Toca semana corta. Toca partido el jueves por la noche en el Thrusday Night Football. ¡Qué digo «partido», toca una final! Nos medimos a los Baltimore Ravens en su nido del M&T Bank Stadium en la madrugada (a las 2:15) del jueves al viernes en España, la noche del jueves en Argentina (10:15) y la tarde de México (7:15). Así que vamos al lío, que tenemos poco tiempo.
Es una pena tener tan poco márgen para festejar la victoria más clara que hemos conseguido en la temporada. La primera, por cierto, delante de nuestra sufrida afición. Pero la NFL no da tregua y, salvo por el escaso margen de recuperación de lesionados, puede venirnos incluso bien para que no se baje el ánimo del claro triunfo ante Raiders. Necesitamos un triunfo allí para igualar nuestro balance actual de 4-5 y acercarnos a los Ravens (6-3), para superarles (de momento) en el desempate particular. Pero sobre todo, para demostrar, y demostrarnos, que somos capaces de derrotar a equipos con balances positivos.
A pesar de estar lesionado, supongo que Daxton Hill viajará con el equipo para saludar a su hermano Justice Hill, en las filas córvidas. Otro lesionado, Orlando Brown, vuelve a su Baltimore natal a jugar contra el equipo que le drafteó en 2018. Otro que vuelve allí es Stone (la pena es que no se lo puedan quedar).
El clima todavía no alcanzará los rigores del invierno. El cielo estará encapotado, con una probabilidad de lluvia es del 45%, así que es posible que caigan algunas gotas. La temperatura rondará los 20º con rachas de viento de 17 km/h. Vestiremos nuestra tradicional uniformidad visitante compuesta por camiseta blanca con pantalón negro.
El historial de enfrentamientos entre ambas franquicias es corto, pero intenso. Ellos nos ganan por 31 a 27, pero dentro de ese 27 está la única vez que nos hemos enfrentado en postemporada. Sin embargo, desde aquel partido de playoffs, no hemos vuelto a ganarles, y ya van 3 derrotas seguidas. No vencemos en Baltimore desde la temporada 2021 (el año de la Súper Bowl) en un partido que ganamos 17-41 (esos 24 puntos de diferencia son el record a nuestro favor en los duelos contra los cuervos), con record de yardas de pase de la franquicia para Burrow con 525.
El árbitro encargado de dirigir la contienda será Clete Blakeman, de 60 años, abogado de la firma Carlson-Blakeman, en Omaha, Nebraska. Jugó en la universidad de este su estado natal como quarterback, siendo suplente de Taylor, pero de un tal Steven, no de nuestro Zac, que fue QB allí varios años después. Para los amantes de la psicología, su eneagrama es 9, ala 1. Como curiosidad, su voz es la que aparece en las penalizaciones del popular videojuego Madden.
En la NFL desde 2008 y desde 2010 como árbitro principal, su balance cuando nos ha dirigido es de 8-7. Este será su cuarto partido entre Bengals y Ravens, dos en Cincinnati (con victoria nuestra) y uno en Baltimore (con victoria de ellos). Fiel a su costumbre de lanzar pañuelos, es el árbitro que más penalizaciones señala de la NFL, con una media de más de 16 por encuentro. Creo que no hay infracción en el reglamento que no haya sido señalizada por su equipo arbitral. La palabra tiquismiquis se queda corta para definirle, así que máxima precaución. Aunque, por otra parte, esto nos puede beneficiar, ya que Cincinnati es el equipo que menos faltas comete, mientras que Baltimore es el cuarto que más.
En ataque
La cara y la expresión corporal de Burrow tras la fácil victoria ante Raiders, en vez de reflejar alegría mostraba rabia. Quizá porque su amigo Chase no tuvo un buen día. Quizá porque un error de Iosivas en el bloqueo manchó su estadística con una intercepción que nunca debió llegar. Quizá por haber defendido a un descerebrado como Burton. Por lo que sea, está claro que, tras su lesión en Baltimore el año pasado, tiene este partido marcado en el calendario con los ojos inyectados de ira.
Esta semana hemos perdido por lesión, probablemente para todo el año, al runningback Moss y al tight-end All. Para el primero, hemos dado una 7ª ronda a Bears a cambio de Herbert (es solo la tercera vez en la historia de la franquicia que se adquiere un jugador vía traspaso una vez iniciada la competición). Brown ya había superado a Moss como corredor principal (un fichaje muy decepcionante, que viene a evidenciar que los problemas con la carrera son más profundos que el hecho de poner a uno u otro corredor, es decir, igual Mixon no era el problema). Sin embargo, Trayveon Williams, aunque útil en equipos especiales, tiene serios problemas en protección, por lo que la adquisición de Herbert viene a ayudar sobre todo en terceros downs.
La otra baja sí es más grave, porque el novato estaba siendo prácticamente titular. Junto con Sample hacía una extraordinaria labor en los bloqueos, usado como fullback en carrera, y con la ventaja sobre éste de que podía salir a recibir con mayor efectividad. No me imagino a Hudson en esta misión (mucho menos a Gesicki), así que habrá que ver cómo responden los técnicos, ya que el otro novato, McLachlan, llega sin ninguna experiencia a este partido tan importante.
Luego tenemos un par de lesiones que, aunque puntuales, tienen un gran impacto. No está claro que Orlando Brown (cuestionable) esté lo bastante sano como para recuperar la titularidad. Su suplente, Ford, lo hizo muy bien ante Raiders. Pero claro, no eran los Ravens. Será necesario que Sample haga un esfuerzo extra en protección, y que los runningbacks estén atentos en las ayudas y en los blitzes.
La otra ausencia que prácticamente podemos confirmar es la del wide-receiver Higgins, quien no se ha podido recuperar a tiempo. Igual le activan para que juegue sólo en acciones de red-zone, pero si no está bien, quizá merezca más la pena reservarle para el partido en Los Angeles contra Chargers que, como éste, también es decisivo.
Sin él, le tocará a Gesicki fajarse en los balones contestados que puedan proporcionarnos primeros downs (definitivamente, Iosivas tendrá otras virtudes, pero no vale para ésta). Imagino que será alineado como WR para intentar conseguir alguna ventaja sobre los CBs rivales. Y si puede quitar algo de presión a Chase, tanto mejor, porque a Ja’Marr le cuesta muchísimo conseguir separación cuando no está Higgins. Es muy bueno, pero igual no tanto como se cree él (o su representante). No puede ser que, de forma frecuente, haga esos drops tan lamentables.
No tenemos noticia de Burton. Se suponía que iba a estar muy involucrado ante Raiders, pero su mala cabeza saltándose un entrenamiento obligatorio, hizo que Taylor le castigara sin jugar. No debemos olvidar que se trata de un chico muy joven y, por lo visto, con un carácter “especial”. Es importante reconducirlo desde el principio. Sin embargo, necesitamos de su talento. No estamos para desperdiciar nada. Hay que aprovechar su capacidad para estirar las defensa, sobre todo teniendo en cuenta que, en una secundaria tan porosa como la de Baltimore, podrá disponer de emparejamientos favorables.
Si tomamos como base el partido de Cincinnati, y la trayectoria de ambos equipos, todo apunta a que va a ser un partido de puntuación alta, por lo que más nos vale estar muy atinados en ataque para, al menos, mantener el pulso y llegar al final con opciones. En los últimos partidos estamos alargando los drives, precisamente para que la ofensiva rival no esté mucho en el campo, y éste sería el camino a seguir.
En defensa
Aquí va a estar la clave. Si no somos capaces de frenarlos (no siempre, está claro, pero al menos alguna vez), me temo que nos será imposible seguir su ritmo de anotación. En el partido en el Paycor Stadium fuimos capaces de contener bastante bien a Henry, quien maquilló sus estadísticas con una escapada final en la prórroga cuando los nuestros estaban con la moral por el suelo tras el fallo de McPherson. Creo que por aquí pueden venir nuestras opciones. Hay que evitar que puedan correr. Jackson también nos puede ganar con su brazo, pero si les dejamos que sean ellos quienes marquen la pauta, estamos perdidos.
Hemos mejorado bastante en este sentido a medida que han ido avanzando las jornadas (aunque todavía no hemos conseguido frenar las jugadas de pocas yardas). Aquel día jugamos con frontal de 5 jugadores (3 DTs, Jenkins, Hill y Guy, que seguía en el equipo porque Rankins continuaba lesionado), con Hubbard y Hendrickson en los extremos. Creo que la formación será similar, y que si no puede jugar Hill, sería Jackson quien entrara en su lugar. La necesaria sobrepoblación de la línea provocará disminuir la secundaria, por lo que será aquí donde habrá que prestar más atención.
Los linebackers Wilson y Pratt volverán a jugar el 100% de los snaps. Quizá Davis-Gaither tenga alguna oportunidad como “espía” de Lamar Jackson en jugadas puntuales, pero sospecho que esta misión debería recaer en un safety. Probablemente Battle, quien ya está entrando más en juego, y aquel día seguía relegado. Va a ser muy importante también defender a los tight-ends. Hemos contenido bien a Kelce y Bowers, pero Andrews nos tiene tomada la medida, y no sé si poner a Ivey contra él es la mejor opción, aunque puede que no tengamos otra.
Para frenar a Flowers hay que hacer dos cosas: poner sobre él a Taylor-Britt (por mal que esté sigue siendo nuestro mejor cornerback) y rezar. Pero cuidado también con Bateman en balones largos (aquí Stone estará solo, porque no hay suplentes para él, menos mal que parece recuperado de sus molestias) y con otro recién adquirido por Baltimore, el ex-panther y ex-steelers Diontae Johnson, quien como acerero nos causó más de un disgusto. Otro día de escuela para Turner, que esperemos esta vez apruebe el examen (lo de sacar nota, ya será más difícil).
En el anterior partido, Jackson nos sacó los colores con su movilidad. No podemos tener piedad. Si se llega a él, debe acabar en el suelo. Hendrickson estará muy vigilado (es normal, como líder de sacks de la NFL que es) y, esta vez sí, necesita de verdad ayuda de los compañeros. Es posible que Hubbard esté más comprometido contra la carrera o bajando en cobertura, así que Murphy, de una vez, debe empezar a mostrar su condición de primera ronda. Su invisibilidad en los partidos nos está resultando muy cara.
Los entrenadores rivales nos han perdido el respeto y se juegan muchos cuartos downs. Imaginad lo que hará Harbaugh que nunca nos lo ha tenido. Por eso, debemos mantener la concentración durante todos los downs y, especialmente, en las jugadas rotas, que es donde ellos sacan petróleo. Hay que mantener las posiciones y las marcas todo lo que se pueda, evitando en la medida de lo posible las penalizaciones porque, jugando en Baltimore, público y entrenador van a tratar de influir sobre los árbitros.
El rival
Poco puedo añadir sobre un rival de sobra conocido. Tienen un equipo tremendo. Henry ya ha sobrepasado el milenio de yardas de carrera, con más de 100 de ventaja sobre el segundo (Barkley). No es de extrañar que sea el RB al que más carreras le dan de toda la liga (168) y quien más touchdowns ha anotado por esta vía (11). Jackson es el QB con mejor rating de la liga (seguido de Burrow por cierto, por lo que el duelo no puede ser más espectacular). Es el QB que más yardas consigue cada vez que saca el brazo a pasear. Suena extraño decirlo, pero los Ravens destacan más por su ataque que por su defensa. Aun así, son el 5º equipo con más sacks. Su balance actual es de 6-3, pero todavía van por detrás de los Steelers (6-2) en la clasificación de la división, así que, si alguien piensa que se van a relajar, vive en otro mundo.
Su mejor receptor, Flowers, supera las 14 yardas por recepción, por lo que es el wide-receiver a vigilar en profundo, o en rutas cortas llevando cuidado con las yardas tras la recepción. Las jugadas donde necesiten primeros downs de pase serán para el tight-end Andrews, ya que Likely está fuera por lesión (aunque ya vimos el roto que nos hizo Kolar, un TE bloqueador, avergonzando a Bell en velocidad).
La línea ofensiva es competente y perfectamente adaptada a su estilo de juego, con ayudas de los TE o el FB Ricard en los bloqueos. No es tan buena contra el pase, pero para solucionarlo tienen la movilidad de Jackson. A nadie sorprende que sea el QB con más yardas de carrera de la liga (por comparación, tiene 26 más que nuestro mejor corredor, Brown).
Este caudal ofensivo provoca que el rival se vea obligado a jugar mucho de pase. Es por eso que sus números en cobertura sean de los más bajos de la liga (son los que más yardas aéreas encajan y los terceros que más touchdonws por esta vía). Por esta razón han hecho un canje por Tre’Davious White antes del cierre del plazo (y viendo lo poco que han dado, se puede deducir que el cornerback tampoco atraviesa su mejor momento). Sin embargo, la otra cara de la moneda es que sus rushers tienen más oportunidades de brillar, y el linebacker Van Noy es el 7º jugador de la liga con más sacks (7).
Contra la carrera siguen mostrando una enorme solidez. Es el equipo que promedia menos yardas encajadas por tierra (apenas 75,6 por encuentro). Su safety Hamilton es 8º jugador de la liga con más placajes en solitario. Su linebacker Roquan Smith, el sexto que más placajes combinados acumula. Su defensa habitual forma en alineación 3-4, pero con los OLB muy cerca la línea de scrimmage. Hay que decir que la única baja relevante es la del DE suplente Urban.
En los equipos especiales cuentan con una leyenda en activo como es el kicker Tucker. Empezó el año flojo, pero ya ha recuperado su nivel. Aunque la realidad es que, el equipo es tan efectivo en la red-zone (anota touchdown en el 74,4% de las veces que llega, el mayor porcentaje en toda la NFL), que ya no es tan decisivo.
De Harbaugh, su entrenador, ya conocemos su intensidad. El mismo furor que muestra contra los árbitros es el que exige a sus jugadores. En mi opinión, aunque sean el 5º equipo de la Conferencia, son quienes están mostrando un juego más equilibrado y contundente. Si les respetan las lesiones, son sin duda uno de los favoritos a llegar a la Super Bowl.
La clave
Ambos equipos llegan a la cita tras cómodas victorias en la jornada anterior. Es decir, con el ánimo y la confianza altas, y la vista puesta en recortar distancias con Pittsburgh. Va a ser un partido muy técnico, prácticamente quirúrgico, donde se deberá mantener la calma y no cometer ni el más mínimo error. Un turnover, una formación ilegal, una sustitución inoportuna que impida sacar rápido, un drop, una mala comunicación defensiva… Preveo un partido tan igualado como el de Cincy, que se resuelva por detalles, por lo que máxima concentración en todos los frentes, desde el campo hasta la banda.
Con tan previsible igualdad, los equipos especiales volverán a ser claves. Espero que, a pesar de ser una semana corta, Rehkow haya entrenado los holders y que no se repita la triste escena del partido jugado en Cincinnati. El duelo Tucker-McPherson será importante, pero la baja de Jones nos deja sin un retornador que estaba encontrando la forma. A ver si Burton, o quien sea el encargado de sustituirle, puede hacer alguna aportación interesante.
Nunca hemos tenido una gran defensa. La diferencia con respecto a otros años es que, al menos, era oportunista. Tenemos que recuperar esa intuición para adelantarnos a la jugada y conseguir recuperaciones de balón. Que se note que Stone conoce esa ofensiva. Jackson cometió dos fumbles en Cincinnati, ataquemos sus manos cuando tengamos la oportunidad de placarlo con el balón en su poder.
En ataque, está claro que esto lo tenemos que ganar por el aire. Ellos defienden muy bien la carrera, y nosotros, la verdad, no somos grandes especialistas en este terreno, así que mejor no andarnos con tonterías. Burrow está muy centrado y probablemente en uno de los mejores estados de forma de su carrera. Hay que bombardear su secundaria sin compasión, y que nuestra linea ofensiva apriete los dientes para que Burrow tenga tiempo para pasar (o que salga del pocket, que tampoco es cojo).
Estamos sólo a un partido de playoffs, por lo que una derrota no nos elimina de la carrera, pero tenemos que empezar a recuperar el terreno perdido. Volvemos a enfrentarnos a un equipo con balance positivo. Hay que romper ya esta inercia de no ser capaces de vencer más que a equipos semi-patéticos, y ganar en confianza. Las casas de apuestas dan favoritos a Ravens, como es lógico, por 6,5 puntos. Espero que los nuestros salgan mentalizados de que se trata de una final para revertir esta previsión, y quienes no podamos quedarnos a verlo en directo, nos llevemos una buena alegría al levantarnos.
¡Who Dey, hermanos!
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com