1.- Playmakers
Diría que por primera vez desde el draft de 2011 con Green y Dalton, o ni siquiera en él, nos traíamos del sorteo colegial una pareja de jugadores con la capacidad potencial de anotar TDs cada vez que toquen el balón. Ross y Mixon tendrán sus interrogantes (lesiones, comportamiento), pero lo que no se puede negar es que son un par de jugones.
Ross tiene la velocidad para quemar a cualquier marcador que le pongan (eso sí, tendrá que ganar un poco de fuerza para no ser tan vulnerable al press). Es una amenaza profunda como no hemos conocido en tiempos (quizá desde el difunto Chris Henry, de hecho, llevará su dorsal #15). Y todos recordamos la enorme dimensión que proporcionaba el desdichado “Slim” a nuestra ofensiva. Su impacto estratégico es tal, que no hará falta ni que entre en contacto con el oval. Su sola presencia en la formación provocará a la defensa que deba reservar jugadores atrás para guarecerse las espaldas. Esta significa liberar de presión a A.J. Green. Pero es que Ross es mucho más que un receptor veloz. Es un WR completo, que ha llevado en volandas a su universidad a situarse entre las mejores del país. Con él en el campo, la mordiente de nuestro ataque suma enteros.
Sobre Mixon se podrá generar mucha controversia, pero cuando esté en el campo, sólo contará su calidad como jugador. Y es mucha. Si se le compara con Le’Veon Bell no es por casualidad. Tiene visión, paciencia, aceleración y buenas manos para convertirse en receptor. Todos hemos visto (y sufrido) cómo se transforma el ataque acerero cuando Bell está en juego. Mixon es un receptor veloz y elusivo, pero también potente si tiene que correr entre tackles. Se le puede alinear como receptor abierto, creando emparejamientos favorables contra CBs, e incluso se le puede utilizar como retornador. Es un arma de destrucción masiva.
Probablemente estemos de acuerdo en que, de la época reciente, el año que estuvimos más cerca de tocar la gloria fue 2015, cuando Dalton tenía a su disposición todo un abanico de posibilidades. Para 2017 no sólo recupera ese arsenal sino que lo aumenta. Que los partidos los gana el que anota más puntos es de Perogrullo, así que el plan de los técnicos para este año es poner tantos puntos en el marcador como sea posible. Estos cracks son un peligro no sólo en situaciones de red-zone, sino desde cualquier parte del campo. Es una gozada, y os prometo que nos vamos a divertir mucho con ellos.
Pero además, esta revitalización no se limita al ataque. En defensa se han drafteado jugadores cuyo denominador común es la velocidad. Esto significa mayor capacidad de conseguir big-plays. Estamos hablando de placajes por detrás de la línea de scrimmage, sacks, pases deflectados, intercepciones… toda una serie de jugadas capaces de dar la vuelta a una situación complicada y hacernos levantar del asiento. Nuestra defensa era sólida, pero carecía de este condimento, este picante venenoso para cortar de raíz los ataques rivales.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com