Abrimos la previa recordando que el pasado domingo obtuvimos la 5ª victoria consecutiva. Una racha que ni siquiera la fantástica temporada 2021 pudimos alcanzar. Creo que lo primero que corresponde es felicitar a nuestro equipo por proporcionarnos 5 semanas seguidas de felicidad (6 si contamos el bye). Alegría y buen football, porque han sido victorias trabajadas, sostenidas cada una de ellas bien por un impresionante despliegue ofensivo, una férrea defensa, o un duro trabajo de trincheras. En mi opinión, lo mejor que nos deja este ciclo victorioso es la confirmación de tener un equipo maduro, capaz de sobreponerse a las circunstancias adversas, y de adaptarse a lo que requiere cada situación.
Pero en el deporte, el pasado no existe, y el presente es apenas un suspiro. Sólo cuenta el futuro, y éste nos llevará el próximo domingo a Tampa Bay para enfrentarnos a los Buccaneers a partir de las 10:25 de la noche en España, las 3:25 de la tarde en México y 6:25 en una Argentina esperemos que todavía de fiesta por el Mundial. Jugar en Florida supone dejar los fríos habituales y disputar el partido a unos agradables (para el mes de diciembre) 12ºC, con apenas viento y quizá una leve probabilidad de lluvia. Vestiremos para la ocasión nuestro uniforme visitante de camiseta blanca, esta vez con pantalón también blanco y medias negras (como en la victoria en Tennessee).
Las series contra los Bucs las dominan ellos por 7 a 5, pero los últimos dos enfrentamientos han caído de nuestro lado. El balance de Brady contra Bengals le favorece por 7-1 (siempre con Patriots), pero esa única derrota, en 2013, sirvió para cortar su racha de 52 semanas consecutivas consiguiendo un touchdown. Su entrenador, Todd Bowles, solo se ha enfrentado a Bengals una vez, cuando los Jets nos ganaron en 2016. El domingo habrá reencuentros emotivos, como el de Cappa con sus antiguos camaradas bucaneros, o el de Gio Bernard con los nuestros. Como curiosidad, el record de touchdowns de la franquicia, con ocho, se estableció en la victoria 56-23 ante Buccaneers en 1989.
Dirigirá el partido el ingeniero de software aeroespacial Adrian Hill, nativo de Maryland, quien trabaja para la NASA desde el Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory, a medio camino entre Washington y Baltimore (¿suspicacias?). Entró a la NFL en 2007 y fue ascendido a árbitro principal en 2019. Desde entonces nos ha arbitrado 6 veces, con un resultado de 3-2-1 (una cuenta regresiva que casa bien con su profesión). En 2021 tuvo una fuerte polémica por un riguroso “roughing the passer” pitado a Cousins que le dio la victoria contra Lions, así que igual se corta un pelo antes de volver a pitar otro. No es de los más pañueleros, pero es muy estricto ante holdings ofensivos y salidas falsas (sus faltas favoritas junto con el “delay of game”), así que mucha concentración en ataque, sobre todo la línea ofensiva.
En ataque
La principal incertidumbre ofensiva es cómo responder ante las bajas de Higgins y Boyd. Uno de ellos se puede reemplazar, pero los dos… Lo más inmediato sería alinear a Taylor e Irwin (Morgan es irrelevante en el apartado ofensivo) y mantener el esquema de 3 wide-receivers, pero sabemos que no es lo mismo. Les dejarán uno contra uno, mientras un safety o un nickel-back dobla marcaje a Chase. Quizá los Browns no estaban preparados y no supieron improvisar una defensa así contra él, pero seguro que Bowles, que aunque es el head-coach bucanero es quien dirige de hecho la parte defensiva, no va a dejar pasar la oportunidad de desactivar nuestra mejor arma, que es el juego de ataque. En concreto, la conexión Burrow–Chase.
Así las cosas, necesitamos que algún emparejamiento ante un CB esté más desequilibrado a nuestro favor. Dado que en la posición de TE no vamos sobrados, creo que aquí podría entrar Evans. No como receptor puro saliendo en rutas, pero sí por ejemplo en formaciones de bunch, o jugadas de bubble–screen donde reciba fácil el balón, y pueda desarrollar su mayor potencia ante los defensores. Toca ser más imaginativos en el juego de pase, o mejor dicho, en las aportaciones de los WR (jet-sweeps, reverses). No vamos a volver a pillar a nadie en un flea-fleaker dejando tan solo a un receptor.
El juego de los runningbacks del pasado domingo generó algo de controversia. Perine vio muy reducida su aportación terrestre (solo 4 carreras, aunque una de ellas muy meritoria anotando un TD cuando parecía que ya le habían parado) y en el juego de pase, sólo 1 recepción de 5 pases, un par de ellos siendo dropados de forma muy grosera. Creo que debió haber sido más utilizado corriendo cuando necesitábamos alargar las posesiones, y menos como receptor. Al contrario que Mixon, quien sólo recibió 2 pases, y si exceptuamos una escapada de 40 yardas (por el exterior), tampoco resultó muy efectivo percutiendo la línea de Cleveland. Sigo pensando que no optimizamos al máximo las prestaciones de nuestros corredores.
Ahondando en la carrera, observo que Burrow está teniendo que solucionar con sus pies más problemas de los recomendables. La pasada jornada, antes de nuestro primer touchdown, ya avanzado el segundo cuarto, sólo conseguimos 7 primeros down: 4 de ellos por penalizaciones, y los otros 3 de carreras desesperadas de Burrow jugándose el físico. Que yo defiendo la utilización de la movilidad de nuestro QB en jugadas diseñadas, pero viendo cómo están cayendo como moscas los QBs en algunos equipos, creo que estamos en un momento tan decisivo de la temporada que salvaguardar su integridad debe ser primordial.
Siguiendo el hilo narrativo, lo de los pañuelos del cuerpo arbitral del pasado domingo tampoco fue normal. Hasta 13 se aceptaron, sin contar todas las declinadas. Los Browns se llevaron la peor parte, con 98 yardas de penalización, pero debemos ser precavidos con este tema. Ni nos van a favorecer tanto en lo sucesivo y, como no mantengamos más disciplina, nos van a complicar muchísimo los drives. Collins cometió 3 holdings, Irwin otro, y Williams arruinó una buena jugada de Chase adelantando su posición. Sólo encajamos un sack, y esto está bien, (el otro fue sobre Chase en una estúpida jugada ordenada por Taylor que no venía para nada a cuento), pero hay que tener más concentración para controlar estos errores evitables.
En defensa
También aquí debemos empezar hablando de las bajas. No poder contar con Hendrickson, ni probablemente tampoco con Ossai, dejan más limitado aún un pass-rush que tampoco era lo mejor de la defensa. Esa plaza de RDE titular seguramente sea para Sample, quedando la rotación para los novatos Carter o Gunter. Una pena perder efectivos aquí, porque una de las debilidades de los Bucs es su línea ofensiva, y si no queremos volver a ser víctimas de Tom Brady, más nos vale incomodarle durante toda la noche.
Son 45 años, pero Brady aún tiene capacidad para destrozar a cualquiera. Quizá no durante todo el partido, pero no podemos dejarles con vida al final. Siempre se ha dicho que son más eficaces contra él las presiones por el medio de la línea, por lo que Hill deberá aprovechar la doble vigilancia sobre Reader para atacar al guard libre y colapsar el pocket. No obstante, también aquí debemos dejar fluir la imaginación para situar a Hubbard en el gap-A y que pueda entrar a presionar desde esa posición más centrada. En todo caso, lo que hay que conseguir es finalizar las acciones, que son muchas las veces que llegamos a contactar al QB rival, pero no tantas las que conseguimos echarle al suelo (siempre con cuidado, no nos piten falta personal, que es Brady).
Esta semana han aparecido unas publicaciones que no me han hecho mucha gracia. Pratt se quejaba en redes sociales de su escasa participación en terceros downs, que son precisamente las que dan valor a los linebackers cuando, como en su caso, están en busca de un buen contrato. En primer lugar, no me gusta que se airé fuera del vestuario cualquier cuestión técnica; y lo segundo, sinceramente, creo que Pratt no es tan bueno en cobertura como para dejarle en el campo en situaciones claras de pase. Ya sabíamos que para 2023, las dificultades económicas iban a romper el dúo Wilson-Pratt, esperemos que no se precipiten los acontecimientos.
En mi opinión, este enfrentamiento va a suponer un importante compromiso para los linebackers. Los Bucs, por fuerza, cada vez tienen que buscar más soluciones por tierra, y para ello, cuentan con un RB novato como White, con una gran velocidad y habilidad para encontrar huecos; pero también con el veterano Fournette que, aunque su apariencia pesada pueda llevarnos a engaño, es un gran receptor. Por tanto, es una dupla de corredores que van a exigirnos rapidez, firmeza y habilidades contra el pase. Necesitamos formaciones compensadas que sean capaces de contener estas amenazas, sin perjuicio de una secundaria que también tendrá una tarde complicada.
Brady es un genio para aprovechar cualquier resquicio que le ofrezca la defensa. Su especialidad es buscar la espalda de los defensas, en pases rápidos a Godwin o los tight-ends Otton y Brate. Para el primero, fundamental que Hilton esté recuperado de la lesión del domingo, y para los segundos, quizá sea responsabilidad de Bell su marcaje. Pero como tenga tiempo, va a buscar sin miedo a Julio Jones en profundo, probablemente emparejado con Apple, quien necesitará toda la ayuda que Bates pueda prestarle. Y si Brady no lo tiene claro, balones a Evans, que ya se encargará esta bestia parda de bajarlos. Seguramente Taylor-Britt tendrá que enfrentarse al wide-receiver más físico de los que ha tenido que enfrentar en su corta y de momento prometedora carrera profesional.
En equipos especiales
Me veo obligado a incluir este apartado porque este año están resultando una rémora más que una ayuda. Creo que Simmons debe espabilar, puesto que son muchas ya las jornadas en las que debemos destacar este aspecto del juego en el lado negativo.
Empezaría con las penalizaciones en los retornos de punt. Ya no es que no se consiga avanzar demasiado, es que, como consecuencia de las faltas, forzamos al ataque a tener que empezar desde posiciones muy retrasadas. Hablamos de jugadores como Dax Hill (de quien yo esperaba mucho más) o Flowers, cuya prácticamente única intervención en el partido es en este tipo de acciones. A la inversa, cuando somos nosotros quienes pateamos, el domingo estuvimos a punto de que nos bloquearan un punt (al final, por fortuna, saldado con falta a favor). Hay que vigilar también estos detalles, que pueden decidir los partidos.
El romántico, aparte de sufrir el golpe citado anteriormente, tampoco tuvo una tarde brillante, una vez consolidada ya su plaza en la plantilla tras el corte (triste pero necesario) de Huber. En un momento del partido, en el último cuarto, donde debíamos alejar todo lo posible a los Browns, Chrisman hizo una pifia de patada de apenas 25 yardas. También anduvo irregular en cuanto a elevación de los punts. Por su parte, McPherson volvió a fallar un extra–point (es posible también por una mala colocación del balón de Chrisman como holder). Menos mal que al final no se echó en falta ese punto, porque tampoco andábamos tan sobrados.
En definitiva, una tarde negra de los equipos especiales, con mucho trabajo por hacer para corregir estas deficiencias.
El rival
Un equipo que tiene un barco en el graderío de su estadio, a mí ya me tiene ganado. Los Buccaneers son uno de mis favoritos en la NFC, pero más que lo que yo pueda decir de ellos, os recomiendo el libro de Alfonso Colmenar “Los Bucs y la madre que los parió” y seguir su cuenta de “Cañones y Football”.
Decir que los Bucs son un equipo venido a menos puede tener parte de verdad, pero si hablamos de un equipo top de la Conferencia Nacional, ese “venido a menos” representa un equipo que, a pesar del su discreto balance 6-7, sigue comandando su división y, por tanto, optando a una plaza de local en playoffs. Por tanto, que nadie se confíe, que sigue siendo un equipo con un potencial tremendo y que, aunque en el Raymond Jones Stadium sólo han ganado 3 de sus 6 partidos este año, son capaces de derrotar a cualquier oponente.
Es indudable que los focos en este partido se van a centrar en el “duelo” Brady vs Burrow. Pasado y futuro de la NFL, que se cruzan en un punto del presente donde sus fuerzas todavía se encuentran equilibradas. Si Burrow es el tercer QB en número de yardas (3685), Brady es el cuarto con 3585. Nuestro Joe ha lanzado para 27 TDs por solo 17 del californiano, pero en cambio, Tom sólo ha cometido 5 intercepciones por las 9 del chico de Ohio. Pero en lo que sin duda ambos quarterbacks están igualados es en su espíritu competitivo y ganas de ganar, así que ninguno de ellos va a levantar el pie del acelerador en todo el partido, para disfrute de los aficionados.
En ataque, el RB novato White ya ha desplazado de la titularidad a Fournitte, pero éste todavía cuenta con un gran número de snaps, y es uno de los objetivos favoritos de Brady. Entre los receptores, Jones se abre paso como titular en sus formaciones 11 en detrimento de Gage, y ya conocemos su peligrosidad, aunque por la edad su velocidad no es la misma y muchas veces no llega a los envíos de Brady, basta con que alcance uno para que nos la líe. Entre los tight–ends, aunque nominalmente es Brate el titular, es el novato Otton quien está más en el campo.
En la línea ofensiva es donde han sufrido más bajas. La marcha del OG Cappa y la lesión del center Jensen hacen titulares a los inexpertos Leverett y Hainsey respectivamente, por lo que presentan cierta debilidad por el interior que debemos aprovechar. En los tackles, Wirfs ni entrenó ni jugó la pasada semana, así que es incierto su estado para ésta.
En defensa, su formación 3-4 tiene como NT a Vita Vea, una criaturita de la que debemos cuidarnos (aunque se lesionó en San Francisco y puede que su plaza la ocupe el beliceño “Nacho” Nuñez-Roses). Flanqueado por Gholston y, especialmente, por Hicks, los DE también tienen su peligro. Tras ellos, en la línea de 4 linebaackers tienen a Nassib y Nelson en los exteriores, y por dentro, dos máquinas de placar como White y David.
En secundaria también tienen problemas de lesiones. Ninguno de sus dos safeties titulares, Edwards y Winfield, pudieron estar contra 49ers. Tampoco el CB Murphy-Bunting. Habrá que ver cómo evolucionan, pero tienen buenos reemplazos: Ryan y Neal en los safeties, mientras que Dean y Davis serán los CBs titulares. La defensa contra el pase de los Bucs es la 6ª mejor de la liga, así que casi mejor tratar de superarles por tierra (20ª de la NFL).
Su kicker, Succop, es bastante seguro por debajo de las 50 yardas (22 de 23), pero más irregular por encima de esta distancia. El punter Camarda está en el top-10 de la posición. En cuanto a los retornos, han cambiado al habitual y ahora se encarga el WR rookie Thompkins.
En definitiva, nos vamos a encontrar un equipo que es 5º de la liga en yardas de pase (265,7 por encuentro), aunque por tierra son el último con apenas una media de 72,9. En defensa permiten menos de 20 puntos por partido (19,5), y aunque sólo llevan dos intercepciones menos que nosotros, al menos han conseguido puntos de turnover, cosa que nosotros aún no. Ambos equipos estamos muy apretados en nuestras respectivas divisiones, así que el partido va a ser a cara de perro, disputado hasta el final.
La clave
Necesitamos otro ejercicio de madurez frente a un equipo veterano curtido en múltiples batallas, donde nuevamente deberemos reinventarnos para minimizar el efecto de las bajas y saber adaptarnos a las características del rival. Es un partido que donde se debe ganar es en la cabeza de nuestros entrenadores durante la semana de prácticas, más que el domingo sobre el césped. O incluso ahí, siendo capaces de reaccionar si nos atascamos en ataque o la defensa se ve desbordada.
Más que otras veces, en este caso por las bajas en ataque, será clave el rendimiento defensivo. Es desde la defensa, como demostraron los 49ers, donde debemos hacerles daño. Como en esta oportunidad creo que los receptores bucaneros tienen ventaja sobre nuestros defensive–backs, necesitaremos una mayor ayuda de la línea defensiva para evitar que Brady pueda manejar el ataque a su antojo desde el pocket. Si ellos consiguen poner muchos puntos en el marcador, dudo que nuestra mermada ofensiva pueda mantener el ritmo.
Un jugador que puede ser fundamental es Mixon, si conseguimos moverlo por todo el ataque como San Francisco hizo con McCaffery. Pero una vez más, creo que tendremos más oportunidades cuanto más descanse la responsabilidad sobre Burrow. Aunque pueda tener un arranque complicado como ante Browns, nunca debemos perder la confianza en él. A mi modo de ver, y aunque no sea una opinión popular, creo que nuestras aspiraciones pueden permitirse una derrota en Tampa, por lo que sería partidario de arriesgar en el plan de juego.
Llegamos al partido con una racha de 5 victorias consecutivas, como no teníamos desde 2015. Las casas de apuestas nos dan favoritos por 3,5 puntos. Este año hemos ganado ya a los otros 3 equipos de la NFC Sur (Saints, Falcons y Panthers), por lo que una victoria ante Buccaneers supondría un histórico·barrido,·sin precedentes ante esta división. Sin embargo, tengo un sentimiento pesimista ante este enfrentamiento que, por otro lado, nos obligaría a poner los pies en el suelo y no pensar que lo tenemos ya todo hecho. Espero firmemente equivocarme y volver a disfrutar, ya en la madrugada del lunes, de una nueva victoria de nuestro equipo que me haga llegar al trabajo con esa deliciosa mezcla de ojeras y sonrisa.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com