¡Volvió la NFL! En estos tiempos de “nueva normalidad”, cualquier atisbo de “vieja normalidad” es para celebrar. No obstante, la maldita pandemia de la covid-19 todavía condiciona demasiado nuestras vidas. Por ejemplo, este partido se disputará sin que los jugadores puedan sentir el aliento en la grada de sus aficionados. Aunque lo cierto es que precisamente si a algo están acostumbrados estos equipos es a no tener demasiados seguidores en sus propios estadios…
Aunque sin público en el Paul Brown Stadium, la “liga de Joe Burrow” para los nuestros comenzará el próximo domingo 13, a las 10 de la noche en España, 3 de la tarde en México. La tardía hora permitirá que vistamos de negro (camiseta y pantalón) y no de blanco como suele ser costumbre cuando jugamos más temprano en casa en Septiembre (por cierto, una de las solamente 5 veces que vestiremos este color este año, en mi opinión excesivamente “blanco”).
Hasta la climatología está esperando con ansia el inicio de la NFL, porque la tarde-noche en Cincinnati será agradable, con apenas viento, unos 23ºC de temperatura y, eso sí, mucha humedad (más del 75%), como corresponde a lo habitual en la “Queen City”. Debutamos contra los Chargers, el equipo donde milita nuestro ex-LB Vigil. Volverán a verse las caras antiguos compañeros de Ohio State: Joey Bosa y K.J. Hill por un lado, y por el nuestro Sam Hubbard, Billy Price, Vonn Bell… y el propio Joe Burrow. Por cierto, Joey Bosa no tiene nada que ver con nuestro preparador de “strength and conditioning” Joey Boese.
Otros excompañeros que se reencontrarán son Bulaga y Daniels, quienes ya se veían las caras en los entrenamientos de Packers DL contra OL. Taylor y Bynes, que coincidieron en el ataque y la defensa de Baltimore. Su NT Joseph con nuestro CB Alexander en Vikings. Y su center Pouncey, quien durante un breve tiempo estuvo bajo las órdenes de Turner en Dolphins.
Será la 37ª vez que nos enfrentemos a los Chargers, y la segunda desde su cambio a Los Angeles. El balance es favorable a ellos por 20-14 en temporada regular, estando empatados a 1 en playoffs. La última vez que nos enfrentamos fue en 2018 en Los Angeles (la primera vez que jugamos allí contra ellos tras su cambio de sede) y palmamos, pero las 4 veces anteriores que nos habíamos visto las caras en temporada regular (2 en Cincy y 2 en San Diego), la victoria cayó de nuestro lado. No nos ganan desde 2009… si exceptuamos el infausto wildcard de 2013.
Nos arbitrará Clay Martin, un colegiado de voz profunda, quien entró en la NFL como “umpire” en 2015 y es árbitro principal desde 2018. Compagina este trabajo con el de entrenador del equipo masculino de baloncesto del instituto de Tulsa (Oklahoma) donde reside. Como árbitro principal sólo nos ha pitado una vez, en la derrota el año pasado en Baltimore. Nos pitó 4 faltas a nosotros, por 10 a ellos, pero estuvieron muy rápidos de silbato al parar un par de pérdidas de Ravens como down-by-contact y no dejarnos continuar la jugada.
Normalmente, siempre suelo comenzar estas introducciones con algún dato sobre los equipos, pero en ausencia de los partidos de pretemporada, el desconocimiento sobre el posible desempeño de los equipos es absoluto. Podría también traer estadísticas del año pasado, pero ¿se parecen en algo estos Bengals de Burrow a los de Dalton? ¿o estos Chargers de Taylor a los de Rivers? Pues eso. El espectáculo que nos espera el próximo domingo es absolutamente impredecible.
En ataque
Obviamente, el factor decididamente diferencial es la presencia de Joe Burrow a los mandos, por lo que lo lógico es empezar por él. Durante los entrenamientos hemos visto ensayar jugadas de RPO (Run-Pass-Option), lo que nos hace sospechar que las veremos ejecutar en varias fases del encuentro. Quiero pensar que más en la segunda parte, una vez hayamos identificado mejor las formaciones de los angelinos. Tener un QB con la movilidad y visión de juego de Burrow nos da garantía de éxito en estas situaciones.
Por otro lado, el propio QB ha reconocido la inclusión en el play-book de jugadas con las que se sentía cómodo en LSU. Recordemos que allí eran habituales las formaciones con múltiples receptores, así que aquí podemos esperar lo mismo. Esto significaría una alineación base con 3 receptores, donde podemos intuir a Ross como receptor “X” (o “split-end”), a Boyd como “Y” (en el “slot”) y Green como “Z” (“flanker”) una vez que A.J., tras ser llevado entre algodones toda la pretemporada, seguro que estará disponible para el encuentro.
También hemos visto repetir hasta la saciedad handoffs a Mixon, lo que nos hace suponer que el runningback recién renovado será muy utilizado en estos primeros partidos hasta que Burrow se suelte y adapte a la velocidad de la NFL (lo de adquirir más confianza es complicado, ya que su autoestima es muy elevada, como demuestran sus últimas declaraciones señalando que ha venido aquí a ganar partidos importantes, y nada de conformarse con un 8-8).
El juego de carrera será fundamental por varios motivos. El primero de ellos es la calidad de Mixon, que debemos aprovechar, pero otro factor no menos importante es descargar de presión a la línea ofensiva en protección de pase. Bosa puede ser una pesadilla para Burrow, y la mejor manera de desactivarle es correr por su lado para que se lo tenga que pensar dos veces antes de atacar el pocket y dejar descubierto su flanco.
Esto nos lleva a la parte más delicada, la línea ofensiva. En el training-camp hemos visto como hasta cualquier mindundi destinado al equipo de prácticas abusaba de ella, por lo que no terminamos de entender la tranquilidad que aparentemente muestran nuestros entrenadores. La formación es la esperada (Hart–Su’aFilo–Hopkins–Jordan–Williams), ya que ningún suplente ha sido capaz de disputarles la titularidad. Esto implicará que los TE deban ocuparse más de acciones de bloqueo que de recepción, y que incluso los RBs tengan que fajarse en esta faceta, labor en la que siempre ha destacado Gio Bernard, ¿o debemos decir “Super Mario”?
En defensa
Si el ataque presentará grandes novedades, idéntico destino le podemos asignar a la defensa. Hasta 5 caras nuevas en la previsible alineación titular: Reader, Bynes, Bell, Alexander y Phillips (que no es nuevo, pero estrenará titularidad por la baja de Waynes). Cambio de jugadores, pero también de estilo, de dinámica, y hasta de formación base.
La línea defensiva es a priori la que sufrirá menos variaciones. La inclusión de Reader por Billings es un cambio jugador por jugador en la misma posición, pero con un notable salto de calidad. El resto igual. Atkins le acompañará por el medio, con Dunlap y Hubbard en los extremos. Se espera eso sí, una mayor rotación (dejar a Daniels o Lawson enfriar en el banquillo es un lujo que no nos debemos permitir), sin descartar formaciones de 3 DL, o añadir un 5º DL como rusher en situaciones concretas.
La secundaria sufrió un duro golpe con la lesión de Waynes, previsible CB1 tras su fichaje. Esto provoca que Phillips, en principio un CB de slot, deba asumir la titularidad en el exterior, con Jackson en el otro costado. Si los Chargers alinean muchos receptores podemos quedar en inferioridad por falta de personal, pero ya nos ocuparemos de esto más adelante.
Importante la elección de Bell y Bynes como capitanes. Dos recién llegados que rápidamente han dejado su sello y liderazgo. Una función, la de líder, muy importante y huérfana desde que largamos a Burfict. Shawn Williams también es otro capitán, pero creo que más por antigüedad que por méritos pasados. De hecho, su papel apunta a estar más limitado este año (por cierto, último de contrato que, con 30 en 2021, veo difícil de renovar). Por su parte, Bates seguirá como safety profundo, en la esperanza de que este año le lleguen a su posición menos jugadores sin placar por sus compañeros más adelantados.
Dejo para el final la unidad más renovada, la de linebackers. Si nos guiamos por el depth–chart oficial (en principio, lo lógico), la base estará formada por 2 jugadores: Bynes y Pratt. Sin embargo, lo normal es que en situaciones de pase entren los “Wilson’s”. El novato Logan, por su mayor velocidad y capacidad para cubrir tight-ends, y Brandon con su aceleración y contundencia de safety, por su experiencia como CB.
El rival
Llegan los Chargers estrenando nueva equipación (tampoco muy espectacular ni demasiado diferente a la antigua, pero esto siempre es un aliciente) y sobre todo, nuevo QB tras 16 años de Rivers (que se dice pronto). A Tyrod Taylor ya le conocemos (aunque él también nos conoce bien desde su etapa en Baltimore). Nuestro balance contra él es 1-1 (ambos partidos cuando estaba en Bills). Nos puede generar peligro más con los pies que con las manos. Es un QB móvil, de los que siempre se nos suelen atragantar. La clave sería hacer bien el “contain”, dejarle acorralado en el pocket y que se la tenga que jugar lanzando (nunca nos ha hecho más de 200 yardas). En el pase no es tan efectivo, pero cuidado con su lanzamiento profundo, que hasta un reloj parado da bien la hora dos veces al día.
Aunque no sea muy preciso lanzando, tiene a dos monstruos recibiendo. Mike Williams y Keenan Allen forman una de las mejores parejas de WRs de la liga. Entre ambos sumaron 2200 yardas el año pasado, con los dos superando las 1000. Son dos receptores grandes y físicos, pero también veloces. Muy peligrosos como puedan recibir con comodidad.
Tras ellos, la calidad del grupo baja, pero cuidado con su unidad de tight-ends. Hunter Henry es de los más prolíficos de la NFL, y Virgil Green, aunque más bloqueador, posee una gran experiencia. Me preocupa que, si no estamos muy encima de ellos, puedan sumar primeros downs y llevar el partido a su terreno.
El juego de carrera es cosa de Austin Ekeler, un running-back que también está en el molde de los que nos hacen daño: pequeño y elusivo. Mucho cuidado cuando salga a recibir fuera del backfield. Otro punto fuerte de su ataque es la línea ofensiva, reforzada esta agencia libre con Bulaga (OT) y Turner (OG). Hay serias dudas de que su center titular, Pouncey, pueda disputar el partido, lo que nos da una oportunidad de presionar por el medio.
En defensa destaca un nombre propio: Joey Bosa. El fantástico defensive-end, sin duda entre los tres mejores de la liga, estará secundado por Melvin Ingram en el otro extremo de la línea, otro excelente rusher. Más le vale a Burrow soltar el oval cuanto antes, porque por el centro tienen a Linval Joseph, otro animalito.
La buena noticia es que tras ellos, baja el nivel. En la línea de LBs tienen a Denzel Perryman y al novato Kenneth Murray que, siendo buenos, tampoco es lo más grave que nos vamos a encontrar en la NFL. La secundaria se ha reforzado con el CB Chris Harris, ex del rival divisional Broncos, quien pese a no estar ya en su “prime” a los 31 años, aún conserva buena parte de su calidad. De su otro CB titular, Casey Hayward, podemos decir básicamente lo mismo.
Como curiosidad final, su kicker Badgley tiene el récord de la franquicia en un field-goal de 59 yardas anotado en 2018… precisamente contra nosotros.
La clave
Estamos al inicio de una competición muy particular. Si en todos los debuts son normales los errores, mucho más sin partidos de pretemporada donde ensayar jugadas y corregir defectos. Por lo tanto, el partido se lo llevará el equipo que menos equivocaciones cometa.
Cuando hablo de “errores” no me refiero solo a turnovers. Puede haber confusiones de asignación en las marcas defensivas que dejen a jugadores solos. Balones que se dirijan a una parte y el receptor a otra por problemas de coordinación QB-WR. Falta de contundencia en los placajes por la larga inactividad “real”. Linieros ofensivos que concedan sacks de rushers libres de oposición al bloquear a quien no le tocaba. Falta de puntería del kicker, o despistes en la cobertura de retornos.
Obviamente, el turnover es el fallo capital. Alinear un QB rookie sin el adecuado rodaje es un peligro en este sentido; pero por otra parte, también nosotros debemos aprovechar que Taylor es un pasador mediocre e intentar anticiparnos a sus lanzamientos. Clave: asegurar la posesión en ataque, sin asumir riesgos innecesarios; y ser “agresivos” en defensa a la caza de la intercepción.
Pero otra fuente de errores son las penalizaciones, que presumo serán abundantes en esta primera toma de contacto con la competición. Hay que reducir a la mínima expresión las salidas falsas, interferencias de pase, holdings… y por supuesto, todas aquellas “evitables” como faltas personales o desconsideraciones al contrario.
Por tanto, la concentración será fundamental, más allá de disposiciones tácticas o elaboradas estrategias. Mantener la profesionalidad desde el kickoff inicial, estando muy pendiente cada uno de realizar el trabajo que le hayan ordenado los entrenadores. Tiempo habrá después de analizar si los planteamientos han sido los mejores. Debemos ir paso a paso, afianzando una base sólida sobre la que crecer más adelante.
Imagino un encuentro muy igualado, que puede decidirse por un simple detalle. Quizá nos espera un partido “durillo de ver”, ya que no podemos pretender a estas alturas una calidad exquisita en el juego de ninguna escuadra. Supongo que el marcador será bajo, lo que me reafirma en la necesidad de aprovechar y maximizar todas las oportunidades de anotación. Pero soy optimista (si no lo somos ahora, ¡cuándo si no!). Creo que ganaremos. Por muy poco margen, pero Burrow saldará con victoria su primera incursión en la NFL.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com