Bengals 2023Previas

Previa Jaguars-Bengals 2023

Por más que nos hubiese gustado, no podemos pretender sustituir la luz del sol con un candil. Como ya sabíamos, Burrow suple, con su talento, muchas de las deficiencias del resto del equipo. Browning lo intentó, pero como ya intuíamos, es tan mediocre como puede serlo uno de los menos acreditados quarterbacks suplentes de la NFL, cuyo rendimiento en pretemporada ya se demostró ser muy modesto. En un día donde ni las circunstancias (un quarterback inexperto), ni la climatología (lluvia y viento), ni la situación de partido (apretado, a una anotación del rival hasta casi el final) lo aconsejaban, volvimos a volcar el peso del partido en el juego aéreo (el 72% de las jugadas ofensivas vinieron por esta vía). Una clara invitación al desastre que acabó ocurriendo.

El día que más necesitábamos a Mixon (y por extensión, al juego de carrera), se quedó en unas ridículas 2 yardas por carrera. Tuvimos 10 días para preparar el partido. Concienciar a la línea ofensiva, a los tight-ends para los bloqueos, a planificar carreras que no implicasen lanzarse contra los culos de los compañeros… pero una vez más, volvimos a abandonar esta faceta tan importante del juego (los jugadores estuvieron mal, pero desde la banda apenas se ordenaron una decena de jugadas terrestres). El football es equilibrio, y nosotros no lo tenemos. Aun en los partidos con Burrow, el fracaso del juego de carrera quedó patente. Una consecuencia fue que Steelers mantuvo la posesión durante más de 37 minutos, por apenas 22 los nuestros. Luego nos sorprenderemos de que la defensa no estuviese fina (encajamos 421 yardas).

En un día gris, el equipo estuvo más gris todavía. Sin la garra necesaria para un partido divisional contra Steelers. Sin alma. Y lo que es peor, sin capacidad de generar esperanza para el futuro próximo. O lejano, ya que, como consecuencia de las renovaciones que no podremos acometer, dudo que los Bengals 2024 vayan a ser más competitivos que estos de 2023. Creo que no podemos seguir atravesando esta terrible tormenta diciendo que apenas chispea. No hay soluciones desde el banquillo, menos aún desde la banda. No podemos seguir confiando el destino de la franquicia a un chico, muy valiente sí, pero que ya lleva dos lesiones en 4 temporadas. No recuerdo equipos que hayan sido campeones sólo por la calidad de su quarterback, si no venía acompañada de un juego de carrera más o menos decente, una defensa que cumpla, y unos técnicos capaces de encontrar las fórmulas adecuadas para sortear la adversidad.

Así las cosas, con un descorazonador balance de 5-6, la próxima jornada se van a exponer al público todas nuestras vergüenzas en el Monday Night Football del próximo lunes en el Everbank Stadium de los Jacksonville Jaguars a las 9:15 de la noche en Argentina, las 6:15 de la tarde en México, mientras que en España será ya en la madrugada del martes a las 02:15. Muchos estaremos durmiendo por lo que nos ahorraremos el sufrimiento hasta el día siguiente. Quienes asistan al partido en el estadio disfrutarán de una noche encapotada, pero sin lluvia, con una temporada que rondará los 10º y viento suave de unos 10km/h. Será el primer MNF entre ambas escuadras, un partido que no se nos suele dar muy bien (record de 13-26). Esperemos que esta vez se pueda terminar, no como el del año pasado contra Bills.

La serie entre ambos conjuntos felinos la dominan los jaguares por 13-11, pero les hemos ganado los dos últimos enfrentamientos, así como 6 de los últimos 8. De lo más interesante será el cara a cara entre los hermanos Taylor: Zac, nuestro head-coach, y Press, su coordinador ofensivo. Del resto de entrenadores, Hobby entrenó las líneas defensivas de ambos conjuntos, y Duffner, nuestro asistente defensivo, fue su entrenador de linebackers. Entre los jugadores, solo nuestro DT Tufele ha vestido ambas camisetas. Por cierto, nuestro uniforme para esa noche será el “White bengal”, con el casco blanco y el color rush de blanco y negro en camiseta, pantalón y medias.

El partido estará dirigido por Scott Novak, jefe de ventas de 52 años, natural de Miami (Florida, el estado donde juega nuestro rival) pero que reside habitualmente en Denver (Colorado). Entró a la liga en 2014 y éste es su 5º año como árbitro principal. Como dato curioso, es el primer árbitro de la NFL que luce como dorsal el número #1. Nos ha pitado en 4 ocasiones, con un balance desfavorable de 1-3. Se sitúa en la parte media-baja de los pañueleros, con una media que no llega a 11 por partido. Muy quisquilloso con las salidas falsas, el delay of game y los holdings de la línea de ataque.

Con esta patada de McPherson sobre la bocina, nos impusimos en 2021 en un partido jugado un jueves por la noche, y al que dimos la vuelta en el último cuarto tras una nefasta primera parte. Ojala que Money Mac vuelva a ser decisivo en la victoria (foto de Albert Cesare para The Enquirer / USA TODAY NETWORK)

En ataque

Si de mi dependiera, nuestro quarterback para el MNF sería McCarron y el RB titular Chase Brown. Incluso pondría a Carman en el RT (ya no hay Burrow que proteger) para ver hasta qué punto puede ser un suplente viable o habría que largarlo sin más tardar. Lo que he visto de Browning no me convence lo más mínimo. No progresa más allá de su primera lectura, telegrafía los pases a la defensa, van mal dirigidos (altos y separados del cuerpo). Ni siquiera supone una amenaza corriendo ni lanzando alguna bomba. En mi opinión, no merece la pena gastar tiempo en sacar algo de él. Quizá tampoco de McCarron, pero éste al menos podría ofrecer algo más de seguridad a sus compañeros por su mayor experiencia.

La broma de Mixon también está durando demasiado. No hay runningback en la liga con peores porcentajes de placajes rotos dado la cantidad de veces que ha sido utilizado. No tiene potencia para traspasar la cortina defensiva, ni visión para localizar los (pocos) huecos que le abren, ni coordinación para seguir bloqueos, ni velocidad para doblar la esquina… De no haberse bajado el sueldo estaría todavía buscando equipo, o chupando banquillo en otra parte. Los entrenadores no ayudan. La línea ofensiva no ayuda. Pero él tampoco. A los entrenadores no los vamos a cambiar a estas alturas. Tampoco a los 5 jugadores de línea (entre otras cosas porque la alternativa es todavía peor). Pero a él sí le podemos cambiar. O al menos, que alterne más las carreras con el resto de corredores de la plantilla totalmente infrautilizados (Williams, Brown y Evans).

Hemos perdido a Burrow. De momento, tampoco podemos contar con Higgins. Pero tenemos a Chase. Hay que buscarle a toda costa, porque ahora mismo es nuestra mejor baza. En pases rápidos al slot para que gane yardas tras la recepción (sin depender de rebotes) cuando nos defiendan en zona, en profundo sobre la banda cuando lo hagan en individual. Incluso poniendo el balón en sus manos por detrás de la línea de scrimmage. Hay que dársela al bueno, esto es algo que todos aprendemos desde que empezamos a jugar en las calles.

Pero además, dado nuestro oscuro porvenir, mejor aprovechar estos partidos para dar experiencia a Iosivas y a Jones, por si mañana no tenemos a Higgins ni Boyd (un panorama que no queremos plantear pero que tampoco podemos olvidar). Igualmente, hemos abierto el melón de los tight-ends y, para sorpresa de todos, están respondiendo. 8 de 9 recepciones para los Hudson, Smith, Sample y Wilcox. Solo 38 yardas entre todos (aunque un touchdown), pero muchas veces no se trata tanto de avanzar como de conseguir el primer down.

En cuanto a la línea ofensiva, estamos de acuerdo en que el pass-rush de Steelers es de los más complicados de defender. Pero el próximo partido, Josh Allen y compañía tampoco nos lo van a poner fácil. Creo que la opción de alargar los dropbacks de Browning para alejarse de la zona caliente fue acertada, aunque debe compensarlo con una mayor tensión en los pases que, por tanto, deben recorrer más distancia. Para la carrera, hay poco margen de mejora, más allá de entrenar más esta parte para coordinar los movimientos de la OL con los de bloqueadores y corredores. Por cierto, lo de Carman del principio era broma. No me gusta Browning, pero tampoco le deseo la muerte.

Mixon estrellándose contra una barrera para no ganar ni una miserable yarda es una calamidad tan repetida este año que no entendemos cómo no han sido capaces de ponerle remedio (foto de Carolyn Kaster para AP Photo)

En defensa

Pittsburgh nos hizo 153 yardas de carrera. Somos el 29º equipo de la liga tratando de contenerla. Sin detener esta sangría no hay forma de que la defensa pueda tener respiro, ni darle más opciones de jugar al ataque. Nuestra estrategia se basa más en intentar robar el balón que en evitar que avance su portador. La jugada donde Harris salió de entre una nube de defensores para seguir avanzando aún más dio auténtica vergüenza. No sé si Reader o Tupou están acusando los años, si Sample o Carter no están a la altura, si Hubbard no está al 100%, si Pratt y Wilson están tan lentos que siempre llegan tarde, o si desde la posición de strongsafety no se aporta lo suficiente.

El caso es que esta debilidad se hace especialmente sangrante contra equipos como Steelers, Ravens o Browns, eminentemente corredores. No es de extrañar que vayamos 0-4 en el balance divisional. Estamos perdiendo solidez en la trinchera y, sin ella, todo lo demás se cae. El cambio de Scott por Battle parece ir en la buena dirección, pero resulta insuficiente. Deben ser los defensive-backs (Hilton y Hill) quienes salgan en su auxilio.

Tampoco contra el pase, aunque aquí andemos un poco mejor (“sólo” somos la 26ª de la liga), encontramos soluciones. El pasado domingo, el tight-end Freiermuth nos hizo la friolera de 120 yardas. Un TE. La mayoría, cayéndose al suelo tras recibir, no son yardas que gane después corriendo. Nos tienen tomada la medida a nuestra defensa en zona, y nos castigan el área intermedia entre los linebackers y los safeties.

Uno de los principales problemas del pasado domingo fue la falta de eficacia en los terceros donws (concedimos nada menos que el 47,1%). Daba la impresión de que Steelers deseaba llegar a ese tercer down para consumir más tiempo, en la confianza de que conseguiría el primer down. Forzamos otro turnover en situación de anotar, lo que permitió mantener el marcador apretado, pero donde realmente debemos hacernos notar es en los momentos en los que tenemos la oportunidad de sacar al ataque contrario del campo. No podemos repetir esta debilidad ante Jaguars. Cuando lleguemos a esa situación, es obligatorio incomodar a pasador y receptor más de lo que lo estamos haciendo.

No obstante, por dejar algo positivo, creo que Turner hizo muy buen partido, y debería tener continuidad en la titularidad, aunque se recupere Taylor-Britt, en detrimento de Awuzie. También empezamos a ver cositas de Murphy, otro que debería gozar de más tiempo de juego. Otro que debutó en la titularidad con buenas sensaciones fue Battle. Aunque todavía le vi algo disperso por el campo, le pone más intensidad que Scott, y solo esto ya es una mejora.

Por otra parte, creo que Anarumo también debería replantearse su defensa. Al igual que comentamos que al ataque le tienen tomada la medida y nos colocan siempre dos safeties profundos, también la defensa debería evolucionar hacia unas formaciones que traten de minimizar nuestra debilidad. Nos machacan la zona corta, tanto por tierra como por aire. No nos destruyen a base de bombas, sino que nos matan a pellizcos. Igual hay que replantearse el habitual 4-2-5 y reforzar la unidad de linebackers, o subir al box a algún especialista contra los tight-ends (ahora sólo tenemos a Hill, y el pobre no puede estar en todas partes).

Turner recuperó un fumble, y siguió porfiando en la recepción de Dionte Johnson en la end-zone hasta forzar el incompleto. Fue de lo poco positivo que pudimos sacar de la derrota del domingo (foto de Jeff Moreland/Icon Sportswire via Getty Images)

El rival

Los Jacksonville Jaguars (8-3), pese a una andadura que podría considerar como irregular o, como mínimo, por debajo del radar, domina su división con cierta solvencia, con dos partidos de ventaja sobre unos sorprendentes Texans, su principal rival este año, a quienes ha igualado la ventaja en el desempate particular. No debería tener problemas para sacar adelante, como poco, la mitad de los partidos que le quedan de temporada regular, por lo que no peligra su presencia en playoffs. Pero como es lógico, querrán consolidarse como líder divisional y asegurar al menos un partido de local.

Como decía, no es un equipo que esté haciendo demasiado ruido, pero solamente Ravens y Chiefs están por delante suya en la clasificación de la conferencia. Su división no es de las más duras, pero ya sabemos que en la NFL nunca hay partidos fáciles. Es por esta razón que sus aficionados les demandan un golpe de autoridad que les permita comer en la misma mesa de los máximos favoritos, por qué no, a la Super Bowl. Nada mejor para ello que un partido de máxima audiencia ante un (ex)candidato a todo como nosotros. Obviamente, la ESPN esperaba un nuevo duelo entre números 1 del draft como Burrow y Lawrence. Desgraciadamente, esto no será posible por nuestra parte.

Pero sí por la suya, así que cuidarse bien de “solete”, también conocido como “pelo Pantene”. Tras unos comienzos dubitativos, se ha consolidado como uno de los mejores de la competición. Top-10 como mínimo en cualquier clasificación de pasadores, no es tanto que sus números sean espectaculares, como ser lo justo que necesita su equipo para llevarse la victoria, reduciendo errores y solucionando problemas con sus piernas (3 touchdowns de carrera). Por tanto, es un jugador que requiere vigilancia constante y presión incesante. Difícil de conseguir por su movilidad, pero acaban de perder a Robinson, su LT titular, y por aquí podría abrírsenos un pequeño resquicio.

El juego de carrera es territorio exclusivo de Travis Etienne. Como nosotros, es un equipo que rota muy poco el backfield (¿el toque Taylor, quizás?). El runningback de tercer año es un corredor muy compacto, difícil de tirar al suelo. Es un equipo más pasador que corredor, pero con cierto equilibrio entre ambas facetas. Juegan como nosotros en personal 11, con una tripleta de receptores temible. Calvin Ridley y Zay Jones se encargan del exterior, mientras que Christian Kirk del slot. Si antes hablaba sobre reforzar nuestra unidad de linebackers adelgazando la secundaria, olvidadlo para este partido. Vamos a necesitar la vuelta de Taylor-Britt para tener todos los frentes cubiertos.

Sin embargo, me preocupa mucho más Engram, su tight-end. Líder en recepciones de los de Florida, es un jugador con una gran capacidad para las recepciones (es muy ligero para bloquear) y de quien habrá que estar muy encima. Trabajo extra para Daxton Hill, quien no debe descuidar la zona profunda por el peligro de las bombas de Lawrence. No podemos darle tiempo en el pocket, así que debemos ir a por él con todo (Hendrickson, B.J.Hill, Murphy, Hilton en blitz…) y ser menos contemplativos.

En defensa, el dolor de cabeza se llama Josh Allen, uno de los mejores rushers de la liga. Híbrido defensive-end/linebacker, se coloca en el exterior de esta unidad para aprovechar su velocidad ante los OT y su fortaleza ante los TE. Los Jaguars forman en 3-4, siendo el LB Oluokun su principal runstopper. Jacksonville es el 4º mejor equipo de la NFL defendiendo la carrera, así que me temo que el próximo MNF no va a cambiar mucho nuestra triste tendencia.

Sin embargo, en secundaria son más vulnerables (28º equipo contra el pase). Hay que llevar cuidado con su CB ex-Rams Williams y su SF Cisco, muy activos en las intercepciones, pero el resto no parece mejor que nuestros widereceivers (otra cosa es que nosotros seamos capaces de hacerles llegar el oval). Ellos promedian 23 puntos por encuentro (más que nuestros tristes 19 de media), así que no tengo claro que seamos capaces de llevar el partido a un marcador de baja anotación, por lo que necesitamos que nuestra ofensiva produzca a mayor intensidad.

Su entrenador es Doug Pederson, dos veces ganador de Super Bowl (una como jugador y otra como entrenador). Criado a los pechos de Andy Reid, tiene solvencia de sobra en la parte ofensiva del juego, delegando la parte defensiva en Mike Caldwell. Su experiencia en las grandes citas, y su sangre fría, nos hacen pensar que no cometerá muchos errores.

Como en el partido ante Ravens, podremos considerar este enfrentamiento como una partida de ajedrez, ya que si nosotros vamos a ir todo de blanco, ellos vestirán enteramente de negro (casco, camiseta, pantalón y calcetas).

Lawrence ha crecido como quarterback, pero sobre todo, como líder del equipo de Duuuval! (foto de Troy Taormina para USA TODAY Sports)

La clave

Podemos ser peores, pero lo que nunca podemos ser es menos intensos que el rival. No importa que no vayamos a ganar el Super Bowl este año, si queremos que nos valoren debemos demostrar, partido a partido, ser merecedores de este respeto. Esto parece más importante que intentar mejorar una futura elección en el draft. Los Steelers nos mearon el pasado domingo, no hay que quitar hierro a la derrota. Quizá no en el resultado, pero desde luego que sí en el juego, donde se dio la impresión de que sólo era cuestión de tiempo que se pusieran por delante y sentenciaran. Hay que salir al MNF dando la sensación de que realmente nos dolió ser humillados en casa ante el máximo rival, y darlo todo en Jacksonville. El football es un estado mental, y hay que salir a morder siempre (si no nos valoramos nosotros mismos, no nos extrañemos de que los árbitros nos menosprecien). No vamos a ganar por talento, pero espero no perder por actitud.

Tenemos un QB inexperto. Debemos dar por sentado que va a cometer errores. Hay que contar con turnovers y tres y fuera, es decir, que a la ofensiva le va a costar mover las cadenas. Por esta razón, necesitamos que la defensiva recupere la posesión lo antes posible para darle más oportunidades al ataque. No podemos dejar que el rival controle el tiempo de partido. Por desgracia, ante la inoperancia ofensiva, hay que pedir a la defensa que dé un paso al frente. Uno más. Siendo la 31ª defensa global de la NFL, creo que hay un amplísimo margen de mejora en este terreno.

Igualmente, debemos sacar partido de todas las fases del juego, como los equipos especiales. Hundirles en su terreno con nuestros punts (me temo que Robbins va a volver a tener mucho trabajo), intentar ser lo más incisivos posible con los retornos (Williams no está haciendo un mal trabajo en los de kickoffs, a ver si Jones también tiene suerte en los de punt). Y por supuesto, que McPherson vuelva a ser matador desde larga distancia (el habitual buen tiempo del estado de Florida es una ventaja) porque me huelo que tampoco vamos a avanzar demasiado.

Los Jacksonville Jaguars son favoritos para ganar este partido por 9 puntos. Viendo las tendencias de uno y otro equipo, pocos me parecen. Ellos vienen de ganar dos partidos y con un juego al alza, mientras que nosotros de 3 derrotas consecutivas y a cuál más deprimente. Lo siento, pero no veo la manera de salir victoriosos, tengo que ser sincero. Mucho tienen que girarse las tornas en nuestro equipo en apenas una semana. Eso sí, al menos espero que Browning vaya adquiriendo soltura (o se confirme su inutilidad y le cambien), que la línea ofensiva se ponga las pilas para ayudar a correr a un Mixon cuestionado toda la semana, y que la defensa muestre la firmeza que le ha faltado hasta ahora. Me conformo con recomponer mínimamente da la situación, para encarar con ciertas opciones los enfrentamientos ante Colts y Vikings, y no dar pena en el tramo final contra Steelers, Chiefs y Browns.

Estamos metidos en un túnel del que no vemos luz al final. En estos momentos, la labor de los capitanes, como Karras, para levantar el espíritu de los compañeros, es fundamental. Pero también aportaría una mejora en su propio juego. La línea ofensiva se está cayendo por donde menos esperábamos, por el medio. Tanto él como Cappa (a Volson no podemos exigirle lo mismo) deben ser un muro infranqueable que dé confianza a Browning (los 4 sacks encajados ante Steelers no ayudan). Sin solidez en la trinchera, no hay ofensiva ni defensiva que resista (foto: bengals.com)

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