Lo que empezó siendo un extraño rumor se confirmó en la mañana de hoy. Por sorprendente que parezca tras la buena marcha actual de los Bengals, Zac Taylor no será su entrenador principal la próxima campaña. El joven técnico, cuyo contrato firmado en 2019 expiraba este año, y la Directiva actual, alejada de los cánones conservadores del patriarca Mike Brown, no llegaron a ponerse de acuerdo para renovar su continuidad en Cincinnati. Así pues, si el equipo no se clasifica para playoffs, el partido del próximo domingo ante Chiefs, y el siguiente en Cleveland, serán los últimos de Taylor frunciendo los labios en la banda bengalí.
No obstante, fuentes cercanas a este medio aseguran que las negociaciones fueron amistosas en todo momento. En el club hay un respetuoso reconocimiento al excelente trabajo de Taylor por la rápida y fructífera renovación de la plantilla. Sin embargo, también se tiene la certeza de que el mérito deportivo alcanzado se debe más al talento del quarterback Joe Burrow, y que las limitaciones estratégicas de Taylor son un lastre para seguir progresando hasta alcanzar el objetivo final de levantar el Trofeo Lombardi. De hecho, apuntan que incluso se le ofreció permanecer en la franquicia, rebajado a coordinador ofensivo, oferta que Taylor educadamente rechazó.
Se comenta también que Taylor tiene una suculenta oferta de su “alma mater”, la Universidad de Nebraska. Por lo tanto, no se quedaría en paro, y su labor al frente de los Bengals sin duda le habrá servido para ganar un importante reconocimiento en el mundillo del futbol americano y, por qué no negarlo, la posibilidad de alcanzar un acuerdo millonario. De hecho, los buenos términos en la no renovación del contrato (recordemos, no se trataría de una rescisión) no descarta la posibilidad de que volviese a la Queen City en un futuro cercano.
Por su parte, se cree que los Bengals estarían intentando a toda costa hacerse con los servicios de Joe Brady, el coordinador ofensivo despedido por Panthers el pasado 5 de diciembre y quien, como entrenador de receptores y juego de pase en la Universidad de LSU, fue el máximo responsable de la espectacular temporada 2019 tanto de Ja’Marr Chase como de Joe Burrow. De hecho, según informaciones recogidas por el prestigioso medio “The Athletic”, el QB y Elizabeth Blackburn, nieta del propietario y la nueva voz cantante en la renovada directiva actual, habían mantenido discreta reuniones privadas para determinar la idoneidad de Brady como nuevo responsable técnico bengalí.
La marcha de Taylor conllevaría también la de sus principales colaboradores. Si bien se pretende conservar a entrenadores de unidad cuyo rendimiento está resultando óptimo, tales como Pollack (OL), Walters (WR) o Hobby (DL), se sabe que Callahan (OC) estaría sentenciado. De hecho, ya suena su posible marcha a otro equipo para 2022. En su lugar, la intención de la directiva es no caer en los errores del pasado y traer a alguien con experiencia, por lo que estaría sonando con fuerza el regreso de Hue Jackson, quien siempre ha tenido un excelente entendimiento con la familia Brown, como nuevo responsable ofensivo.
Por la parte defensiva, se ha ofrecido a Anarumo la posibilidad de continuar, algo que el técnico newyorkino se estaría planteando. Obviamente, podría sentirse frustrado por no optar a ascender a head-coach, y aprovechar el gran escaparate que está resultando la temporada a nivel defensivo para fichar por otro equipo con mejores expectativas deportivas y económicas para él. El plan “B” que manejan en las oficinas no sería otro que el regreso de… Marvin Lewis.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com