¡Por fin retomamos el camino de la victoria! La mejoría en el juego tuvo su reflejo en el resultado y obtuvimos con justicia el primer y ansiado triunfo de la temporada. Pero esto no para, y sin tiempo para celebraciones, ya tenemos encima el siguiente partido. ¡Y qué partido! Nada menos que contra los invictos Miami Dolphins en el primer partido en prime time del año. En efecto, tocará trasnochar/madrugar en España, ya que jugaremos a las 2:15 de la madrugada del jueves al viernes. Mejor horario para los amigos mexicanos (7:15 de la tarde del jueves) y argentinos (9:15 de la noche).
Un partido que será especial por múltiples razones. Es el elegido para la ceremonia oficial de inclusión en el anillo de honor de Willie Anderson e Isaac Curtis (si aún no habéis descargado la Guía para saber sus méritos, no sé a qué estáis esperando). Pero también supondrá el estreno de un nuevo casco: el de tigre albino. Por primera vez en la historia luciremos un casco de color blanco, a juego con nuestro uniforme color-rush de color blanco con adornos en negro.
Miami es uno de los equipos que mejor porcentaje de victorias tiene contra nosotros. El balance les favorece 18-7, siendo suyos los dos últimos enfrentamientos: el de 2020, en el que los de Tagovailoa no tuvieron rival frente a Brandon Allen, y sobre todo, la llamada “Burrow–Bowl” de 2019, en el que una impresionante remontada de Dalton en los minutos finales estuvo a punto de dejarnos sin la posibilidad de seleccionar a Joe BurrOw. Es hora de dar la vuelta a esta tendencia, pero cuidado: desde 2021, los Dolphins no pierden contra un QB cuyo apellido contenga la letra “O”.
Es interesante recordar que entre 2012 y 2015, Zac Taylor estuvo en el staff técnico de los Dolphins, y Lou Anarumo, entre 2012 y 2017. Entre los jugadores, de los suyos creo que solo el SF Fejedelem y el TE Carter (ahora lesionados) jugaron aquí, mientras que nuestro RB Perine estuvo un tiempo con ellos en 2019. Podríamos decir que también traeremos de Miami su buena climatología, ya que se espera una espléndida noche despejada, sin apenas viento, pero eso sí, más fresquito que en Florida, con una temperatura rondando los 10ºC.
Arbitrará el encuentro el novato Tra Blake, en su primer partido en prime time en la temporada de su estreno como árbitro principal. La NFL debe tenerle en buena estima porque es sólo su tercer año en el football profesional (aunque amplia experiencia en college y XFL). Como juez de línea nos pitó 3 veces en 2020, todas saldadas con derrota. Trabaja en el departamento de calidad de una farmacéutica online en Orlando, cerca de su residencia en Clermont, ambas localidades del estado de Florida, el mismo que nuestro rival los Dolphins.
En ataque
La línea ofensiva experimentó en New York una evidente mejoría. Aun así, concedió 3 sacks, pero es menos de la mitad de la media que estábamos encajando. Esto hizo sentirse a Burrow mucho más confortable en el pocket, lo que derivó en una ofensiva más fluida que en los últimos encuentros. Resulta reconfortante ver que cada vez se encuentran más compenetrados, que Volson aprende a cada partido (tan grandes son sus avances como los retrocesos de Carman, quien estuvo inactivo el domingo para activar a Scharping) aunque un riguroso holding suyo supuso la anulación de un TD de Boyd, que la lesión de Collins no era tan seria y quizá sólo necesita más reposo, pero que Jonah Williams está teniendo un inicio un tanto decepcionante.
Buena falta nos hará seguir en esta línea ascendente, porque los Dolphins emplean una defensa muy agresiva en el pass-rush, lanzando muchos jugadores a la presión. Importante tanto que la línea esté firme como Burrow inteligente. Es mejor un incompleto, o incluso hacerse un ovillo para encajar el sack y proteger el balón, que exponerse a un turnover o una lesión (el domingo también nos llevamos el típico susto de todos los días). Igualmente, con muchos jugadores a la presión, se generan lógicos huecos en cobertura, que Burrow debe identificar, con la ayuda de los técnicos trabajando en elaborar jugadas para estas situaciones en esta corta semana de preparación.
Pero la labor de la línea ofensiva, como las fuerzas de orden público, no sólo es “proteger”, sino también “servir”. Servir de ayuda a un juego de carrera que no termina de funcionar. Mixon, no sé si estará al 100% físicamente, pero le está costando entrar en calor. Es deprimente verle chocar una y otra vez contra un muro de culos sin conseguir avanzar. Todo lo contrario que Perine, quien llevó el peso de la carrera en la parte final del partido ante Jets, cuajando un respetable promedio de 5,2 yardas por carrera.
Esto nos inclina a pensar que quizá la clave pueda ser repartir más el juego de carrera. Igual, castigando al inicio con un RB más físico como Perine, al final del partido, un Mixon más fresco pueda resultar más eficaz ante defensas desgastadas. Del mismo modo, resulta desoladora la escasa utilización de Evans, sin ningún intento de carrera, aunque siempre responde como receptor con una atrapada de gran mérito el otro día.
En defensa
Debemos sobreponernos al doble impacto de la pérdida por lesión de Reader. El primero, el anímico. D.J. estaba siendo el mejor hombre de la defensa, y su presencia generaba confianza al resto de compañeros. El segundo, el deportivo. Habrá que suplirle con jugadores que obviamente no alcanza su nivel. Tupou ocupará su plaza de titular (ya había estado jugando en bastantes snaps), pero para darle relevos tendremos que emplear al decepcionante Shelvin.
También resultó tocado Hendrickson, pero su ausencia en el informe de lesionados da la impresión de que no fue nada serio. Su presencia es fundamental para compensar por el edge la menor presión que podremos ejercer por el medio. Tagovailoa es un QB con gran movilidad, así que, para incomodarle, habrá que atacarle con rapidez, y las manos en alto para cortar las líneas de pase hacia la banda.
Pratt ya ha vuelto a los entrenamientos, aunque en su ausencia, Davis–Gaither realizó un papel muy eficaz. La carrera de Miami no debería preocuparnos (es la penúltima de la liga) pero son 4ºs en la ofensiva de pase, muchos de ellos, pases cortos a la zona de influencia de los LBs, que deberán estar muy atentos en cobertura. El RB Edmonds es el tercer receptor del equipo, y el TE Gesicki, el cuarto.
Como decía, el juego aéreo de Tua es preocupante. Es muy preciso (de los QBs con más de 100 intentos de pase, es el tercero con mejor porcentaje: 71,3%), y no se pone nervioso en el pocket, donde sabe ganar mucho tiempo hasta encontrar la mejor opción. Esta opción a menudo suele ser pase rápido a Waddle (aquí debe marcarle Hilton muy estrechamente) o esperar a que Hill gane separación en profundo (quien le tiene muchas ganas a Apple tras la pasada final de conferencia; aunque aquí, creo que nuestro jugador fundamental será Bates evitando que complete los pases largos).
Va a ser la primera vez esta campaña que nuestra secundaria esté realmente expuesta a un poderoso juego de pase, dirigido por un QB de calidad contrastada. Ya sabemos que no sólo es responsabilidad de los cornerbacks hacer que esto no funcione, sino que todo el equipo debe contribuir a evitar que los receptores potenciales se encuentren libres de marca, y que la presión de la línea (yo sería prudente con los blitzes), con rotaciones para mantenerla fresca, pueda incomodar a Tagovailoa.
El rival
Los Dolphins llegan invictos a nuestro enfrentamiento y, por tanto, con la moral bien alta. Con razón. Han obtenido victorias de mérito ante rivales complicados. Si bien su triunfo ante Patriots pueda enmarcarse en la rivalidad divisional, las insospechadas victorias contra Ravens y Bills muestran un equipo que, si bien no fue superior a su rival durante los 60 minutos como el caso anterior, supo mantener la fe para dar la vuelta a situaciones y marcadores adversos. Aquí hay que darle el mérito que tiene al joven entrenador Mike McDaniels (o haberse librado de la negatividad de Flores) por insuflar energía ganadora a un grupo de buenos jugadores.
Su líder indiscutible es Tua Tagovailoa, QB de la promoción de Burrow, quien, por fin libre del lastre de las lesiones, está demostrando la valía que en su día le consideraba como firme candidato a número 1 del draft. Cabe destacar que es zurdo y, como decían en la película “Rocky”, los zurdos lo hacen todo al revés. Importante destacar esta característica, que tiene su influencia en cuanto a lados ciegos, zonas preferenciales de pase, etc. Por cierto, en el partido ante Buffalo recibió un golpazo que debió haberle incluido en el protocolo de conmociones (no sé si la proximidad de jugar en 4 días, o la atención mediática del duelo Tua–Burrow ha tenido algo que ver).
Pero la ofensiva de los Dolphins es algo más que su QB. El juego de carrera se lo reparten Edmonds (más versátil) y Mostert (más físico). Jaylen Waddle y Tyreek Hill son segundo y tercero en la tabla de receptores con más yardas, con 342 y 317 respectivamente (solo superados por Stefon Diggs con 344). Y tienen en el equipo de prácticas a un WR undrafted llamado River Cracraft que ya lleva 2 TDs este año. Puede que su mayor problema en ataque sea la previsible baja del LT Armstead.
En defensa, su secundaria es terrorífica, y va a exigir mucho más de Burrow que en partidos anteriores. Los safeties Jones y Holland forman un dúo de mucho nivel, así como la pareja de cornerbacks Howard y Needham. Lo más lógico sería buscar al WR que se empareje con este último, no por ser malo, que no lo es, sino por ser el menos bueno del grupo. En el frente salen con una formación 3-4, donde son de temer los OLB Ingram y Phillips, sin despreciar al DE Ogbah. Nueva prueba de fuego para nuestra línea ofensiva, en la que de nuevo Collins no ha entrenado.
La clave
Tal como pasó en Nueva York, será fundamental establecer el ritmo del partido desde el inicio. Esto aportará tranquilidad al ataque y quitará urgencias a la defensa. Importante, por tanto, que los técnicos hayan estudiado bien al rival para tratar de sorprenderles al comienzo. Pero mucho más, que los jugadores estén centrados y eviten fallos individuales (penalizaciones, drops) que dificulten el avance ofensivo. Será una noche con muchas emociones, con el estadio a rebosar deseoso de un triunfo, y habrá que manejar bien los nervios para que no nos traicione la ansiedad.
La ofensiva empezó a enseñar algo distinto. Más bombas a Chase, utilización de Perine, incluso una jugada de cierta fantasía con pase lateral de Mixon a Burrow tras handoff. Creo que este es el camino a continuar para evitar la previsibilidad que tanto nos castigó en los dos primeros encuentros. Alternar jugadores, y jugadas en corto y en largo. Aprovechar nuestros puntos fuertes: la superioridad de los receptores ante secundarias más cortas de personal que pueda igualarles (su defensa contra el pase es la 2ª peor de la liga).
En defensa, hay que recordar que nos enfrentamos a un equipo que le endosó 42 puntos a una defensa tan exigente como la de Ravens. Su capacidad anotadora está fuera de duda, así que debemos limitarles porque a nosotros ya hemos visto lo que nos cuesta anotar. Pero también se mueven bien en marcadores apretados y cortos. Creo que lo fundamental es evitar que entren en ritmo, siendo agresivos en la presión, porque Tua con tiempo va a encontrar a alguien libre, y le va a dar igual que sea con ganancia de muchas o pocas yardas. Necesitamos forzar terceros downs lo más largos posibles, porque su porcentaje de conversión (48,5%) es el cuarto mejor de la liga.
Las apuestas nos ponen como vencedores por 4 puntos, pero yo me fiaría poco de este pronóstico. Las cosas como son, por la inercia de uno y otro equipo, creo que son ellos los favoritos. Sólo espero que la magia de un estadio volcado con los nuestros, y el carácter ganador de Burrow sean suficientes para encarar este mini-bye de 10 días al menos con un balance de 2-2, que permita aposentar con calma las malas sensaciones de este imprevisto mal arranque liguero.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com