5ª Ronda, pick#151: Davontae Harris (Cornerback, Illinois State)
De todos los jugadores de “segunda” división universitaria, fue quien mejores resultados aportó en las pruebas físicas de la combine. Estamos por tanto ante un jugador con un portento atlético envidiable para la secundaria. Atención, he dicho secundaria, no cornerback, porque algunos expertos avanzan que podría rendir mejor como safety. Tiene la agresividad y velocidad necesaria (batió varios records estatales en atletismo), pero quizá le falta algo de fluidez de movimientos para emparejarse con éxito ante receptores ágiles de slot.
Estaba más o menos claro que tras dejar marchar a Pacman Jones, y sabiendo que Dennard está en el último año de un contrato que difícilmente será renovado, había que draftear algún CB. Sin embargo, Harris parece que encaja mejor en el perfil de Shaw, jugador que, por cierto, también está en su último año de contrato. Mejor dotado para la defensa en zona que la cobertura individual, y más efectivo en el exterior, donde hace valer su velocidad, o ayudando a defender la carrera por su contundencia.
Parece evidente que su participación, con Kirkpatrick y Jackson por fuera y Dennard por dentro, se limitará de momento a equipos especiales. Pero así fue como comenzó en la universidad su primer año, siendo el líder de placajes en cobertura de retornos, para en su segundo año dar el salto a una titularidad en la posición de CB que ya no abandonaría. He citado sus atributos físicos, pero habría que destacar también su inteligencia. No se consigue ser un “ball-hawk”, un cazador de balones aéreos y turnovers (12 pases defendidos y 2 intercepciones en 2017), sin tener bien interiorizados los fundamentos del juego.
Jugando en el instituto, sufrió un desgarro de intestinos que puso en peligro no sólo su carrera deportiva, sino también su propia vida, para alarma de su familia adoptiva (su primo y la familia de éste, ya que la suya propia estaba la mitad en la cárcel y vivía en un pequeño estudio durmiendo en un colchón junto al frigorífico). De hecho, muchas universidades le retiraron su oferta de beca y sólo quedó la de Illinois State. Al llegar a college, al entrenador le sorprendió que no dijera una palabra y es que, no hablaba porque estaba avergonzado de su tartamudez. Hoy, éstas no son más que anécdotas del pasado, pero muestran un historial de superación.
Necesidad: 1. La baja de un CB, más la potencial salida de otros dos el año que viene, hacía evidente la contratación de uno. Ahora bien, para realizar tareas de equipos especiales, no me parece oportuno gastar una 5ª ronda, se podría haber cubierto en cualquiera de los otros 5 picks que aún teníamos.
Valor: 2. Sin embargo, lo que es indudable es que Harris era un chollo a esas alturas (teniendo en cuenta lo que significa “chollo” en una 5ª ronda). Previsto para salir una ronda antes, su elección, desde este punto de vista, admite pocas críticas.
Alternativa: 1. No sólo era probablemente de los mejores jugadores disponibles, sino también sobre todo dentro del grupo de cornerbacks. Ya habían salido 16 antes que él, por lo que la cosecha de potenciales titulares estaba prácticamente agotada.
Oportunidad: 0. Estando todavía sin salir Crosby, es indefendible la decisión de no acometer el refuerzo de la posición de OT. Incluso con Quessenberry disponible, se podría haber buscado un Center/OG suplente que compitiera con T.J. Johnson.
Intangibles: 2. Sumado a la trayectoria vital citada anteriormente, hay que añadir la positiva valoración que sobre él hacen sus entrenadores por su ética de trabajo. Probablemente no vaya a ser un líder vocal para la secundaria, pero podemos descartar cualquier atisbo de conflictividad producto de quedar relegado a un papel secundario mientras adquiere una muy necesaria experiencia dada la limitada calidad de su conferencia de procedencia.
Nota final: 6 sobre 10.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com