Ya estamos en esa época en la que, finalizados los partidos, los aficionados al football americano saciamos nuestra ansiedad con ese dulce sucedáneo llamado draft. Para muchos, un proceso tan apasionante o más que la propia competición. Como cada año, desde esta web intentaremos traeros algunos de los proyectos de jugador más interesantes, siempre enfocados a las necesidades bengalíes, y en qué posición parecería más inteligente escogerles. No esperéis aquí a los mejores de cada posición, sino a aquellos que, por proyección y características, mejor podrían encajar en nuestra franquicia.
Antes de nada, debo advertir al lector de mi más profundo desconocimiento del football colegial. Lo que vais a encontrar aquí son refritos de otros analistas, mucho más sabios que yo en este tema, por lo que mi objetivo es ahorraros tiempo de búsqueda en internet. Ni me considero capacitado para discernir las cualidades de estos chicos, ni dispongo del tiempo necesario para un visionado exhaustivo de sus videos. Pero creo que soy bueno interpretando lo que dicen otros, y hace tiempo que perdí la vergüenza, así que…
No obstante, también es necesario apuntar que estamos todavía en una fase muy temprana del proceso. Pendientes de la combine, y los Pro-Day, las evaluaciones y stocks de los jugadores van a fluctuar mucho, así que cualquier parecido de estos listados con la realidad seguramente terminará siendo pura coincidencia. Por otro lado, como consecuencia de renovaciones y posibles fichajes en agencia libre, también nuestras necesidades irán variando. Por tanto, tomaos esto como un simple entretenimiento, sin mayores pretensiones.
Este año empezaré por una posición polémica: la del tight-end. Y lo digo porque considero que es una de las candidatas para ser elegida con el pick de primera ronda. Habrá muchos que lo consideren una frivolidad, habiendo otras necesidades más evidentes o acuciantes, o que es una posición a la baja que no merece una elección tan elevada. Otros que consideren un sin sentido dar más receptores a Burrow cuando éste es precisamente nuestro fuerte, e incluso quienes consideren que tampoco somos un equipo que involucre demasiado al tight-end en la ofensiva. Podéis criticarme, por supuesto, pero al menos, dejadme exponer mis argumentos.
Para empezar, es una cuestión de números: el único TE de la plantilla con contrato para 2023 es Asiasi. Ni Hurst, ni Sample ni Wilcox tienen contrato para la próxima campaña. Aun renovando a alguno, será necesario complementar en el draft. Luego está el tema de la calidad. Viendo los nombres anteriores, es fácil deducir que es de largo la posición con menor nivel de la plantilla (incluso peor que la línea ofensiva). Cuando Chiefs y 49ers, con Kelce y Kittle, llegan repetidamente a finales de conferencia, es síntoma de la importancia de tener un jugador diferencial en este puesto.
Por otra parte, aunque ahora mismo no parezca indispensable, debemos pensar en el futuro. No está nada claro que podamos renovar a Higgins si queremos mantener la dupla Burrow–Chase. A Boyd sólo le queda 2023 de contrato, y con 30 años y otras renovaciones más urgentes, veo complicado que siga. Además, no estaría mal darle una vuelta a nuestra ofensiva antes de que las defensas contrarias nos tomen la matrícula. Si queremos seguir siendo un ataque base su fuerza en el pase, igual deberíamos evolucionar involucrando más a los tight-ends en tareas de recepción, que suplan las posibles pérdidas en la unidad de receptores.
Pero tampoco debemos olvidar uno de nuestros mayores déficits: la protección a Burrow. Con los 5 de la línea muchas veces no es suficiente, y carecemos de un pilar en la posición de TE que pueda ayudar a los OT a defenderse de los rushers, o contribuir activamente en los bloqueos para ayudar a un anímico juego de carrera. Por su función híbrida, creo que deberíamos darla a esta posición el valor que se merece.
Resumen 2022
El trauma de la marcha de todo un líder de vestuario como Uzomah nos dejaba huérfanos de esa figura aglutinadora de voluntades tan necesaria en cualquier equipo aspirante. En mi opinión, las celebraciones del vestuario han perdido un poco, pero en el campo, claramente hemos ganado con Hurst. Su campaña 2023 estuvo por debajo de la 2022 de C.J., pero es que ese año de Uzomah no fue normal. Hurst ha demostrado también estar muy implicado con el equipo, ser un seguro en las recepciones complicadas para primer down, y pelear con denuedo cada pulgada de más. Poco más se le puede pedir.
Se le podría pedir que bloqueara, pero éste no ha sido nunca su fuerte, ni se le trajo aquí para eso. Esta misión la debería haber cumplido Sample, pero en 2022 sólo aguantó sano dos partidos, viniendo a confirmar el fiasco que ha supuesto su adquisición. Termina contrato, y no se espera que vuelva, aunque conociendo a nuestro equipo, tampoco me sorprendería verle regresar con un contrato barato.
Para reemplazarle trajimos a Asiasi, y de su aportación, me ahorraré el chistecito por repetido. No me extraña que le cortasen los Patriots. Cobra poco más de un millón, así que cortarle o mantenerle como TE3 o 4 es irrelevante. En realidad, quien suplió a Sample, y a Hurst los días que estuvo lesionado, fue Wilcox, de quien tampoco podemos decir que tuviese una actuación estelar, más allá de su aportación en equipos especiales.
En definitiva, una unidad francamente mejorable. Ni ayudó a proteger a Burrow, ni a correr a Mixon, ni tampoco tuvo una participación decisiva como receptores en la end-zone (Hurst tiene mucho pundonor, pero es un poco pequeño para los estándares).
Agencia Libre
Hurst ya ha demostrado su interés en continuar en Cincinnati. Si habéis leído su historia en la Guía Bengals 2022 ya sabréis que a lo largo de su vida le ha costado ubicarse, y aquí parece haber encontrado su sitio. Pero una cosa es lo que quiera, y otra lo que acabe resultando. Tendrá 30 años cuando arranque la competición, por lo que dudo que le hiciésemos un contrato más largo de un año. Sin duda, su exposición le ha revalorizado, y su caché está lejos de los 4 millones que nos costó (spotrac le sitúa en la órbita de los 7). En mi opinión, deberíamos intentar renovarle (creo que aceptaría algo menos de esa cantidad) pero no es solución de futuro. Habría que traer a alguien más.
Sin embargo, dudo que vayamos en la agencia libre por jugadores notables (si Hurst nos parece caro, por Schultz o Gesicki pedirán más sus agentes). Me inclinaría más por opciones del perfil de Hurst del año pasado: jugadores de segundo nivel que aceptasen un salario discreto para relanzar su carrera (Howard) o tener más oportunidades en unidades menos cargadas (Oliver). Sin embargo, esto tampoco me parece una solución fiable a largo plazo.
Como hay que completar la plantilla, dado que Wilcox es ERFA, supongo que no habrá problema en que vuelva. Ya le cortaríamos si vemos que no encuentra sitio en la plantilla. Algo que me gustaría, porque sería señal de que esta unidad se habría reforzado a conciencia. De momento, me parece escasa en cantidad y calidad. No podemos volver a salir de este draft sin un tight-end. Lo único debatible es en qué ronda sería mejor.
Draft
Michael Mayer #87 (Notre Dame)
Michael Mayer nació al norte de Kentucky. Territorio bengalí. Desde high-school destacó como tight–end lo que le hizo recalar en la prestigiosa universidad Notre Dame (de donde era otro recordado TE nuestro como Eifert, de quien mejoró su record de recepciones como Fighting Irish). Titular desde el inicio, se ha saltado su año senior para ingresar en una NFL donde, o mucho me equivoco, o escuchará su nombre salir en primera ronda.
Podemos irnos a los números que, como digo, son los mejores para un tight-end en la historia de tan reconocido college, en especial, para esta posición: 180 recepciones, 2099 yardas y 18 TD en 3 años: pero no contarían la historia completa, ya que debemos tener en cuenta que los católicos no han contado en este tiempo con buenos quarterbacks. Ha sido el referente de su universidad en el juego aéreo, siempre complementándolo con sus tareas como bloqueador, lo que le valió entre sus compañeros el apodo de “Baby Gronk”.
Mayer es lo más parecido a un TE tradicional. Grande, atlético, manos seguras, duro en el bloqueo y decidido cuando recibe el oval. El paquete completo. “Mr. Kentucky 2019”, el mejor jugador del estado de ese año, está listo para la NFL pese a no completar el ciclo universitario. No sólo es muy bueno en lo que hace por sí mismo: rutas impecables, imponerse en balones disputados, usar su físico con contundencia para ganar la separación, evitar el tráfico saliendo del snap, versatilidad para salir desde distintas posiciones del ataque… sino en lo que hace por los demás: excelente control de su cuerpo para adaptarse a lanzamientos erráticos, probablemente el mejor protector del QB en línea de toda la promoción y, sobre todo, el tipo que no se esconde y aparece en los momentos cruciales para salvar al equipo.
Con todo, no esperemos de él que sea un receptor rápido, capaz de conseguir muchas yardas tras la recepción. Sus habilidades para el bloqueo son buenas, pero mejorables. No obstante, recordemos que nosotros tenemos ya otros receptores encargados de abrir el campo, y quizá donde necesitemos más ayuda sea en terceros downs o red-zone, donde más puede destacar. Por lo demás, no olvidemos que estamos ante un chico que todavía está creciendo, tanto en lo físico como en lo técnico, así que entraría dentro de lo normal una pequeña curva de aprendizaje.
En mi opinión, con el pick de primera ronda necesitamos un titular para años venideros, y Mayer es una elección segura, que no va a fallar. Quizá no sea la posición de más valor, o puede que incluso no la más necesaria, pero sería un puesto a olvidar por muchos años. Como capitán de su equipo, su carácter y actitud encajan perfectamente en la cultura ganadora que está implantando Taylor. Además, siendo un chico de la zona, seguro que estaría más favorable a renovar en el futuro para permanecer aquí por delante de más altas pretensiones económicas.
Lo bueno: No se esconde al proclamar su filiación bengalí ni que, para él, Burrow sea el mejor QB de la NFL. Antes de llegar, ya se ha ganado al vestuario.
Lo malo: No nos va a llegar, lo que me va a dar mucha rabia, y debería hacernos replantear si escoger al siguiente TE en primera ronda (yo no lo haría) o esperar ya a rondas más bajas.
Proyección: El draft siempre trae sorpresas, pero lo normal es que sea el primer tight-end drafteado y que no pase de la mitad de la primera ronda.
Darnell Washington #0 (Georgia)
Darnell Ernest Washington ha sido dos veces ganador de la liga universitaria con los Bulldogs de Georgia. Si buscamos chicos con perfil ganador, aquí tenemos un buen ejemplo. Sólo 3 años en college, pero su nivel ha ido creciendo exponencialmente. Salió del instituto como proyecto dual de tight-end o defensive-end, lo que nos lleva directamente a su principal virtud: es un chico enorme. Con sus 6-7 de altura y 270 libras de peso, es un auténtico gigante, con una asombrosamente milagrosa capacidad para salir en ruta como receptor.
Sin embargo, no es la de recepción la faceta en la que más destaca. En su equipo, es Bowers quien se encarga de esta misión, mientras él se enfoca más en bloquear. Lo cual no quiere decir que, en el caso de ser el TE principal, no pueda hacerlo con fiabilidad. Por su corpulencia, es capaz de imponerse a cualquier defensor, pero además, posee una inaudita habilidad para ajustar su cuerpo a pases mal dirigidos, y tiene manos muy sólidas. No es el receptor más eléctrico, pero con su potencia, es muy complicado tirarle al suelo cuando tiene el balón en su poder.
Vayamos a sus puntos fuertes. Y precisamente, la fuerza es uno de ellos. Alineado en la línea ofensiva, es prácticamente un extra-OT. Infranqueable cuando un LB se lanza en blitz por su lado (0 presiones permitidas). Con sus largos brazos y su potencia, es capaz de tener bajo control a quien intente oponerse frente a él. Por su tamaño, puede contener fácilmente los bloqueos el tiempo que haga falta y, lo que es mejor, todavía tiene margen para añadir más musculatura a su cuerpo. Y si es poderoso protegiendo el pase, mucho más abriendo espacio para correr, ya que es un bulldozer que poco tiene que envidiar al guard más “asfaltador”.
Aún le falta para ser un bloqueador pulido. Tiene que aprender a flexionar más las rodillas, y mejorar la técnica de manos y pies. Su altura es una ventaja como receptor, pero un inconveniente como bloqueador. Puede perder la ventaja ante rushers con centro de gravedad más bajo. Es decir, necesitará adaptar su juego a las exigencias de la NFL, por lo que no podemos esperar un rendimiento excepcional desde el minuto uno. Pero puede adaptarse a cualquier esquema de bloqueo y compite siempre con mucho esfuerzo. En el juego de pase, no tiene velocidad para abrir las defensas, por lo que su utilidad puede estar limitada a la zona corta o media. No esperemos de él mucha productividad tras la recepción. Como se sabe físicamente muy superior, tampoco se esfuerza demasiado en conseguir separación. Su productividad ofensiva en college ha sido muy limitada, lo cual no quiere decir que no pueda subir si le dan más bola.
En definitiva, es un jugador que, si bien no contribuiría mucho como receptor (tampoco es aquí donde necesitamos más ayuda), podría ser un gran valor en protección a Burrow cuando vaya a pasar a otro compañero, o apoyando un juego de carrera, reconozcámoslo, bastante disminuido. Tan importante es la calidad intrínseca del seleccionado, como el encaje que pueda hacernos en nuestros esquemas.
Lo bueno: Si escogimos a Sample por su capacidad como bloqueador, ¿por qué no repetir pick de segunda ronda en lo mismo, pero esta vez, con un auténtico fenómeno en este cometido?
Lo malo: Aunque ha alabado a Burrow, es seguidor de los Ravens. Descartado.
Proyección: Precisamente porque no es un receptor que bloquea algo, sino un bloqueador que de vez en cuando recibe, creo que su stock va a ir bajando hasta caer a segunda ronda. No entra en la moda actual del TE receptor diferencial por quien perder la cabeza en una ronda alta. Ahora bien, tanto como para llegar al final de segunda ronda, a nuestro pick #60, tampoco lo veo muy realista.
Sam LaPorta #84 (Iowa)
LaPorta sigue la estela de grandes tight-ends formados en Iowa como Hockenson, Fant o Kittle. El modelo de TE blanco, excelente receptor, con una determinación por encima de lo normal. Salió del instituto como wide-receiver y defensive-back, pero en los Hawkeyes encontró su auténtica vocación como TE. Cuatro años muy productivos en la universidad, de la que pudo salir en su año junior (de hecho, su temporada 2021 fue mejor que la 2022), pero decidió continuar para terminar sus estudios.
Ha sido un receptor ampliamente buscado por su equipo. Ha salido desde todas las posiciones posibles, lo que hace que su árbol de rutas sea quizá el más extenso de la clase. LaPorta respondió a esa confianza convirtiéndose en el máximo receptor de su universidad, casi doblando los números del segundo. Es muy difícil verle cometer un drop, aunque no está exento de ellos, y juega con una gran determinación. Como dato, batió el record de la universidad de tackles rotos en una temporada con 10.
Este temperamento lo demuestra también a la hora de proteger el pase. Es lo único que tiene, ya que éste es sin duda su punto débil. Aunque, como todos, puede mejorar en el futuro, es continuamente sacado de posición y superado con excesiva facilidad por edge-rushers. Con las ganas no es suficiente, debe mejorar tanto su técnica como, sobre todo, su físico, ya que no siempre sale vencedor en los balones disputados como receptor.
Sin embargo, tiene muchas virtudes para hacer feliz a los entrenadores. Atléticamente es un portento, con una gran combinación de agilidad y velocidad para ser un peligro tras la recepción, y con la inteligencia para ajustarse a las rutas y localizar los puntos débiles de las defensas. Con amplia experiencia, y la voluntad de trabajo para convertirse en un jugador completo, LaPorta es una de los joyas ocultas de este draft.
Lo bueno: Es un modelo para sus compañeros. Capitán del equipo y con múltiples reconocimientos académicos.
Lo malo: Los colores de los Hawkeyes que, como sabéis, son muy similares a los de Steelers. Se hace complicado animarle en los videos. Además es un poco pequeño para la posición.
Proyección: Tercera ronda. No sé si nos llegaría a nuestra elección, pero antes sería un poco «reach», y después, un robo.
Otros nombres de interés:
Dalton Kincaid #86 (Utah)
Probablemente el mejor receptor puro de la promoción. Excelentes manos, buenas rutas, gran habilidad para las recepciones complicadas por el control de su cuerpo (el QB rating de 2022 en pases enviados hacia él fue de 153,5), explosivo, veloz, competitivo y una extraordinaria producción (líder de la competición universitaria entre los TE con 2.484 yardas y 35 TDs. La falta algo de fuerza para ser un buen bloqueador en línea, lo que puede limitar su utilidad en terceros downs, aunque en 2022 no concedió ningún sack. Su stock, al alza, cada lo sitúa más dentro de la primera ronda, y fue uno de los TE con quien se entrevistó la franquicia en el combine.
Luke Schoonmaker #86 (Michigan)
A partir de aquí se produce un salto de calidad en los tight-end. Mientras hay un grupito de 5 ó 6 que pueden salir los dos primeros días, los demás ya cuentan de 5ª ronda en adelante. Lo primero que llama la atención de este chico es que tiene un nombre potente, poderoso. Lo que diríamos, un nombre prototípico de TE. No digáis que no acojona. Además, su juego hace honor al apellido porque donde destaca es como bloqueador. Un chico muy fuerte, con capacidad todavía para sumar más músculo, pero también con buenas manos, aunque no se le ha utilizado mucho como receptor en los Wolverines. 5ª ronda sería un buen sitio para salir.
Josh Whyle #81 (Cincinnati)
Nacido en Cincinnati, high-school en Cincinnati, y universidad de Cincinnati, pasar a los Bengals sería el siguiente paso lógico. Increíblemente atlético para su tamaño, posee una extraordinaria habilidad para adaptarse a los pases. Tiene buenas manos, aunque sus rutas aun no están muy pulidas. Peligroso tras la recepción. Ha mejorado su faceta como bloqueador, pero todavía anda escaso de técnica. Tiene todas las herramientas físicas para ser un TE con una larga carrera en la NFL. Puede salir en cualquier momento entre la 5ª y la 7ª ronda.
Cameron Latu #81 (Alabama)
Latu es un defensive-end reconvertido. Antes de eso, era jugador de rugby. De orígenes polinesios, estamos ante un tight-end de tamaño prototípico, con una versatilidad total para alinearse en cualquier posición y ser efectivo en recepción como amenaza en el juego de pase, así como bloqueando con solidez. ¿Dónde está entonces el truco para no estar considerado para salir antes de la 6ª ronda? En que su capacidad atlética está todavía limitada, y aún tiene mucho trabajo por delante en técnica de bloqueo y depuración de rutas.
Payne Durham #87 (Purdue)
William Payne Durham era un fenómeno en high-school… jugando a lacrosse. A pesar de su relativa poca experiencia en la posición, ha evolucionado hacia un jugador muy completo. Con movimientos fluidos como receptor y muy combativo en tareas de bloqueo. Su tamaño, prototípico como ya podríais imaginar, le permite absorber las acometidas de los rushers rivales y ganar los balones disputados. Le cuesta conseguir separación, lo que limita su peligrosidad tras la recepción, aunque es un objetivo fiable en red-zone. Si cae a 7ª ronda, y hemos cometido la imprudencia de no haber seleccionado a ningún TE, no podemos dejarle pasar.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com