Acostumbrados a fijarnos en ellos en tareas de recepción, muchas veces se nos pasa por alto la importancia de los wide-receivers en el juego de carrera. Quizá la contribución de Sanu no fuese estadísticamente muy relevante, pero aportaba muchas más cosas, no sólo con el balón en las manos en end-arounds o incluso pasando, sino bloqueando para sus compañeros. Igualmente, Marvin Jones, aparte de usar sus manos prodigiosas para atrapar el oval, también las utilizaba para intentar ayudar a los runningbacks cuando la carrera discurría por su zona. Les vamos a echar mucho de menos en esas acciones que normalmente suelen pasar desapercibidas. Veamos un ejemplo.

En la figura de arriba, vemos como el ataque bengalí presenta una formación con personal 11 (1RB, 1TE, 3WR), con el quarterback en shot-gun. Todo apunta a una jugada de pase, y así lo debieron pensar los Steelers con su particular formación defensiva nickle 2-4-5, con un CB extra (Boykin) en lugar del tradicional NT, y un ILB especialista en pass-rush (Williams) en sustitución de Shazier.