“Grandes esperanzas” es una de las novelas más famosas de Charles Dickens. Pero también es el nombre como titularíamos los seguidores bengalíes la temporada que se nos avecina. Cuando se viene desde tan abajo como la última posición de la NFL sólo es posible mejorar. Pero no es éste el objetivo. Al menos, no el único. Por supuesto debemos mejorar en muchas facetas, pero la más importante de todas es la de generar ilusión entre el aficionado. Es duro ver perder a tu equipo prácticamente todas las semanas, pero habrá merecido la pena si como consecuencia de este sufrimiento, se consiguen asentar las bases de una escuadra que sea ganadora. Pero no ganadora de 7, 8 o 9 partidos para salvar la cara. Lo que queremos, de una vez ya, es que nuestra franquicia toque el techo de la competición. Volver a ser importantes. Y si no puede ser este año, que al menos, cuando acabe esta singular temporada como consecuencia de la covid-19, tengamos la sensación de que se vienen grandes cosas. Próxima estación: Esperanza.
Ya tenemos la primera lista de 53 jugadores. No hay muchas sorpresas. En todo caso, esto es lo que hay, y será analizado más adelante. Con estos ladrillos debemos construir un edificio que sea capaz de (no necesariamente en este orden):
- Consolidar una ofensiva fluida. El primer paso es mover las cadenas. Hacer que Burrow crezca en confianza y, por consiguiente, no agotar a la defensa perdiendo la batalla de la posesión. El año pasado, Huber fue nuestro MVP. No podemos permitir que el punter vuelva a ser el jugador más relevante. Más importante que el big-play es el primer down.
- Frenar la carrera rival. El año pasado nos pasaron por encima corriendo. Una línea inconsistente, unos linebackers lentos, y unos safeties poco contundentes consumaron la tormenta perfecta. Se ha tratado de poner remedio desde el draft y la agencia libre, pero hasta que los Reader, Bell, Davis-Gaither, etc., encajen en el sistema de Anarumo, tocará al resto poner en el campo más determinación que en el pasado.
- Parar a los tight-ends. Una de las deficiencias endémicas de la unidad (quizá por carecer de buenos TE en la ofensiva contra quienes entrenar). Se supone que una de las virtudes de Logan Wilson es ésta, y desde el primer día se le va a pedir que la ponga en práctica. Pero también los safeties deben contribuir. Desde Iloka no hemos tenido ninguno capaz de cubrir de forma mínimamente decente esta misión.
- Proteger a Burrow. Nos hemos cansado de repetir las carencias de nuestra línea ofensiva, pero al menos este año habrá que sobrevivir con lo que tenemos. Por esta razón, es importante que los TE mejoren su capacidad para proteger al QB, e incluso Mixon, quien se supone tendrá una presencia significativa, responda en este cometido cuando le sea requerido. Pero también la parte estratégica será fundamental, diseñando jugadas en las que el oval esté el menor tiempo posible en las manos de Burrow.
- Eficacia en la red-zone. El año pasado fuimos de los peores equipos en este apartado. Después de tanto que nos cuesta llegar, no podemos salir solamente con 3 puntos. Contar con la habilidad de Green en un alivio, pero por diseño, quizá acciones de Tate, Uzomah, o del propio Burrow, deberían probarse también. Tampoco vería mal, ahora que tenemos un RB de poder, utilizar a Perine en estas situaciones.
- Mejorar el pass-rush. Nuestra secundaria, que no era ni mucho menos espectacular, ha sufrido un duro golpe con la baja de Wynes. La mejor manera de ayudarles es poner en aprietos al QB y que no pueda pasar cómodo. Aparte de los veteranos Dunlap y Atkins, necesitamos mayor aportación de los jóvenes. Hubbard debe aprender a optimizar las veces que rompe la línea rival; y Lawson, mantenerse a salvo de las lesiones. Pero quizá algo más de blitz, bien por parte de los OLBs o de los DBs, tampoco vendría mal.
Estas son algunas de las tareas que deberán completar los siguientes jugadores:
Roster 2020
Quarterbacks (2): Joe Burrow, Ryan Finley. (PS: Brandon Allen)
Burrow era nuestro titular ya desde mediados de la temporada pasada, aunque estuviese “cedido” en LSU. Con todo lo que supone, a nivel de paciencia, iniciar con un QB novato, con el agravante de no haber tenido ni un partido de adaptación. No esperemos grandes cosas desde el primer día; pero si es así, tampoco nos creamos que todos los días serán igual.
Más incertidumbre había sobre su suplente. Finalmente, los entrenadores han preferido jugar la carta de lo conocido. Finley conoce el sistema y a los compañeros, lo que le situaba por delante de Allen, y su experiencia (y estatus) prevalecía sobre Dolegala. No me ofrece la más mínima confianza. Esperemos que nunca tenga que jugar. En todo caso, para tener como el año pasado 2 inútiles en la suplencia, prefiero dejar solamente 2 QBs para aprovechar esa plaza en otra posición, y que el 3º se quede en el Practice Squad.
Runningbacks (4): Joe Mixon, Giovani Bernard, Trayveon Williams, Samaje Perine. (PS: Jacques Patrick)
Tras el corte de Anderson, parecía claro que habilitarían un hueco para un corredor Norte-Sur, perfil del que carecíamos. La batalla entre Perine y Patrick la ganó el favorito, el sooner, quien aparte de su complicidad con Mixon tenía a su favor haber estado ya en el equipo durante una breve estancia en 2019. Esto implica para Williams que, a menos que se gane un sitio en equipos especiales, va a tener complicado debutar en la ofensiva (salvo lesión).
Lo que deseamos es que no haya que esperar, como el año pasado, a que transcurra media temporada para que le den a Mixon el protagonismo que merece. Su renovación, elevada según algunos, debe empezar a rentabilizarse ya. Gio seguirá en su papel de 3ºs downs, intentado destacar todo lo posible para evitar ser una “cap-casualty” el próximo año.
Wide-receivers (7): A.J. Green, Tyler Boyd, John Ross, Tee Higgins, Auden Tate, Mike Thomas, Alex Erickson. (PS: Stanley Morgan, Trenton Irwin, Scotty Washington)
Con la vista puesta en formaciones de 3 receptores, y la utilización de estos jugadores en equipos especiales, reservar 7 para el roster principal me parece lo más oportuno. Green y Boyd serán titulares prácticamente en todos los snaps, con Ross, Higgins y Tate en función de las ocasiones repartiéndose el trabajo. Los que más se juegan son Green y Ross, ambos en último año de contrato. El primero, demostrar que sigue siendo un WR elite y que las lesiones son producto de la mala suerte y no de un físico poco trabajado. Mientras que Ross, como Green, tiene que dejar atrás sus eternos problemas de salud, y hacer valer su estatus de top-10 del draft, ya sea para poder convencer a la directiva de dejar ir a Green y renovarle a él, o buscar buen acomodo en otra franquicia.
Thomas y Erickson son sendos puntales en equipos especiales: en cobertura y retornos. Tampoco son mancos y pueden ayudar en ataque. No sé cuántos WR activaremos para los partidos, pero al menos uno de los dos seguro, y puede que esto suponga que alguno de los anteriores se quede vestido de paisano algún que otro domingo. Del PS mención para Morgan, un excelente elemento en equipos especiales, y para el potencial de Washington como receptor grande.
Tight-ends (3): C.J. Uzomah, Drew Sample, Cethan Carter. (PS: Mason Schreck, Mitchell Wilcox)
El grupo es malo. Pero al menos, no es extenso, y no hay ningún paquete cerrando el camino a otro compañero. Nos quedamos con un receptor, un bloqueador, y uno de equipos especiales. Uzomah apunta a titular, porque parece el más equilibrado entre una misión y otra. Sample puede tener opciones en formaciones de doble TE o power-OL. Carter quizá sea uno de los sacrificados con la inactividad, pero su labor también es importante.
Aunque haya sobrevivido en el PS, creo que el tiempo del monstruo Schreck con nosotros se agota. Si ha sido incapaz de hacerse hueco en un conjunto tan mediocre, veo complicada su continuidad. Wilcox es más receptor, lo cual le convierte en el “bicho raro” de la unidad, ya que nuestros entrenadores, al menos por lo visto el año pasado, no terminan de sacar partido de esta unidad a la ofensiva.
Línea ofensiva (9): Bobby Hart (RT), Xavier Su’a-Filo (RG), Trey Hopkins (C), Michael Jordan (LG), Jonah Williams (LT), Billy Price (G/C), Hakeem Adeniji (G/T), Fred Johnson (G/T), Deion Calhoun (OG). (PS: Josh Knipfel – G/T, Keaton Sutherland – C/G)
Desde el cuerpo técnico transmiten una tranquilidad con respecto a esta unidad que no es absoluto compartida por los aficionados. El centro de las críticas es el RT Hart, a quien Johnson ha sido incapaz de disputarle la titularidad durante el training-camp. Hay interés por confirmar las expectativas depositadas en Williams, pero aun cumpliéndolas, sólo es una mitad de la línea. Por su parte, Price sigue sin encontrar sitio, ni siquiera desplazando en el guard a un 4º ronda como Jordan, o a un trotamundos como Su’a-Filo.
Por otro lado, en la lectura de la declaración oficial del club contra la discriminación racial, fue Hopkins quien primero tomó la palabra, lo que parece síntoma de su crecimiento como líder del equipo. A destacar también el corte de Redmond para traer a Calhoun, cortado en Dolphins, cuya OL tampoco es para tirar cohetes. En todo caso, es de agradecer que el nuevo cuerpo técnico no se ate a viejas momias y prefiera apostar por jóvenes con proyección.
Sorprende que en el equipo de prácticas sólo haya un liniero ofensivo, el polivalente Knipfel. Quiero creer que, tras los cortes en otros equipos, y contando con que para el PS hay habilitadas 16 plazas y solo tenemos cubiertas 14, pueda entrar algún efectivo más. (NOTA: Tras la edición de este artículo se firmó a Sutherland, procedente de la OL de Miami).
Línea defensiva (9): D.J. Reader (NT), Geno Atkins (DT), Carlos Dunlap (LDE), Sam Hubbard (RDE), Carl Lawson (DE), Mike Daniels (NT), Khalid Kareem (DE), Christian Covington (DT), Andrew Brown (DT/DE). (PS: Freedom Akinmoladun – DT, Kahlil McKenzie – NT, Amani Bledsoe – DE).
Lo mejor que podemos decir aquí es que se trata de una unidad equilibrada. Cada titular tiene más o menos un suplente de parecidas características (Reader-Daniels, Atkins-Covington, Dunlap-Lawson, Hubbard-Kareem), con Brown pudiendo jugar por dentro o por fuera en función de las situaciones y la formación que presentemos. Algo similar ocurre con las plazas de practice squad.
La idea es fomentar las rotaciones, y que los “buenos” lleguen menos cansados a los minutos finales donde se deciden los partidos. El año pasado, el declive físico en las segundas partes fue un lastre que nos privó de alguna victoria más.
Aquí destacaría el fichaje de Daniels para cubrir las bajas de Tupou y Wren. La directiva no se conformó con un segundón para la suplencia y apostó por un jugador veterano de contrastada calidad. También el traspaso de Calitro para traer a Covington. No conozco mucho a este jugador, pero el hecho de buscar un canje por un linebacker que no iba a hacer roster me parece un síntoma de que desde la directiva no se deja el cuerpo muerto, sino que pretende ayudar a Taylor en su proyecto.
Linebackers (6): Germaine Pratt (WLB), Josh Bynes (MLB), Logan Wilson (SLB), Akeem Davis-Gaither (WBL), Markus Bailey (MLB), Jordan Evans (SLB). (PS: Kendall Futrell – OLB).
Finalmente fueron 6 los elegidos, aunque se espera que la mayoría de las veces sólo se alineen dos. Sobreviven tanto el 7ª ronda Bailey como el infrautilizado Evans. Imagino que, si se activan para los partidos, su función estará más enfocada hacia los equipos especiales. Poca sorpresa en los titulares. Bynes llevará la comunicación con la banda, esperando una buena compenetración con el resto de compañeros (4 de los 6 son nuevos).
Poco se ha comentado sobre la evolución de los jóvenes, pero creo que el hecho de desprendernos de Calitro es significativo de que se encuentran cómodos con este grupo. Así como no contar con más efectivos en el PS (Futrell, de hecho, está listado como DE, pero es muy pequeño para esa posición). Interesante ver si Anarumo se decide por Davis-Gaither en el extremo opuesto a Pratt, centrando a Wilson junto a Bynes, en formaciones de 4 LBs.
Defensive-backs (10): William Jackson (RCB), Mackensie Alexander (LCB), Vonn Bell (SS), Jessie Bates (FS), Darius Phillips (SCB), Torry McTyer (CB), LeShaun Sims (CB), Tony Brown (DB), Shawn Williams (SS), Brandon Wilson (FS). (PS: Winston Rose – CB, Trayvon Henderson – SF, IR: Trae Waynes – CB).
La lesión de Waynes trastoca toca la unidad. No está claro que pueda volver, ya que se espera que vaya a perderse muchas jornadas. Pensé que su plaza iba a ser cubierta por Rose, que había hecho un buen training-camp, pero los entrenadores confían más en McTyer. En todo caso, lo importante es cómo cubrimos su ausencia en la alineación. A Jackson le tocará volver a ser CB1, categoría donde se encuentra menos cómodo. Entre Phillips y Mackensie deberán cubrir el otro exterior, aunque ambos son más bien slot-CBs. Es muy probable que estos tres compartan muchas situaciones a la vez sobre el césped. Es resto del grupo es relleno sospechoso. No proporciona excesiva tranquilidad las opciones de banquillo, y esta posición es propensa a lesiones.
Aunque es un recién llegado, el carácter de Bell le hace candidato a líder de toda la defensa. Por supuesto, deja a Williams en un papel secundario, a menos que encuentre acomodo ejerciendo un papel híbrido LB-SF. Wilson debería ser el retornador oficial, así que su presencia entre los activados a los partidos es fija. Va a estar competido entrar en los 48 escogidos, cifra que será novedad este año.
Equipos especiales (3): Randy Bullock (K), Kevin Huber (P), Clark Harris (LS).
Ninguna novedad aquí con respecto al año pasado. Huber y Harris lo hicieron bien, pero ¿Bullock? Hay opiniones contradictorias. Puede que no sea tanto que no lo hiciera bien como que quizá sea posible encontrar otro que lo haga mejor. La falta de potencia de sus chuts son un lastre que obliga a avanzar más a la ofensiva para tener ciertas opciones de convertir el drive en puntos.
El nuevo convenio permite designar cada semana a dos jugadores del Practice Squad para que formen parte del roster (y por tanto, no puedan ser “robados” por otros clubes), pero cada jugador sólo puede hacerlo dos jornadas. Después debe ser incluido entre los 53 o cortado. Belichick no ha designado ningún kicker en el roster principal de los Patriots, pero ha dejado 2 en el PS. Supongo que su intención es “asegurar” otros jugadores de otras posiciones, y dejar para el día del partido la decisión sobre el kicker. Quizá sea una política que veamos repetir en otros clubes conforme avance la competición.
Con estos mimbres tendremos que componer un cesto que nos permita creer que un futuro mejor es posible. Que despeje los nubarrones del pasado y deje pasar las luces del éxito. Tengo un sueño. Uno modesto. No pido mucho. Tan sólo, que la temporada 2020 termine IGUAL que la 2019. Sí, así es. Con Joe Burrow levantando un trofeo.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com