Superbowl, baby! Todavía no me creo estar escribiendo estas palabras. Desde que el veneno bengalí me infectó allá por el lejano 1988, hemos atravesado desiertos, generaciones ilusionantes, decepcionantes presencias en playoffs, roturas de rodillas, dedos, mandíbulas… Con Burrow anhelábamos abandonar está dinámica negativa y retornar a la elite. Pero nadie esperaba que alcanzásemos el cielo tan pronto. Y a nadie nos importa lo más mínimo la sorpresa.
Ni los más optimistas podríamos haber esperado jamás el resultado obtenido. Pero hay que darle crédito a este equipo que nos ha ido ilusionando poco a poco. Desde la derrota ante 49ers en la jornada 14, todo han sido victorias, excepto la pachanga en Cleveland sin nada en juego. Por el camino, ganamos a Baltimore para demostrar que ya nadie se va a volver a pasear contra nosotros, y que tenemos anotadas las deudas y las devolvemos. Se ganó a Chiefs para asegurar el título divisional una semana antes de finalizar la temporada regular. Derrotamos a Raiders, que venía con la moral por las nubes, para borrar el estigma de equipo que se cae a las primeras de cambio en playoffs. Vencimos a Titans, que no se olvide, seed#1 de la conferencia. Nos impusimos, por segunda vez para eliminar cualquier atisbo de “suerte”, a los superfavoritos Chiefs en su propio Arrowhead. Si estamos en la superbowl es por absolutos méritos propios, que nadie os haga pensar lo contrario.
Esta será la tercera vez que disputemos el Gran Partido. Las dos anteriores caímos ante San Francisco. No vale la pena recordarlo. A la tercera va la vencida, aunque vuelva a ser contra un equipo californiano. Contra los Rams tenemos un balance favorable de 8 victorias en 14 encuentros, pero la última vez que nos vimos las caras, en Londres en 2019, caímos 24-10. Curiosamente, aquel fue el partido que precipitó la titularidad del inolvidable “sonrisas” Finley cuya temblorosa mano nos llevó al pick#1 y supuso el comienzo de donde estamos hoy. Nunca le estaremos lo suficientemente agradecidos.
Por supuesto, es jornada de reencuentros. El más obvio, el de Taylor y McVay, aprendiz frente a maestro, que convivieron en los Rams de 2018 que llegaron a la Superbowl. Pero quizá el más emotivo sea enfrentarnos a nuestro querido “Big Whit”. Andrew Whitworth nunca debió dejar de ser un bengal, y ya sería un trágico giro del destino que fuésemos precisamente nosotros quienes le privemos de un sin duda merecido anillo por toda su carrera. Además, hay unos jugadores nuestros que vistieron en su día la elástica azul y amarilla: el WR Thomas, el LB Johnson y el QB Allen. Así como asistentes de Rams que en su día fueron jugadores bengalíes, aunque para coincidencia, destacaría a su entrenador de LBs Chris Shula, hijo del infame Dave.
La climatología en Los Angeles será buena, siempre lo es, pero esta vez importa un rábano porque el SoFi Stadium es cerrado. Por si queda algún despistado, la hora prevista de inicio del partido son las 12:30 de la noche en España, 5:30 de la tarde en México y 8:30 en Argentina. Pero nosotros llevaremos ya viviendo nuestra gran noche desde mucho antes.
Arbitrará Ron Torbert, abogado (licenciado en Harvard) de 58 años natural de Michigan pero residente en Baltimore. Nuestro balance contra él como árbitro principal nos resulta favorable por 6 a 3. Este año no nos había pitado todavía, pero arbitró el GB-SF de ronda divisional, lo que demuestra que está muy bien considerado en el cuerpo arbitral. Aunque sonó con fuerza para las superbowls de 2017, 2018 y 2020, esta será su primera presencia el superdomingo. Es un colegiado dialogante, que sabe llevar bien los partidos sin necesidad de pitar excesivas penalizaciones.
En ataque
La estrella de todas las conversaciones previas, más que la capacidad de Burrow, está siendo la fragilidad de nuestra línea ofensiva. Todos recordando que concedió 9 sacks ante Titans, pero sólo 1 frente a Chiefs. Obviamente, los gordos son el punto flaco (valga la contradicción) de nuestra ofensiva. Pero aun así, Burrow se ha acostumbrado a vivir bajo el peligro y estar alerta para salir del pocket o encajar el sack antes que arriesgar el oval. Igualmente, nuestros RBs han aprendido a buscarse las lentejas por su cuenta, sin necesidad de tener que transitar por autopistas despejadas.
De principio no se esperan cambios, aunque ante Chiefs estuvieron alternando Adeniji y Carman en el RG, por lo que no me atrevería a sentenciar quién será el titular. Salvo Spain y Hopkins, es una unidad muy joven, que puede verse afectada por los nervios. Aunque hasta la fecha han sido muy disciplinados, hay que tener cuidado con las salidas falsas. También con hacer un mal snap. En cuanto a la protección de pase, dado que los árbitros suelen “levantar el listón” jugaría con esto y no me cortaría en sujetar a los monstruitos del front-seven de Rams si con eso evitamos el sack.
Mixon lleva unos partidos donde no está siendo demasiado protagonista. De hecho, la mejor acción por un RB en la final de conferencia vino a través del TD de Perine. En mi opinión, deberíamos apostar por la carrera en el inicio como mejor método para asentar los nervios de todo el mundo, aplacar los ánimos del pass-rush angelino, e intentar que nuestros drives sean lo más largos posibles para dar descanso a una defensa que necesitaremos bien fresca al final.
No obstante, antes o después, deberemos emplear nuestra mejor arma, que no es otra que Joe Burrow. Hemos llegado hasta aquí por él, y él será quien nos saque por la puerta grande. Y no hay puerta más grande que la de una Superbowl. Si te gustan los focos, no encontrarás uno más potente. Y lo mejor es que a nuestro QB le van estos partidos. No se viene abajo por la presión, sino que se crece. Sus mejores actuaciones han venido siempre en estos partidos de máxima expectación. Podrá cometer errores, como cualquiera, pero no por culpa de los nervios.
Mucho se habla, y con razón, de que nuestra línea ofensiva será incapaz de contener el vendaval de rush que puede enviar Morris, el DC de Rams. Sin embargo, tampoco podemos obviar el carácter escapista de Burrow para eludir esta presión saliendo del pocket, y prolongar las jugadas con pases en movimiento. Creo que deberá ponerlo en práctica más de lo habitual, ya que con Donald penetrando por dentro, quizá se vea obligado a salir de la bolsa de protección hacia las bandas. La derivada de esta circunstancia es que los receptores no podrán limitarse a correr sus rutas previstas, sino vigilar con el rabillo del ojo si deben ofrecerse como válvula de salvamento a su quarterback en jugadas rotas.
Esto nos lleva a los receptores, y a la garantía de que si uno no tiene su día (esos drops de Chase…) puede aparecer cualquiera de los otros dos para arreglarlo. A nuestro “Uno” le va a tocar bailar con Ramsey, pero tampoco lo veamos como una misión imposible. Ya quemó sobremanera a otro gran CB como Humphrey, así que, en marcaje individual, bien haría Rams en dejar en sus inmediaciones un safety por si acaso. No obstante, creo que el domingo tendrán mucho más protagonismo Higgins en rutas profundas y Boyd por la zona de sus linebackers. Ambos, además, tendrán que suplir la misión normalmente realizada por Uzomah para convertir terceros downs largos que, como viene siendo habitual, me temo que va a volver a ser una situación demasiado frecuente.
Termino por tanto con nuestro capitán. La lesión en su rodilla va a impedirle evolucionar sobre el campo como nos gustaría. Creo que le activarán para el partido, más que nada por el valor anímico que aporta, pero su presencial lamentablemente apenas será testimonial. Como mucho, para situaciones de red-zone, o terceros downs no muy largos donde no sea necesario un gran despliegue por su parte. Vamos a depender mucho de Sample, sobre todo a nivel bloqueador. Esperemos que éste sea el partido de su consagración.
En defensa
Si tuviera que resumir mis preocupaciones en este aspecto del juego en dos palabras, éstas serían Cooper Kupp. El escurridizo receptor es peligroso por su velocidad en pases largos, por su habilidad para desmarcarse en rutas intermedias, por su capacidad de conseguir yardas después de la recepción. ¿Cómo parar a un jugador tan versátil? Es imposible. A lo único que podemos aspirar es a contenerle, con un marcaje zonal donde, aunque reciba el oval, no pueda después hacernos excesivo daño. No obstante, me quedo más tranquilo con una pareja de defensive backs en la zona profunda para evitar que nos queme (Stafford tiene brazo para eso y más), con Bates volcado hacia su zona de evolución.
Pero Kupp no es la única amenaza de Rams. Beckham se encuentra mucho más cómodo en este papel secundario que cuando estaba como principal en Browns. Su facilidad para las recepciones imposibles es un factor a tener muy en cuenta, sobre todo en situaciones de zona roja. Aquí sí creo que debemos estar más encima de él. Ser más físicos. Awuzie estuvo un par de años enfrentándose a él como CB de Cowboys cuando OBJ estaba en Giants, así que quizá sea él quien se encargue de su marca.
Como en nuestro caso con Uzomah, su TE Higbee también es altamente improbable que llegue al encuentro. Su ausencia debería permitir que Bell se centre más en perseguir al RB Akers cuando salga a recibir fuera del backfield. Tengo la sospecha que Rams va a intentar imponer el juego de carrera, por lo que tanto Pratt como Wilson han de estar muy atentos para taponar las posibles vías de penetración que puedan tener tanto Akers como Michel. Hay que ser muy contundentes en el placaje para evitar que ganen yardas tras el primer contacto.
Esto nos lleva a la línea defensiva. Creo que, tal como hicimos frente a Chiefs, vamos a enviar solamente 3 jugadores al rush y, si hay necesita de aumentar la presión, hacerlo mediante blitzes zonales enviando un defensive-back, y cayendo un DE a cubrir su demarcación. Seguramente sea Hubbard, pero también pueden alternar en situaciones puntuales con Hendrickson para confundir. De esta forma, poblando la zona media, podríamos minimizar el efecto de sus jugadas de “mesh”, y forzar a Stafford a tener que arriesgar, algo que, por otra parte, suele hacer en algún momento del partido, y donde tenemos que estar atentos para aprovecharlo.
Así las cosas, preveo mucha rotación en la línea, con el fin de que nuestras estrellas lleguen lo más frescas posibles a los instantes decisivos del encuentro. Reader y Shelvin como NT (no está claro que Tupou pueda llegar al encuentro), con Hill y, esperemos, Sample, en el DT. Fundamental cerrar bien el centro para que todo lo que tenga que pasar venga por fuera, lo que nos permitiría más capacidad de respuesta. Importante que el CB-slot Hilton aporte en ayuda a la carrera, sobre todo en las habituales jet–sweeps de Rams.
El rival
Nos enfrentamos a un equipo que, al contrario del nuestro, está diseñado para ganar YA. Han invertido mucho capital, tanto económico como en picks de primera ronda, en conseguir tantas estrellas como les ha sido posible. Whitworth, Donald, Beckham, Ramsey, Miller… todos auténticos jugones en sus demarcaciones, y además, no han escatimado recursos para adquirir a Stafford para guiarles. Un QB de enorme talento, oscurecido en un equipo mediocre, pero que en cuanto ha tenido a su disposición un equipo realmente competitivo, lo ha llevado con absoluta brillantez a la Superbowl.
Esta necesidad de ganar, sobre todo haciéndolo en su ciudad, puede suponer un extra de presión para jugadores y entrenadores. Pero no nos engañemos, hace apenas 3 años que la mayoría de estos jugadores y el staff técnico se vieron en idéntica situación. La experiencia de una superbowl es un plus que sumar a su talento. Pero bueno, nuestro head-coach también estuvo allí, y algo aprendería.
En estos playoffs hemos vistos las dos caras de Rams. Una, la de equipo todopoderoso que se impone con apabullante superioridad en todos los frentes. La otra, la de equipo atenazado que comete más errores de lo recomendable, desde los jugadores hasta la banda. En esta faceta debemos centrarnos para no venirnos abajo si el marcador se nos vuelve rápidamente en contra. Hemos demostrado una gran resiliencia para adaptarnos a cualquier tipo de situación, y el domingo se volverá a poner a prueba nuestra capacidad de reacción tras el descanso (que, para nuestro favor, en la superbowl el periodo de entretiempos es el más prolongado de cualquier partido).
Pero tampoco estaría mal que, por esta vez, nuestro plan “A” también fuera efectivo. Rams tiene el potencial para poner puntos en cantidad, y rápidamente. No siempre resultará la táctica de esperar a la segunda mitad para remontar. Tienen 3 receptores principales muy peligrosos: Kupp, Beckham y Jefferson. Sus dos RBs, Akers y Michel, se complementan muy bien. Su línea ofensiva sólo ha concedido 31 sacks por 55 la nuestra. No va a ser nada fácil pararles, por mucho que se esté haciendo de menos a Hendrickson, quien también es un gran rusher, y sin duda pondrá en muchos apuros a Whitworth.
Su defensa tiene un frontal descomunal, pero pueden ser vulnerables en sus linebackers interiores, Reeder y Howard. Podría ser interesante buscar emparejamientos favorables contra ellos en jugadas de play-action sacándoles de su posición para buscarles la espalda, o en jugadas de screen donde la habilidad de nuestros corredores puede romper sus placajes.
Por último, no debemos obviar tampoco su potencial en equipos especiales. Aunque Kupp sea el encargado de los fair-catch en los punts, el preocupante es Powell, encargado de los retornos en kickoffs, o cuando es posible correr en los de punt. Debemos estar muy atentos porque, aunque no siempre rompan en touchdown (las superbowls son situaciones donde se producen con cierta frecuencia), les suele dejar en muy buenas posiciones de campo. También mención para el punter Hekker, para mi de los mejores de la liga aunque esta campaña haya estado un poco por debajo de su nivel, y para el kicker Gay, un chico muy seguro, cuyo único problema son unas molestias en el pie que han reducido su efectividad (y potencia) en los últimos partidos.
La clave
Disfrutar. El domingo es día para disfrutar de todos los momentos. El calentamiento, los himnos, la patada inicial… Alegrarnos con cada primer down, con cada parada en tercero de nuestra defensa. Vibrar con cada anotación. Vivir con pasión una oportunidad, no quiero decir que única, pero que, tras 33 años en haber tenido la posibilidad de volverla a vivir, tenemos la experiencia de que puede no repetirse tan inmediatamente como nos gustaría.
En este partido con tanta tensión, lo fundamental es no cometer errores. Un fallo al comienzo, y hasta alguien tan templado como Peyton Manning puede perder los papeles. Hay que iniciar con los 5 sentidos sobre el césped. Importante conseguir cierta fluidez en la ofensiva para soltar nervios, aunque no anotemos en el primer drive (que sería lo normal, viendo nuestra baja eficacia en este apartado). Igualmente, habrá que estar muy atentos para evitar que sea Rams quien se adelante pronto en el marcador, ya que entonces la carga emocional caerá hacia nuestro bando. Firmo un 0-0 en el primer cuarto.
Espero que, en estas dos semanas de preparación, Callahan haya corregido nuestro problema en la zona roja, porque me temo que no será suficiente con anotar de 3 en 3 puntos. Hay que maximizar cada llegada a su territorio, porque puede que no tengamos muchas oportunidades. Su defensa es la 8ª que menos TDs concede cuando se acorta el terreno, así que intentaría ser agresivo antes de llegar ahí. Tenemos la fortuna de contar con McPherson, un kicker muy seguro, pero también con buena pierna, que al jugar en un domo se convierte en un plus. Igual deberíamos desde FG-range probar a enviar bombas a la zona de marca, con pases de seguridad al hombro de atrás del receptor o hacia la esquina de la end-zone para evitar ser interceptados, en la confianza de que, de no resultar efectivas, no perdamos la opción de anotar puntos.
En todo caso, lo más inteligente es asegurar lo que nos dé la defensa 3-4-4 angelina. Si por la presión de sus rushers, o el marcaje a los receptores profundos, sólo tenemos la posibilidad de pases rápidos al slot, utilizar esta baza. No valen menos los touchdowns por conseguirse con más jugadas o tiempo de posesión. Es posible que intenten presionar sólo con 3 para dejar mucho personal en cobertura y cerrar cualquier vía a Burrow, a sabiendas de lo bien que se desenvuelve ante el blitz. No debemos sentir vergüenza en utilizar los checkdowns antes que arriesgar pases a receptores muy cubiertos.
En defensa, prácticamente lo mismo. Stafford también aprovecha muy bien los huecos que dejan los defensas que entran en blitz, así que habrá que utilizar esta estrategia con prudencia. Debemos minimizar los big-plays, incluso aprovechando que los árbitros suelen relajarse en la señalización de las interferencias de pase. Ellos juegan una ofensiva West Coast Offense con personal 11. Es decir, lo mismo que nosotros, así que nuestros defensores saben perfectamente a qué se enfrentan, al tenerlo de muestra en todos los entrenamientos.
Aunque los Rams sean favoritos por 4,5 puntos, yo preveo un partido muy igualado, con sufrimiento hasta el final. Hemos aprendido del pasado, y ya nos desenvolvemos muy bien en estas situaciones. Confío en la sangre fría de McPherson, en la mente calculadora de Burrow, en el ímpetu de Bell (quizá todavía escocido por la eliminación de sus Saints a manos de Rams hace 3 años tras una polémica no señalización de una interferencia de pase). Tenemos a favor la ilusión, la tranquilidad del trabajo bien hecho, saber que no tenemos nada que perder porque la campaña ya ha sido magnífica. Las finales no se juegan, las finales se ganan. Y eso vamos a hacer el domingo. WHO DEY!
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com