Todavía con las pulsaciones por todo lo alto tras la cardiaca victoria ante Jaguars, nos llega sin apenas descanso otro compromiso contra un equipo de la AFC Sur: los Indianápolis Colts. El equipo, como he comentado en otras oportunidades, que más cerca se encuentra de Cincinnati, así que no tendrán que gastar mucho tiempo en llegar al Paycor Stadium para disputar el partido el próximo domingo, desde las 7 de la tarde en España, 3 de la tarde en Argentina, y 12 del mediodía en México.
Juegan los Bengals, pero todos nos preguntamos qué Bengals vamos a ver. Si los timoratos del día de Steelers o los aguerridos de la noche de Jacksonville. Creo que debemos seguir el camino iniciado el pasado MNF. Ya no está Burrow, así que el sistema debe cambiar. Si Browning solo tiene confianza en el pase rápido y corto (lo que de paso minimiza su tiempo de permanencia con el oval en el pocket), pues vamos a diseñar jugadas para esto (si es posible, sin que suponga matar a Chase en el intento). La vuelta de Higgins, sin duda, va a ser clave para conseguirlo.
Por supuesto, apoyarnos más en la carrera también debe ser una característica fundamental en nuestro juego de aquí a lo que queda de competición. Aunque un poco tarde, parece ser que los técnicos nos volvieron a leer y, al igual que pedíamos utilizar más a los tight-ends, la rotación de running-backs, tal como continuamente recomendábamos desde estas líneas, ha sido mano de santo para revitalizar nuestro juego terrestre.
En defensa, lo mejor que podemos decir es que los malos números de este año pueden disipar las intenciones de otros equipos de llevarse a Anarumo, y continuar con nuestro coordinador defensivo otro año más. Seguimos encajando demasiadas yardas, como peaje a pagar por el aprendizaje de los novatos Turner, Battle o Murphy, que deben ser la base de la defensa bengalí del futuro.
El tiempo debería ser un aliado frente a estos Colts habituados a jugar en domo. La climatología norteña se une a la fiesta, con un día que se prevé lluvioso, frío (10 ºC, con una sensación térmica de 6 ºC), y con ráfagas de viento de 20 km/h. Volveremos a vestir nuestro tradicional uniforme de camiseta negra con pantalón negro (franjas naranjas) y calcetines negros (2-2 con esta combinación de colores).
Pese a la proximidad geográfica (apenas 177 kilómetros por la autopista I-74), tan solo hay en la actualidad un jugador que haya militado en ambos clubes: a nuestro ex-SF y excelente retornador Brandon Wilson, a quien acaban de fichar para su equipo de prácticas. Entre los entrenadores, Walters, el de WRs, jugó con ellos, así como Anderson, asistente en equipos especiales. Las series entre ambos clubes las ganan ellos por 20 a 12, incluyendo dos de ellas en playoffs, pero les hemos vencido en dos de las tres últimas veces en que nos hemos enfrentado.
Nos arbitrará Shawn Hochuli, un colegiado que personalmente no me gusta nada. Este consejero de gestión sanitaria de 45 años, natural de Temple, Arizona, lleva desde 2018 como árbitro principal. En este tiempo nos ha dirigido 4 partidos, con un balance de 1-3, y ya nos pitó este año en la derrota en casa ante Ravens. Es un colegiado al que le gusta en exceso el protagonismo (al igual que su padre, de tal palo, tal astilla), sacando más pañuelos de la cuenta. Este año está algo más comedido, con una media de unas 12 penalizaciones por encuentro (más o menos a la mitad de la tabla de los pañueleros), destacando, como la mayoría, el holding ofensivo y las salidas falsas, pero es muy quisquilloso también con el “roughing the passer”.
En ataque
Da la impresión de que los técnicos sólo se ponen las pilas cuando se encuentran contra las cuerdas. Pasó ante 49ers y volvió a ocurrir el pasado lunes. Esperemos que esta vez vuelvan a llegar al partido con la lección aprendida, y un plan de juego acorde con nuestras posibilidades reales. La pasada jornada, Browning completó un extraordinario 32 de 37 en pases, siendo al menos un par de esos incompletos clamorosos drops por parte de Boyd o Chase. Podemos afirmar que el huskie tiene una más que aceptable precisión en el pase corto. Aprovechémoslo, sobre todo en acciones de play-action donde, dado que el rival va a creerse fácilmente que, por lógica, vamos a correr más, será más fácil encontrar rápidamente a algún jugador desmarcado por despiste de la defensa contraria.
Es evidente que su mayor problema radica en el pase largo. De ahí que las defensas ya no vayan a disponer dos safeties profundos, como de haber jugado Burrow, sino que intentarán saturar el box para minimizar los huecos para ese pase rápido. No estaría mal que de vez en cuando, con dropbacks largos para ganar algo más de tiempo, se intentase alguna bomba sobre Chase o incluso Iosivas con un marcaje más favorable, que les castigue y prevenga de poner excesivo personal cerca de la línea de scrimmage y, a la vez, abra el campo para la carrera.
Hablando de la carrera, de nuevo debe ser el pilar donde se asiente la ofensiva. La rotación de runningbacks iniciada el pasado lunes debe consolidarse por un doble motivo. Por un lado, permitir que Mixon esté más fresco en los momentos cruciales del partido; y por otro, aprovechar las ganas de destacar del novato Brown para añadir mordiente al juego terrestre. Creo que Mixon produce más cuando comparte backfield que cuando lo hace en solitario. La defensa contra la carrera de los Colts es casi tan mala como la nuestra (ellos son los 26º y nosotros los 27º), así que por aquí podemos hacerles daño.
Pero toda esta estructura de pases rápidos, con uso frecuente de los tight-ends, o un sólido juego de carrera, solo se sostendrá si la línea ofensiva hace bien su trabajo. No les pedimos que aguanten tanto como cuando estaba Burrow, pero al menos, que no cometan esos flagrantes fallos de comunicación que permiten a los rushers rivales atropellar a nuestro pobre QB sin oposición. Contra Jaguars aprovechamos el exceso de fogosidad de los rushers ordenando muchas jugadas de screen. No sé si los Colts caerán en la misma trampa, pero esto requiere que nuestros linieros estén muy alertas en sus asignaciones.
Les pedíamos imaginación a nuestros entrenadores. Ahora les pedimos ejecución. No ante un pelotón de fusilamiento, sino que las jugadas de engaño estén mejor planificadas. La intercepción de Boyd, tan cerca de nuestra goal-line, fue un absoluto despropósito, y el pase de Chase a Browning creo que en realidad buscaba ser retrasado para que éste lo volviera a lanzar hacia adelante. Ninguna funcionó. Estos fakes son oportunos cuando se necesita una reacción; pero cuando el equipo está jugando bien, son innecesarios.
En defensa
La defensa de Bengals es la que más yardas concede de toda la NFL. 388,2 de media por partido. Me parece inaceptable. Así, ni con Burrow reencarnado en los mejores Montana, Favre o Brady, es posible llegar lejos en la liga. Mucho menos si a los mandos hay un QB de circunstancias. Fue un milagro que la ofensiva remontase los 31 puntos conseguidos por Jaguars. Sin una defensa que sea capaz de limitar la producción anotadora rival, va a ser muy complicado que sigamos con opciones en los partidos.
Jacksonville nos castigó mucho en pases largos. Daxton Hill no tuvo su día, y es razonable cuestionarse si efectivamente, la posición de free-safety profundo es la más adecuada para sus condiciones. Es de esperar que un equipo como Colts, con poco que perder y mucho que ganar, siga con la misma tónica. Creo que debería tener algo más de ayuda. Igual debemos retrasar a Battle (o a Scott jugando con 3 safeties), para forzar a Indianápolis a tener que jugársela en corto, donde la velocidad de Wilson o Hilton pueda resultarle más problemática de atacar.
Igual es un día para darle menos repeticiones a Pratt. Le veo lento y tomando malos ángulos. Probaría a Davis-Gaither en jugadas de carrera y como digo, 6 defensive-backs en las de pase (con Battle o Hill acompañando arriba a Wilson). Nos falta profundidad en el puesto de cornerback, así que mejor complementar con otro safety.
Poco a poco, Murphy se está haciendo notar (a la vez que se oscurece la estrella de Ossai si alguna vez llegó a brillar). Es muy importante que siga en esta dinámica para dar relevo a Hubbard y Hendrickson, que juegan demasiados snaps. Por el centro, en cambio, las veces en las que descansan Reader y Hill, el bajón es más que notable. Mindshew no es un quarterback novato, ni uno que se vaya a asustar con la presión. Hay que molestar sus evoluciones de forma quirúrgica, eficaz. Que nunca se sienta cómodo, porque si tiene tiempo nos va a matar. Que seamos capaces de tumbarle al suelo cada vez que hagamos contacto con él.
Anarumo se ha ganado nuestra confianza por su extraordinaria labor, pero ningún crédito es infinito. Recomponer la línea de safeties, tras haber perdido al probablemente mejor FS de la actualidad es complejo, así como reponerse de la baja de Taylor-Britt con una unidad de cornerbacks bastante limitada. Pero el front-six es el mismo, y la sangría que estamos sufriendo contra la carrera no tiene justificación. No aguantamos el centro de la DL, donde nos recorren mínimo 5 yardas con sólo el primer empujón. No llegamos a tiempo para frenar a los corredores que doblan la esquina de la línea. Es por aquí por donde se nos van los partidos, al permitir que sea el rival quien controle el tempo del encuentro.
El rival
Los Indianapolis Colts (7-5), sobre todo gracias a nuestro triunfo del lunes, siguen con claras opciones de ganar su división (están sólo a un partido de los Jaguars) y actualmente ocupan la sexta plaza de la conferencia, siendo por tanto equipo de playoffs, tras una impresionante racha de 4 victorias consecutivas. Como nosotros, vienen de vencer en una prórroga tras un duelo muy igualado. Y, también como nosotros, con su quarterback suplente, cuando ya todo el mundo los daba por descartados.
Minshew es un quarterback inclasificable. Capaz de lo mejor y lo peor, juega con la inconsciencia y osadía de quien no tiene nada que perder pero, por otra parte, la audacia de quien sabe que cada partido podría ser el último. Lo que le puede faltar de calidad lo suple con una desbordante personalidad. No duda en utilizar sus piernas para eludir la presión o avanzar si la jugada se rompe, ni en soltar su brazo en profundo cuando ve la ocasión.
El juego terrestre debería ser propiedad exclusiva de una estrella como Jonathan Taylor, pero sus continuas lesiones están dando paso a que sea Moss el principal protagonista. No se espera que esté recuperado para el domingo, por lo que nuevamente será el ex de los Bills quien asuma, con la eficacia que le caracteriza, el peso de la carrera.
Por el aire, tienen dos estiletes en largo como Pittman y Pierce, con Downs para el slot. Pero juegan bastante con formaciones de doble tight–end, es decir, doble peligro para nosotros. Sobre todo, hay que tener una vigilancia especial con Granson. Su ataque es muy equilibrado (16º de pase, 12º de carrera), lo que siempre dificulta la elección de las formaciones defensivas más adecuadas para detenerles.
En defensa, cuya formación habitual es 4-3, se han desprendido de una de sus estrellas, el LB Leonard (muy lastrado el pobre por las lesiones), pero siguen teniendo jugadores peligrosos. Mucho cuidado con el rusher Ebukam y su espectacular campaña de 8 sacks. Pero, sobre todo, quien se está saliendo, es el MLB Franklin quien, con 130 placajes, lidera la NFL en este apartado. En secundaria, hay que llevar precaución con la anticipación del CB-slot Moore, quien ya lleva 3 intercepciones, 2 de ellas retornadas para touchdown.
Su kicker Gay es el 6º de la liga que más field-goals ha chutado, con un muy aceptable 85,2% de efectividad. Es, tras McPherson, al que más veces le han hecho chutar desde más de 50 yardas, pero ahí su efectividad baja al 70%. Su punter, Rigoberto Sanchez, de ascendencia mexicana, es un seguro en los despejes. Mucha precaución con los equipos de cobertura, que la semana pasada bloquearon dos punts a los Titans, uno de ellos retornado para touchdown. Ojo también con su retornador, Isaiah McKenzie.
Contra muchos pronósticos, su head-coach Shane Steichen, pese a ser novato en este puesto, ha conseguido mantener a los suyos en la pelea aun perdiendo al quarterback titular y sin apenas poder contar con su corredor estrella. Nadie esperaba nada espectacular en su primer año, pero sin hacer ruido, ha metido a los suyos entre los mejores de una, a priori, muy competida Conferencia Americana. Creo que se merece más reconocimiento del que está recibiendo.
La clave
Va a ser un partido a cara de perro. De los de tener el desfibrilador a mano. Nuestra ofensiva ha perdido la explosividad para anotar de forma rápida y continuada, y nuestra defensa es incapaz de devolver al ataque rival al banquillo. Así las cosas, preveo un partido de baja anotación, donde de nuevo los pateadores sean parte fundamental del resultado. Si la climatología es adversa, no forzaría a Money Mac a chutar de demasiada distancia para no dejarles así una buena posición de campo si no anota. Ante Jaguars, sin nada que perder, lo vi bien, así como jugarnos cuartos downs; pero ante Colts, en teoría un rival más parejo, creo que no es necesario arriesgar tanto.
Por descontado, los turnovers van a tener un peso decisivo. Para una defensa como la nuestra, que éste es su principal valor, llevar un par de partidos sin conseguirlos nos penaliza mucho. Ya no está Taylor-Britt, pero debemos seguir atentos a los posibles errores de Mindshew, o a lanzarnos con determinación al suelo si vemos un balón suelto. Del mismo modo, no podemos perder la concentración regalando yardas en faltas evitables, como las salidas falsas o los fuera de juego.
La actitud no es un valor de quita y pon. Hay que saltar al campo con la misma determinación de la que se hizo gala en Jacksonville. No sé si somos mejores que Colts, pero sé que somos buenos. Tenemos todavía grandes jugadores en nuestras filas, como Chase o Hendrickson, capaces de girar por sí mismos la dinámica de un partido. Hay que encomendarse a ellos. Balones al #1, porque cada vez que logra 10 o más recepciones ganamos. Gestionar las energías de Hendrickson para que llegue con resuello al final.
Ya hemos visto que, en esta competición, ningún resultado está fijado de antemano. El pronóstico que los apostadores dan para este partido es de ventaja para Indianápolis por un solo punto. Vamos, prácticamente, igualdad. El pasado lunes se cubrieron de gloria cuando dijeron que perderíamos por 10. Así que, si ni lo expertos aciertan, ¿cómo podemos exigirnos nosotros una predicción más acertada? Por tanto, dejemos a un lado los sesudos razonamientos y vaticinemos, con el corazón, una nueva victoria de los nuestros. 20-16 es un marcador tan probable, o no, como cualquier otro.
WHO DEY!
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com