Llevamos 4 partidos. En otro tiempo, sería un cuarto de la competición. Ahora, como consecuencia de la ampliación de la temporada, es un 23,53%. En todo caso, nos sirve para hacer un primer balance. En primer lugar, hay que mirar los resultados. En solo 4 partidos de 2021, Taylor ya lleva la mitad de los triunfos acumulados en 2019 y 2020. La mejora es evidente. Pero siempre dijimos que los resultados no eran todo (al menos este año), así que veamos otros aspectos que generaban incertidumbre antes de comenzar la liga.
Estado de forma de Joe Burrow √
Llevamos diciendo que Burrow no está al 100%… pero está jugando todos los partidos, aguantando golpes, impecable en su precisión (73% de pases completados, 3º de la liga, con casi 30 lanzamientos menos que los dos primeros), mejorando en el pase largo (ya lleva los mismos pases de más de 40 yardas que en todo el año pasado, y un considerable incremento proporcional en los de más de 20) e incluso aventurándose a correr en algunas situaciones.
Contra Jacksonville, delante de Meyer, el entrenador que le despreció en Ohio State (y más ocupado últimamente en bailar en bares con desconocidas que en conseguir una victoria para su equipo), y contra el más reciente QB estrella llegado a la NFL, Trevor Lawrence, rememoró sus remontadas frente a él cuando amos jugaban en LSU y Clemson respectivamente. Casi 350 yardas, 2 TD sin intercepciones y, sobre todo, la sensación de dominar el encuentro en cuanto desde la banda le dieron libertad de acción.
Es posible que el exceso de precaución esté llevando a Taylor a frenar el ímpetu de Burrow. Prefiero pensar esto a la alternativa: que Taylor y Callahan no dan para más como genios ofensivos. En cualquier caso, si algo nos dejó claro el partido contra Jaguars, es que nuestro QB parece en condiciones de liderar la ofensiva sin tantas restricciones. Sus audibles suelen ser mejores opciones que la jugada original ordenada desde la banda.
Evolución de la línea ofensiva √
Buena parte de la mejoría de Burrow se debe a la mayor protección que está recibiendo de la línea ofensiva, al menos estas dos últimas jornadas. 0 sacks permitidos contra Pittsburgh. Sólo 1 contra Jacksonville (y más culpa del propio Burrow por meterse él mismo en la boca del lobo). Reiff está siendo un seguro en el RT. Williams está mejorando cada día en el LT. Spain está aportando tranquilidad en el LG (e interacción en redes sociales). Carman ha suplido a un mediocre Su’a-Filo con mejores resultados de lo esperado en el RT. Sólo Hopkins en el center está teniendo una vuelta a la actividad algo más accidentada tras su lesión.
Aquí debemos valorar el trabajo del entrenador de unidad, Pollack. Independientemente de la mejora de la calidad global (sólo por deshacernos de Hart ya mejorábamos), su mano se está notando desde el primer día. Si realmente consigue hacer progresar a Maricarmen, su vuelta habrá sido todo un éxito. Todavía debemos mejorar en el juego de carrera. Los movimientos zonales de toda la línea necesitan depurarse un poco para que Mixon pueda escoger el mejor hueco. Ahora que le vamos a perder para un tiempo (sólo los ingenuos creen que si el cuerpo médico dice que su estado se revisará día a día no se va a perder mínimo un par de semanas), vamos a necesitar más musculo para que Perine, más lento, pueda encontrar puntos de penetración en la defensa rival.
Equilibrio pase-carrera √
La contratación del desconocido Justin Hill como entrenador de RBs, sumado al inexplicable corte de Bernard, parecía indicar cierto menosprecio hacia el juego de carrera. Sin embargo, está siendo al contrario. Mixon está disponiendo de más carreras esta temporada que en el resto de los 4 primeros partidos de cada año de su carrera profesional. También Burrow, que promediaba unos 40 pases por encuentro, está ahora en unos 25. El resultado: Mixon tiene más yardas que nunca a estas alturas de temporada, y el rating de Burrow es 113,8 (24 puntos por encima del año pasado).
Podríamos deducir que la consecuencia final sería el balance de 3-1 que disfrutamos en este momento. Habría que puntualizar. Hay que tener en cuenta que no todos los rivales son los mismos, ni las circunstancias del partido iguales. También habría que añadir a la ecuación el intento por proteger a Burrow ordenando menos jugadas de pase. En cualquier caso, la evidencia está ahí. Más allá de la productividad de cada carrera, o de la oportunidad del momento en que se hace, creo que está claro que este equilibrio de 2021 es el camino a seguir para aprovechar tanto las virtudes de Mixon, como las del propio Burrow, y en cierta manera, descargar a la línea ofensiva del foco de las críticas.
Mejora defensiva √
No obstante, el cambio más evidente con respecto a 2020 está siendo el rendimiento defensivo. 3 años después, parece que Anarumo ya ha completado la renovación y tiene el tipo de defensa que quiere. La línea defensiva se mantiene muy firme contra la carrera e incluso ha recuperado la presión al backfield. Reader está resultando imparable, y Ogunjobi puede ser el fichaje del año. Los titulares del centro de la DL se compenetran a la perfección, y sus suplentes, Tupou y Hill respectivamente, les dan relevos de mucha calidad.
Por fuera, aunque quizá de Hendrickson esperásemos un poquito más de protagonismo, no se están notando la marcha de Lawson ni la bajas de Kareem y Ossai. Hubbard incluso se encuentra más cómodo bajando a tareas de cobertura. Necesitaríamos algo más de impacto en los jóvenes Ray, Sample y Hodge, pero tampoco están tanto en el campo por la disposición defensiva (los DT tienen más presencia en frontales de 5 jugadores).
La unidad de linebackers también presentaba cierta incertidumbre por la juventud e inexperiencia de sus miembros. Si bien Wilson se está destapando como candidato a uno de los mejores LBs jóvenes de la liga, Pratt no termina de arrancar. El MLB ha destacado por su ubicuidad, con un promedio superior a 9 placajes por encuentro. No es el más rápido, pero está demostrando su inteligencia al saber estar en el sitio, tanto para la carrera, como para conseguir turnovers. Davis-Gaither está amenazando seriamente la titularidad de Pratt, y contra QBs que puedan salir con el balón (como puede ser el propio Rodgers el próximo domingo), quizá sea una opción más oportuna.
Los safeties siguen a gran nivel. Bates se consolidad día a día como uno de los mejores de la liga. Bell es un baluarte ayudando a los linebackers (recordemos que sólo vamos con 2). Incluso Allen hasta su lesión aportó minutos de calidad. El problema lo vimos el jueves cuando faltó Bates. Bell se ve desbordado de trabajo, y Brandon Wilson no es lo mismo como safety profundo. Si cuando juega se hace indiscutible que debemos renovarle, cuando falta se hace más evidente aún.
Con los cornerbacks hemos tenido más problemas, y están siendo el punto débil de la defensa, que echa a perder el buen trabajo del resto del equipo. Waynes por fin debutó como atigrado el pasado jueves, con una actuación tan discreta como se podía esperar tras año y medio sin jugar. Awuzie lo estaba haciendo bien hasta su desafortunada lesión. Esperemos volver a contar al menos con él, o si no, no merecerá la pena ni presentarse ante Rodgers.
Como anunciábamos y desgraciadamente se ha cumplido, Apple es nefasto. Resta más que suma. Para una jugada buena que hace, hay media docena de fallos de marcaje o penalizaciones. Phillips tampoco está mucho mejor. Y estos son los suplentes por el exterior, porque lo que hay tras ellos es aun peor. Al menos, Hilton está resultando sólido en el slot, pero baja mucho cuando le sacan de ahí (Shenault nos hizo un roto el jueves). Muchos dicen que un cornerback debería ser nuestra primera elección para el draft 2022 y puede que no anden muy descaminados.
Tenemos kicker √
Tras la discutible decisión de escoger un kicker en el pick de 5ª ronda, ya no quedaba más remedio que quedárnoslo (no íbamos a repetir la experiencia con Elliott). No obstante, existía una natural incertidumbre sobre su valía para la NFL. Las dudas quedaron despejadas el primer encuentro. No sólo efectivo al 100% de sus patadas, sino que convirtió el FG ganador en el último segundo el día de su debut. Acción que repitió el TNF, tras haber fallado uno anteriormente, demostración de su fortaleza mental.
Fortaleza que también hay que trasladarla a los kickoffs, siendo la mayoría de ellos touchbacks sin dejar capacidad al rival para retornar. Pero también confianza para chutar field-goals de más de 50 yardas (en Chicago anotó uno de 53), o en escenarios complicados como Heinz-Field. La posibilidad de tener un pateador que la pueda enchufar desde lejos es una clara ventaja competitiva de la que no hemos podido disfrutar hasta la fecha, y que ahora parece abrírsenos con McPherson.
Profundidad de banquillo X
Está claro que un equipo no puede tener 53 estrellas. Nadie las tiene. Lo único que podemos pretender es que los 28 no titulares sean lo mejor posible. Y esto es, por un lado, acierto de la directiva, pero sobre todo, de los entrenadores. En algunos casos, se ha conseguido que los suplentes no bajen excesivamente el nivel (línea defensiva, wide-receivers, incluso línea ofensiva cuando han entrado Carman y Prince), pero en otras posiciones no es así. El caso de la secundaria es el más evidente, pero en otras unidades también andamos con velas a las vírgenes para no tener lesionados (que, recordemos, tuvieron un fuerte impacto en las malas temporadas 2019 y 2020).
Sample (el TE) sigue en paradero desconocido. Esperábamos que Moss diese réplica, pero no termina de cuajar y además se ha lesionado. En los linebackers, estamos en serios problemas si se nos cae alguno de los 3 principales. Con la baja de Mixon, se espera que Perine ocupe su lugar, pero quizá Evans sea un RB más parecido al sooner. El problema es que apenas ha tenido participación. Probablemente me esté poniendo la venda antes que la herida, pero temo que cuando lleguen las lesiones (que llegarán) volvamos a retroceder en nuestra progresión.
Retornos X
Hasta la fecha, hemos estado bastante ineficaces en este ámbito del juego. Phillips no está compensando con los retornos de punt sus problemas en defensa. No rompe en velocidad, y algunos fair-catch son bastante discutibles. El jueves pasado, dado que Wilson actuó de forma continuada en defensa supliendo a Bates, le correspondieron también los retornos de kickoff y estuvo igualmente inoperativo. Por cierto, tampoco Wilson estaba teniendo demasiado acierto.
Cuando un equipo anda tan justo en las otras dos fases del juego, necesita que los equipos especiales aporten, si no anotaciones, al menos, ayuda en la batalla posicional. Los pateadores y el equipo de cobertura están bien, pero nos hace falta más explosividad.
Plan de juego X
Quizá esta sea la parte más problemática. Todos esperábamos que, en su tercer año, veríamos algún tipo de avance en el juego ofensivo de Taylor a nivel táctico. Sin embargo, todo es más de lo mismo. Carreras en zona (eso sí, algo mejor ejecutadas), pases fáciles a la flat buscando bloqueos, rápidos cortes al slant… El QB-sneak sigue siendo nuestra jugada fetiche, y a veces ya ni siquiera funciona. Y los TE, excluidos del juego de pase. No nos dejemos obnubilar por el partidazo de Uzomah contra Jaguars. Antes de ese encuentro, apenas llevaba 4 recepciones.
Los fanáticos seguimos con pasión cada movimiento de nuestro equipo, pero hay que reconocer que, para el aficionado neutral de la NFL, ver un partido de los Bengals se hace un poco cuesta arriba. Ni una miserable jugada imaginativa, nada de fantasía que pueda desatascar algún drive que se nos complique. Bastante previsible todo el plan de juego. Máxima simplicidad en los dos primeros downs para apelar al talento de los Chase, Boyd, etc. para salvar los terceros downs.
Cargo aquí contra Taylor, porque todo apunta a que Callahan sigue igual de intrascendente. Es de alabar la actitud, pero carece del talento de los buenos entrenadores. Su falta de brillantez será, a corto o medio plazo, un lastre para Burrow. Cualquier entrenador de football mataría por una ofensiva con los playmakers de la nuestra. Si la directiva está comprometida con Taylor, quizá habría que traerle un coordinador ofensivo de más nivel, y obligarle a delegar.
En todo caso, creo que en este primer cuarto liguero hay más factores positivos que negativos. Por supuesto, no hay que volverse loco por derrotar a equipos con un balance combinado de 2-10. Todavía hay mucho por andar, y este próximo tramo hasta el bye, donde nos veremos ante Packers, Ravens y Browns, deberá marcar en qué punto estamos de nuestra evolución. Como dijo Burrow, no siempre podemos ser perfectos. Nadie pide una perfección que no existe (ni siquiera los Patriots de Brady), tan sólo fijar unos estándares de rendimiento que transformen nuestra mentalidad para llevarnos los partidos apelando al oficio en vez de a la fortuna.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com