Adam Jones
Por su parte, Jones siguió demostrando que la edad no pasa por él y ofreció un año más un enorme despliegue de habilidades, tanto desde el CB como de retornador. Tan activo en el campo, animando a sus compañeros, como fuera de él, polemizando en redes sociales. 2015 fue sin duda su mejor año en la liga, lo que le valió un billete por primera vez para la Pro Bowl. Sexto mayor placador del equipo, segundo en intercepciones, tercero en pases defendidos. Incluso un sack. Convertido en el CB1 del equipo, publicó con motivo de las negociaciones por la renovación que sólo permitió un TD, el acrobático que consiguió DeAndre Hopkins pese a estar bien defendido. No sé si será verdad o una exageración, pero lo cierto es que no me extrañaría que fuese cierto.
Sin embargo, también sacó a relucir su cara más “Pacman” en el peor momento, el partido de wildcard en el que nunca debió entrar a las provocaciones de Porter. Su inexcusable falta permitió a los Steelers llevarse ese partido.
Pero no fue la única ocasión. Recuerdo la pelea con Amari Cooper, a quien golpeó en el suelo sin el casco, y tuvo suerte de no ser expulsado. Acciones como estas son las que tememos que repita en los instantes más inoportunos. Con 32 años, difícil que haya entrenador, psicólogo, compañero, etc. que vaya a hacerle cambiar ya su carácter. Pero su nuevo contrato de 22 millones por 3 años, bien podría animarle a refrenar sus impulsos (el dinero muerto que dejaría en 2017 si le cortamos es mínimo).
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com