Bengals 2022Previas

Previa Jets-Bengals

¡Vaya par de semanitas llevamos! Un arranque tan decepcionante que ninguno lo esperábamos. Mal juego, malas decisiones, pésima coordinación,… y quizá lo que más duele es que aun así, solo perdimos por un field-goal en el último segundo. Es decir, incluso jugando mal estuvimos muy cerca de ganar. Saber que apenas si hubiésemos hecho un poco más, eliminando errores o acertando en momentos claves, nuestra campaña actual sería diferente. Cabreados, sí, pero sin ese horrible “0” en el casillero de victorias.

Esto supone que, por más que nuestro líder Burrow nos invite a relajarnos y confiar, lo cierto es que estamos en modo emergencia. Una tercera derrota, contra rivales a quienes teóricamente un equipo con nuestras aspiraciones debería ganar, nos pondría contra las cuerdas pese a quedar tanto de competición. El mal ambiente que ya empieza a palparse dentro del vestuario podría hacerlo saltar por los aires.

Así que, lo que debería ser una victoria rutinaria, toma tintes de drama. El viaje al Metlife Stadium de East Rutherford para enfrentarnos a los Nueva York Jets nos trae todos a la memoria la inesperada derrota allí del año pasado (34-31) ante el QB desconocido (y nunca más vuelto a conocer) White. No se nos están dando bien los QBs suplentes y todo apunta a que su QB titular será el también recordado Joe Flacco. Llueve sobre mojado, en un partido donde se espera lluvia (probabilidad del 60%), pero escaso viento, y una temperatura de 16ºC que, para ser Nueva York, podría ser peor.

Esta debería ser la “Uzomah-Bowl”, todavía fresco en nuestra memoria el aliento que el inolvidable TE#87 impulsó para la extraordinaria campaña 2021. Si juega (está lesionado) resultará raro verle con otro uniforme. No así el DE Lawson, ya que en él, lo raro era verle vestir el nuestro… Por otro lado, nuestros entrenadores de línea ofensiva Pollack y su asistente Frazier, ahora mismo en el ojo del huracán por el triste rendimiento de nuestra OL, estuvieron en 2019 y 2020 en los Jets, mientras que su entrenador de safeties, Marquand Manuel, fue escogido como jugador por Cincinnati en el draft de 2002 y pasó 2 años en el equipo.

El encuentro se disputará en nuestro habitual horario de las 7 de la tarde en España, 12 del mediodía en México y 2 de la tarde en Argentina. Vestiremos camiseta negra (no es lo normal siendo visitantes), con pantalón blanco a franjas negras, y medias negras. La única vez que hemos llevado esta equipación no nos fue bien, ya que perdimos en casa contra Chargers. Pero esta vez tenemos un arma secreta: nuestro amigo Sergi Gine estará presente en las gradas del estadio representando a toda la Jungla Hispana.

Nos arbitrará Jerome Boger, antiguo QB en college, que al ver que no tenía futuro como profesional, decidió hacerse árbitro para estar cerca del juego, y hacerse corredor de los seguros Allstate para ganarse la vida en Atlanta, Georgia, su tierra natal. Nuestro balance con él es de 5 victorias por 10 derrotas, aunque como aspecto positivo, indicar que normalmente suele favorecer a los equipos visitantes (este año dirigió la victoria de Giants en Tennessee). Sin embargo, todos le recordaréis por el ser el árbitro que dio por bueno el pase de TD de Burrow a Boyd aunque el silbato pensando que Burrow había salido del campo se escuchó antes de la recepción. Esto sólo demuestra que la 2021 no fue precisamente su mejor temporada.

El desconocido Mike White nos hizo 405 yardas de pase, 3 TD y una recepción para la conversión de 2 en su debut. No volvió nunca siquera a acercarse a esos registros, pero nosotros le hicimos «internacional» (foto: Getty Images)

En ataque

Después de encajar 13 sacks en solo 2 partidos (por ponerlo en contexto, el total del resto de QBs de la AFC Norte sólo han sufrido 8), está claro que el foco está dirigido a la línea ofensiva. Collins no ha entrenado en toda la semana, pero Taylor aún no le ha descartado para el partido. No sé si esto es bueno o malo. Que le sustituya Adeniji en el RT no nos tranquiliza; pero que continue él, con el paupérrimo rendimiento que está demostrando, tampoco es ningún consuelo. Si queremos ver el vaso medio lleno, debemos pensar que conforme pasen los partidos, la unidad estará más compenetrada y Volson adquirirá más experiencia. Pero a todos nos aterra el vaso medio vacío que suponga que por el camino nos dejemos victorias asequibles y, lo que sería devastador, una lesión de Burrow.

Sobre el propio Burrow estarán centradas también las miradas. No está jugando bien. Se deja cazar con excesiva facilidad. No consigue conectar con sus receptores cuando están abiertos. Si no está jugando con miedo (que podría ser), lo está haciendo muy cohibido desde la banda. Echamos de menos sus bombas, o su capacidad de prolongar las jugadas saliendo del pocket. Es necesario que se libere de sus temores (no sabemos si arrastra algún tipo de secuela de su reciente apendicectomía) y tome las riendas de la ofensiva, cambiando las previsibles jugadas que le ordenan desde la banda.

Porque los técnicos son los otros grandes señalados de este nefasto arranque liguero. Pollack no ha conseguido mejorar las prestaciones de la línea ofensiva pese a contar, objetivamente, con jugadores bastante mejores que el año pasado. Las defensas saben qué jugadas vamos a hacer antes de que se produzcan, señal de que Callahan no ha sido capaz de ampliar el playbook. Ya no hablamos de hacerlo algo más imaginativo (ni una jugada con un mínimo de fantasía), sino de no ponérselo tan fácil a unas defensas que tras el año pasado nos han estudiado más a conciencia. Y por supuesto, el plan de juego de Taylor, ordenando jugadas demasiado conservadoras cuando el partido requiere tomar riesgos. Resulta sorprendente cuando probablemente no haya en toda la NFL ningún otro entrenador con el puesto más asegurado que él.

Para el partido de Nueva York hemos perdido a Sample (el Sample malo), así que debemos forzar la entrada de Asiasi que apenas ha entrenado con sus compañeros. Hurst también arrastra molestias, lo que envuelve a la unidad de Tight-ends en un mar de dudas. Por suerte, el resto de receptores está al 100%, con un apasionante duelo Chase-Gardner en perspectiva. Sin embargo, creo que deberíamos aprovechar nuestra profundidad en esta posición para buscar a Boyd o Higgins, que probablemente puedan hacer más daño ante defensores de menor talento.

Por tierra nos queda el desconsuelo del nulo uso que estamos haciendo de Evans. Estamos de acuerdo en que Mixon es una gran runningback, pero cuando todos los equipos alternan a sus corredores, igual deberíamos seguir ese camino. Ya van dos partidos seguidos en los que Mixon termina dolorido, y por experiencia sabemos que no es precisamente ajeno a las lesiones. Perine es un buen complemento, pero para situaciones muy concretas. Creo que la presencia de Evans podría generar desconcierto en las defensas rivales, también por su habilidad como receptor. Y otra cosa: no está prohibido alinear dos RBs a la vez para confundir a los rivales. Tenemos que hacer funcionar la carrera para poder utilizar con eficacia las jugadas de playaction.

Está claro que Burrow debe mejorar sus prestaciones, pero también necesita ayuda por parte de su línea ofensiva y, sobre todo, que desde la banda se ordenen jugadas que minimicen el riesgo que pueda correr nuestro QB (foto de Thearon W. Henderson)

En defensa

La debacle ofensiva (desde luego, anotar 20 y 17 puntos en los encuentros anteriores está lejos de resultar cifras aceptables para el talento de nuestros jugadores) hace parecer que la unidad «buena» sea la defensa. Pero, ¿realmente lució bien ante ofensivas de bajo nivel como las dirigidas por Trubisky o Rush? Personalmente, creo que se puede hacer algo más. Apenas un único sack, y solo un balón recuperado vía fumble, son estadísticas ciertamente pobres para las expectativas generadas.

No debemos poner a todos en el mismo saco. La campaña del NT Reader está resultando ciertamente excepcional, pero tiene poco apoyo desde el edge. Hendrickson y Hubbard no están acertados, y jugar prácticamente el 100% de los snaps tampoco ayuda que lleguen frescos a los momentos decisivos del encuentro. Reclamamos una mayor rotación; y si no se produce, quizá habría que mirar hacia la directiva por si han hecho bien los deberes buscando suplentes de garantía antes, o incluso encontrándolos ahora antes de que el mercado quede completamente esquilmado (nuestros rivales de Baltimore acaban de fichar a PierrePaul).

En la unidad de linebackers llega tocado Pratt. No es de esperar que se vean muy comprometidos, pero si no es de la partida, su experiencia se echará en falta. Oportunidad para DavisGaither de demostrar por un lado su valía, y por otro, si podemos prescindir del mencionado Pratt, que termina contrato este año y tendremos muchos jugadores importantes que renovar.

Si antes reclamábamos más presencia de Evans en ataque, otro tanto de lo mismo podemos decir de nuestra primera ronda, el safety Hill. Está claro que como todo novato necesita su periodo de adaptación, pero Bates ha empezado igual de flojo que el año pasado (no sabemos si será por su ausencia en los entrenamientos), así que podría resultar interesante ir introduciéndole poco a poco en esa posición que, si no se arregla el contrato de Bates, quizá deba protagonizar el año que viene.

Enfrentándonos a Flacco debemos esperar pases profundos, así que no deben confiarse Awuzie ni Apple. Lo último que necesitamos es encajar big-plays, con el trabajo que nos cuesta anotar en ataque. Si bien el frontsix debe ser agresivo en la presión a un QB poco móvil, los 5 de secundaria deben protegerse ante la posibilidad de ser quemados (ojo al estado de la rodilla de Corey Davis). Históricamente, Flacco nos ha hecho daño con sus tight-ends, por lo que Bell quizá deba enfocarse más en la cobertura (y si no, poner a cubrirles a Flowers o el citado Hill).

Manda huevos que el único turnover hasta la fecha lo haya conseguido el jugador más pesado de la defensa. Reader está siendo sin duda el MVP defensivo de lo que llevamos de campeonato (foto: bengals.com)

El rival

Podríamos decir que a “perro Flacco” todo son pulgas, pero me ahorraré el chiste malo. Las esperanzas en su joven QB Zach Wilson se han visto de momento truncadas por una lesión en pretemporada (de nuevo, el debate sobre si hacer jugar o no a los titulares en preseason) y su debacle ante Ravens en el debut liguero parecía augurar una nueva temporada de transición. Sin embargo, resurgieron ganando en Cleveland, y para éste su tercer partido consecutivo ante un rival de la AFC Norte llegan con la moral muy alta.

Su head-coach Saleh dirige una de las plantillas más jóvenes de la liga. Su pasado como entrenador defensivo debería prepararnos para una defensa agresiva, pero su carácter competitivo impregna a todo el equipo. La remontada ante Browns, cuando perdían 17-30 a falta de menos de 2 minutos, muestra un equipo sin miedo, que no va a rendirse nunca, y menos ante su público.

Su ataque terrestre no es de los más preocupante. Es el 23º de la liga, liderado por Michael Carter, y todavía no han anotado ningún TD de carrera. Por el aire son más peligrosos como consecuencia de la “locura” de Flacco. Su receptor estrella es Corey Davis (160 yardas), pero sin embargo es el novato Garrett Wilson quien tiene más recepciones (12) y TDs (2), estando también muy cerca en yardaje (154). También hay que llevar cuidado con el TE Conklin y el citado RB Carter como receptor.

En defensa, destaca sobre todo el LB Mosley, seguido por el SF Whitehead y el DT Williams; pero estos dos últimos arrastran molestias y es posible que no lleguen al 100%. No obstante, creo que muchos de nosotros en quien más nos fijaremos será en el CB rookie AhmadsauceGardner, estrella de los Bearcats de Cincinnati en college, y con quien muchos soñábamos, evidentemente en vano, que pudiese caer a nuestra elección en el pasado draft.

Tanto ellos como nosotros tenemos problemas para anotar y defender las jugadas de red-zone. Quien haga mejor (o menos mal) las cosas en este apartado puede tener una ventaja decisiva. Su kicker es el veterano Greg Zuerlein, quien ya ha fallado una patada este año (aunque anotó el extra-point de la victoria por un punto en Cleveland). Los equipos especiales es otra unidad donde tenemos que empezar a generar, y el domingo puede ser una buena oportunidad.

Joe Flacco, viejo conocido por su etapa en Ravens, es un veterano de vuelta de todo, que no tiene nada que perder, lo que puede ser un peligro añadido (foto: USA Today Sports)

La clave

Empezar bien de una dichosa vez. Ya llevamos dos jornadas en las que las remontadas de la segunda parte se quedan cortas. No estaría mal empezar a imponer nuestro ritmo (sea cual sea) desde el inicio, y no vernos tan atrás en el marcador desde el comienzo. Aunque los jugadores son los primeros que deben salir enchufados desde el pitido inicial, también corresponde a los entrenadores estudiar las fortalezas y debilidades del rival para minimizar el daño que puedan hacernos cuando las energías y los ánimos están todavía altos.

Importante que Burrow ahuyente todos los fantasmas que parece se le están apareciendo en este arranque liguero. No está jugando bien, y creo que él es el primero que lo sabe. Si es problema suyo, de la línea, o del plan de juego, es algo que sólo conocen ellos, pero hay que arreglarlo ya. No podemos seguir regalando «partidos de pretemporada» con la competición ya en pleno curso. Necesitamos a nuestro líder.

Pero esto es un juego colectivo, y una línea que no sea capaz de darle un mínimo de protección es un riesgo. Muchos ojos estarán puestos en ella, porque una nueva jornada catastrófica podría significar que Pollack empezase a «comer cristales» en otra parte, con Callahan preparándose para ir detrás. Fundamental que esta unidad, donde hemos invertido bastante en pretemporada, empiece a dar muestras evidentes de mejoría.

La historia no nos favorece (18-10 a su favor es el balance de enfrentamientos entre ambas franquicias) y el pasado reciente tampoco. Pero conociendo a Burrow, seguro que tiene bien clavada la espina por la derrota del año pasado y será un aliciente más.

En defensa, aunque nosotros conocemos de sobra a Flacco, pocos quedan ya en el equipo que se hayan enfrentado a él. QB irregular, capaz de lo mejor y de lo peor, podemos darnos por muertos si le dejamos pasar a sus anchas. Por tanto, la clave es ponerle en apuros, obligarle a moverse, y terminar en sack las jugadas donde superemos el pocket newyorkino.

Mi cabeza y mi corazón me dicen que vamos a ganar (somos favoritos por 4,5 puntos), pero también me lo decían los dos partidos anteriores, así que quiero creer que a la tercera será la vencida. Sin embargo, esa maldita voz que tenemos en la memoria nos recuerda que si hay un equipo capaz de hundirse hasta lo más profundo es el nuestro, y que el refranero también afirma que no hay dos sin tres. Más que nunca, tenemos que ser optimistas y confiar en el equipo. Y ganar, aunque sea jugando mal.

No nos podemos permitir una nueva semana donde Burrow acabe cabizbajo y dolorido, y una ridícula línea ofensiva siendo continuamente superada (foto de Kareem Elgazzar para The Inquirer)

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