¡Final de Conferencia! Último peldaño antes de coronar la ansiada cima del Super Bowl. ¡Quién nos iba a decir hace apenas unos años que ésta se iba a convertir en nuestra tradición de enero! Es una locura tan grande como pensar que todos los años que Burrow no se ha lesionado nos ha llevado a la última eliminatoria conferencial. Impensable a principios de temporada. Imposible para nuestros detractores (sí, todavía quedan algunos). Pero que a nadie se le olvide: somos los actuales campeones de la AFC. Un respeto.
Hasta aquí, aparte del ansía profesional, hemos tenido como acicates las argucias de la NFL por una final entre Chiefs y Bills. Volados injustos, relocalización de la final de conferencia (no sé si me atrevo también a incluir aquí la parcial actuación arbitral en Orchard Park)… Hemos tenido que dar un golpe en la mesa para hacer valer sobre el campo lo propuesto en la reunión de propietarios por nuestra vicepresidenta Katie Blackburn: no inventen.
Sin embargo, ahora son los Chiefs quienes tienen una deuda pendiente de saldar. Burrow ha ganado a Mahomes (o habría que decir Anarumo a Reid) en todos sus enfrentamientos. Ya es algo personal, y su motivación no es solo una nueva presencia en la Super Bowl, sino derrotar al único equipo que parece tenerles tomada la medida. No pueden permitirse un nuevo fiasco en un Arrowhead que será nuevamente una olla a presión el próximo domingo, desde las 12:30 de la noche en España (¡vaya horario de m… otra vez!), las 8:30 en los hogares de nuestros amigos argentinos, y las 5:30 de la tarde para nuestros camaradas mexicanos.
La historia con Chiefs es antigua. Somos dos franquicias históricas. Los Chiefs fueron el primer equipo contra quien se enfrentó Cincinnati en su historia en la NFL en la pretemporada de 1968. Nos hemos visto las caras 32 veces, con un balance favorable 18-14, pero lo realmente destacable son nuestras 7 victorias en los últimos 8 enfrentamientos, incluyendo el triunfo del pasado 4 de diciembre. El próximo domingo se reeditará la final de conferencia del año pasado que, como recordaréis, cayó de nuestro lado gracias a una inolvidable patada de McPherson precedida por una prodigiosa intercepción de Vonn Bell para imponernos 27-24 en la prórroga.
En sus filas destacan dos presencias, que nos tienen ganas. En defensa, Carlos Dunlap, después de su accidentada salida de Bengals; y en ataque, Ju-Ju Smith-Schuster, quien todavía debe recordar lo calentito que le puso Bell cuando aún vestía de abejorro. Importante nota ésta, la del calor, porque para la noche del encuentro se esperan temperaturas del orden de los 10 grados bajo cero y por si os habéis quedado con ganas, sí, la nieve también estará presente (aunque se espera remita hacia el final del encuentro). El viento puede rondar los 24 km/h, así que también puede convertirse en un factor que incida en las patadas. Vestiremos de nuevo nuestra equipación talismán como visitantes en playoffs: camiseta blanca, pantalón blanco, medias negras y, por supuesto, nuestro habitual casco naranja para permitir identificarnos entre la nieve, no sea que se quejen de que no nos ven.
El árbitro designado para dirigir la contienda será Ron Torbert. Otra vez le tendremos en un partido importante, ya que fue quien dirigió la pasada Super Bowl. Es un árbitro al que curiosamente le van bien los equipos no favoritos, pero para el próximo partido… los favoritos somos nosotros. Este abogado de 59 años, licenciado en Michigan State, con un doctorado en jurisprudencia por Harvard, es vicepresidente de una constructora, y arbitra en la NFL desde 2010, y desde 2014 como árbitro principal. Con la gorra blanca, sólo ha pitado una vez en Kansas City, el año de su debut, con derrota local ante Tennessee. Desde entonces ha pitado a Chiefs 8 veces más, con un balance global de 4-5. Curiosamente, su última vez fue en Cincinnati en el partido de temporada regular que ganamos la pasada temporada. A nosotros nos ha dirigido en 11 ocasiones con un balance global de 7-4, incluyendo la pasada Super Bowl. Su última vez fue en la victoria ante Baltimore el último partido de temporada regular. En su pasado hay otro Bengals-Chiefs, en 2015, también resuelto con victoria nuestra. No es muy pañuelero (en la línea de lo poco que se está pitando en playoffs) pero cuidado con el ruido en Arrowhead, porque la salida falsa es su falta favorita.
En ataque
¿Carman o Williams? Esta es ahora mismo la principal cuestión. Es posible que el LT titular durante todo el año se encuentre en condiciones físicas de volver; pero su temporada tampoco es que estuviese siendo especialmente destacada, y Carman no lo hizo mal ante Bills. Contra Chiefs será otra historia, obviamente, pero creo que, al menos, el debate debería existir. Donde no debería haberlo es el RG, pero por desgracia, será difícil que Cappa se recupere a tiempo, así que Scharping tendrá una nueva titularidad.
Si como se prevé, la climatología pueda ser un factor, de nuevo Mixon tendrá un papel muy relevante. Ante Bills cuajó un gran partido (ya iba tocando) con 105 yardas de carrera, 1 touchdown, más otras 18 yardas de recepción. Es importante que juegue con idéntica determinación, demostrando ese “hambre” por ganar yardas tras el contacto que parecía haber perdido. Igualmente, la aportación de Perine puede ser fundamental para las yardas difíciles (los Bills tenían la baja de su DT, Chiefs está con su línea al completo), y también como receptor. Mixon terminó en Buffalo con una media de 5,3 yardas por carrera y Perine de 4,7. No sé si nuestra actual línea ofensiva es buena para proteger el pase, pero parece mejor dotada para ayudar en la carrera, así que debemos aprovecharlo.
En un partido donde no podemos regalar nada, es obligatorio evitar los drops. A Irwin se le cayó un balón fácil por pensar más en qué hacer con él que en atraparlo correctamente. Wilcox también se dejó uno, y las condiciones ambientales no van a ser muy diferentes. Burrow repartió mucho el juego hacia varios receptores, y creo que en Kansas City será igual, así que todos, especialmente los menos habituales, tienen que estar concentrados al 100%.
Nuestro habitual esquema de 3 receptores debemos llevarlo hasta sus últimas consecuencias para que la defensa de Chiefs, más habituada a formaciones 4-3-4, tenga que disponer más personal en secundaria. Sneed y el novato McDuffie son buenos cornerbacks, pero hay que buscar las cosquillas a los que salgan del banquillo. Igualmente, hay que involucrar mucho a Hurst para desviar la atención de sus safeties, ya que tanto Reid como Thornhill son muy buenos. Si les obligamos a que tengan que subir al box, podemos encontrar huecos en la zona profunda, que debería atacar Burrow con Higgins o Chase, en especial en coberturas hombre a hombre que suele emplear mucho Spagnolo.
Pero al final, y como siempre, todo pasa por Burrow. La línea defensiva de Chiefs va a presionar mucho más que la de Bills. En especial, por dentro con Frank Clark y Chris Jones (temporadón el suyo) y el novato Karlaftis por fuera en situaciones claras de pase. Son jugadores grandes, a quienes les va a costar contener nuestra línea, así que Joe deberá buscarse los huecos moviéndose en el pocket. Importante que nuestros receptores no abandonen la posibilidad de desmarcarse porque pueden darse durante el encuentro muchas situaciones en las que Burrow deba salir en scramble en jugadas rotas.
En defensa
Durante toda la semana, las especulaciones sobre la salud de Mahomes está siendo el centro de atención. Nosotros no debemos despistarnos. Hay que plantear el partido contando con que va a jugar, y además un plan “B”, porque tanto Reid como Bienemy son perros muy viejos que también lo tendrán preparado.
Antes de nada, tenemos que ver cómo llegamos nosotros. Hendrickson pasó por la máquina de rayos X, pero afortunadamente no detectó nada grave, y jugará todo lo que su lesión de muñeca le permita. Ya estamos viendo una reducción de sus snaps en los últimos partidos (Ossai jugó más que él en Buffalo). Por su parte, Flowers, ausente en la final divisional por problemas en la corva, es posible que vuelva. Su concurso es muy importante, ya que el mayor peligro de Chiefs es su tight-end, precisamente su cometido en los marcajes. Dax Hill le sustituyó bien contra Knox, pero Kelce… son palabras mayores.
Ya juegue Mahomes o Henne, nuestra prioridad debe ser contener a Kelce. Solemos defender en zona, pero en casos así, habría que diseñar una vigilancia especial. Bien Flowers o Hill tienen que estar continuamente con él, aunque suponga reducir efectivos de otra unidad (probablemente en la línea defensiva). En los últimos partidos nos ha ido bien presionar sólo con 3, y es muy probable que repitamos estrategia, escondiendo quienes suben a presionar o bajan a cubrir, sobre todo en el caso de que tengamos que defender a Henne para confundirle.
Otro peligro de Kansas City, y que está pasando muy por debajo del radar, es su RB Pacheco. El novato acabó con 7,9 yardas por acarreo ante Jaguars. Su determinación es admirable. Si corriera por el medio, confiaría en Reader, pero lo hace mucho más por fuera, donde podemos ser más vulnerables. Será clave que los linebackers Wilson por un lado y Pratt por el otro estén muy atentos a sus evoluciones, y no se queden atrapados entre el tráfico por los bloqueadores. Por las circunstancias concretas de este partido en los quarterbacks, es de esperar que Chiefs juegue más de lo habitual con la carrera.
Mahomes tiene el tobillo jodido, pero su cabeza y su brazo están intactos. Quizá no pueda apoyar bien, pero si alguien puede lanzar en cualquier postura, ése es precisamente él. Por eso mismo, no puede haber relajación. Como es probable que, para protegerse, suelte antes el balón, será fundamental que tanto Apple como Taylor–Britt estén, desde el inicio de las rutas, muy pegados a sus receptores. Y al menos Bates quedar profundo, sin subir demasiado, o alternar con Bell para sorprender en blitz, porque es un equipo con una capacidad brutal de big-play.
Equipos especiales
McPherson sigue impoluto en field-goals en postemporada. Este año no ha tenido que intervenir para ser decisivo, pero puede serlo en cualquier momento. Los snaps no siempre son los mejores (creo que más por fallo de Adomitis como long-snapper que de Chrisman como holder) pero está reduciendo sustos. Donde sigue algo escaso de fuerza es en los kickoffs, que siguen quedando cortos, con el riesgo inherente de un buen retorno.
Precisamente para evitar esto es por lo que le pidieron a Chrisman que chutase fuera sus punts, aunque redujera la distancia. El romántico hizo lo que le pidieron, también teniendo que adaptarse a snaps que, bajo mi punto de vista, le llegaban muy bajos.
En cobertura de retornos estuvimos bien, dado el peligro de Bills, pero Chiefs también tiene retornadores peligrosos (Pacheco los kickoffs y Toney los de punt, aunque también puede intervenir Moore). Hay que estar muy atentos, porque con el piso nevado, es complicado cambiar de dirección. Cuando retornemos nosotros, me reafirmo en mi previa anterior, con no perder el balón ya me conformo. Hemos perdido cualquier tipo de picante en esta disciplina. Ni Williams ni Taylor se acercan a lo que nos aportaba Wilson. Creo que aquí hay tarea pendiente para el curso que viene.
El rival
Los Kansas City Chiefs van a disputar la quinta final de conferencia consecutiva en su estadio. Os dejo este dato para que os vaya rebotando en la cabeza. Es una absoluta barbaridad, y muestra tanto la calidad de este equipo, como la capacidad de recomponer, año tras año, una escuadra altamente competitiva a pesar de las bajas. La labor de su cuerpo técnico, encabezado por Andy Reid, es totalmente espectacular.
Este año han perdido contra nosotros y contra Bills, quizá junto a ellos los equipos más fuertes de la conferencia, pero, salvo un despiste inesperado ante Colts, han ganado todos los demás partidos (14-3), incluyendo enfrentamientos ante 49ers, Chargers, Rams, Titans, etc. Lo han hecho sin su WR estrella Tyreek Hill, traspasado a Miami, ni el RB Edwards-Helaire, a quien perdieron al comienzo del año por lesión. A donde quiero ir a parar es que son un conjunto tan sólido, que son capaces de ganar bajo cualquier circunstancia y personal. Quien crea que con un Mahomes mermado van a venirse abajo, que abandone toda esperanza. En la final divisional, Henne, saliendo frío del banquillo, culminó en touchdown un drive de 98 yardas.
Por esta razón, estoy convencido que el binomio Reid-Bienemy encontrará la manera de adaptar un plan de juego acorde con las condiciones físicas de Mahomes. Probablemente, nada bajo center para no forzar pasos innecesarios. Pases muy rápidos. Puede que protección extra con otro tight-end. Pero, sobre todo, usará la carrera más que en partidos anteriores. Ojo que tanto Pacheco como McKinnon son muy efectivos, y Chiefs es de los pocos equipos que todavía utilizan fullback (Burton).
En defensa, nos encontraremos la mente de Spagnuolo tratando de hacernos el lío. Su línea defensiva mete mucha presión, sobre todo por el centro, pero también le gusta aplicar mucho blitz. Cuidado con las asignaciones, y precaución Burrow para no verse sorprendido y perder el balón o forzar un mal lanzamiento. En cobertura, cada vez ordena menos defensa individual y más zonal, así que Burrow tendrá que aplicarse en las lecturas pre-snap.
Hasta ahora, éramos nosotros quienes teníamos algo que demostrar, como desquite por el desprecio de la NFL. Esta vez son ellos quienes, derrotados las 3 últimas veces, y eliminados de la Super Bowl el año pasado cuando se las prometían tan felices al descanso, los que tienen un plus de motivación para ganarnos. Incluso la épica de Mahomes lesionado les sirve de estímulo. Todo esto, claro está, sin olvidar que son un gran equipo, y que el ambiente en Arrowhead será infernal. De momento, ya se han quejado del árbitro designado para la Super Bowl (Carl Cheffers), se ve que confianza para llegar a Arizona no les falta.
La clave
En este punto, creo que resulta interesante un breve recuerdo del último enfrentamiento. Aquel día, Chase, aún no al 100%, volvía de la lesión, pero Mixon seguía inactivo. Eso fue lo malo. Lo bueno, que pude ver el partido junto a mi amigo Juanra. Como en los últimos enfrentamientos, nos tocó remontar en el último cuarto, aunque esta vez habíamos comenzado bien el encuentro. Pese a arrancar 14-3, tuvimos que levantar un 17-24 hasta el 27-24 final. Creo que esto es indicativo de que podemos adaptarnos a cualquier circunstancia del encuentro, y habrá que contar con nosotros hasta el final.
Así que, mi primera clave es: tranquilidad. El partido será largo. Habrá momentos donde dominemos y donde nos dominen. No debemos dejarnos llevar por la ansiedad. Paciencia. Tomar lo que nos dejen en ataque, apretar en defensa de la red-zone si no podemos frenarles antes. No se trata de dejarles a cero, ni de anotar 50 puntos. Con hacer uno más que ellos es suficiente. Sangre fría, mente despejada. Jugar con la calculadora tanto de puntos como de reloj. No dejar pasar la oportunidad de anotar de 3. Variar el ritmo de partido en función de nuestros intereses. No precipitarnos en lanzamientos arriesgados o coberturas que por primar la intercepción sobre el pase defendido nos ganen la espalda. Proteger el oval sobre todas las cosas y minimizar penalizaciones. Nuestras opciones aparecerán en algún momento del encuentro.
La siguiente clave es, obviamente, Patrick Mahomes. Es inevitable que el desarrollo de la final gire en torno a su salud. Tengo dos cosas claras: que va a jugar, y que lo hará mermado de condiciones físicas. No podemos confiarnos, pero está claro que debemos aprovecharlo. Con su capacidad para correr y pasar limitadas, creo que lo más sensato sería priorizar la cobertura de sus objetivos, en especial Kelce. No es necesario mandar mucho personal al rush, porque con marcajes férreos, que le obliguen a retener el balón por no tener a nadie desmarcado, la presión le acabará llegando.
Como todo partido igualado, la última clave son los pequeños detalles. Debemos volver a ser perfectos. Un balón mojado que se escurre, una penalización inoportuna, un punt bloqueado, … hay docenas de circunstancias que pueden suponer la diferencia entre ganar o perder. Las apuestas varían constantemente. De pronto somos favoritos y al rato, no; pero parecen consolidarse dándonos una ventaja de 1,5 puntos. Esto, amigos, no significada nada. Donde sí sería prudente es en determinar la cantidad de puntos. Por la tensión de un partido así, sospecho que la anotación será baja, de ahí la importancia de maximizar las oportunidades de puntuar.
Llegados a este punto, tras casi 3000 palabras analizando el partido todo lo fríamente que mi cerebro es capaz de conseguir, debo reconocer que lo que manda es el corazón. Nuestra campaña ya es para enmarcar, pero todos queremos el premio gordo. Ése que tanto se nos resiste. Sólo nos queda un paso más. Un paso grande, pero en peores nos hemos visto y hemos salido. Yo, como los amigos de Bengals Argentina, también elijo creer, elijo soñar. Quiero Super Bowl.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com