Draft 2022

Análisis 2021 y previsiones draft 2022: OL exterior

Continuamos el análisis a lo que fue, sin género de dudas, nuestra unidad más deficiente en 2021 y, por tanto, la más necesitada de refuerzo. Hablo, obviamente, de la línea ofensiva, pero esta vez, poniendo el foco en las posiciones exteriores. Cuando este artículo llegue a vuestros dispositivos ya habrá comenzado el baile de la agencia libre, así que os pido algo de compasión para este pobre redactor desactualizado.

Soy un firme defensor de que al football americano se gana en las trincheras. Aunque los fuegos artificiales del juego aéreo puedan cegarnos con su esplendor, no serían posibles sin una fila de gordos defendiendo al quarterback para que ejecute sus pases. Las galopadas de los corredores serían imposibles si estos mismos señores no derribaran las murallas que a su paso levantan los rivales. Una buena línea ofensiva es la diferencia entre un equipo dominante y uno que aspira a serlo, y nosotros estamos en el segundo grupo queriendo entrar al primero.

Resumen 2021

Ya dijo nuestro director deportivo, Tobin, que no se desprendería de un jugador mientras no tuviese atado a un sustituto. Por tanto, el ansiado corte de Hart no se produjo hasta la contratación de Reiff, un veterano solvente, a quien debíamos cambiar de LT a RT. La mejora resultó evidente. Como también el hecho de que añadir una única pieza fue insuficiente. Su lesión de tobillo en la jornada 12, reagravada cuando regresó a la 14, nos dejó sin una pieza fundamental, y a expensas de un undrafted como Prince, que claramente no da el nivel NFL.

En el lado izquierdo. Williams se confirma como titular por ausencia de competencia. No va a ser un left-tackle top de la liga como se suponía cuando salió de Alabama, tan sólo un buen jugador y ya está. Tiene este año para demostrar que merece la pena ejercer la opción del 5º año sobre él para 2023 (supongo que lo haremos), aunque intentar atarle por más tiempo (y menos dinero) también sería una cuestión para analizar. Esperemos que otra temporada bajo la tutela de Pollack permita seguir haciéndole progresar, porque sin ser una mala elección comparada con otras que hemos hecho en esa posición, continúa por debajo de las expectativas.

Por lo tanto, para 2022 necesitamos un righttackle titular (Reiff sólo firmó por una temporada), pero también mejorar considerablemente el fondo de banquillo. Prince no puede volver a ser nuestra mejor solución, lo que deja en muy mal lugar a otros jugadores como Johnson, Smith, o el propio Carman; que incluso ni se consideraron para jugar en el interior, desplazando a Spain o Adeniji hacia el exterior. 19 sacks permitidos por los OT (4 por Reiff en 12 partidos, 5 por Prince en 9, y 10 por Williams en 21) son cifras que se deben mejorar.

Estamos hablando de protección al QB, porque es lo más fácilmente cuantificable, pero tampoco destacaron sobremanera abriendo huecos para Mixon. La mayoría de sus yardas fueron producto del talentoso corredor. Todos recordamos con amargura los “primer down y nada” con que solemos abrir los drives. La mejoría respecto a 2020 fue indiscutible (lo que solo demuestra lo mal que estábamos), pero es claramente un balance final decepcionante.

Agencia Libre

Ya explicamos en el artículo sobre el interior de la línea que este año no podemos ser timoratos en el refuerzo de esta unidad. Hay que invertir con decisión en la protección de nuestro bien más preciado: la salud de Joe Burrow. Necesitamos veteranos de primera fila, no más experimentos. Por desgracia, como ya he explicado cada vez que publicamos este tipo de artículos, los buenos offensivetackles NUNCA salen al mercado. Todos los equipos renuevan a los suyos, como es natural por la importancia de la posición. Eso hace que lo disponible sea muy escaso, de dudosa valía, y excesivamente caro.

Por lo tanto, creo que, si queremos realmente reforzar la posición, y no sólo de cara a la galería, hay que ser audaces en la búsqueda de traspasos. Está la opción de Collins, prescindible en Dallas por cuestiones de salary cap. Incluso Tunsil, por la obvia necesidad de reconstrucción de Texans. Estos son los casos aparentemente más claros, pero es probable que se puedan explorar otras opciones. Ahora mismo, nos resulta más necesario un jugador consolidado que la apuesta por un joven a desarrollar, por lo que podemos desprendernos de elecciones de draft sin que suponga una tragedia irreparable.

Pero también sabemos el aprecio que tiene la directiva a nuestras elecciones colegiales (en realidad, a lo barato que resultan). Así que debemos considerar que el refuerzo de esta unidad puede venir en la agencia libre, donde repito, tampoco hay nada realmente espectacular. Es cierto que el titular que necesitamos es un right-tackle, porque la idea de cambiar ahí a Williams, o incluso pasarlo a guard, no me parece realista. Así que yo descartaría ya a Armstead, tanto por precio (es la pieza más cotizada del mercado) como por posición en el campo.

Así las cosas, nos quedarían opciones más económicas con veteranos como Moses (31 años) o de dudosa fiabilidad como Brown (27 partidos jugados de los últimos 49). Esto sería de lo poco potable para la titularidad, pero como indicaba más arriba, también necesitamos profundidad para el banquillo, y ahí podrían entrar opciones como Ifedi o Noteboom. Al final, lo que resultaría muy triste es que nos conformásemos con renovar a Reiff (33 años) que no sería solución a nada.

Draft

Si un pick top-10 a duras penas nos ha solucionado un lado de la línea, pretender que lo haga un novato escogido en el 31 sería pecar de bastante ingenuidad. Al menos de forma inmediata, como necesitamos. No obstante, si no encontrásemos nada mejor, siempre es una solución de emergencia (con lo poco que me gustan las soluciones de emergencia cuando lo que hace falta son soluciones de planificación). Veamos qué podría llegarnos el próximo abril.

Bernhard Raimann #76 (Central Michigan)

Europeo, ex tight-end, y con pasado militar, Raimann (no confundir con Rain Man, la película de Dustin Hoffman) puede convertirse en nuestra propia versión de Alejandro Villanueva (foto Central Michigan Chippewas)

¿Qué puede llevar a un chico nacido en una localidad a una hora de Viena, en pleno centro de Europa, a interesarse por el futbol americano? Pues películas como “The blind side”, o series como “Friday Night Lights”. La grandeza de nuestro deporte favorito no conoce fronteras, y casos como el suyo alientan a quienes humildemente, desde nuestra pequeña posición, tratamos de promocionarlo.

Aunque pueda parecer que en Europa llevamos una clara desventaja, hay países donde el football está mucho más implantado de lo que creemos. Raimann no es ningún recién llegado, sino que lleva practicándolo desde los 14 años en los Vienna Vikings (compaginándolo con el soccer, por supuesto, como todo buen europeo). Comenzó como wide-receiver, y en este puesto jugó cuando fue a USA a terminar sus estudios de instituto. Tras volver a su país para cumplir con el servicio militar obligatorio, regresó para alistarse en los Chippewas de Central Michigan. Más fornido y pesado, cambió su posición en el campo a la tight-end.

Llega 2020, y con él, la pandemia y una temporada reducida. Los Chippewas andan cortos en la línea ofensiva y le piden que cambie a offensive tackle. El resultado es un éxito, y ya para 2021 se convierte en su posición definitiva. En estos dos años, sólo permitió 15 presiones y un único sack. Sin embargo, pongámoslo en su contexto: el nivel de competición que enfrentó en Central Michigan dista mucho del que encontrará en la NFL, como pudo comprobarse en la Senior Bowl, donde se evidenciaron todavía muchas carencias técnicas.

Puede que por su paso por el ejército, o porque al provenir de un país foráneo quiera demostrar más que los demás, Raimann es un jugador muy competitivo y disciplinado. Que nunca se rinde, y termina desesperando al defensor (ahí destaca su pasado como luchador de lucha libre). De los que siempre busca lo mejor para el equipo en vez de destacar en lo individual. Su cambio de posición no podría haber sido tan brillante de no estar dotado con una inteligencia privilegiada, que le permite entender perfectamente el juego y escoger siempre la mejor opción para ganar los duelos.

Como se puede deducir, su principal virtud es la movilidad (no solamente por su pasado como receptor sino por participar en competiciones de atletismo). Se redirecciona fenomenal, eligiendo el mejor ángulo. Es infranqueable por fuera por su movilidad lateral. Es un peligro en jugadas de screen por su velocidad subiendo al segundo nivel. Su agilidad le permite flexionar rodillas y girar la cadera para ganar la posición. Su reacción es explosiva. Por todo esto, está muy capacitado para líneas ofensivas que se muevan en zona que, como ya deberíais saber por la de veces que lo he repetido, es así como funciona la nuestra.

La cruz de ser un receptor reconvertido es su tamaño. Aunque ha pasado de 260 libras a poco más de 300, todavía es un poco escaso para su posición. No estar en su peso natural hace que sea un poco desequilibrado: muy alto para poca base. Esto puede ser un problema para absorber la potencia con la que le atacarán los defensores rivales. También debe desarrollar un poco más de mala leche en los emparejamientos, porque en la NFL no se hacen prisioneros.

Debe ganar un poco más de consistencia en su juego de manos, así como corpulencia para anclar mejor su cuerpo ante el bullrush. Será un rookie de 25 años, cuando alcance su madurez técnica empezará su declive físico. No obstante, el potencial futuro que se le adivina supera las posibles deficiencias presentes. Nuestros entrenadores se han entrevistado con él tanto en la Senior Bowl como en la Combine, por lo que el interés es real.

Lo bueno: Se convertiría, junto a Arnold Schwarzenegger, en el austriaco más famoso de Estados Unidos. Si tiene su misma visión, inteligencia, y capacidad de sacrificio para mazarse en el gimnasio, le podríamos decir a nuestros problemas en la línea ofensiva: “Hasta la vista, baby”.

Lo malo: Le veo muy liviano para right-tackle y muy verde para left-tackle. No sería un jugador de impacto inmediato, y por muy buena proyección que tenga, no estamos ya para proyectos, sino para realidades inmediatas. Si finalmente es nuestro elegido, sería síntoma de que no se han hecho del todo bien las cosas en la agencia libre.

Proyección: Se calcula que debería salir en la primera mitad de la segunda ronda; pero si comienzan a elegir muchos jugadores de línea ofensiva en primera, es probable que oigamos su nombre al final del primer día, quién sabe si acompañado de la coletilla “With the 31th pick in the 2022 draft, the Cincinnati Bengals selects…”.

Abraham Lucas #72 (Washington State)

Si con Raimann podríamos decir a nuestros problemas en la OL “hasta la vista, baby”, con Abraham les diríamos: “hasta luego, Lucas” (foto Ken Murray/Icon Sportswire via Getty Images)

Vamos a centrarnos. Si necesitamos un right-tackle, busquemos un right-tackle. Exceptuando su campaña “redshirt” en 2017, Lucas ha sido el RT titular en los huskies durante 4 temporadas (42 partidos), sin perderse ninguna jornada por lesión. 3000 snaps en los que solo ha concedido 4 sacks y 6 QB-hits. No solo hay que destacar su experiencia, sino su constitución física. Tamaño proporcionado, buena longitud de extremidades, peso bien distribuido… en una palabra…sí, lo habéis adivinado, prototípico.

Leo en sus informes como debilidad que, al jugar en una universidad muy orientada al juego aéreo, es mucho mejor protector del QB que facilitador de la carrera. Pensando en Bengals, no la veo como tal, sino todo lo contrario. Nuestra ofensiva también está más desequilibrada hacia el pase, precisando Burrow mayor protección, no solamente desde el LT. Lucas destaca, entre otras habilidades, por su inteligencia, que le lleva a reconocer con antelación los movimientos que piensa ejecutar el rusher, adelantándose a ellos para alejarlos de la acción.

Seguramente no será el mejor atleta de la promoción, aunque está por encima de la media, pero sabe moverse muy bien en espacios reducidos. Destacan de él sobre todo su paciencia en los bloqueos. No se precipita en sus acciones, sincronizando con fluidez sus movimientos de manos y pies. Es un jugador muy competitivo, que no cede hasta la finalización de la jugada.

Pese al buen control de su cuerpo y su tamaño, debe aprenderse a anclarse mejor para aplicar más contundencia a sus bloqueos. En ocasiones, permite desengancharse a su oponente y que éste pueda iniciar otra incursión, debiendo reposicionarse. Debe ser más consistente a la hora de neutralizar las amenazas. Tras la temporada 2020, muy corta por la pandemia, decidió regresar al college en vez de presentarse al draft para mejorar su proyección. Digamos que el intento quedó en tablas, por lo que quizá hayamos visto ya de él su techo.

Lo bueno: Su excelente técnica de manos le evita penalizaciones por holding.

Lo malo: Sin embargo, lo compensa con muchas penalizaciones por salida falsa.

Proyección: En el draft se valoran más los tackles izquierdos que los derechos, por lo que es posible que este chico, que por su calidad debería salir al comienzo de la segunda ronda, caiga hasta finales de ésta.

Braxton Jones #77 (Southern Utah)

Braxton ha estado entrenado por un ex-Bengal, Mike Pollak, quien jugó con nosotros un par de años como guard entre 2013 y 2014 (Foto: Southern Utah)

Pienso que nuestra mejor opción para el puesto de OT es un veterano. Pero igualmente, considero nuestra profundidad en la posición alarmantemente escasa. Ya vimos lo que pasó cuando perdimos a Reiff, no quiero pensar en las consecuencias de perder también a Williams. Por tanto, ya que a estas alturas del draft no vamos a encontrar ningún titular (ni considero que debamos buscarlo), me parecería no obstante buen lugar para conseguir un suplente de mayores garantías que los undrafted Prince o Johnson.

En este perfil es donde podría encajar Jones. Aunque ha desarrollado su carrera como lefttackle, podría evolucionar como un jugador válido de emergencia para ambos lados de la línea (swing-tackle). Es un buen atleta, con la agilidad requerida para reaccionar a los movimientos de su oponente. Es físico y agresivo en el juego de carrera, y un sistema de bloqueos zonales como el nuestro se adaptaría mejor a sus características. Posee la constitución apropiada para la posición: altura, peso, longitud de extremidades… Entiende los conceptos del football y tiene una gran ética de trabajo.

Tiene los atributos necesarios, pero está muy verde. En una categoría de menor nivel como la FCS donde jugaba, era suficiente para sobreponerse a todos sus rivales, pero la NFL es otra historia. Debe mejorar un juego de pies bastante estático, y aprender a flexionar mejor las rodillas para equilibrarse y tener un anclaje más sólido. Tiene que ser más fluido en sus movimientos. Aunque su contacto es fuerte, no es lo bastante contundente para ganar ventaja desde el inicio. Necesita ganar músculo en el gimnasio. Su técnica de manos también es mejorable.

Lo bueno es que todos sus defectos se pueden corregir con entrenamiento, ya que posee las cualidades, tanto físicas como anímicas, para conseguirlo. Lo malo es que requerirá un tiempo, no podemos verle como una ayuda inmediata. En la Senior Bowl empezó bien, pero acabó siendo superado. En todo caso, teniendo algo de paciencia con él, podemos convertirle en un sólido suplente que no nos avergüence si por desgracia debe entrar a jugar.

Lo bueno: Lleva gafas, por lo que podemos deducir fácilmente que estamos ante un chico muy inteligente. Es fanático de Star Wars. Su comida favorita son las tostadas con huevos y bacon. Le gusta el hip-hop. No tengo claro si esto último entraría en este apartado.

Lo malo: Es seguidor de los Baltimore Ravens. Descartado.

Proyección: Cuando alguien no sabe qué elegir, escoge un liniero ofensivo, porque nunca está de más. Esto hace que siempre salgan más de los previstos, y antes de cuando se les suponía. Este podría ser el caso de Jones. Claramente jugador de tercer día, que podría salir al final del segundo (tercera ronda).

Otros nombres de interés:

Trevor Penning #70 (Northern Iowa)

Penning, aunque provenga de un programa modesto, puede convertirse en uno de los mejores tackles ofensivos de su generación. Un cuerpo prototípico para la posición, excelente atleta, y agresivo en su juego. Para que os hagais una idea, se motiva para los partidos viendo películas de terror como «Saw». Explosivo, poderoso en el contacto y muy físico en sus duelos, debe todavía pulir ciertos aspectos, como su movilidad lateral o el equilibrio. Quizá encaje mejor como right-tackle en la NFL. Pero no os ilusionéis demasiado, no creo que baje tanto como para poder escogerle en el pick#31.

Nicholas Petit-Frere #78 (Ohio State)

Como el nombre indica, es un poco pequeño. De lo poco negativo que se puede decir de él, ya que es un chico con una increible capacidad atlética y talento a raudales. Fue el mejor proyecto de liniero ofensivo cuando salió del instituto en 2018, y tuvo un 2020 fantástico como right-tackle cuando obtuvo la titularidad en los buckeyes. En 2021 le cambiaron al lado izquierdo y tampoco lo hizo mal. Manos muy activas y excelente control de su cuerpo, en ocasiones debería ser más paciente y no precipitarse en sus acciones. Tan bueno protegiendo como abriendo paso al corredor. Tan útil para la derecha como para la izquierda. Si se hubiera quedado un año más en Ohio State seguramente sería primera ronda en 2023, pero en este draft, con tanta competencia, puede que no salga hasta la segunda.

Sean Rhyan #74 (UCLA)

Tiene una melena impresionante. Bigotito de actor porno. Es hijo de un profesional del motocross. Nieto de boxeador. Por si todos estos atributos no fueran suficientes para convenceros, resulta que, en sus 3 años como titular en diferentes posiciones de los bruins, sólo ha concedido 2 sacks, y su equipo ha promediado los dos últimos años más de 200 yardas de carrera por partido. ¡Qué más da si en la NFL deba pasar a jugar en el interior! Debería salir entre segunda o tercera ronda, pero dudo que llegase a nuestro pick #95.

Austin Deculus #76 (LSU)

Un tipo apellidado “de culus” encajaría perfectamente en lo que está siendo la trayectoria de nuestra línea ofensiva. Un culo, además, que recordará Burrow, porque ya era right-tackle titular en los tigers cuando él estaba allí. Muy experimentado y durable (46 titularidades en 61 partidos, record de LSU). Bien proporcionado y con largos brazos, carece de movilidad para ser otra cosa que RT, posición en la que ha desarrollado toda su carrera universitaria. Líder de sus compañeros, luce un impresionante pelazo, que siempre es un plus en estos análisis. Calculo que saldrá entre 5ª y 6ª ronda.

Vederian Lowe #79 (Illinois)

Padre de dos hijos de 2 y 3 años, adoptó legalmente a su hermano menor cuando falleció su madre. Representante de su universidad ante los medios. Admirable carácter, madurez, liderazgo y ética de trabajo. Todo lo que buscan nuestros entrenadores, que se entrevistaron con él durante la Senior Bowl. Lo de jugar, eso ya tal. Buena constitución atlética, pero limitado en cuanto a agilidad y técnica. Mejor bloqueador que protector, le falta explosividad en el snap y velocidad para subir al segundo nivel. 7ª ronda o undrafted.

Un comentario en “Análisis 2021 y previsiones draft 2022: OL exterior

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