Historias de los Bengals

MIKE REID UN JUGADOR CON RITMO

Se dice que un jugador de la NFL juega una media de entre tres y cuatro temporadas en la liga. El protagonista de hoy está muy cerca de estos datos. Jugó en nuestra franquicia un total de cinco temporadas y no exagero en absoluto si os digo que iba camino del Hall of Fame. Tenía el talento, los números y el reconocimiento, pero al igual que a Andrew Luck su estado físico fue uno de los aspectos que le llevó a retirarse. Se puede decir que no tenía miedo a los escenarios, hoy, uno de los elegidos en 2017 entre los mejores 50 de nuestra historia y una auténtica pesadilla para los quarterbacks rivales, el defensive tackle Mike Reid.

Michael Barry Reid nació el 24 de mayo de 1947 en Altoona, Pensilvania. Reid asistió a la Universidad Estatal de Pensilvania, donde jugó como DT en Penn State. Allí, además de jugar al football también ganó el título de lucha libre de peso pesado del Este en 1967. En sus días como Nittany Lion, fue capitán durante las temporadas invictas de 1968 y 1969. En esa época emergió como una estrella durante los primeros años de la carrera de entrenador de los Nittany Lions de Joe Paterno. A Paterno siempre le gustó que sus jugadores tuvieran otros intereses y se especializaran en una variedad de temas diferentes como negocios, periodismo, física y música. Según Reid, el entrenador “quería que tuvieras la experiencia completa de la vida universitaria, donde el football era una parte realmente importante.” Reid tuvo su primera introducción al teatro musical mientras estaba lesionado recuperándose de una grave lesión de rodilla en su año redshirt junior el 1967. Según Reid, «había una duda de si iba a superar la cirugía de rodilla, pero tenía una ambición bastante traicionera, y eso me inspiró a regresar.”

Era uno de los mejores defensas universitarios

Pasó algunos momentos complicados, durante su último año en Penn State, le vendaron los tobillos y las rodillas para entrenar, además Reid recuerda “estar tan paralizado por la depresión que apenas podía levantarme de la mesa de grabación.” Después de ese año se convirtió en uno de los cinco jugadores defensivos en los últimos 50 años en llevarse el premio Maxwell al mejor jugador del país. En su año senior consigue 89 placajes y terminó quinto en la votación por el trofeo Heishman. Se graduó en 1969 con una licenciatura en música y actuó como pianista invitado con varias orquestas sinfónicas, incluida la Orquesta Sinfónica de Utah.

Su siguiente paso deportivo fue en 1970, Cincinnati lo eligió con el pick 7 del draft. Se trataba de un jugador que media entonces 6’3 pies y pesaba 255 libras. En su año rookie participa en 9 de los 14 partidos del equipo de Paul Brown y con cinco sacks consigue hacerse con el puesto de DT titular al lado del alemán Steve Chomyszak. La defensa fue clave en la clasificación por primera vez en la historia de los Bengals para los playoffs con 8 victorias y 6 derrotas. Pero el equipo cayó ante los Baltimore Colts por 17-0. Seguramente con las estadísticas avanzadas de hoy en día podríamos atribuir a la línea defensiva parte del mérito de las 23 intercepciones conseguidas en los 14 encuentros de la temporada regular. Destacaron los dos cornerbacks, Lemarr Parrish con 5 y Ken Riley con 4.

¿Qué tipo de jugador que era Reid? “Lo que más recuerdo es que si la ofensiva le daba a Mike una pequeña brecha, estaba ante el quarterback en un abrir y cerrar de ojos,” dice Tommy Casanova, su compañero tres veces Pro Bowl y con quién compartía habitación en los viajes. “Era absolutamente un cazador de quarterbacks del calibre del Salón de la Fama y también genial contra la carrera.”

Ponía más presión a los quarterbacks que las defensas de Anarumo

En 1971 Reid se confirma como unos de los mejores pass rushers de la liga. Mike Reid era el Geno Atkins de la época y consigue 12 sacks en los 14 partidos que disputa. Como bien sabéis, los Bengals contaban los sacks pero la NFL todavía no. Además de los sacks, la presión de nuestra defensa provoca un total de 27 intercepciones. Destacando Lemarr Parrish con 7 y Ken Riley con 5, además de las 6 del linebacker Al Beauchump. Sin embargo el equipo suma solo 4 victorias. El ataque recibe 40 sacks y el equipo pierde al quarterback Virgil Carter por lesión y debe debutar el rookie Ken Anderson en cuatro partidos. Además, nuestro kicker Muhlmann chuta 36 field goals y mete solo 20, para que os quejéis de Bullock.

En 1972 Reid realiza otra magnífica temporada con 12 sacks de nuevo y es elegido All-pro y para la Pro Bowl. El equipo realiza una mejor temporada y termina con 8 victorias y 6 derrotas. La defensa seguía con una gran capacidad por interceptar a los rivales y consigue 20 en 14 partidos, destacando tanto a Lemar Parrish como el FS Tommy Casanova con 5.

En 1973 el equipo realiza una magnífica temporada con 10 victorias y 4 derrotas. Con el mejor Reid de su carrera a nivel de sacks con 13 y un fumble recuperado. Esto le lleva de nuevo a la Pro Bowl y al segundo equipo All-pro. El equipo cae ante los Dolphins en playoffs por 34-16.

Pero a medida que acumulaba logros en el football, el interés de Reid en el deporte comenzó a decaer. “Una buena medida para ver dónde está tu vida es cuando el tiempo deja de ser un regalo y se convierte en tu oponente, eso me pasó en los deportes” dijo. Hay que destacar que durante las offseason, Reid actuó como pianista para la Orquesta Sinfónica de Utah, la Orquesta Sinfónica de Dallas y la Orquesta Sinfónica de Cincinnati.

Reid no tenía el tamaño prototípico pero era de los mejores de su posición, esto me recuerda que hoy hay que felicitar a Antonio Magón

Llegamos a la que sería la última temporada de Reid que termina con un 7-7 para Cincinnati. Ese 1974, debido principalmente a las lesiones realizó solo siete sacks, lo que elevó el total de su carrera a 49. En su última temporada, Reid fue nuevamente una selección All-AFC por Pro Football Weekly. Aunque los sacks eran una estadística no oficial, Reid se retiró como el líder en sacks en la corta historia del equipo. Después de luchar contra lesiones en las manos y las rodillas, eso sí sin perderse ningún partido, Reid se retiró inesperadamente.

Se han ofrecido varias teorías a lo largo de los años para explicar por qué Reid: un defensive tackle de tamaño pequeño pero rápido, All-Pro en cuatro de sus cinco temporadas en la NFL: de repente le dijo a los Bengals que se estaba alejando del football. Se ha dicho que le preocupaba que se lastimaría las manos y no podría tocar el piano, no es cierto. Se ha dicho que se había desencantado con la violencia del juego, no es cierto. Se ha dicho que tres operaciones de rodilla (dos a su izquierda, uno a su derecha) lo habían frenado severamente, solo parcialmente verdad. Reid, “Me encantaba el football de una manera casi mítica,» dice. “Para mi el juego no se basaba en la realidad. Se trataba del uniforme que te ponías, que eso te convertía en un guerrero. Se trataba de la mitología de la batalla, la victoria, la derrota, la lucha. Miré el juego en términos casi dramatúrgicos, y cuanto más me di cuenta que era un negocio sin un componente mítico, menos quería jugar.»

Reid un día estaba haciendo ejercicios en las instalaciones de entrenamiento con su perro “y a mitad de camino … pensé, ¿Qué estás haciendo? Ya no vas a hacer esto. Si algo se me dio bien en la vida, fue el mundo de los deportes físicos … pero la pasión y el amor por algo siempre estuvo en la música y en las palabras,” dijo. Reid había estado componiendo música desde tercer grado y continuó en la universidad e incluso durante su carrera en la NFL. Después de dejar a los Bengals, a los 27 años, tocó en una banda en Ohio, para después regresar a Pensilvania, actuando en el Allegheny River Hotel en Warren. Según la propia memoria de Reid, no se tomó en serio la composición de canciones hasta que se mudó a Nashville en 1980 y firmó con una discográfica por 100 dólares a la semana. Él y su esposa, Susie, estaban recién casados ​​y estaban listos para comenzar su vida juntos.

Cuatro años después, Reid ganó un premio Grammy a la mejor canción country con el éxito “Stranger in My House”, grabado por el miembro del Salón de la Fama de la Música Country Ronnie Milsap. En su carrera como compositor, escribió 12 sencillos número uno, incluidos “Forever’s As Far As I’ll Go”, grabado por Alabama en 1990 y “Still Losing You”, grabado por Milsap. Coescribió con Allen Shamblin, uno de los sencillos más exitosos de Bonnie Raitt. Pero Reid dijo que no se considera un artista de música country. “No nací con esa música, la verdadera y auténtica música country surgió de personas que vivían vidas muy rurales, el sonido musical de lo que significaba vivir esa vida.» En 1990, Reid firmó con Columbia Records como artista. Su álbum de debut Turning for Home produjo un hit country número uno en su sencillo inicial “Walk on Faith”, aunque los otros sencillos del álbum no tuvieron tanto éxito. Su segundo y último álbum, Twilight Town de 1992, produjo dos sencillos que no llegaron al Top 40, y poco después lo sacaron de Columbia. En 1991, Reid compuso la música para el musical de Civil War A House Divided. Después de eso, escribió seis musicales / óperas, incluidos Quilts, Different Fields, Eye of the Blackbird, Tales of Appalachia, In This House y The Ballad of Little Jo, ganadora de los premios Richard Rodgers para teatro musical. Reid fue incluido en el Salón de la Fama de Compositores de Nashville en 2005.

Al crecer en Altoona y de familia  obrera, escribe sobre sus propias experiencias vividas en sus canciones. Llevó esa autenticidad a su estilo de escribir la música en “The Last Day”, su último musical en 2019. Para Simpkins, director del musical “creo que es uno de los mejores escritores de música o teatro musical. No creo que Mike alguna vez traicione a sus personajes con una comunicación no auténtica.”

A veces para que un equipo sea campeón acertar con las elecciones del draft no es suficiente. También debe acompañar todo lo demás. En el caso de Reid tanto la salud, como la falta de motivación para seguir jugando, así como tener otras aficiones y objetivos en la vida que iban más allá del football acabaron con su brillante carrera. Terminó su etapa como jugador siendo el líder en sacks de nuestro equipo con 49 en cinco temporadas. Lo que hace una media de casi 10 sacks por temporada, que entonces eran de 14 partidos, para un pass rusher interior es una auténtica pasada. Perder a un jugador de ese nivel a los 27 años fue un problema difícil de reemplazar para nuestro equipo. Era un jugador con números de Hall of Fame pero le faltaron temporadas para conseguirlo, sin embargo, en 1996 recibió el premio NFL Alumni Career Achievement Award por su éxito en su carrera posterior a la NFL. No ganó ninguna Super Bowl pero sí un Grammy después de decidir llevarse la música a otra parte.

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