Continuamos el análisis por posiciones de nuestros Bengals, pero esta vez me cambio ya al lado ofensivo del balón, aunque sin dejarme la gordofilia. La línea ofensiva bengalí es un desastre, da igual cuando leas esto. Mientras la situación en los extremos empieza a aclararse (ya hablaremos de ellos más adelante), el interior está en plena descomposición. 2024 se llevó por delante a Pollack, el entrenador de posición (ya estaban tardando), pero el legado que deja en las posiciones interiores es un grupo envejecido, que año a año ha ido perdiendo el limitado nivel que tenía.
El propio Duke Tobin, director de personal deportivo, ha identificado esta unidad como de las más necesitadas de refuerzos. Solamente con el draft no será suficiente. Scott Peters, el nuevo entrenador de línea ofensiva tiene mucho trabajo por delante, ya que algunos de los componentes no van a continuar (o no deberían hacerlo), y van a llegar (o deberían hacerlo) nuevas piezas con las que componer un bloque compacto en tiempo record. Si los titulares en las tres posiciones interiores son distintos a los del año pasado, no debería extrañar demasiado.
Análisis 2024 – Guards / Centers

El primer refuerzo del grupo que pretendemos analizar no fue nuevo. Tras una interesante participación en 2023 como 6º hombre y equipos especiales, se renovó a Cody Ford. Una extensión barata de contrato (1,35 millones) por otro año más, que finalmente se convirtió en muy rentable. Aunque su rendimiento no podríamos calificarlo como espectacular, mejoró la deficiente productividad de Volson en el left-guard, y actuó sin hacer demasiado el ridículo en el right-tackle cuando se lesionó Mims, y en el left–tackle cuando lo hizo Orlando Brown. No se puede pedir mucho más, aunque seguro que su agente sí lo hará en la próxima negociación. Presumo que no será tan asequible.
A pesar de que Karras estaba en último año de contrato, y que a Cappa sólo le quedaban dos, no hubo más contrataciones en la agencia libre. Y si nos descuidamos, tampoco en el draft, ya que, a pesar de tener 10 elecciones, no fue hasta la última de 7ª ronda cuando nos hicimos con Matt Lee, center de Miami. Relegado por su tamaño a salir más tarde de lo que su técnica aventuraba, estuvo activo todos los partidos, pero no jugó como center, sino como extra-OT, relevando a Ford cuando éste tuvo que intervenir de titular en otros puestos de la línea. Escasa participación para hacernos una idea de qué podría aportar, y desde luego, ninguna pista sobre su valía como center, que fue para lo que le drafteamos.
Viendo el panorama, a la directiva no lo quedó otra que ampliar por un año más el contrato de Karras. Con 31 años, la gasolina de su tanque empieza a escasear. Si continua como titular en 2025 será porque no hay nadie mejor para hacer de center, no por su rendimiento de 2024. Sigue siendo un baluarte en protección de pase, concediendo solamente dos sacks, (aunque de poco sirve si la unidad se desintegra por los guards), pero ayuda a la carrera, poca. Siendo capitán del equipo, veterano, y una de las voces relevantes del vestuario, echamos de menos que saliera en defensa de Burrow cada vez que recibía algún golpe sucio o retardado, encarándose con los rivales. La falta de liderazgo, de dar un par de gritos a compañeros o contrincantes, fue un déficit importante, que también entraba en sus responsabilidades.
Con todo, la mayor decepción fue Cappa. Si de Chase alabamos su positiva triple corona (touchdowns, recepciones y yardas), Cappa también se coronó con el tridente negativo de la liga: líder en sacks permitidos (8), presiones (51) y hurries (36). El hundimiento en su valoración fue brutal partido a partido. Quizá su experiencia (30 años) explique por qué no acabó en el banquillo. Puede que también, teniendo que sustituir a Volson, nos quedamos sin recursos (mala planificación); aunque tampoco se buscaron soluciones alternativas, como situar a Lee de center y pasar a Karras a guard. Hablaremos de esto en el siguiente capítulo, pero cuando Tobin dijo que “habrá que ver quién continúa y quién no” tenía el nombre de Cappa en la mente.
Decíamos de Cappa, pero Volson también estuvo criminal. Sus números no quedaron muy lejos de la lamentable triple corona de Cappa: segundo en presiones permitidas (43), tercero en sacks (6) y segundo en hits (10). Tuvimos, sin ninguna duda, la peor pareja de guards de toda la competición. Que Burrow no solo sobreviviera, sino que tuviera una actuación estelar, fue absolutamente milagroso (para que luego se quejen los Mahomesinos de su OL). Tras 3 años con nosotros, la paciencia con Volson llegó al límite. Cada temporada empeora en vez de mejorar. En la jornada 13, por primera vez en su carrera profesional, perdió su condición de titular, a la que solo regresó como consecuencia de que Ford, su sustituto, tuvo que acudir en auxilio de otras posiciones con compañeros lesionados. Le queda un año de contrato rookie, por lo que lo normal sería mantenerle como suplente (es impensable seguir contando con él para titular), aunque a nadie extrañaría si le cortan.
Y aquí termina esta triste historia, porque no contamos con más efectivos para la posición. Tashawn Manning, undrafted de 2023 de los Ravens, no salió del equipo de prácticas, mientras que Jaxon Kirkland, tras una prometedora pretemporada, se lesionó el bíceps en la jornada 5, y ahí acabó su participación como primer guard suplente. El desastre de jugadores en evidente declive, de entrenadores incapaces de mejorar a nadie, y de la directiva abandonando a su suerte la posición, no puede olvidarse por el extraordinario rendimiento de Burrow, Chase y el resto de playmakers ofensivos. Hay que hacer una revolución total, de titulares y suplentes, porque con la integridad de Burrow no se puede jugar.
Agencia Libre

Decía nuestro compañero Daniel que no podemos pensar en renovar las posiciones de guard con uno en la agencia libre y otro en el draft, sino que necesitamos dos veteranos contrastados como titulares. No podría estar más de acuerdo. Sin dejar de lado la posición en el draft, por razones obvias de rejuvenecimiento y económicas, no debemos generarnos más necesidades de las que ya tenemos. Por suerte para la familia Brown, los linieros ofensivos interiores no son precisamente las posiciones que más dinero demandan en la agencia libre.
Pero para que entren unos, primero tienen que salir otros. La continuidad de Cappa era insostenible, y a nadie extrañó que haya sido despedido. Su rendimiento no merecía los 10,25 millones de impacto contra tope salarial para 2025. Cortarle sólo deja 2,25 de dinero muerto, por lo que el ahorro es considerable. Distinta es la situación de Volson, que solo cobraría 3,5 millones y podría cubrir un puesto de suplente, pero no pondría la mano en el fuego por él.
Hay que actuar en la agencia libre, y rápido (como se hizo con el propio Cappa y Karras en 2022). Necesitamos titulares de garantía, no más apuestas baratas. Sin tirar la casa por la ventana (las renovaciones de Higgins, Hendrickson y Chase van a condicionar mucho el aspecto económico de la agencia libre), un jugador que entraría en estos cálculos sería Dalton Risner. El veterano de 30 años solo se ha perdido 4 partidos en su carrera profesional. Todavía puede ser un baluarte protegiendo el pase (que es lo que más necesitamos) y dado que es una posición que suele ser longeva, tentarle con un contrato para un par de años.
Otras alternativas podrían ser Brandon Scherff (con un contrato para 1 temporada por sus 34 años), quien también destaca protegiendo el pase. Will Hernandez (30 años cuando arranque la liga) también sería un objetivo a nuestro alcance, pero igual deberíamos buscar algo más joven, tipo Becton, si aceptara seguir como guard en vez de pretender un contrato como tackle. La abrupta salida de Zeitler de la entidad me hace sospechar que no le quedarán muchas ganar de volver. Lo cierto es que aquí hay mucho veterano que, como mucho, podrían hacer de puente hasta la incorporación de algún novato. Independientemente de intentar sacar un par de guards titulares en la agencia libre, hay que ir al draft.
También hay que tener en cuenta qué vamos a hacer con Ford. Su renovación no va a ser tan barata como la del año pasado. Desde la directiva han dejado caer que intentarán hacer todo lo posible por retenerle, pero ya sabemos que los Brown, intenciones, muchas, pero dinero, poco. Por edad y experiencia en nuestro equipo, sería muy interesante traerle de vuelta. Ahora bien, si va a reclamar sueldo de titular, creo que deberíamos aspirar a algo más. No obstante, por su papel de “multi-suplente” para cualquier puesto de la línea ofensiva, teniendo en cuenta que las lesiones van a aparecer, no deberíamos escatimar en tener cubiertas estas bajas. Otro jugador que termina contrato es Kirkland, pero por su condición de Agente Libre con Derechos Restringidos (ERFA), podríamos afirmar que volverá, aunque sea cobrando el mínimo (tampoco se ha ganado más).
Con Karras todavía bajo contrato, y la presencia, aunque todavía incógnita, de Lee, tampoco vería necesario reforzar el puesto de center en la agencia libre, salvo que consideren la posibilidad de fichar aquí y pasar a Karras al guard. Myers y Dalman es posible que queden fuera de nuestro alcance, pero Shelton podría encajar. Otro nombre a destacar sería Ben Brown, a quien fichamos como undrafted en 2022 y que el año pasado disputó 10 partidos como titular en los Patriots con nuestro nuevo entrenador de línea ofensiva.
ACTUALIZACION: El 21 de marzo fichamos al ofensive-guard Lucas Patrick, ex de Saints, por 1 año y 2,1 millones.
Draft
Donovan Jackson #74 (Ohio State)
Empezamos con un guard de proporciones prototípicas. Donovan “Donnie” Jackson tiene el tamaño, peso y envergadura ideales para la posición. Tronco superior grueso, caderas anchas, brazos largos y manos grandes. Sin embargo, lo más interesante de él es lo que no se ve. Debajo del casco con las hojas de castaño de Ohio se encuentra una de las mentes más privilegiadas de la promoción 2025. Ganador de múltiples premios académicos, su football-IQ está, por supuesto, a la altura de su inteligencia.
La actitud es valiente, poderosa, su vida es un jardín lleno de espinas y rosas… No, creo que se me está yendo la cabeza a otra cosa. Lo que quiero decir es que es explosivo en el arranque de la jugada, y emplea con contundencia su fuerza para ganar en uno contra uno a su rival. Sabe anclarse muy bien al suelo gracias a su potente tren inferior y es muy difícil superarle en protección de pase.
La ayuda a la carrera es el área donde tiene mayor margen de mejora. No digo que no sea atlético, pero sus movimientos de pies son algo robóticos, y si no se impone con firmeza, por técnica le cuesta más mover a su contrincante, en especial si estos son más ágiles. Tiene problemas para redirigirse y recuperar la iniciativa en segundas acciones. Sin embargo, a campo abierto se encuentra cómodo subiendo al segundo nivel (mejor moviéndose hacia adelante que lateralmente).
Experimentado (más de 2500 snaps como titular) y seleccionado al First Team de la Big Ten, con reconocimientos para el All-America. Su trayectoria en un equipo de primera línea colegial le lleva a saber competir al más alto nivel y ser contendiente a títulos, con la presión que conlleva. En lo personal, fue campeón estatal en lanzamiento de peso y de disco en su etapa de instituto, por lo que es competitivo y ávido de éxito. Pudo haber salido al draft el año pasado, pero prefirió quedarse en la universidad para mejorar y optar en éste a ser elegido en una posición más alta. Cumplirá 23 años en diciembre, lo cual le convierte en un poco mayor para seguir aprendiendo, pero ya hemos dicho que esta posición suele ser longeva. Proviene de un colegio episcopal y ayuda en la iglesia. No digo que esto sea una garantía, pero desde luego, no parece un chico problemático.
En definitiva, aunque Jackson no ha cubierto totalmente las expectativas que había sobre él cuando salió del instituto, valorado como uno de los mejores guards de su promoción, estamos ante un jugador cuyo suelo es ser un titular más que aceptable, y el techo poder convertirse en un referente de la posición. Como destacado defensor del pase, si no a él, éste sería el perfil que deberíamos buscar.
Lo bueno: Su madre es seguidora de los Bengals. Y madre no hay más que una.
Lo malo: Su padre, en cambio, es de los Ravens. Aquí, ya…
Proyección: Finales de primera ronda o principios de la segunda. Es decir, muy pronto para nuestro pick#17, pero seguramente demasiado tarde para el #49. Aunque considero la de OG una posición prioritaria para reforzar, ni nuestras necesidades reales, ni nuestra historia en los drafts, justificarían invertir una primera ronda, así que tocaría esperar a segunda y rezar.
Tate Ratledge #69 (Georgia)

Tate Collier Ratledge nació en Tennessee, pero muy pronto se mudó a Roma (pero no la de Italia, la de Georgia). Allí creció devorando sándwiches de mantequilla de cacahuete y mermelada de fresa hasta convertirse en el hombretón que es ahora. Por el camino, deja un tercer puesto en 2019 (séptimo en 2018) en el campeonato estatal de lanzamiento de peso en su etapa de instituto, donde también destacó en otras disciplinas atléticas y en baloncesto.
Del párrafo anterior deducimos dos aspectos fundamentales de Ratledge. Uno de ellos es su corpulencia, ideal para la posición. Su tamaño, altura y envergadura, sumadas a un poderoso tren inferior y unas manos contundentes en el explosivo primer paso son sus principales cartas de presentación. Es muy físico, y con su temperamento violento de perro rabioso, gana inmediatamente hueco para el corredor desplazando a su par, o afirmándose inamovible en protección de pase. Su buena base le permite aguantar los envites del rival. Sus fuertes manos desestabilizan los intentos por superarle.
La segunda parte hace referencia a su atleticismo. No sólo es capaz de reposicionarse sin perder contundencia, sino que, gracias a su movilidad lateral, es muy eficiente contra los cambios de dirección o stuns, de los rivales. Además, está dotado de una gran inteligencia para el juego, lo que le permite anticiparse a los movimientos del contrario, localizar al jugador al que debe bloquear, o reaccionar ante blitzes retardados. Por supuesto, es una severa amenaza subiendo al segundo nivel en apoyo del corredor.
Con todos estos argumentos, estaríamos hablando del mejor guard de la promoción si mostrase mayor consistencia a lo largo del partido. Alterna buenas colocaciones de manos con otras jugadas donde pierde el contacto. En ocasiones, su exceso de fogosidad le lleva a perder el balance, y no posee la flexibilidad suficiente para competir contra rushers interiores habilidosos. Se encuentra más cómodo conforme más reducido sea el espacio. La versatilidad de esquemas y posiciones no parece ser su fuerte.
A pesar de que llega madurito a la NFL (cumplirá 24 años en abril) solo ha disputado 38 partidos universitarios (36 como titular). Esto suman 2077 snaps como guardia derecho, pero solo 4 en el lado izquierdo. Eso sí, únicamente le han penalizado 5 veces en su carrera, y concedido apenas dos sacks. Es un chico que puede responder tanto a las demandas físicas de la NFL como a las técnicas, ya que posee un refinado repertorio de movimientos. Volvería a compartir lado derecho de una línea ofensiva con Mims, su compañero en los Bulldogs. Para los nostálgicos, podríamos estar ante un nuevo Kevin Zeitler.
Lo bueno: Su bigotito de actor porno no ha pasado desapercibido para nuestros técnicos, quienes mantuvieron una entrevista con él durante la combine. Su sobrenombre “Chuck” precisamente se lo pusieron por Chuck Lidell, luchador de artes marciales mixtas famoso por su mostacho.
Lo malo: Múltiples lesiones a lo largo de su carrera. Su año sophomore solo jugó 4 snaps por una lesión de Lisfranc (pie) en su debut como titular. En 2022 y 2023 también se perdió partidos. En 2024 sufrió una lesión de ligamentos en el tobillo que requirió cirugía y faltó a varios encuentros.
Proyección: Yo pensaba que podría llegarnos a tercera ronda, pero tras su impresionante despliegue atlético en la combine, creo que no pasará de la segunda. Su RAS de 9,97 sobre 10 es el 5º mejor entre los OG desde 1987.
Jonah Monheim #79 (USC)

El siguiente jugador que vamos a analizar es un center, aunque posee experiencia en 4 de las 5 posiciones de la línea: 18 titularidades como right–tackle, 12 como left–tackle, 4 como right–guard y 12 de center (todas menos la de left-guard, precisamente una de nuestras necesidades). No debemos olvidar que Karras encara su último año de contrato, que no me imagino una nueva ampliación, y que no sabemos exactamente qué puede aportar Lee. La de center es una posición que más pronto que tarde deberemos renovar. En este caso, creo que lo mejor sería hacerlo con un jugador de probada experiencia en la posición al más alto nivel, y con la versatilidad necesaria para intervenir, si hiciera falta, como guard mientras se adapta a la NFL.
Monhaim no es un espécimen atlético tan espectacular como los anteriormente citados. Sin duda, sus limitaciones físicas le van a impedir brillar en la NFL. Pero uno no se convierte en piedra angular de un programa como el de USC sin tener unos atributos footballísticos por encima de lo normal. Sin una inteligencia privilegiada no hubiera podido destacar en cada posición en la que le han ubicado. Esto habla muy bien de su capacidad de aprendizaje, pero también de su determinación al no temer a salir de su zona de confort. La experiencia en todas estas posiciones añade a su juego una variedad de armas de la que carecen otros compañeros de promoción.
Su football-IQ y dotes de comunicación con sus compañeros son fundamentales para organizar el ballet de la línea ofensiva, identificando asignaciones y blitzes. Cuando se desatan las hostilidades, Monhaim posee una gran movilidad que le permite llegar a todos los bloqueos. Su agilidad, fluidez, juego de pies, capacidad de reacción y habilidad para el cambio de dirección, sumados a su carácter combativo, le llevan a ser un baluarte en la protección de pase (los Trojans juegan un 60% de pase, así que por falta de experiencia no va a ser). Su participación fue fundamental para que Caleb Williams ganase el Heisman Trophy en 2022.
La ayuda a la carrera es su parte más floja. Aunque posee un buen balance, su juego se basa más en la técnica, así que puede tener problemas ante rushers más potentes. Se ancla bien, y consigue engancharse a su rival, pero le cuesta moverle. No pasará de ser un jugador de rotación en la liga a menos que desarrolle más energía con un entrenamiento específico de fuerza. Sin embargo, tiene muy desarrollada su inteligencia espacial, y es muy efectivo en pulls y subiendo al segundo nivel.
Monhaim tendrá 23 años cuando empiece la liga. Un poco mayor, aunque como digo, estos jugadores suelen ser más longevos. Pese a tener experiencia como tackle, sus brazos cortos hacen que sólo se le pueda ver como un jugador interior en la NFL. Sin embargo, su versatilidad puede llevarle a que le activen para los partidos, lo que le convertiría en un valioso suplente, y una vez ahí, ver qué puede aportar.
Lo bueno: Dos años capitán del equipo e innegables dotes de liderazgo. Varios galardones académicos en su carrera muestran su dedicación e inteligencia. Sin duda, es un jugador de los que suman, con el carácter y ética de trabajo que buscan nuestros técnicos.
Lo malo: Como center “puro” sólo ha jugado un año. No tengo claro si estará en condiciones de empezar en este puesto durante su año rookie sin un mayor conocimiento de la posición. Como se suele decir: “aprendiz de mucho, maestro de nada”.
Proyección: Empezó el proceso pre-draft proyectado para 6ª ronda, pero es un jugador que está escalando posiciones. Aunque no participó en las pruebas físicas de la combine, su buena actuación en la Senior Bowl reveló estar ante un chico que está despertando mucha expectación.
Otros nombres de interés

Jared Wilson #55 (Georgia)
Empezamos este capítulo con un center. Pero no uno cualquiera, sino con el que podría ser el mejor de la promoción. La posición está tan ninguneada que es probable que nos llegase al pick de 2ª ronda. Por tanto, hicimos nuestro trabajo al entrevistarnos con él durante la combine. Sus capacidades atléticas son fuera de serie. Es más rápido que algunos defensive-backs, así que imaginad lo que puede aportar subiendo al segundo nivel contra linebackers. Gran control de su cuerpo. Sabe reposicionarse muy bien. Adivina las intenciones de los rushers. Es mejor protector del pase que dominante en carrera (que, realmente, es lo que buscamos). Tiene experiencia como guard y en equipos especiales, pero solo ha sido center durante el año pasado, en el que se perdió un par de partidos por una lesión en la pierna. 22 años cuando empiece la liga. Un chavalín, en comparación con el resto de la promoción.
Marcus Mbow #63 (Purdue)
Aunque los dos últimos años ha jugado como right–tackle, sus cortas extremidades encaminan su futuro en la NFL hacia el interior. En anteriores ocasiones habíamos especulado con la posibilidad de draftear un ofensive-tackle que pudiese comenzar como ofensive-guard, y según se desarrolle, dejarle ahí o probarle en el exterior. “Big Marc” comenzó jugando al baloncesto, por lo que su movilidad está por encima de la media. También participó en competiciones atléticas y de lanzamiento de peso y disco. Es muy inteligente, con altas calificaciones académicas. De ascendencia senegalesa por su padre, habla francés con fluidez, lo cual no sé si le servirá para el football, pero es del tipo de dato que sé que os encanta encontrar por aquí. Para volver a ser un guard dominante necesitaría ganar peso y fuerza. Debe mejorar su coordinación manos-pies. Fluido, paciente, versátil, técnico e instintivo, debería estar disponible en 3ª ronda.
Miles Frazier #70 (LSU)
Saliéndonos un poco del perfil tan atlético de los anteriores, aquí tenemos una auténtica mole humana. Una apisonadora para el juego de carrera. Aunque ha jugado en todas las posiciones de la OL excepto center, en la NFL irá al interior de la línea de cabeza. 5 años de carrera (otro “madurito” de 24 tacos), pero 4 como titular, por lo que anda sobrado de experiencia al más alto nivel, incluso en equipos especiales. Quien intente “bullrushear” contra él, que se vaya olvidando. Ahora bien, le cuesta moverse y reaccionar ante slants o stunts. Sin embargo, termina su carrera sin conceder ningún sack en los últimos 20 partidos. Hablamos mucho de que la protección a Burrow debe ser fundamental, pero tampoco debemos dejar de lado echar una mano a la carrera. Estamos sufriendo mucho para convertir acciones de pocas yardas, y un jugador de estas características nos vendría muy bien. Tiene que mejorar su balance y técnica para ser titular desde el primer día, por lo que calculo que estará disponible el tercer día en 4ª ronda.
Luke Kandra #67 (Cincinnati)
No podía continuar este listado sin incluir al chico de Cincinnati. Un héroe local, que no sólo es uno de los mejores guards del país, sino que en el instituto Elder del barrio de Price Hill jugó a baloncesto, atletismo, lanzamiento de peso y disco, y a football como guard y defensive tackle. Los más viejos del lugar recodamos aquellos tiempos en los que el dato del press de banca condicionaba la elección de los jugadores. Pues bien, el líder en esta categoría en la combine ha sido precisamente Kandra con 33 repeticiones. Capitán de los Bearcats, con varias nominaciones en los últimos dos años a equipos All-America. Solo ha permitido un sack en los últimos 24 partidos. En 2023 solo concedió 2 sacks, pero ninguna penalización (solo dos faltas en toda su etapa universitaria). Tamaño prototípico pero atlético. Es un técnico que domina con ferocidad en la trinchera. Sin lesiones en su carrera, pero se ha casado recientemente, por lo que algo sí sabe de sufrimiento. A pesar de esto, es muy inteligente. Necesita mejorar su balance (juega muy erguido), sumar músculo, y reaccionar ante los segundos movimientos de sus rivales. Si por casualidad llegara al pick de 5ª ronda, no podemos dejarle pasar.
Jackson Slater #76 (Sacramento State)
En un dato que a estas alturas ya no debería sorprendernos, en el instituto jugó a baloncesto, atletismo y beisbol (esto ya sí es nuevo). Aunque se ha alineado en varias posiciones en college, la mayoría de sus 4 años como titular los hizo en el left-guard. El nivel de su conferencia no es top, pero él sí lo es, con múltiples reconocimientos a nivel nacional. Explosivo en el arranque de la jugada, feroz en el uno contra uno y en campo abierto subiendo al segundo nivel, donde tiene una gran capacidad espacial para bloquear para su corredor. Es muy técnico en protección de pase, donde no ha concedido ni un sack ni un QB-hit en el último año. Todavía necesita refinar sus movimientos para considerarle titular, pero tiene un enorme potencial. Sufrió una lesión de rodilla en noviembre de la que aún no está plenamente recuperado, lo que puede hacerle caer en el draft. No sé si tanto como a 6ª ronda, pero nos entrevistamos con él en la combine, lo que demuestra nuestro interés.
(foto de portada: 247 sports)

Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com
Un comentario en “Análisis 2024 y previsión draft 2025: OL-interior”