Bengals 2022Previas

Previa Steelers-Bengals

Volvemos a la actividad, nada menos que en “Steelers week”. Se me acumulan los argumentos para estar deseando volver a sentarme ante el monitor para el partido del próximo domingo a las 22:25 en España, y compartir emociones con los amigos mexicanos, que lo verán a las 15:25, y argentinos, para quienes el encuentro será a las 18:25 de la tarde.

  • Ya hay ganas de volver a ver a los nuestros tras el vendaval ante Panthers.
  • No estará todavía Chase, pero puede regresar Reader.
  • El adelanto en la hora del partido favorece las horas de sueño aquí en España.
  • Tras los resultados de la jornada 10, necesitamos una victoria para no perder un paso en el complicado acceso a playoffs en la Conferencia Americana.
  • ¡Qué demonios, son los Steelers, hay que ganarles siempre, aunque no tuviésemos ninguna opción y supusiera bajar posiciones en el draft!

Será el 107º enfrentamiento entre ambas escuadras, con un balance favorable a los acereros por 68 a 38. Un desequilibrio que duele. Tanto como recordar el partido precedente, y los dos lamentables fallos de McPherson, en el extrapoint y el fieldgoal de la prórroga, que cualquiera de ellos nos hubiese dado el triunfo. Para romper la maldición vamos a jugar con un uniforme inédito en Heinz Field: el de “tigre albino”. Esto es, de blanco inmaculado desde el casco hasta las calcetas.

Otro jugador que regresa a nuestra mermada defensa es el CB Hilton. A éste habría que arrancarle la pierna para que no se enfrentase a sus ex. Todo lo contrario que nuestro WJIII, quien, en la lista de lesionados, se perderá el reencuentro con aquellos que llamó “perdedores” cuando salió de Cincinnati, apenas un año antes de que fuésemos a la Super Bowl sin él. Sí estará en los locales el DT Ogunjobi, de quien, por su discreta temporada, parece que acertamos al descartarle por Hill.

El cielo estará nublado sobre Pittsburgh, pero dará igual porque será de noche. No se espera mucho viento, pero las ráfagas en ese estadio maldito siempre son traicioneras para los pateadores. La temperatura será fresquita, alrededor de 4 grados centígrados bajo cero, así que, de haber precipitaciones, serían en forma de nieve. Nada, por otra parte, que deba preocupar a los aguerridos “reyes del norte”.

Arbitrará el encuentro el veterano colegiado Brad Allen. Nacido en Lumberton, Carolina del Norte, lleva 35 años pitando partidos de football desde high-school hasta la NFL, donde entró directamente en 2014 como árbitro principal sin pasar antes por ninguna otra posición de campo. Su vida privada también está ligada al arbitraje, ya que es director ejecutivo de los North Carolina Senior Games, así como supervisor de los árbitros de baloncesto de instituto en su estado. Además, es el CEO de una ONG. A nosotros nos ha pitado 6 veces, con 3 victorias y 3 derrotas, la última de ellas, este mismo año en Dallas. Es un poco caserete, siendo su media de pañuelos por partido de 11, lo que sitúa a su equipo arbitral en la parte media de la tabla.

En el enfrentamiento en casa disputado en la jornada inaugural, se nos fue dramáticamente la victoria por dos graves errores de McPherson (inducidos por la lesión del LS Harris y, hay que admitirlo, por el mal juego general que derivó en un final que nunca debió haber sido tan igualado). Esta vez no podemos dejarla escapar (foto de Sam Greene para Cincinnati Enquirer).

En ataque

Por primera vez en la temporada, ante Panthers corrimos más que pasamos (39 intentos a 31). No sé si se convertirá en tendencia (al menos, equilibrar una balanza muy decantada hacia el aire sobre la tierra) pero puede ser síntoma de una intención de descargar un poco más el peso de la ofensiva hacia los corredores (o deberíamos decir, “el” corredor, porque todo sigue cayendo sobre las espaldas de Mixon, las intervenciones del resto llegaron al final con el partido ya resuelto).

Sin embargo, no podemos olvidar que la de Steelers es la 6ª mejor defensa contra la carrera, así que no sólo bastará con la intención, también habrá que añadirle algo de estrategia y, por qué no decirlo, imaginación, a las acciones de carrera. Debemos ser productivos en esta faceta, porque tras la vuelta de Watt, fiarlo todo al pase puede meternos en un agujero difícil de salir.

Por otra parte, un buen desempeño por tierra provocaría no sólo que el fronkt seven acerero deba ser más cauto, sino favorecer las acciones de playaction, tan productivas ante Panthers. La defensa de Steelers es la antepenúltima de la liga defendiendo el pase. Esto indica que, aunque sigamos sin disponer de Chase, tanto Boyd y Higgins, como el resto de potenciales receptores (Irwin, Taylor, Hurst, Evans…) van a tener ventaja sobre los cornerbacks. Hay que conseguir que se queden uno contra uno, y la calidad de los nuestros hará el resto.

Pero ya sabemos que, para que funcione, la línea ofensiva debe poder aguantar su presión. En el partido de Cincinnati encajamos nada menos que 7 sacks (más 11 QB-hits, más 9 pases defendidos, más 4 intercepciones…). Espero que Pollack haya repasado con los suyos el video una y mil veces, porque no vamos a sacar nada de la visita a Pittsburgh si nos vuelven a dominar la trinchera. Quiero creer que ahora estamos más conjuntados y el rendimiento será mejor. Así como que tengan algo de orgullo y deseen sacudirse la humillación a que se vieron sometidos.

Somos uno de los equipos más diciplinados, de los que menos penalizaciones comete. Pero en partidos así, hay que adaptarse a las circunstancias. Su línea ofensiva va a cometer muchos holdings para parar a los nuestros (como de costumbre), y no todos se van a pitar. No seamos tan ingenuos de no hacer lo mismo nosotros. Hay que darle tiempo a Burrow para que haga su magia, ya sea por lo civil o por lo criminal.

Igualmente, Burrow también debe ser inteligente. Esta gente no se anda con tonterías, ya lo sabemos por la triste experiencia. Al contrario que otras veces, no debe exponerse lo más mínimo. Si no se desarrolla rápido la jugada, hay que soltar el balón; y si decide correr con él, en cuanto pueda, slide y a otra cosa. La clave del partido anterior fueron los 5 turnovers que cometimos. No podemos volver a hacer tantos regalos.

Necesitamos un nuevo gran partido de Mixon para descargar de responsabilidad a Burrow en un partido donde nuestro QB se verá sometido a una enorme presión (foto: ESPN)

En defensa

Hay que tener en cuenta que nos enfrentaremos a un quarterback rookie que ya ha sufrido muchas intercepciones en su todavía corta carrera. Esto les ha hecho confeccionar un plan ofensivo menos arriesgado, donde Pickett envía el balón fuera al menor contratiempo, y cuyo principal objetivo no es, como en tiempos de Roethlisberger, atraer a las defensas para después castigarlas con una bomba, sino ir avanzando de poco en poco. Mucho cuidado con esto, porque podría dar la impresión de que les estamos dominando cuando en realidad es a la inversa, y son ellos quienes están imponiendo el ritmo que más les conviene.

Por tanto, debemos mantenernos muy firmes, tanto contra la carrera como contra el pase, en primeros downs, para forzar terceros downs largos donde se vean obligados a arriesgar. En esta situación, puede resultar interesante confundir a Pickett con blitzes lanzados desde la secundaria, pero manteniéndonos vigilantes ante posibles pases rápidos a la flat, o a la zona media del campo, donde tras la marcha del WR Claypool ha tomado más protagonismo el TE Freiermuth. Podemos prescindir de excesiva protección en profundo, pero hay que evitar a toda costa que encadenen un primer down tras otro.

La vuelta de Reader es una excelente noticia, no sólo porque podemos sellar mucho mejor las carreras centrales de Harris, sino porque la atención que reclama de los guards rivales permite mucha más libertad a los edgerushers Hendrickson y Hubbard. Con él podremos volver a la formación habitual 4-2-5, en la que debería haber bastante presencia de los cornerbacks Hilton y Davis porque Steelers están castigando mucho la zona del slot con muchos slants. Sería un buen partido para ir fogueando a Hill, pero me temo que se lo perderá por lesión.

Hay otro defensa que sale de lesión: el defensiveback Brandon Wilson. No sé si estará a punto para el domingo, pero aunque su presencia en defensa sea poco menos que irrelevante, no vendría mal para revitalizar un alicaído equipo de retornos. Somos de los peores de la liga en equipos especiales (tanto si hablamos de retornos como de patadas, ya sean field-goals o punts), y no descartaría cambios aquí.

Siguiendo con la defensa, no vería mal que, durante la semana, se ejercitasen como receptores. Algún lanzamiento de Pickett seguro que va a ser interceptable, y no debemos dejar pasar esas oportunidades. El buen rendimiento de Bell y Bates en las intercepciones no está siendo acompañado por los cornerbacks, que aún no llevan ninguna.

Con Awuzie fuera para toda la temporada, Apple debe convertirse en el referente de la secundaria ante la bisoñez de Taylor-Britt. Esperemos que esté a la altura del reto (foto de Albert Cesare-The Enquirer / USA TODAY NETWORK)

El rival

Con un balance de 3-6, no están todavía fuera de la carrera por playoffs. Una victoria les permitiría reengancharse a la lucha, algo que sin duda no esperarían en una campaña que habían aceptado como de transición. Esto habla bien claro de la tenacidad del conjunto acerero, que por mal que esté jugando (como ahora) siempre consigue de alguna forma agarrarse a los partidos y resultar competitivo.

Pickett va progresando poco a poco. Protegido por un plan de juego a su medida, ya no comete tantos errores y, apoyado en esta confianza, incluso se permite licencias como corredor. De Harris esperaba más. Con un corredor de su calidad nunca hay que confiarse, pero ahora también están intentando correr con Warren (peligroso también como receptor), así como jet-sweeps a cargo de Pickens.

En el apartado receptoril, aparte del citado TE Freiermuth, muy buscado en terceros downs, el más preocupante es Johnson. Aunque lleva una temporada discreta, el año pasado fue el 8º receptor con más yardas después de la recepción. Mucho cuidado con él cuando tenga el balón en sus manos, porque el talento no se pierde. Por lo demás, su línea ofensiva no aguanta demasiado tiempo, lo que les obliga a ejecutar pases rápidos. Muy atentos por tanto en esas primeras cinco yardas.

Su defensa es una y otra con y sin Watt. Con él, el balance de Steelers es de 52-24-2, con una media de solo 20 puntos permitidos y 3,5 sacks por partido. Sin él, el balance cae a 1-10, suben a 26 los puntos encajados, y solo 1,5 sacks por partido. Es un jugador fundamental, pero podemos aprovechar su fogosidad para correr por su lado mientras se pasa de frenada para atacar el backfield. Aunque tampoco cometamos el error de cebarnos con él y olvidar al resto. En el partido de Cincinnati, fue el otro OLB, Highsmith, quien consiguió mejores resultados (3 sacks, 4 QB-hits, 9 placajes).

El peligro de los OLB de Pittsburgh se fundamenta en una línea ofensiva donde los tres jugadores meten mucha presión. Heyward es incombustible, y Ogunjobi seguro que estará muy motivado. Los ILB, Jack y Bush, son jugadores rápidos que, al igual que hicieron con Kamara, pueden atenazar muy bien a Mixon. Importante que pueda romper placajes, porque necesitaremos más que nunca sus big-plays.

Otro jugador clave en esa unidad es el SF Fitzpatrick. Operado recientemente de apendicitis, se especula que podría jugar ya este domingo, lo que me parece una temeridad con tan escaso margen de recuperación. En el partido de Cincinnati se salió, así que, si lo ve desde el banquillo, no seré yo quien se queje, deseándole por supuesto la mejor de las recuperaciones.

En los cornerbacks van un poco escasos. A la citada baja de Jackson se puede sumar la de Whiterspoon, quien entre lesión y lesión no está teniendo precisamente su mejor temporada. Otro lesionado de importancia es el kicker Boswell. Su sustituto, Wright, ha fallado 3 de los 8 field-goals que ha intentado.

En el duelo entre “los QBs de las manos pequeñas” habrá que estar muy atento precisamente a los pies de Pickett. 51 yardas de carrera ante Saints, 1 TD, y un posible esguince de tobillo (foto: steelersnow)

La clave

Pittsburgh va a plantear un partido que se resuelva con pocas anotaciones, así que debemos maximizar el botín cada vez que nos acerquemos a su zona de marca. No es día para envalentonarse jugándonos cuartos downs si podemos asegurar 3 puntos, y debemos afinar bien las jugadas en redzone sin regalar un turnover, tirar un down de carrera a la basura, o conceder un sack que nos saque de FGrange.

Por esta razón es muy importante que McPherson esté acertado. Heinz Field es un campo difícil, y su formación ya nos bloqueó una patada en Cincinnati. El rango de distancia es más reducido, así que debemos ser inteligentes cuando estemos entre las yardas 25 y 35 para, al menos, asegurar el gol de campo. Cada punto se va a sudar con sangre.

Si bien nuestra situación en la conferencia aún no es desesperada, en la división sí lo es. Llevamos un vergonzoso rosco en el casillero de victorias, y no vamos a llegar lejos en la competición si no conseguimos invertir la tendencia. Contra Steelers nunca es un partido más, pero en este momento, la victoria se convierte en trascendental. Llegamos más descansados que ellos, así que deberíamos plantear un partido con mucho ritmo, dejando que Burrow dirija las operaciones ofensivas en no huddle para no dar respiro a su defensa.

Importante, como hemos dicho, salir concentrados desde el pitido inicial para ponernos en ventaja. El partido se puede poner muy cuesta arriba si somos nosotros los que nos viésemos obligados a arriesgar en vez de ellos. Además, no olvidemos la presión que ejerce la “Steeler Nation” (también sobre los árbitros), así que mejor enfriar al público lo antes posible.

Las casas de apuestas nos dan favoritos por un margen de 4,5 puntos. En mi opinión, este margen debería ser superior. Me explico. Si ganamos nosotros será por una ventaja sustancial, fruto de la superioridad que, a nivel de talento, tenemos frente a Steelers. Pero como el partido se apriete en el tramo final hacia esa distancia, me temo que volveremos a llevar las de perder. No nos estamos desenvolviendo tan bien en estas situaciones como el año pasado, y esto me preocupa. Esperemos, no obstante, no tener que llegar al infarto para sumar nuestra sexta victoria.

Podemos escribir cientos de opiniones, debatir durante horas, pero al final, en los deportes de equipo, todo o casi todo, pasa por «dársela al bueno». En nuestro caso, ponernos en las manos de Burrow para que nos guíe a la victoria siempre será la mejor estrategia (foto de Cara Owsley/The Enquirer / USA TODAY NETWORK)

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