Si es un sueño, no me despierten, por favor. Los Cincinnati Bengals se encuentran en Ronda Divisional de los Playoffs en la temporada 2021-22 de la NFL. Los Cincinnati Bengals se encuentran en Ronda Divisional de los Playoffs en la temporada 2021-22 de la NFL. No, no se trata de un error informático, lo he escrito dos veces para ver si así termino de creérmelo. Lo que empezó siendo una temporada de modestas expectativas se ha convertido ya en histórica, con la ruptura la semana pasada de la maldición de Bo Jackson y la tan ansiada victoria en playoffs después de 31 años.
Una vez llegado a este punto, no queda más que felicitar a equipo y cuerpo técnico por el éxito obtenido. Pero, ya que estamos aquí, ¿por qué no continuar? “Why not us?” ¿Por qué no podríamos ser nosotros ese equipo inesperado que se cuela en la fiesta de los poderosos y termina comiéndose el pastel? Estamos a dos pasos de la Superbowl. Trenes como éste pasan pocos en la vida deportiva (¡bien lo sabemos nosotros!) y no deberíamos darnos por satisfechos con lo obtenido disfrutando del paisaje, sino subirnos a la máquina y echar más madera a la caldera.
Nos hemos quitado la pesada losa de volver a perder en playoffs, pero también la responsabilidad de ser favoritos. El próximo sábado, de nuevo a las 10:30 de la noche en España, 3:30 de la tarde en México y 6:30 en Argentina, serán los Teneessee Titans quienes partan como favoritos (por 3,5 puntos), como corresponde a su condición de locales y líderes de la AFC. No parece que esta vez tengamos que preocuparnos por la nieve. No se esperan precipitaciones, aunque el cielo estará nublado, lo que hará que la temperatura no suba de 4ºC, y el viento tampoco debería ser un factor (entre 8 y 16 km/h).
Este enfrentamiento supondrá reunirnos con caras conocidas. En las filas de los de Nashville militan jugadores con pasado bengalí como Greg Mabin (CB), Kevin Hogan (QB) y Amani Bledsoe (DE), así como el QB suplente Logan Woodside, reconocido bengal-fan, cuya carrera se truncó en Cincinnati por su mala cabeza. También nosotros tenemos algún ex-Titan, como Spain (OG) o Su’a-Filo (OG). Sin embargo, el reencuentro que todos esperamos es con su kicker, nuestro inolvidable Randy “Fat” Bullock. Tanto nos hemos reído a su costa, que sería muy mal trago que nos derrotase una patada suya. Como curiosidad, Zac Taylor, como coach de QBs, entrenó a Tannehill en su etapa de Dolphins; y en sus filas milita el DT Kyle Peko, primo de nuestro recordado Domata (a quien me extraña no haya contactado nadie para paliar las bajas en la línea defensiva…).
Con la polémica suscitada en anteriores encuentros, había mucha expectación sobre quién sería el arbitro designado. Finalmente será Clete Blakeman, veterano de 57 años, 14 en la NFL, y 12 como árbitro principal. Este abogado de Omaha, jugó de QB en la universidad de Nebraska, con múltiples conexiones con nuestro equipo (Taylor, la familia Burrow, etc.). Su balance global con nosotros es 6-6, y nos ha arbitrado ya este año en las victorias en Pittsburgh y en la de casa contra Ravens. Posee amplia experiencia en playoffs: 4 wildcards, 4 divisionales, 3 finales de conferencia y la SuperBowl 50.
Una de las incógnitas con mayores expectativas fue finalmente desvelada: nuestro uniforme. Vestiremos con camiseta blanca, pantalón blanco y medias negras. Sencillo a la par que elegante. Ellos lo harán de azul marino de la cabeza a los pies. Recordemos que los Titans son los antiguos Oilers, justamente el último equipo a quien ganamos en playoffs antes de la pasada victoria contra Raiders.
En ataque
Con el estado de forma actual de Burrow, parece evidente que nuestra estrategia ofensiva debe pasar por él. Ya vimos contra Raiders que no es necesario vivir únicamente de big-plays, sino que puede adaptarse bien a una filosofía más “dink&dunk”, aprovechando lo que la defensa le concede. Chase es un todoterreno que se adapta bien a cualquier circunstancia, y ya sabemos lo bien que se mueve Boyd en estas situaciones. Quizá más desubicado quedaría Higgins, quien celebró su 23º cumpleaños el martes, pero que en el partido del año pasado fue el atacante más productivo con 78 yardas. Su defensa es la 25º contra el pase, lo que nos dice que si padecen alguna vulnerabilidad puede venir por el aire.
En cambio, son el 2º mejor equipo contra la carrera de toda la NFL. Si Mixon tuvo una jornada complicada ante Raiders, este sábado no va a ser más sencillo. Reconociéndole como nuestro mejor corredor, tampoco sería muy descabellado alternar carreras de potencia y de velocidad con Perine y Evans, a quien ya le vimos capaz de dar buen rendimiento. Tampoco parece una mala alternativa las jugadas de “play-action” donde sean los RBs los propios receptores (Tennessee concede un promedio de 8,2 yardas por recepción a los RBs rivales), o volver a intentar correr con Boyd o Chase en jet-sweeps.
Se habla mucho, y con razón, de la tripleta de WRs, pero ante Raiders, la aparición de Uzomah fue diferencial. Pudimos descubrir en nuestro plan de juego acciones que no habíamos visto durante la temporada, lo que es claramente un punto a destacar para nuestros técnicos. Si “reservar” estas jugadas durante la campaña regular fue premeditado, o simplemente consecuencia de la preparación del partido o la inercia para consolidar nuestro estilo de juego, necesitaremos de nuestros técnicos idéntica dosis de imaginación o talento para solventar la difícil papeleta que nos generará la defensa de Titans. Una unidad que, como la nuestra, no está mereciendo toda la atención que merece, menospreciada por el bajo nivel de su división, pero no olvidemos que ha ganado a Bills, Rams y 49ers (clasificados a playoffs) y que dejó nada menos que en apenas 3 puntos a los Chiefs.
Sin embargo, como todos sabéis, nuestro talón de Aquiles está en la línea ofensiva. Se dice que no estuvimos tan mal ante Raiders, permitiendo solo 10 presiones y 2 sacks, pero la realidad es que influyó más la rapidez de Burrow en soltar el balón que la propia solidez de nuestros gordos. Esta semana nos ha sorprendido el corte de Su’a-Filo. No por inesperado (estaba condenado por su mínimo impacto y elevado salario), sino por lo repentino. Con lo que nos estamos jugando, muy mal deben haberle visto para no contar con su experiencia.
Esto nos hace pensar que repetirá el mismo quinteto de wildcard, es decir, el habitual en los últimos encuentros, con Prince en el RT. Ya sabéis que este chico me ofrece poca seguridad, y aunque Tennessee no tenga jugadores de renombre, la presión que generan Landry (OLB) por fuera, y Simmons (DT) y Autry (DE) por dentro, colocan a su equipo como el 9º con más sacks conseguidos (43). Creo necesario ayudarle, bien con un TE (Sample), o con un RB alineado en ese lado. Atentos a los “stunts” (intercambio de los rushers), que Prince se los come todos.
En defensa
Tras un año de buena (y sorprendente) suerte con las lesiones, para esta eliminatoria se nos truncó la racha. Ogunjobi, cuya campaña como DT estaba siendo excepcional, ya no volverá a jugar. Hendrickson (DE), bajo el protocolo de conmociones, todavía no tiene el OK de la liga. Son dos titulares básicos, pero además, entre los suplentes, Daniels (DT) no va a llegar al sábado, y es difícil que lo haga Tupou (NT). Esto nos dejaría una DL compuesta por Reader (NT), Hill (DT), Hubbard (DE) y Sample (DE); pero para los relevos habría que usar a Shelvin (NT), que está prácticamente inédito y muy verde por su condición de novato, y el propio Sample como DT de emergencia, dado que no hemos realizado ningún otro fichaje. Esta última circunstancia pondría a Kareem en el DE, y para dar relevos por el exterior sólo nos quedaría Ray, cuya acción más destacada este año fue provocar un fumble a Keenum en el partido de Cleveland.
Esta debilidad en la línea defensiva no es la mejor noticia para enfrentarnos a un equipo que es el 5º de la liga en yardas terrestres (promedian 141,4 por encuentro) y que pueden recuperar a la bestia Derrick Henry. Por tanto, más nos vale que nuestra pareja de linebackers esté bien fina. La verdad es que las sensaciones que están dejando Pratt y Wilson en este final de temporada son mejores de las que imaginábamos al principio. Para este partido necesitamos que estén, primero, bien avispados para detectar por dónde va la jugada y no quedar bloqueados entre el tráfico y, segundo, placar con contundencia para evitar que nos ganen yardas tras el contacto. Esto es complicado, porque tanto Henry si finalmente juega, como Foreman, son dos auténticos trenes de mercancías.
En cobertura, muchísima precaución con A.J. Brown. Por sí solo, puede decantar la balanza del lado de los de Tennessee. Pero tampoco nos podemos despistar con Julio Jones, que quien tuvo, retuvo. Si nuestra DL no puede generar presión a Tannehill, tanto Awuzie como Apple van a tener que multiplicarse para defenderlos. Hilton, quien también está resultando un formidable acierto su fichaje, deberá centrarse sobre Westbrook-Ikhine, el más desconocido de sus receptores, pero que es el 2º jugador titan con más recepciones y yardas solo tras Brown, además de ayudar a defender la carrera.
Nuestro rival exigirá bastante personal en el box para frenar su juego terrestre, por lo que nuevamente Bates quedará en solitario en profundo, como apagafuegos. Bell se incrustaría como tercer linebacker, con vigilancia especial sobre su TE Firkser. En líneas generales, la secundaria está resultando una unidad bastante sólida. Se dobla pero no se rompe, como se suele decir. Quizá concede demasiado a campo abierto, pero cuando la distancia se acorta responde muy bien, algo que será muy importante, ya que Titans es el 5º equipo de la NFL con mejor eficacia en la red-zone (64% de TDs).
En todo caso, al igual que la ofensiva tendrá que arriesgar, también la defensa tiene que acompañar. Hay que evitar que Tennessee maneje el tempo de partido, y esto supondrá ser imaginativos en la presión para evitar que Tannehill juegue cómodo (lanzar blitzes ante la previsible menor presión del frontal defensivo), e intentar placar a sus corredores antes de que adquieran velocidad de crucero. Por supuesto, conseguir recuperar algún turnover puede suponer la diferencia entre ganar o perder.
El rival
Tennessee es probablemente el seed#1 de la Conferencia Americana menos valorado de los últimos tiempos. Y me parece un error, porque salvo alguna cagada puntual (Jets, Texans) que quién no ha cometido, ha sabido imponerse con autoridad a gallitos como Chiefs, Bills, 49ers, Colts, Saints o Rams. Muy meritorio, sobre todo tras perder durante muchas jornadas a quien era la base de su ofensiva (Henry) y durante unas pocas semanas a sus referentes en el juego aéreo, Brown y Jones. Han sabido reinventarse y, hoy por hoy, me parece uno de los equipos más equilibrados de todos los contendientes a la SuperBowl.
Su entrenador, Vrabel, suena como candidato a head-coach del año, y con merecimiento. Es el tipo de entrenador por quien, en palabras de Reader, que le tuvo de DC en Texans, “te estamparías contra una pared si te lo pidiera”. La cohesión del bloque es uno de sus mayores éxitos. Su QB, Tannehill, no lo encontrarás en la parte alta de los más productivos de la NFL, pero a él no se le pide que gane los partidos, sino que los controle y no los pierda, y con su experiencia, realiza esta misión a la perfección. Es justamente el tipo de QB que necesitan por cómo está conformado el equipo.
Defienden en formación 3-4, y son de los equipos que más presionan al QB sin necesidad de blitzes. Simmons, 62 presiones y 11 sacks. Landry, 64 presiones y 14 sacks. Sus linebackers están entrenados por Jim Haslett, quien pasó 3 años entrenando esta unidad en Bengals. Por si tenían poca calidad, mediada la temporada adquirieron a Zach Cunningham. En secundaria pueden ser más vulnerables (sobre todo por el lado de Jenkins), pero ojito a sus safeties Hooker y Byard, siempre atentos a cualquier despiste.
Según se desarrolle el encuentro, puede convertirse en un duelo de kickers. Bullock sigue teniendo los mismos problemas en patadas lejanas (9 de 14 de más de 40 yardas), pero infalible (17 de 17) por debajo de esa distancia. Están en la zona media de la liga en cobertura de retornos, a ver si por ahí pudiésemos hacerles daño.
En el aspecto físico, llegan con una semana de descanso. En el anímico, como nosotros, con ganas de callar bocas y demostrar que son mejores de lo que se dice de ellos. Es la eterna cantinela de los mercados pequeños, que siempre debemos demostrar un poco más que los demás.
La clave
No tenemos nada que perder, así que, ¿por qué no ser agresivos? Jugarnos esos cuartos downs cerca de la zona de marca que contra Raiders nos conformamos con field-goals. Puerta grande o enfermería, que se diría en argot taurino. Balón en las manos de Burrow, y que su destino sea el nuestro. Vivir o morir con él. Es lo que siempre hemos querido, y para lo que ha venido. Especialmente, confío mucho en su capacidad para detectar el emparejamiento más favorable para sus receptores. No hay equipo capaz de frenar a la vez a nuestros WRs, pero si estos están bien cubiertos, es capaz de encontrar con precisión de cirujano a Uzomah.
Un factor fundamental es ponernos pronto con ventaja en el marcador para forzarles a salir de su plan de juego basado en la carrera. El TD en el drive inicial ante Raiders fue un hecho inusual, ya que somos el equipo que menos ha anotado en su primera posesión. Llevamos toda la temporada diciendo que somos un equipo de segundas partes, pero esta dinámica debe cambiar porque en playoffs hay veces que no tienes una segunda oportunidad. Golpear duro, golpear primero. Esta es la única táctica que nos permitirá sobrevivir.
Pase lo que pase, esta temporada 2021-22 es para enmarcar por los inesperados logros conseguidos. Si caemos, nos dará mucha rabia, pero el equipo, y la directiva, merecerán nuestro aplauso. Pero precisamente porque hemos cumplido de sobra los objetivos marcados es el momento de soñar a lo grande. Sólo quedamos 8 equipos en competición. Nadie nos esperaba, por lo que podemos sorprender. Ellos tienen la presión. Las dos últimas veces que han sido primeros de la Conferencia, en 2000 y 2008, han caído en divisionales frente a un equipo de la AFC Norte (Ravens). ¿Por qué no podría repetirse?
Nosotros, por nuestra parte, tenemos que romper otra aciaga estadística según la cual nunca hemos ganado una eliminatoria de playoffs a domicilio. Nuestros jóvenes tigretones no tienen el más mínimo respeto por la historia ni por los records, ni por las predicciones de gurúes o pronosticadores. ¿Por qué no podemos dar la campanada y plantarnos en la Final de la AFC? En otras circunstancias, sería más analítico y pesimista, pero estos chicos han conseguido ilusionarme, y nos veo capaces de todo. Who Dey!
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com