Sin apenas tiempo para tomar aire, nos llega un duro duelo divisional contra los Cleveland Browns. Aún nos queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar nuestros objetivos, así que no se desborde la euforia. ¡Qué demonios, que se desborde! En la vida, como en el football, hay que disfrutar de los buenos momentos, porque sabemos que estos no suelen abundar. Venimos de una fantástica racha donde hemos obtenido victorias holgadas, de absoluto dominio, de apretar dientes, de prestigio, de esfuerzo, de calidad, con remontadas impensables, sobreponiéndonos a ambientes hostiles, adaptándonos a las lesiones… Estamos atravesando el mejor momento de la temporada, y nos merecemos disfrutarlo y saborearlo.

Por eso mismo, esta última edición de las “batallas de Ohio 2022” llega en la mejor circunstancia para que Burrow rompa su maleficio de 3 derrotas en sus 3 enfrentamientos ante nuestros vecinos de Cleveland. Aunque en el cómputo general, les aventajamos 51-47, ellos nos han ganado los últimos 5 enfrentamientos, y 8 de los últimos 9. En el partido del pasado 31 de octubre nos dieron una buena paliza, 32-13, con 440 yardas de ataque, 172 de ellas de carrera. Nosotros sin Chase, sí, pero ellos con Brisett. Así que quien piense que ganarles va a ser fácil, que se vaya olvidando. Aunque con nuestro 8-4 somos claros favoritos ante su 5-7, ellos aún no han dicho la última palabra para unos wildcard que tienen a tiro de solo dos victorias.

Frente a frente los dos Callahan. El hijo, el nuestro, Brian, al mando de la ofensiva, y Bill, el padre, entrenando su línea ofensiva. Por cierto, BillCallahan era el entrenador de la universidad de Nebraska cuando Taylor jugó allí como quarterback, y fue también entrenador de la OL de Cowboys, siendo Pollack su asistente. Además, su coordinador ofensivo, Van Pelt, fue entrenador de QBs en Bengals entre 2018 y 2019.

A los futboleros les alegrará saber que el partido contra Browns no les coincide con el de la selección española. Ni en la ronda de cuartos ni en la de ninguna otra ronda ya, vamos. Así que todos frente a sus pantallas desde las 7 de la tarde en España, las 12 del mediodía en México y las 3 de la tarde al solecito de Argentina, en contraste con el fresquito de los 2º sobre cero que se esperan en el Paycor Stadium a la hora del partido, bajo un cielo nublado y vientos ligeros y variables. El uniforme para la ocasión será de camiseta negra, pantalón blanco y medias negras, mientras nuestros rivales lucirán su indumentaria enteramente blanca.

Nos arbitrará nuevamente Jerome Boger, quien ya lo hizo en la victoria ante Jets. El veterano (67 años) corredor de seguros Allstate en Atlanta es árbitro principal desde 2006, dirigió la SuperBowl XLVII de triste recuerdo para los 49ers, y a nosotros nos ha pitado 16 veces, con un balance de 6-10. No es de los más pañueleros, pero lo cierto es que es de los malillos. Recordaréis la polémica por el TD de Burrow a Boyd en el wildcard del año pasado con ese silbido antes de tiempo, y este año por una rigurosa falta contra Brady por una dureza innecesaria que no era. Eso sí, al menos sabemos que le gusta el béisbol, porque en una penalización confundió el nombre de los Seattle Seahawks por el de “Mariners”…

En ataque 

Cordell Volson. Llevo tanto tiempo ignorando la campaña del novato que me parecía de justicia empezar por él. Recuerdo que los comentarios al conocerse su designación como titular al comienzo de temporada eran del estilo: “aún no está preparado”, “viene de una universidad sin competencia a alto nivel”, “no sé por qué no fichamos a Spain”… y ciertamente, le costó entrar en juego. Sin embargo, a estas alturas de la competición, cuando realmente nos estamos jugando las aspiraciones de la temporada, está resultando todo un baluarte. No debemos olvidar que se trata de pick de cuarta ronda baja, del que pocos esperábamos más que alguna aportación como suplente, y nada en este año. No desentona en absoluto como left guard en una línea ofensiva donde, todo hay que decirlo, la mayor calidad en general, también ayuda a su rápida adaptación y progresión.

Y es que para este partido, la línea ofensiva será fundamental. Todos recordamos el fiasco del partido jugado en Cleveland, en especial, la humillación a que fue sometido Williams. Pero Garrett es un pass-rusher que lo mismo ataca por un lado que por el otro, por lo que tampoco Collins puede bajar la guardia. En todo caso, la protección a Burrow, en especial por los exteriores, puede ser el factor que termine desequilibrando la balanza. Ya sabemos que nuestro QB es uno y otro muy distinto según sienta más o menos confianza en sus guardaespaldas.

Para este partido va a volver Mixon, lo cual abre un lógico debate sobre quién debe ser nuestro RB1 tras el buen rendimiento de Perine. Taylor lo tiene claro: será el #28. El último partido antes de lesionarse anotó 5 touchdowns, y esto avala su decisión, pero ¿es inteligente prescindir del #34 ahora que está en tan buena forma? En mi opinión, deberíamos seguir utilizando los dos en función de las circunstancias del partido. Perine para que se cierren más en el medio y se abran espacios en los extremos. Mixon cuando sobrecarguen la secundaria para cerrarnos el pase y haya menos personal en el box. Perine para alargar las posesiones, Mixon si necesitamos big-plays. Aquí es donde Callahan tiene que mostrar su talento para combinar las cualidades de ambos corredores.

Pero sin duda será en el juego de pase donde podamos sacar ventaja. Sus cornerbacks Green y Ward arrastran molestias, por lo que pueden ir un poco escasos en profundidad en la secundaria. Ya hemos visto que Chase ha vuelto de la lesión a pleno rendimiento y, con el impresionante rendimiento de Higgins, más la aportación de Boyd (que querrá borrar de la mente de los aficionados el inexplicable drop que nos costó un touchdown ante Chiefs) tenemos argumentos más que de sobra para llevar la voz cantante en el partido, y forzar a Cleveland a tener que abandonar su tradicional y poderoso juego de carrera.

Lo que es una pena es la lesión de Hurst, porque tendría una buena oportunidad ante una defensa de Browns con problemas en la cobertura de tight–ends. Mi confianza en Wilcox es bastante limitada, y además, al necesitarle en ataque, perdemos uno de los mejores elementos en equipos especiales. Más nos vale no vernos obligados a tener que jugarnos muchos terceros downs de pase. Quizá podríamos aprovechar esta carencia de TEs para poner más de un RB a la vez y que sea uno de ellos quien realice su función de bloqueador o salir a recibir (hay que destacar que las pocas veces que hemos necesitado a Trayveon Williams o a Evans también han rendido muy satisfactoriamente).

En partidos anteriores comentaba que Titans tenía ganas de tomarse la revancha, que Chiefs tenía ganas de venganza… este domingo, este sentimiento recae sobre Burrow, quien nunca ha ganado a los Browns. Entiendo que sea un chico de Ohio, y que quiera lo mejor para Cleveland. Pero su equipo son los Bengals, y no suele ser buena cosa interponerse entre Burrow y sus objetivos. Conociendo su carácter, es sin duda el primer interesado en cuajar un enorme partido. Ya le va tocando.

En defensa 

Podéis argumentar que tras casi dos años sin jugar, Watson está un poco oxidado. Es cierto, pero ese óxido ya se lo quitó ante Texans y contra nosotros ya estará a tope. Por tanto, aparte de alternar diferentes tipos de defensas para confundirle, debemos plantear un partido como el gran QB que es. Esto significa no dejarle tiempo para que encuentre a sus receptores, pero sobre todo, cortarle las posibles líneas de carrera para que gane primeros downs con sus pies.

En el partido jugado en Cleveland nos corrieron como quisieron. Hay que decir que entonces no teníamos ni a Reader ni a Tupou por lesión. Con estas dos moles en el centro de nuestra línea defensiva, seguro que le complicaremos a Chubb sus evoluciones. Pero el juego de carrera de Browns tiene otra cabeza: Hunt. Su estilo es más dinámico, y también es mejor receptor, por lo que requerirá más vigilancia de Pratt y Bell en los exteriores, mientras Wilson limita las aventuras por el medio o las aventuras de Watson.

Cleveland plantea formaciones pesadas, con solo 2 wide–receivers. Quizá sea un partido donde veamos menos a Hilton en el slot para dar más protagonismo a Hill, que está viendo demasiado poco juego (apenas sustituir a Bates cuando finge una lesión y poco más) o Flowers en la cobertura de sus tight–ends Njoku o Bryant. También puede ser que, al menos en primeros downs, veamos a Davis-Gaither reforzando la unidad de linebackers.

La semana pasada nos pillaron un par de veces en profundo. Aprovechando la entrada en blitz de Bates y, por supuesto, la capacidad de Mahomes para estas jugadas. Creo que debemos vigilar esas situaciones. Pese a la mejoría jornada a jornada de Taylor-Britt, sigue necesitando algo de ayuda de un safety si se queda uno contra uno ante Cooper o Peoples-Jones. Su juego de carrera va a obligarnos a sobrecargar el box, por lo que debemos llevar especial cuidado con las jugadas de play–action donde nos busquen las cosquillas en largo.

La calidad de la OL de Cleveland va a suponer un importante escollo para nuestros pass-rushers. Aunque su influencia está siendo más relevante de la que los números puedan mostrar (somos el tercer peor equipo de la liga en cantidad de sacks, con apenas 1,6 por encuentro) no vendría mal algo más de rotación en estas posiciones, sobre todo, para dar algo más de juego a Ossai, y que los titulares lleguen más frescos a la parte decisiva del partido.

El rival 

El balance 5-7 todavía no descarta a los Browns de la carrera por playoffs, y poder contar con su controvertido primer quarterback les da un impulso de calidad que debemos tener en cuenta. Están 2-1 en la división, y ya sabemos que éste es un factor de desempate crucial si llegamos varios equipos igualados al final. Vienen de ganar dos partidos seguidos, muy diferentes, pero ambos con gran mérito por diferentes razones. El primero de ellos, remontando al final nada menos que contra Tom Brady. El segundo, sobreponiéndose a un mal partido en ataque con una gran defensa y equipos especiales. Es, por tanto, un equipo con alternativas para hacernos daño.

Su ataque terrestre es de lo mejor de la competición (4º de la NFL, con un promedio de 156 yardas por partido) y 3ºs en número de touchdowns terrestres (18), siendo Chubb con 12 el 2º máximo anotador por esta vía en toda la liga. Siendo el 5º equipo que ordena más jugadas de carrera, es de suponer que ésta será nuevamente su principal arma contra nosotros. Apoyados en una gran línea ofensiva, y seguramente la mejor dupla de corredores de la liga, si no es Chubb es Hunt a quien buscarán para controlar por aquí el ritmo del encuentro.

Por aire tienen más problemas, ya que tras los titulares Cooper y Peoples-Jones no han encontrado a quien dé un paso adelante. Esto hace que sea el TE Njoku quien, pese a las lesiones, sea su tercer receptor. Pero todos estos números eran con Brisett de QB. Nadie sabe qué puede hacer Stefanski ahora que tras el center se sitúa un QB más solvente como Watson. Esto genera una incertidumbre que Anarumo deberá corregir probablemente sobre la marcha.

La defensa puede ser vulnerable, sí, pero también es peligrosa. La semana pasado anotaron dos touchdowns defensivos y uno de equipos especiales. Solo esto ya es más de lo que hemos hecho nosotros en toda la campaña (ni un solo TD de nuestra defensa o equipos especiales en este 2022). Esto debe prevenirnos ante posibles pérdidas. Sospecho que el partido se jugará a ritmo lento, con pocos drives para cada equipo, y debemos maximizar la anotación en cada oportunidad que tengamos.

Podría hablar sobre lo limitado de sus linebackers, o su cierta debilidad en el centro de la línea defensiva, pero cuando en el extremo tienen un monstruito como Garrett, este fenómeno debe centrar toda la preocupación. Ya vimos en el partido de Cleveland cómo superó una y otra vez a Williams. Como no tiene problema en ubicarse en un lado u otro de la línea, sería recomendable por nuestra parte mover al TE o al RB hacia donde esté alineado para doblar la protección por ese lado.

Para terminar, recordar que ellos también tienen un kicker drafteado en una ronda media. York fue elegido en 4ª ronda de este año y, aunque ha fallado alguna patada en momentos clave, es un chico que la puede enchufar también desde muy lejos (este año ha llegado a meterla desde 58 yardas). Esto significa que su rango de field-goal es amplio, por lo que debemos aumentar la intensidad defensiva en cuanto logren cruzar el medio campo. Y por supuesto, no permitirles ninguna alegría en los retornos, que Peoples-Jones parece estar “on fire”.

La clave 

En los anteriores partidos contra ellos, nos hemos encontrado muy pronto por detrás en el marcado, sobre todo, por turnovers ofensivos. Creo que la clave será mantener la concentración desde el inicio y repetir el buen arranque que tuvimos contra Chiefs. Tenemos que hacerles sentir la presión de nuestro público de “la jungla”, forzándoles a salir de su zona de confort para que tengan que jugar a algo diferente a lo que están acostumbrados y cometan errores.

Siendo un partido que sospecho será de baja anotación, es fundamental mantener la eficacia que estamos demostrando en la zona roja, pero esta vez, al contrario que contra Chiefs, creo que no deberíamos arriesgar jugándonos 4ºs downs, sino sumando unos puntos que pueden estar muy caros de conseguir. Fundamental también que McPherson esté más acertado que el día de Cleveland.

Aunque es un partido que donde debemos dominar es sobre todo en la parte defensiva, creo que el ataque debería mirar más que otras veces hacia la carrera. Por las características de la defensa Brown, creo que Perine puede ganar más yardas golpeando por el centro, y si no consiguiendo primeros downs, al menos, mejorando las situaciones en segundos y terceros. Importante también mantener la disciplina para no vernos abocados a situaciones de tercero y largo, que nos van a costar más superar con la ausencia de Hurts.

Las casas de apuestas nos dan favoritos por 6 puntos, lo cual me parece un margen razonable. Sin embargo, últimamente no aciertan mucho con nosotros, ni a favor ni en contra, así que yo llevaría la precaución de no prestarles demasiado caso. Me fiaría más de las sensaciones y estas nos dicen que estamos en racha, y que nuestro mayor peligro es creernos que vamos a ganar sin bajar del autobús. Será nuevamente un partido de alta intensidad, donde confío en que al final se imponga nuestra mayor calidad. No obstante, como dije la semana pasada, ni está todo perdido con una derrota ni ganado con la victoria, aunque ésta nos pondría muy cerca de nuestros objetivos. ¡Who Dey, amigos!