Encaramos la semana post-Steelers con la sonrisa más amplia posible. Victoria que nos afianza en el segundo puesto de la división y que, con un balance 6-4, nos permite optar a plaza de wildcard. Pero la NFL no da un respiro ni para lamerse las heridas ni para festejar los triunfos ocasionales. A la vuelta de la esquina tenemos otro compromiso de los duros, en el campo de los Tennessee Titans, quienes, con un balance 7-3, encabezan cómodamente la AFC Sur con una ventaja de 3 partidos sobre su inmediato perseguidor, y su objetivo ya no es ganar la división (algo que va a pasar sí o sí), sino alcanzar el mayor número de victorias posible que les permita ser seed#1 y librarse de la ronda de wildcard, así como tener la opción de recibir a los principales gallitos de la conferencia en su estadio cuando lleguen los playoffs.
Recuperamos el horario de las 7 de la tarde en España (retransmitidos por Movistar+, lo que no siempre nos da suerte), aunque los aficionados españoles deberemos elegir entre ver el Titans-Bengals, o el España-Alemania del mundial de Catar que empieza a las 8. En Argentina será a las 3 de la tarde y en México a las 12 del mediodía, sin interferencias futbolísticas ya que habrán dirimido su respectivo duelo el sábado anterior. Vestiremos enteramente de blanco, excepto por las calcetas negras y el casco, que volverá a ser el tradicional naranja. El cielo está encapotado sobre el Nissan Stadium, con una temperatura rondando los 7ºC, y rachas de viento variables que pueden ser importantes, aunque no se esperan precipitaciones.
Los Tennesse Titans son los antiguos Houston Oilers, equipo con el que compartíamos división en la extinta AFC Central, así que los precedentes entre ambas franquicias son muy extensos. Nada menos que 77 enfrentamientos, con un balance favorable a nuestros rivales de 40-36-1. Sin embargo, les hemos ganado en 6 de los últimos 8 enfrentamientos. El más reciente de ellos, en la eliminatoria de wildcard del pasado año, donde nos impusimos, en su propio feudo, contra todo pronóstico, por 19 a 16 gracias a un field–goal de McPherson sobre la bocina tras una milagrosa intercepción de Wilson.
Volveremos a ver a Bullock, nuestro gordito favorito, pero afortunadamente vistiendo los colores azules de Titans. Nuestro entrenador de control de calidad defensiva (hay cada cargo que alucino) Cioffi fue entrenador de secundaria en Titans entre 2014 y 2015, y Zac Taylor entrenó a Tannehill en su etapa en Dolphins. El partido será el número 1000 de la franquicia sureña (sumando Oilers y Titans), y servirá para homenajear a las mujeres relacionadas con los Titans que han hecho aportaciones a la comunidad, iniciativa que consideremos muy positiva para aprovechar la plataforma que proporciona la NFL para visibilizar el papel de todos los colectivos.
Arbitrará el veterano de 62 años Carl Cheffers, quien trabaja para una empresa que fabrica baterías de coches. El californiano sigue los pasos de su padre, que también fue árbitro de football, y tras una etapa pitando en la NFL Europa, y como juez de banda, fue ascendido a árbitro principal en 2008. En su carrera como tal, nos ha dirigido 15 veces, con un balance de 3-12. No podemos decir que nos dé suerte, precisamente. Por fortuna, no nos pita desde 2020. No obstante, es un árbitro prestigioso, que ha dirigido dos superbowls, aunque últimamente ha sido objeto de controversia por la rigurosidad en la aplicación de la violencia contra los quarterbacks. Cuidado con hacer el tonto, porque es de los “pañueleros”.
En ataque
Dos inquietudes se ciernen sobre la ofensiva bengalí, ambas relacionadas con las lesiones. Una de ellas, la positiva, la vuelta a los entrenamientos de Chase. No sabemos si será suficiente, o esperarán a ver cómo evoluciona para reactivarle ante Chiefs. La negativa es la entrada de Mixon en el protocolo de conmociones cerebrales. Después de la polémica levantada por el caso de Tua, es probable, incluso hasta preferible, que no viaje a Nashville. Así que realizaré el análisis ofensivo con la premisa de no contar con ninguno de los dos.
Para la ausencia del receptor parece que hemos encontrado la solución. Irwin no tiene ni por asomo la calidad de Chase, pero al menos, no se deja caer balones como hacía Thomas. Con eso es suficiente para mantener la formación de 3 wide-receivers como base, y mientras Higgins y Boyd se fajan con los CB1 y CB2 del rival, tener alguna opción de aparecer. También creo que se debería tener más en cuenta al TE Hurst. El pelirrojo le pone todas las ganas del mundo a cada recepción, y nadie le echa más coraje que él para arañar hasta la más mínima pulgada después de recibir.
Sin embargo, el rey del juego aéreo es Higgins. Como ya sabíamos, no le ha pesado la responsabilidad de ser el receptor principal tras la ausencia de Chase. No tiene la capacidad de big-plays del tiger, pero no le quema el balón en los momentos calientes. Al que vi un poco flojo en Pittsburgh fue a Boyd. Sólo 2 recepciones tras 7 lanzamientos. No dudo de su talento, ni menos aún de su compromiso, pero necesitamos que vuelva a su mejor nivel.
Es quizá en este apartado, el de receptor, donde más podemos echar de menos a Mixon. Y no es que Perine no sea capaz de producir saliendo a recibir fuera del backfield, sino que le falta su versatilidad para aparecer por cualquier posición. A ver si Evans podría estar de vuelta el domingo, porque tampoco veo a Trayveon Williams en ese papel. En el apartado, puro y duro, de correr, no creo que haya problema con Perine. Lo que podamos perder en velocidad lo vamos a ganar en capacidad de protección de pase.
La protección, ya que sale el tema, es un tema que me preocupa. El año pasado le cayeron a Burrow 9 sacks y 13 QB-hits. Simmons se comió al centro de la línea ofensiva, y entre Autry y Dupree a los exteriores. Los tres siguen ahí. Espero que hayan encontrado la manera de minimizar su peligro, quizá con una combinación de ayudas, o alejando a Burrow de su radio de acción desde el shot–gun.
La ventaja es que nuestra línea ofensiva es considerablemente mejor. A pesar de su irregularidad, su rendimiento está en clara progresión ascendente, y aunque sufrieron contra Hayward y Watt (¡quién no lo haría ante dos de los mejores defensores de la liga!) nunca se pretendió que fuese la mejor de la NFL, sino que le diera a Burrow el tiempo suficiente para desplegar su juego. No obstante, no estaría mal que intentasen evitar que sus oponentes puedan saltar para palmear los pases, que está siendo un problema recurrente este año.
En defensa
Objetivo prioritario: frenar a Henry. Spoiler: no va a funcionar. El corredor titán es un ídem, y aunque parar la carrera es una de nuestras especialidades, va a ser imposible que no nos haga daño. Por lo tanto, es más realista pensar en contenerle, que no puedan descansar sobre él toda su ofensiva (y aquí es fundamental que el ataque produzca para forzarles a cambiar el paso y no conformarse con solo correr). No nos vale como precedente el partido de playoffs del año pasado porque entonces no estaba al 100%.
Sin embargo, no caigamos en el error de considerarles unidimensionales. Tannehill es un QB más que capacitado para conectarse con sus receptores. Y si no tiene, se los inventa. Aunque Woods y el novato Burks son sus favoritos, no tiene problema en buscar al WR Westbrook–Ikhine o a los TE Hooper, Okonkwo, e incluso Swain, aprovechando que están mucho en el campo con sus frecuentes formaciones pesadas. Especial precaución con las jugadas de play–action.
Las características de estos receptores es que son muy físicos, ahí andamos en desventaja. Apple y Taylor-Britt tendrán que hacer un gran esfuerzo para imponerse por habilidad. Da la impresión de que Dax Hill tampoco llega a este partido, por lo que se prevé amplia presencia de Flowers. Más nos vale que Bates esté muy atento en la ayuda de sus compañeros como apagafuegos, porque Bell estará saturado de trabajo vigilando que Henry no alcance velocidad de demolición si encuentra vía despejada.
Su línea ofensiva en cambio puede ser vulnerable, y debemos aprovecharlo. Sobre todo, presionando el lado ciego, donde Daley baja mucho el nivel respecto al lesionado Lewan. En el centro, tras la recuperación del center Jones, lo vamos a tener más complicado. Debemos atacar a Tannehill para forzarle a que se equivoque, y hacerlo rápido, porque se desprende con celeridad del balón. Pero cuidado, que aunque no es un QB corredor, tampoco es una estatua, y puede escabullirse muy bien de la presión con sus piernas.
Creo que, para este partido, los jugadores clave en nuestra defensa que necesitamos que hagan un encuentro destacado son los linebackers Pratt y Wilson para cortar las aventuras de Henry, y Hendrickson y Hubbard para anular el juego de pase de Tennessee. Sé que esto que voy a decir puede parecer una locura, pero sólo corriendo no nos van a ganar, por bueno que sea Henry, que lo es. Si evitamos que puedan mover las cadenas por el aire, podemos ponerles en muchos apuros.
El rival
Como decía al inicio, Tennessee comanda con autoridad la AFC Sur, donde no tienen rival a su altura. Su objetivo es volver a ser el seed#1 de la conferencia, como el año pasado, aunque tradicionalmente, no suele dárseles bien. Bills y Chiefs se llevan los focos, pero la solidez del equipo dirigido por Vrabel es incuestionable. Sin tantas alharacas, es un equipo muy compensado en todas las facetas del juego.
Obviamente, destacan en el juego de carrera. Henry es el primer jugador que sobrepasa las 1000 yardas terrestres este año en la NFL. Es de largo el más utilizado en la competición (una media de 23 carreras por encuentro) y, con 10, es el tercero con más touchdowns de carrera. Esto hace que sean más discretos en el juego de pase, donde con apenas 165 yardas por partido, son antepenúltimos de la competición. Esta contundencia la demuestran sobre todo en la zona roja, donde han anotado en 25 de sus 27 visitas, y son el 2º mejor equipo de la liga en porcentaje de touchdowns en estas situaciones.
No debemos confundir una carrera predominante con que sean un equipo “lento”. Lo cierto es que imponen mucho ritmo a su ofensiva, lo que contribuye a desgastar a las defensas que acaban boqueando. Tampoco con un juego “conservador”, ya que Vrabel no tiene problemas en jugarse cuartos downs (de hecho, ésta fue una de las circunstancias que le condenaron en los pasados playoffs).
La defensa forma normalmente en 3-4-4, y componen un bloque muy compacto. Es la segunda mejor de la liga defendiendo la carrera (apenas conceden 82,2 yardas por partido por esta vía), aunque presentan más fragilidad por el aire (conceden 266,8 yardas de media, siendo los 30º de la NFL). Podríamos decir que su jugador más destacado es el ILB David Long (nacido en Cincinnati, por cierto), líder del equipo en placajes (79, cuando ninguno de los nuestros llega a 70) y en intercepciones, con 2.
No sabemos si para este partido jugará Bullock (lesionado, y con su trayectoria, no podemos saber a ciencia cierta si la lesión es real o no) o le volverá a sustituir Lambo. Por otro lado, en cobertura de retornos suelen conceder bastante, a ver si por una vez podemos aprovecharlo.
La clave
Saber si va a jugar el equipo de Pittsburgh o el de Cleveland. Si lo hace el primero, seremos un conjunto aguerrido, que presentará batalla de principio a fin. Si es el segundo, volveremos a ser una marioneta en manos de un rival que nos pasará por encima. La actitud con que afrontemos el partido será fundamental. Es el primero de los compromisos realmente serios que tenemos en el camino hasta el final de la temporada, y es clave demostrar y, sobre todo, demostrarnos, que estamos preparados para repetir la hazaña del año pasado.
La defensa va a tener una jornada complicada, así que debe ser el ataque quien tire del equipo. Y esto implica ser muy cuidadosos con la posesión del balón, evitando turnovers, y maximizando las llegadas a la red–zone, porque ellos lo van a hacer. Correr será complicado, pero tratar de hacerlo por el centro lo convertirá en imposible. El bloque defensivo de los titanes es una roca en el box, pero puede hacer agua en los exteriores. Buscar la flat con pases a Perine, o WR-screens con receptores en bunch puede ser opciones muy productivas. Por lo demás, efectuar pases hacia afuera en vez de contra el tráfico podría reducir el riesgo de ser palmeados.
Normalmente estamos empleando una rotación muy corta en la línea defensiva. Creo que el domingo debe cambiar la tendencia, porque los titulares van a estar sometidos a un castigo constante. Si no se llega a lesionar Hendrickson, Sample y Ossai ni aparecen. Siendo este un partido igualado que sospecho se resolverá al final, sería importante que los “buenos” llegasen lo más frescos posible. En secundaria, por desgracia, la falta de efectivos hace inviable más rotaciones. Aquí podemos tener un serio problema como perdamos a alguno.
Muy importante también tratar de defender, y atacar, sin faltas, ante un equipo arbitral quisquilloso. Somos el tercer equipo que menos penalizaciones comete, y esta debe ser la tendencia a seguir. La presión ambiental puede condicionar a los árbitros a señalizar faltas a favor de los locales que a la inversa no pitarían. Juguemos con inteligencia en los terceros downs para no regalar nada al rival.
Los Titans son favoritos en las casas de apuestas para ganar este partido por 1,5 puntos, lo que refuerza mi idea de la igual que lo va a presidir. Sé que nuestro rival quiere venganza por el año pasado, pero las dos veces que Burrow se ha enfrentado a ellos, en ninguna de ellas éramos favoritos, así que quiero creer que va a continuar la tradición, y saldremos victoriosos de Nashville.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com