y la seguridad en el placaje, podemos haber encontrado al digno sucesor del #55 que luce en su camiseta. Si no, ya tenemos aquí una posición a reforzar en 2022. Otra más.
La predilección de los técnicos por formaciones con solo 2 LBs a la vez en el campo (raramente formamos en 4-3, salvo que enfrente tengamos un equipo muy corredor) hace que no sea necesario mantener más de 5 LBs en plantilla. Los relevos de Wilson y Pratt serán Bailey y Davis-Gaither respectivamente (sobre todo en jugadas de pase), mientras que Evans tiene su puesto asegurado en equipos especiales. No hay más linebackers en plantilla que merezca la pena conservar en el roster.
Cornerbacks
Pensando en que jugamos con cada vez un mayor número de defensive-backs en el campo, y dado que es una posición propensa a las lesiones, optamos por prescindir de calidad (no renovación de Jackson ni Alexander) para aumentar la cantidad (fichajes de Awuzie, Hilton y Apple). Sin embargo, no hemos logrado el propósito. Durante la pretemporada se ha lesionado (para variar) Waynes, quien ya había sido relegado por Chido a CB2, y dado que Apple tampoco ha podido entrenar mucho por unas molestias, nos deja una situación preocupante. En realidad, ya fuese Apple o Phillips el CB2 exterior, estamos en apuros. Mucho más si miramos lo que hay tras ellos, con los nefastos Brown, Davis, el otro Phillips…
Apple nunca ha llegado a dar el nivel que se esperaba cuando salió de college como uno de los mejores CBs de su promoción. Phillips está bien en el slot, pero por el exterior se le notan las costuras. Brown y Davis no deberían contar ni como emergencia. De hecho, prescindiría de ambos en el roster final para dejar solamente 5 CBs, y en caso de necesidad, utilizar a Brandon Wilson en esa demarcación, que ya ocupó en la universidad.
El jugador que me falta por nombrar puede ser uno de los mejores fichajes del año. Hilton es uno de los mejores CB-slot de la liga. O al menos, lo era en Pittsburgh. No sólo por su capacidad en cobertura, sino por su peligrosidad entrando en blitz. Ojalá sepamos utilizarle en toda su capacidad.
Safeties
Para terminar en alto he dejado a los safeties para el final. Sin duda la mejor unidad. Bates como Free y Bell como Strong pueden ser una de las mejores duplas de safeties de la liga. Son jugadores complementarios. A Bell le falta velocidad y a Bates contundencia en el placaje, justo las virtudes del otro. Pero ambos poseen un gran football-IQ que les permite anticiparse a las jugadas y de ahí obtener ventaja. Bates es un excelente “cazador” de balones, y el carácter enérgico de Bell contagia a sus compañeros, convirtiéndose en el necesario líder vocal de toda la unidad defensiva. Objetivo número 1: renovar a Bates.
Para la suplencia tenemos al citado Wilson, cuyo valor como retornador provoca que no se le arriesgue o canse demasiado en defensa; y este año hemos fichado a Allen, cuya experiencia (sin ser un veterano al borde del retiro como su predecesor) sin duda será muy útil cuando deba intervenir. Me gustaría tener una mención especial para Henderson, un chico que lleva 3 años con nosotros y que, entre lesiones y necesidades del equipo en otros puestos, ha estado entrando y saliendo del Practice Squad. En mi opinión, ha hecho más méritos esta pretemporada que otros compañeros que sí harán roster.
Equipos especiales
En algún momento había que hablar de ellos, por poco que se pueda decir. El field-goal de 57 yardas anotado por McPherson el último partido de pretemporada ha borrado cualquier incertidumbre sobre si sería él, o Seibert, el elegido para la posición de kicker. Hubiese resultado poco comprensible volver a invertir una 5ª ronda en un kicker para acabar cortándole y que desarrolla una fructífera carrera en otro club como pasó con Elliott.
El puesto de punter es para el incombustible Huber, aunque quizá nos quedemos con Chrisman en el equipo de prácticas como emergencia o pensando en el futuro, ya que al cincinnatiano, que también es el holder, sólo le hemos renovado por un año. El long-snapper, un año más, el abuelo del equipo, el siempre seguro Harris.
Para los retornos, Wilson es indiscutible en los de kickoff; y en los de punt, Phillips le ha adelantado a Taylor. No creo que tengamos sorpresas aquí. En labores de cobertura, para gunner y demás posiciones de interés, seguro que Simmons, uno de los entrenadores más respetados en esta función, sabe encontrar la manera de que sigamos estando entre los mejores equipos de la liga.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com