AnalisisBengals 2017

Steelers 29 – Bengals 14

Se cumplieron a rajatabla los peores presagios y caímos derrotados ante los Steelers. Todo estaba en contra: horario, venir de bye, vestir de blanco, enfrentarnos en su cancha a un equipo que nos tiene tomada la medida y se encuentra en un gran momento de forma, y por supuesto, nuestras propias limitaciones. No obstante, decir que nos ganaron es quedarse corto. El marcador no refleja el repaso que nos dieron. En ataque, sobre todo en la primera mitad; en defensa, sobre todo en la segunda mitad; y para rematar, cuando ya no hacía ninguna falta, nos pintan la cara en un fake-punt en equipos especiales. Un baño en toda regla, como siempre, demostrando una vez más el evidente desequilibrio técnico entre una banda y la otra.

 

No hay que buscar excusas. Los árbitros, como de costumbre, se inclinaron más hacia el bando local (sólo hay que ver que nos hicieron pedir 2 challenges que tuvieron que revocar), pero no tuvieron influencia en el resultado. Las lesiones tampoco, ya que a ellos también les faltaban jugadores importantes. La suerte en este encuentro se quedó de espectadora, ya que no mostró especial inclinación ante ninguno de los contendientes. La derrota se debió, simple y llanamente, a que hubo un equipo mejor (ellos) y otro peor (nosotros).

 

Pese a que perder siempre duele, y especialmente cuando es frente a los Steelers, creo que esta derrota estaba asimilada por todos. Tenemos el equipo que tenemos, con una línea ofensiva entre las peores de la liga y un ataque que se mueve a golpe de playmaker, sin estilo ni sentido definido. Con una defensa buena, que sostiene al equipo cuando vienen mal dadas, pero que no puede hacer ella sola todo el trabajo. Y sobre todo, una limitación patológica en el apartado técnico, que nos haría proponer a la NFL que eliminase los descansos, ya que tras ellos nos anulan con probada eficacia y frecuencia. Esto no da para más.

 

Es lo que hay, y así tendremos que sobrevivir lo que nos queda de campeonato. Hay calidad suficiente para ganar unos cuantos partidos, pero no para aspirar a nada relevante. Sin embargo, como dije en el artículo de análisis del primer tramo de temporada, quiero creer que con 4-4 aún tendríamos esperanzas de postemporada con las que encarar la 2ª mitad de la liga. No para nada importante, eso seguro, pero no sé vosotros, yo prefiero perder en playoffs que ver cómo lo juegan otros. En la Conferencia, el wildcard está a 2 partidos, y con los resultados que se producen un domingo sí y otro también, no voy a pensar en la temporada 2018 hasta que no sea inevitable.

 

No obstante, es obligatorio mejorar nuestro juego, en muchos apartados. La carrera no puede ser una mera comparsa. Es un crimen darle apenas 7 carreras a alguien como Mixon (ninguna de ellas en la 2ª mitad, jugándonos el partido). Pero no sólo es un tema de personal, también de planteamiento. Pittsburgh ejecutó varias jugadas con línea sobrecargada a un lado con 2 TEs y el fullback encabezando la embestida. Es sólo un ejemplo de que se puede correr sin que la OL sea una apisonadora (y la nuestra dista mucho de serlo). El juego aéreo también debe ejecutarse con mejor criterio. Green no puede quedarse con sólo 2 pases, ninguno completo, en toda la 2ª mitad (eso si consideramos “pase” el que costó la primera intercepción, que más bien era un melonazo a no se sabe dónde). Tampoco puede ser que a nuestro WR más veloz, Malone, el único lanzamiento sea a una triple cobertura donde el pobre no tenía la más mínima oportunidad y derivó en la segunda intercepción, mientras que los pases largos se lanzan a LaFell

 

En defensa, hay que trabajar los fundamentos. Estamos de acuerdo en que Bell es seguramente el mejor RB de la liga, pero no puede ser que ni entre 3 tipos seamos capaces de echarle al suelo. El centro de la DL era mantequilla (¿dónde estaba Billings?); y por fuera, menos mal que cambiamos a tiempo la marca de Brown y pusimos a Jackson sobre él porque se estaba comiendo con patatas, un día más, a Kirkpatrick y a Dennard. Todo esto aderezado con fallos de disciplina que nos costaron hasta 3 primeros downs por saltar antes de tiempo.

 

Por desgracia, se comprobó que Pittsburgh no juega “en nuestra liga”. Está, de momento, varios peldaños por encima. Ahora lo que toca es recomponerse, recuperar lesionados, y tratar de remontar ante Colts, que sí es un rival más asequible a nuestras posibilidades actuales.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.