Bengals 2024Previas

Previa Titans-Bengals 2024

Se pueden perder partidos, perder temporadas, pero nunca perder la dignidad. El pasado Monday Night Football no había nada más en juego que el orgullo de demostrar a todo el mundo que, aunque nos empeñamos en parecer lo contrario, somos un buen equipo de football. Al menos, lo suficientemente bueno como para no arrastrarnos por la liga, y ser competitivos de haber hecho mejor las cosas. La victoria en Dallas no nos redime de una pésima campaña, pero fue una clara muestra de lo que somos: un equipo desequilibrado, con unas cuantas estrellas muy talentosas rodeadas de mediocridad.

El partido del pasado lunes tenía pocos alicientes, más allá de ver a nuestras figuras convertidas en personajes de Los Simpsons. Se esperaba un festival anotador, y no lo hubo. Podríamos decir que gracias a las defensas, pero tampoco sería cierto. No es que fuera un partido feo, pero la brillantez apareció con cuentagotas. De haber tenido enfrente un rival algo más acertado, o menos desatinado, el resultado habría sido distinto. No será un partido para recordar, pero si tuviéramos que definir la temporada 2024 en un solo encuentro, sería éste: defensa incapaz, ataques trompicados, destellos de calidad y resolución dantesca.

Así las cosas, llegamos a la recta final del curso 2024 en tierra de nadie. Con un balance de 5-8 todavía no estamos matemáticamente eliminados de playoffs (tenemos un 3% de probabilidades), pero las posibilidades reales de remontar las 3 victorias que nos separan de la última plaza de wildcard en los últimos cuatro partidos que restan son prácticamente nulas. Así que solo nos queda disfrutar de nuestro equipo, y confiar en la progresión de los jóvenes en la esperanza de poder volver a conjuntar una plantilla que nos ilusione para retos mayores.

Con este ánimo encaramos la próxima cita, el domingo 15 de diciembre en el Nissan Stadium de Tennessee frente a los Titans a partir de las 7 de la noche en España (en invierno anochece pronto), las 12 del mediodía en México, y las 3 de la tarde en Argentina. La tarde se presenta nublada en Nashville, con una probabilidad de lluvia del 50% (puede que llueva o puede que no). La temperatura rondará los 16º, con una alta humedad del 86%, y rachas de viento que podrían llegar a los 11 km/h.

Como todos sabéis, y si no os lo digo yo, los Titans son los antiguos Oilers, con quienes compartimos División Central en la AFC entre 1970 y 2001. Por esta razón, son el tercer equipo contra quienes más nos hemos enfrentado. En total, el balance les favorece a ellos por un global de 41-37-1, incluyendo postemporada (8-10 desde su cambio de nombre a Titans). Aunque en el último enfrentamiento, disputado el año pasado, nos dieron bien para el pelo (27-3), les hemos ganado 7 de los últimos 10 duelos, y desde que dejamos compartir división, ganamos 4-3 en partidos disputados en Tennessee.

Sin duda, el mayor atractivo de la visita es el reencuentro con Brian Callahan, su nuevo entrenador principal y ex-coordinador ofensivo nuestro desde la llegada de Taylor en 2019. Aunque seguro que el más emotivo será ver a Tyler Boyd con unos colores diferentes a los atigrados. Con ellos también juega el ex-tigretón Chido Awuzie. A nivel de entrenadores de posición, su coordinador de equipos especiales, Colt Anderson, fue asistente de Simmons de 2020 a 2023. Por nuestra parte, el entrenador de control de calidad Sigismondo Cioffi fue entrenador de defensivebacks en Titans entre 2014 y 2015. Realmente, no sé a qué se dedica un entrenador de control de calidad, pero sólo por poner su nombre, merecía la pena la reseña.

La uniformidad para el evento será de camiseta blanca, con pantalón blanco a rayas negras y calcetas también negras. Es la combinación de visitante más usada en las últimas tres temporadas, con la que tenemos un balance de 9-7. Como hitos que se pueden alcanzar, Burrow está a 2 anotaciones de volver a batir el record de touchdowns de la franquicia en una temporada. Chase está a 9 recepciones de batir el record de atrapadas de la franquicia, actualmente en poder de Houshmandzadeh con 112. Hendrickson está a 5 sacks de volver a batir su propio record de la franquicia en una temporada.

El colegiado designado para dirigir la contienda será Craig Wrolstad, director atlético del instituto Seattle Christian School, en el estado de Washington, donde nació y reside. De 59 años y en la NFL desde 2003, fue ascendido a árbitro principal en 2014, y desde entonces nos ha pitado en 9 ocasiones, con un balance de 5-4. Muy tiquismiquis con las faltas en la línea ofensiva (salidas falsas y holdings) es el 4º de la liga que más penalizaciones marca, con 14 de media, y nosotros llevamos un promedio de 10 en los últimos 3 partidos, así que debemos recuperar la concentración que nos solía caracterizar.

Tras las chispas que saltaron en la eliminatoria de playoffs de 2021 donde nos impusimos contra pronóstico a Titans, la relación entre nuestros jugadores y la afición de Tennessee no es muy cordial, como muestra la reacción de Karras tras la victoria en la temporada regular de 2022, inmortalizada por nuestro artista Gael Piso en la contraportada de la última edición de la Guía Bengals.

En ataque

Por favor, grabad los siguientes datos que os voy a dar porque será complicado que volváis a verlos en vuestra vida. Joe Burrow y Ja’Marr Chase ostentan la triple corona en sus respectivas clasificaciones:

Burrow: 1º en yardas de pase (3.706), 1º en pases completados (335), 1º en touchdowns de pase (33).

Chase: 1º en yardas de recepción (1.319), 1º en recepciones (93), 1º en touchdowns de recepción (15).

Si estos no son números de MVP, pues nada, que se lo vuelvan a dar a Mohones o a Lamer.

Dice Burrow (o deja entrever) que estaría dispuesto a bajarse el sueldo para continuar contando con Chase y Higgins a su lado; cuando en realidad, lo que debería pedir es un aumento del mismo en base a su rendimiento. No hemos tenido jamás una dupla quarterback-receptor de este nivel, y estamos siendo absolutamente incompetentes por no aprovecharlo. Y sin olvidar el papel que juega Higgins en el rendimiento de ambos (los más viejos del lugar recordarán cómo se desinfló nuestra ofensiva de Palmer y Ochocinco cuando perdimos a Houshmandzadeh). No sé cómo demonios lo hará la directiva, pero está en una encrucijada en la que se ha metido sola por su propia codicia. Dejar pasar esta oportunidad puede suponer no volver a pisar una superbowl en décadas. Y por supuesto, perder cualquier atisbo de respeto que pueda tenernos la liga.

Un beneficiario colateral de este vendaval aéreo está siendo Chase Brown. El corredor canadiense lleva superando las 90 yardas combinadas entre carreara y recepción en los últimos 5 partidos, en los que ha sumado 4 touchdowns (dos por cada vía). Tras una línea ofensiva diseñada, en teoría, para proteger el pase, y siendo al principio de temporada el RB2 tras Moss, lleva solamente 33 yardas menos de las que llevaba Mixon a estas alturas de la temporada 2023. Además, ha logrado ser el runningbacks con más yardas de recepción en toda la NFL en este lapso de 5 encuentros. Aparte de su habilidad y decisión corriendo, donde siempre se esfuerza en caer hacia adelante, como receptor es frecuente verle alineado totalmente abierto. Aparte de su talento individual, hay que reconocer el mérito de los entrenadores para sacar el máximo partido a sus cualidades.

Ante CowboysBurton volvió a desaparecer. Ni siquiera como retornador pese a la ausencia de Jones. Los retornos de kickoff fueron para Herbert y los de punt para el recién fichado WR Williams. Mal precedente en un día donde Higgins no estuvo especialmente afortunado (solo 2 de 5 recepciones) y Iosivas alternó recepciones inverosímiles con drops inexplicables (su irregularidad es el peor defecto). Por su parte, los tightends estuvieron perfectos como receptores (3 recepciones para Gesicki, 2 para Sample y 1 para Hudson en 6 pases lanzados hacia ellos). Seguimos pensando que deberíamos involucrarles más a la ofensiva.

Pero todo pasa por Burrow, y su habilidad para extender jugadas, sobreponiéndose a una línea ofensiva bastante deficiente (4 penalizaciones en Dallas) y unos árbitros absolutamente miopes (otra vez se fue al limbo un claro facemask que hubiera prolongado un drive en el último cuarto). De nuevo cuajó un partido muy completo, con el único lunar de una intercepción evitable por empeñarse en buscar a Chase, y a raíz de la cual el ataque volvió a atascarse como en encuentros anteriores. Debemos esforzarnos en cuidar mejor el balón, por los efectos anímicos que conlleva perderlo.

La ausencia de Orlando Brown (ya vimos ante Steelers que no estaba bien) volvió a poner de manifiesto las limitaciones en la línea ofensiva. Con la necesidad de alinear a Ford como left-tackle (una posición donde claramente se ve superado, pero actualmente es nuestra mejor única alternativa), Volson recuperó su puesto como left-guard, y evidenció las razones de su suplencia. Su presencia hace parecer bueno a Cappa, cosa que tampoco es. Con Karras sufriendo también por el centro, ahora mismo, el righttackle novato Mims es la única buena noticia en esta unidad (nuevamente salió con 0 sacks encajados de un enfrentamiento ante un gran passrusher, en este caso Parsons)

Sin embargo, todas estas bondades que estamos relatando de nuestra ofensiva no nos hubieran dado la victoria de no mediar la estupidez tejana en el punt que ya nos habían bloqueado. Una vez más, con el partido empatado tuvimos un drive (en este caso, dos) para sentenciar el partido, y no lo aprovechamos. Esta incapacidad para sellar los encuentros se está repitiendo con bastante frecuencia, y aunque este año ya no hay nada que hacer, técnicos y jugadores deberían reflexionar sobre las razones por las que nos venimos abajo en el clutch-time (la hora de la verdad).

Brown está demostrando ser un auténtico runningback número uno, triunfando donde fracasó Mixon, mostrando una versatilidad como receptor y una habilidad como corredor que no debería ser ignorada por la mala trayectoria del equipo (foto de Sam Hodde / Getty Images)

En defensa

Nuestro rival no superó la barrera de los 20 puntos, algo que sólo habíamos conseguido en 3 partidos esta temporada. Sin embargo, mi impresión es que fue más inutilidad suya que mérito nuestro. Los Cowboys tuvieron que jugar con un quarterback bastante limitado como Rush, que en los momentos clave, fue incapaz de conectarse con sus receptores. Las lesiones que sufrieron en la línea ofensiva también permitieron ejercer más presión, no siempre culminada en sack (logramos 3, obra de OssaiHill y ¡cómo no!, Hendrickson).

Pedíamos más presencia de Murphy, y se materializó. Jugó más snaps que Hubbard, pero sin resultados aparentes. En 17 presiones no consiguió imponerse a su par en ninguna, lo que es bastante deprimente para un jugador con talento de primera ronda (su elección no fue un reach, sino un “robo” porque se intuía que iba a salir antes, otra cosa es que después el jugador no haya evolucionado como se esperaba). Hizo más Ossai con menor participación.

La sensación que saqué del partido es que contuvimos la carrera, pero después de ver en las estadísticas que Dowdle se fue a 131 yardas terrestres, creo que mi impresión inicial fue errónea. El corredor principal de TitansTony Pollard, está rondando ya las 1.000 yardas a estas alturas de la competición, así que debemos hacer un esfuerzo para evitar que sea un factor y dejar la responsabilidad a su QB Will Levis. Sin Rankins, cuya larga enfermedad debería tratarse en algún episodio de la serie “House”, estamos viendo más en acción a los novatos Jenkins y Jackson en frontales de 5 linieros ofensivos. Esto está bien, pero potenciar la línea defensiva en detrimento de la secundaria, y aun así ser incapaces de frenar la carrera del rival, dice bien poco de nuestros entrenadores.

La baja para lo que resta de temporada de Logan Wilson ha provocado la inclusión de DavisGaither en la unidad titular de linebackers, pasando de la práctica irrelevancia a jugar el 88% de los snaps. Tiene una buena oportunidad para reivindicarse y renovar con un buen contrato, sobre todo, porque es bastante más rápido que Pratt, a quien se le notan mucho las costuras cuando no tiene a Wilson a su lado. Njongmeta y Bachie apenas intervinieron en defensa, aunque sí en equipos especiales, donde se lesionó Bachie, veremos en qué grado de gravedad. Por su parte, el camerunés pasó de villano a héroe en una sola jugada. Su resbalón permitió que bloquearan el punt a Rehkow y que el balón cayera muy cerca ya de fieldgoal range; pero después se resarció aprovechando la estupidez del nigeriano Oruwariye, quien intentando recuperar un balón vivo lo perdió a manos de nuestro LB.

En secundaria, nuestro mejor jugador fue Stone, lo que evidencia el desastre del resto. Newton se vio obligado a hacer faltas para no ser superado y Taylor-Britt, al igual que la jugada anterior contra Pittsburgh, tuvo una acción relevante en el turnover, para después volver a la mediocridad. Battle ya se ha establecido como strong safety titular. Falta por averiguar si podemos confiar en él, o es otra posición a reforzar la próxima temporada. Al jugar mucho tiempo con formaciones 5-2-4, hubo menos rotación de cornerbacksHilton cada vez tiene menos presencia, anticipando que probablemente no regrese en 2025, aunque hay que destacar que el recién incorporado Wilson, pese a que le costó entrar en juego, hizo alguna jugada de mérito. Lo mismo que Ivey. Lo de los safeties suplentes pinta cada vez peor. Anderson solo participa en equipos especiales (donde cometió una penalización) y Anthony ni fue ni convocado.

El próximo domingo, nuestra defensa se las verá contra un ataque que probablemente no la exija demasiado. Tennessee es el tercer equipo que menos puntos anota (promedia apenas 17,5). Vienen de quedarse en 6 contra Jacksonville (otro equipo de la parte baja de la liga), por lo que es una ocasión ideal para reivindicarse y no dejar que sea el ataque quien haga todo el trabajo.

Además de esta intercepción, Stone logró una presión contra Rush (valga la redundancia) que fue clave en el último cuarto. Cuajó probablemente su mejor partido, pero todavía le queda mucho camino por recorrer para hacernos olvidar su mala imagen (foto de Julio Cortez / AP Photo)

El rival

Nuestro rival del domingo, Tennessee Titans (3-10), es un equipo en reconstrucción. Nadie exige a Callahan unos resultados que todos en Nashville saben que tardarán en llegar. Como siempre digo, esto es un arma de doble filo, un equipo sin nada que perder puede arriesgar sin miedo y causarnos complicaciones.

Trabajo no le falta a nuestro excoordinador ofensivo. No creo que Levis sea la solución a la posición de quarterback y, a menos que fichen a algún veterano en la agencia libre (improbable) lo normal es que tenga que desarrollar algún novato a partir del año que viene. Para ello, lo ideal sería ocupar un puesto en el draft lo más alto posible (actualmente ocupan la 7ª plaza), así que quizá no les convenga plantar excesiva resistencia.

Dentro de lo que cabe. Levis ha ido mejorando algo con respecto a sus erráticos inicios, pero la base de su ofensiva es la carrera, donde Pollard es el 9º RB de la liga en yardas terrestres, y solo tiene por delante a Barkley y Henry en partidos de más de 80 yardas. Por el aire, una vez lesionado el talentoso pero irregular widereceiver Burks, es Ridley el principal protagonista, liderando a su equipo en recepciones y yardas. La otra amenaza es Nick Westbrook-Ikhine quien, con 8 touchdowns, es 4º de la liga en este apartado.

Su línea ofensiva ha permitido 24 sacks en los últimos 5 partidos, lo que convierte a Levis en el segundo QB más sackeado de toda la liga en este periodo. Especialmente sangrante la actuación del left-tackle rookie Latham (pick#7 del pasado draft, para quienes piensen que solo drafteamos mal nosotros) quien ya ha permitido 13 esta temporada (2,5 más que ningún otro). Hendrickson puede ponerse las botas.

Donde más destacan los Titans es en defensa. Suelen formar en 3-4, con tres moles en el centro como son el novato Sweat en el NT (uno de nuestros objetivos en el pasado draft) y Simmons y Joseph-Day a sus costados. Esto les convierte en un equipo contra el que es muy difícil correr (13º mejor defensa terrestre). Pero donde realmente destacan es contra el pase, ya que, con solo 175,5 yardas de promedio permitido, son el mejor equipo de la NFL en este apartado. Esto les convierte en la segunda defensa global con 291,9 yardas totales de media.

Buena parte de culpa de su buen hacer contra el pase la tienen sus edge-rushersLandry (7 sacks) en un OLB, y Key (6,5 sacks) en el otro, son dos estiletes de los que tendremos que cuidarnos, probablemente doblando la protección con tight-ends. En el ILB, Baker y Murray forman una pareja muy sólida.

Por supuesto, la secundaria también es muy fiable, y más ahora que han recuperado a Awuzie tras la lesión. Su vuelta no pudo ser más providencial, ya que logró una intercepción. Junto a él, el otro cornerback será el rookie Brownlee (elegido en 5ª ronda, para quien piense que no se puede sacar talento de rondas bajas), con McCreary como nickle. Los safeties son los experimentados Hooker y Worley , especialmente peligroso el primero (lleva 4 intercepciones y 2 fumbles) y es también el 2º máximo placador de su equipo.

Nick Folk es uno de los kickers más consistentes de la competición. Lleva convertidos 85 fieldgoals consecutivos de menos de 40 yardas, la racha más larga de la NFL. Desde que fichó por Tennessee, ha anotado 50 de 52 patadas, y ya ocupa el 14º puesto entre los kickers de la historia de la NFL con 403 conversiones en su carrera. Es decir, si esperamos que falle una patada decisiva, estamos jodidos.

Levis lleva encajados muchos sacks, y son el 30º equipo que más turnovers comete, pero para poder hacerles daño debemos evitar que puedan correr y así obligarles a pasar (foto: ESPN)

La clave

Llegamos al partido tras una semana “corta” por jugar el lunes, así que la recuperación física será fundamental. Los lesionados Orlando Brown y Charlie Jones no van a llegar. Tampoco Rankins, con la enfermedad más misteriosa del mundo. Bachie tampoco va a jugar, aunque a éste sólo se le echará en falta en equipos especiales. Importante que Ford se asiente en la posición de left-tackle, y veremos si Burton recupera la función de retornador, porque su adquisición también está resultando frustrante.

Hablaba más arriba sobre las virtudes del kicker Folk. Por nuestra parte, York tuvo un debut perfecto (incluso recibió un balón del partido por parte de Taylor). A ver si en un ambiente más hostil, y sin la presencia animadora de su novia, mantiene esta precisión. No creo que vayamos a prescindir de McPherson, pero a él le viene muy bien este escaparate de cara a un futuro contrato en otra parte.

En ataque, creo que el domingo toca ser pacientes. No apunta el partido a festival anotador, por lo que debemos reducir al máximo el riesgo, y mejor llevarnos 3 puntos que un turnover on downs. Es cierto que ellos tienen problemas defendiendo la red-zone (son la 27ª defensa mientras que nosotros el 2º ataque), pero no nos volvamos locos buscando pases imposibles. Si no se consigue avanzar, patada y a confiar en la defensa. Para evitar su pass-rush, lo mejor sería equilibrar más el juego de pase y el de carrera, aprovechando el buen momento de Chase Brown, y la probable baja en su defensa del ILB Murray. Sería un buen día para sacar a pasear a nuestros tight-ends.

En defensa, las molestias en el tobillo de su runningback Pollard puede mermar su productividad por tierra. Es fundamental hacernos fuertes en este apartado para forzar a Levis a pasar, donde le podemos presionar por la fragilidad de su línea ofensiva. Su widereceiver Ridley es el más peligroso, pero también el 4º de la NFL con más drops (7), por lo que si le encimamos podemos obtener grandes beneficios.

Las casas de apuestas nos dan favoritos para ganar este partido por 5 puntos. A ver si es verdad y somos capaces de imponernos en un partido ajustado de menos de una anotación sin que pasen “cosas raras”. Si vencemos en Tennessee, prácticamente doblaríamos nuestras posibilidades de entrar en playoffs (pasaríamos del 3% al 5%…). Por lo tanto, olvidémonos de esto, y disfrutemos de ver a los nuestros ganar, que sólo nos quedan 4 partidos, y la offseason se hace muy larga.

¡Who Dey, hermanos!!!

La celebración de la victoria en Dallas culminó con Chase estampándole un donut de los Simpsons a Burrow en la cara. La química entre estos dos amigos es el principal valor de nuestro equipo y seríamos estúpidos de perderlo. De su conexión depende que sigan llegando victorias, sirvan para playoffs, o simplemente para encumbrar aún más sus estadísticas personales (foto de Ryan Meyer / Bengals.com)

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