Opinión

¿Pronto para preocuparse por la rotación de DE’s?

Todos respiramos aliviados cuando Cincinnati fue capaz de conseguir en la cuarta ronda del reciente draft a Andrew Billings, el 1-technique defensive tackle de Baylor que podría ser el compañero de Geno Atkins en el interior de la línea defensiva por muchos años. Ahora bien, ¿qué refuerzos han llegado para la posición de defensive end? No sólo no ha venido nadie, sino que Bengals ha perdido a Wallace Gilberry, que el año pasado disputó casi el 60% de los snaps entre el exterior y como nickel inside rusher en multitud de subpackages. Detrás de Carlos Dunlap no hay nadie, y Michael Johnson  ya no es aquel jugador que se marchó a Tampa Bay por una suma ingente de dinero hace dos temporadas.

Una de las cosas que pusieron de manifiesto tanto los Denver Broncos como los Carolina Panthers durante el pasado curso y a lo largo de los Playoffs es que el football es un deporte que se sigue ganando en las trincheras. Una buena presión sobre la línea ofensiva y el quarterback rival garantiza o bien un sack o una mayor probabilidad de pérdida de balón o decisión precipitada. Además de eso puede esconder o hacer mejor a la secundaria del equipo, algo que, por cierto, Cincinnati podría necesitar tras perder varios titulares importantes en la unidad. No sólo es importante contar con buenos titulares, como en el caso de Denver a Von Miller y DeMarcus Ware, sino que contar con jugadores rotacionales como Shaquil Barrett o Shane Ray se antoja imprescindible para mantener un alto nivel de presión constante y además poder llenar los subpackages con peligrosos edge rushers. Carolina también parece creer que está idea no es descabellada puesto que podría haber dejado marchar a uno de los mejores cornerbacks de la liga en Josh Norman por no estar dispuestos a invertir demasiado dinero en él cuando varios defensive linemen van a requerir contratos nuevos la próxima offseason.

Volviendo a Cincy, la defensa de Paul Guenther podría estar afrontando una situación similar a la que se encontró en 2014 precisamente cuando Johnson hizo las maletas, aunque sí que es cierto que Atkins ya está totalmente recuperado de la grave lesión sufrida en 2013 y es el hombre capaz de hacerle la vida más fácil al resto. Sin embargo, llevamos ya varias temporadas comprobando cómo cuando el 3-technique de Georgia no está, la defensa de Bengals es incapaz de generar nada en el frente, y a pesar del salto en sacks de un año a otro – con la grata sorpresa de Domata Peko cosechando cinco -, si algo le ocurriera o a él o a Dunlap el panorama podría ser muy, muy feo.

Reemplazar a Atkins se antoja tarea muy complicada, es uno de los mejores en su puesto en toda la NFL y uno de los mejores inside defensive linemen de su generación. Ya vimos como cuando estuvo fuera por lesión Bengals sufrió horrores, pero al menos el fichaje de Billings en el draft es un intento de reforzar la unidad y hay que reconocerlo. Sin embargo, la falta de visión con respecto a la posición de defensive end es peligrosa ya que el único jugador capaz de vencer a un offensive tackle por velocidad – lo que abre el resto de movimientos de un pass rusher – es Dunlap, y el único defensive end que está por encima de la media es él. Johnson es un especialista contra la carrera y sólo puede jugar en el lado derecho. Cuando se marchó los Bengals draftearon a Will Clarke en tercera ronda con la intención de que fuese su relevo a largo plazo. En dos temporadas apenas ha mostrado nada – aparte de los ocasionales pequeños destellos en los amistosos de preparación – y aún así su perfil, al menos físico, es similar al de Johnson. Margus Hunt, uno de los mayores busts de los drafts recientes de Cincinnati, cumplirá 29 antes de comenzar la campaña aunque muchos le siguen tratando como si fuera una promesa. Además de abusar de third-stringers en pretemporada su rendimiento ha sido deplorable con Bengals y es ahora mismo el principal edge rusher suplente del equipo. Los intentos de Cincy de reforzarse aquí en las últimas temporadas de momento han sido swing and misses y las elecciones usadas en ellos han sido altas – ¿Dontay Moch alguien ? -. Genial.

¿Es Marcus Hardison la solución? El cuarta ronda en el draft de 2015 demostró en pretemporada que podría tener sitio en el equipo, aunque ya sabemos que eso no quiere decir absolutamente nada a largo plazo. Su perfil es parecido al de Gilberry, pero con la diferencia de que mientras este último – ahora con Lions – era un defensive end que a veces pasaba dentro, Hardison es un tackle que tendría que ver tiempo importante fuera sin la garantía de poder aplicar su velocidad y primer paso contra offensive tackles titulares de la misma manera que tal vez sus cualidades seguirían siendo mejor aprovechadas como 3-technique.

Todavía es pronto para saber si está es la rotación que Cincinnati tendrá de inicio en la posición, y hay algunos jugadores, como el antiguo primera ronda ex de Colts Björn Werner, en el mercado que podrían merecer un vistazo, pero a día de hoy el estado de la unidad no es nada halagüeña y menos si se quiere competir con los mejores.

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