Hay cosas que no cambian. Una de ellas es la amarga sensación del día después del partido contra Steelers. Otra vez siendo humillados. Teniendo que soportar sus bailecitos, prepotencia, … y la convicción de que siguen varios pasos por delante. Podemos buscar todas las excusas que queramos: lesiones, arbitraje, inexperiencia, condiciones climatológicas… pero ninguna negará la evidencia. No tenemos jugadores para competir, Mr. Tobin. No tenemos entrenadores que hagan mejores a los que tenemos, Mr Taylor.
Tenemos un QB muy bueno, de lo mejor de la competición. Pero no podemos exigirle milagros cada jornada de su temporada rookie. Los entrenadores le deben ayudar con un gameplan adecuado al rival y a las circunstancias. No podemos hacerle lanzar 40 pases cuando el viento impedía precisarlos (otra cosa es Roethlisberger, cuya potencia en el pase es mayor). La carrera estaba funcionando (5 yardas de media, excluyendo el fake-punt de Shawn Williams), pero solo es 1/3 de las jugadas, y eso que la mayoría vinieron al final para matar el partido (aviso, la climatología en la AFC Norte es así, de toda la vida). Ni una jugada de jet-sweep, tampoco recuerdo screens para contener su presión… Muy decepcionante la labor ofensiva.
Y en defensa, es el tercer partido de los últimos cuatro donde encajamos más de 30 puntos (y porque Baltimore decidió parar en 27). Estamos haciendo una transición hacia no sé dónde. Tenemos una DL con 3 gordos (cuando no 4) y un presionador exterior (Hubbard o Lawson). Hay que reconocer que el domingo no nos corrieron (Pittsburgh tiene también sus propios problemas con la carrera), pero como no presionamos, nos hacen las yardas que quieren por aire. Si vamos con blitz, un tipo con el rabo pelado como Big Ben nos desarma donde nos hayamos desprotegido. Quizá habría que replantearse el sistema. O si es buen plan dejar a Bell en situaciones de cobertura (con Williams sería aún peor, pero ¿Wilson?). Otra idea sería retirar el dorsal 27 de Kirkpatrick, porque CB que lo lleva, CB al que le queman.
Y como guinda a tan indigesto pastel, las cagadas de equipos especiales. Por una vez, creo que al pobre Bullock no se le puede culpar. Ni tampoco a Huber, providencial cortando un retorno que iba camino del touchdown. Ni los retornadores ni los equipos de cobertura tuvieron su noche. Simmons quiso compensar con un fake-punt (¿quién podría imaginar tal jugada en una situación de partido completamente intrascendente?). Enhorabuena por eliminar el factor sorpresa para cuando lo necesitemos de verdad en otro partido.
Burrow tuvo la culpa
No lo digo yo, lo dice él mismo. Es alentador ver esta actitud en nuestro joven quarterback. Es lo que queremos de un líder, que se eche el equipo a la espada para lo bueno y para lo malo. Que no le den igual las derrotas. Bravo por Burrow porque, además, no le falta algo de razón. En Pittsburgh tuvo uno de sus peores partidos como profesional de la NFL.
El pase profundo sigue siendo una asignatura pendiente. Conectó uno bueno con Higgins, pero quizá más fuerte le hubiese dejado en mejor posición. Después lanzó algunas mandarinas que nos hicieron torcer el gesto. Acabó vivo (más o menos), y sin ser interceptado, lo que no es poco; pero nos quedamos sin ver a ese Burrow activo, preciso en el pase y valiente en la carrera. El drive de anotación del segundo cuarto fue un espejismo.
En cualquier caso, la realidad es que perdimos por culpa de Burrow… por hacernos creer que solo con un buen QB ya estaban resueltos todos nuestros problemas.
La carrera, mejor compartida
Nueva ausencia de Mixon que, aunque suene mal, no se notó. La combinación Bernard-Perine funcionó adecuadamente, y si se abandonó el juego de carrera, no fue por falta de productividad, sino porque los técnicos decidieron apostar más por el pase (en un día ventoso…).
Además, pudimos ver por fin a Trayveon Williams, aunque fuese en los minutos de la basura. Se le vio determinación para correr entre tackles, algo de lo que adolecen el resto de los corredores. Deberíamos darle alguna oportunidad más, sobre todo teniendo en cuenta que lo de Mixon, como no podía ser de otra manera, va para más largo plazo del que nos indicaron los médicos del club.
La línea ofensiva es mejor cuantos menos titulares la componen
Así es la triste realidad. Los dos partidos que hemos tenido que componer una unidad de circunstancias ha sido cuando mejor rendimiento ha mostrado. Burrow no se ha visto sometido a tanta presión, y la carrera, tímidamente, ha podido avanzar. Esto debería llevarnos a la reflexión de si realmente están los mejores jugadores ocupando las titularidades.
Spain ha demostrado su profesionalidad, tanto para aportar apenas aterrizado, como para desempeñar una función, la de OT, donde no se alineaba desde college. No digo que se le ponga como LG para no condicionar el progreso de Jordan, pero debería ser el titular en el RG (o intercambiar posiciones con Jordan). “Penalizaciones” Redmond no puede continuar un día más.
Adeniji no da la impresión de estar tan “verde” como nos querían vender. En cuanto Jonah Williams vuelva de la lesión, deberíamos darle la titularidad en el RT, no sólo por prescindir de Hart (que también), sino porque si estamos construyendo un equipo de futuro, no tiene sentido que siga en el banquillo.
Si consiguiéramos conformar una unidad simplemente “decente”, nos permitiría evitar tener que acudir en emergencia a primera ronda para reforzarla. Renovando a Spain tendríamos cubiertas las principales posiciones, y solamente necesitaríamos fondo de banquillo. En cuanto a despedir a Turner, por 2 partidos no lo voy a salvar (ver cómo nos superan una y otra vez en stunts por falta de coordinación es desolador). Espero ver la evolución de la unidad de aquí hasta el final, y cómo resuelve la situación de personal.
Se han perdido un par de tight-ends. Por favor, si alguien los encuentra, que nos los devuelva.
De nuevo desaparecidos. Solo una recepción para Sample, y un incompleto fácil de atrapar sobre la banda cuando lesionaron a Burrow. El football moderno requiere que este tipo de jugador sea mucho más utilizado. Sobre todo, son muy útiles en jugadas de tercer down. El domingo tuvimos un 0 de 13 en tercer down. Cero patatero. Si no tenemos mejores jugadores, es culpa de Tobin. Si no juegan bien es culpa de Casey. Y si no se les involucra en el plan de juego es culpa de Callahan. Lo que no podemos pretender es que jugadores mediocres como Sample o Carter (o incluso Uzomah) nos resuelvan muchas papeletas.
Higgins es el futuro. Green no.
No estuvo perfecto (no debió haber perdido ese fumble), pero Higgins demostró con sus 115 yardas su buena sintonía con Burrow. En un día donde Boyd lo tuvo más complicado (apenas 6,8 yardas por recepción), el novato fue de las pocas luces de una noche muy oscura. Junto con Burrow, es la mayor esperanza de cara a que nuestro futuro pueda ser más brillante.
Green ya no es el WR1. Ni siquiera el 2 ni el 3. Como mucho el 4. Y por deméritos propios. Haden siempre ha sido su bestia negra desde los tiempos de Georgia y Florida, y el domingo volvió a quedar en evidencia. A.J. nunca ha sido un receptor físico, pero cada vez juega con más miedo. 5 lanzamientos hacia él y ninguno completado. No debería culpar a nadie más que a sí mismo si Tate, como es de justicia, recibe de aquí en adelante más protagonismo.
Otro que también parece perdido es Thomas. Y ya Erickson ni lo cuento (como receptor). Realmente me resulta sorprendente que no hayan sido de encontrarle un hueco a Ross por delante de estos dos (aunque fuese como retornador, no con la rocambolesca idea de reconvertirle a CB). Ahora está en IR (para variar) y no volverá mínimo hasta dentro de 3 jornadas. La convalecencia de Bicknell por covid-19 no permite aventurar muchos cambios en la unidad.
Dunlap tiene los mismos sacks desde que está en Seattle que toda nuestra DL los últimos 4 partidos
Y lo peor es que el dato es un ridículo sack. Ninguno frente a Steelers, ni Titans (fue el LB Wilson), ni Browns y 1 de X.Williams frente a Colts. Absolutamente patético. No digo que con Dunlap fuese mejor, pero estamos en cifras inaceptables. Eso sí, Lawson está en lo más alto de los rankings de jugadores que se libran de su par para presionar al QB… ¿para qué?
La composición de la línea defensiva está diseñada para liberar al pass-rusher del extremo (probablemente emparejado con un TE) mientras los otros 4 hacen el trabajo sucio. Pero de poco sirve si Lawson no es capaz de concretar esa presencia en el backfield enemigo si no fructifica en sack.
Atkins no jugó (desde “La Jungla Hispana” le damos la enhorabuena por el nacimiento de su hija Isla, no así por la elección del nombre), pero tal como le están utilizando no hubiese cambiado mucho la situación. Sigo sin encontrar explicación a que jugadores como X.Williams o Bledsoe tengan más participación que Kareem, quien debería ser uno de los pilares para el futuro. No veo el plan por ninguna parte.
Bynes sigue jugando demasiado
No digo que lo esté haciendo mal, pero en partidos como el del domingo, resuelto ya casi en el primer cuarto, se debería haber dado más participación a los novatos Wilson y Davis-Gaither (70% de los snaps, por un 40 y 18 respectivamente para los rookies). Como Pittsburgh pasó más que corrió, no pudimos disfrutar de sus excelencias contra el juego terrestre, y sí de sus carencias en cobertura. Necesitamos saber si nuestra joven camada de linebackers sabe cubrir, porque si no, aquí tenemos una clara necesidad de cara al año que viene.
La táctica de rezar para que Roethlisberger fallase no funcionó
Está claro que tener lesionados, o enfermos, a nuestros CB1, CB4, CB5 y a otros 2 del Practice Squad, y que al poco tuviera que retirarse el CB3 no ayudó nada. Tampoco que nuestro CB2, William Jackson, estuviese en modo, “yo debería haber estado con ellos si no me hubieseis escogido en el draft”, cuajando uno de sus peores partidos de la temporada. No tuvimos más remedio que dar la titularidad al CB6, Brown, por momentos un dejà vú de Kirkpatrick por lucir su mismo dorsal… e idéntica inutilidad defensiva. Tan mal lo hizo, que Davis, ascendido desde el Practice Squad, no pareció tan malo a su lado.
No es de extrañar que, conscientes de nuestra debilidad en secundaria, Pittsburgh se hinchase a pasar cuando la prudencia, e incluso el resultado, aconsejaban correr. Así, tuvimos la oportunidad de ver como Ju-Ju parecía haber anotado un TD de SuperBowl cada recepción que hacía por cómo lo celebraba (¡cómo si tuviera mérito!). También una nueva demostración de la mucha pena que da ver a Bell en cobertura. Menos mal que nuevamente, Bates se puso la capa de superhéroe y nos salvó de muchas, porque pudo haber sido una masacre aún mayor.
Las lesiones no se pueden planificar, pero sí prever alternativas. No me parece normal que estos jugadores prácticamente inéditos, y medio desconocidos, jueguen todos los snaps, mientras otros más acostumbrados al ritmo de juego, como los safeties Williams o, sobre todo Wilson, quien tiene experiencia de college, apenas tengan una participación residual. No estoy diciendo que fuera lo ideal, pero estando en emergencia, creo que había mejores soluciones. Aun con la ausencia por Covid de varios asistentes defensivos, se supone que la secundaria es la especialidad de Anarumo. Si tampoco acierta ahí… (recordemos el sufrimiento del año pasado con Webb).
El cuerpo técnico sigue dejando que desear
Tras dos semanas para preparar el partido nos plantamos en él con un planteamiento equivocado (que haría mal tiempo ya se conocía desde antes, sólo había que leer mi previa) y sin plan “B” para reaccionar. En ataque hay que encontrar alternativas a la táctica “que se la juegue Burrow”. Profundizar en el juego de carrera, buscando variantes como end-around o reverses; y también en el aéreo (screens, atacar la zona corta con los tight-ends, etc.). No sacamos adelante ningún tercer down, lo que demuestra que o bien cometemos errores en los dos primeros, o que no hay soluciones cuando estos terceros se hacen largos.
En defensa, creo que ya hemos desmenuzado bastante los desaciertos tácticos y de uso de personal. Hemos sido destrozados en las visitas a nuestros rivales de división (aunque maquillásemos al final el marcador en Cleveland). El camino no puede ser éste. Se hace necesario un cambio, no se si de actitud, de confianza, o simplemente de filosofía con otro entrenador o entrenadores.
Cuando hablo de actitud, no me refiero solo a declaraciones tras el partido, como las de Burrow, que me parecen muy bien, sino dentro del mismo. Sin llegar a las batallas campañas de hace no tanto, estos duelos deben jugarse con más intensidad. Por ejemplo, cuando Dupree empujó a Burrow contra el banco. Los árbitros no pitaron nada (para variar), pero nuestros suplentes debieron haber rodeado al infractor para reclamar la falta. Esa jugaba demandaba una respuesta más contundente de los compañeros de Burrow. Seguro que, de haber sucedido a la inversa, los suplentes de Steelers hubiesen sido más vehementes. Y por supuesto Tomlin, que incluso ganando de 20 seguía protestando a los colegiados.
Tampoco quedan libres de culpa los equipos especiales, y esta vez, el señalado no fue “barrilete” Bullock. Erickson es el encargado de retornar punts por su seguridad de manos. Su fumble nada más empezar anuló lo que había sido un buen comienzo defensivo. Al contrario que Wilson, quien también erró en el kickoff consiguiente y no nos costó un disgusto de milagro, a Erickson no le puede justificar el viento, ya que perdió el balón una vez controlado. Después, en una mal entendida fórmula de intentar compensar su equivocación, no pedía fair–catch cuando el gunner rival se le echaba ya encima. Huber también tuvo problemas al chutar un punt, pero lo compensando cortando un retorno que ya había superado a sus compañeros de cobertura. En definitiva, una jornada negra para Simmons, que trató de remediarlo con un fake-punt, bien ejecutado, pero totalmente inútil en un partido perdido.
Los árbitros, como siempre, a favor de los de amarillo y negro
La superioridad acerera fue tan evidente que no voy a cometer la estupidez de decir que perdimos por los árbitros, pero que cada vez que se producía una jugada dudosa caía de su lado es una evidencia que no hay por qué esconder. Creo que esto es una muestra más, en definitiva, de la falta de respeto que se nos tiene en la liga.
La no-recepción de Boyd, el fumble en un retorno de Steelers que nos hubiera permitido acercarnos en el marcador, la sobreprotección a Roethlisberger con respecto a Burrow, la discrepancia de criterios para pitar holdings a un equipo y a otro… Exactamente la misma dinámica que en tiempos de Lewis, y que con tanta necesidad necesitamos revertir.
Como conclusión, una nueva visita a Pittsburgh donde fuimos atropellados. Por unas causas o por otras, el resultado siempre es el mismo: acostarnos tarde y cabreados. Ya hemos dicho que este año la misión no es acumular un buen balance de victorias, sino demostrar que podemos competir. Objetivo fallado.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com