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Rickey Dixon, la sonrisa eterna

Nacido en Dallas en diciembre de 1966. Siempre se destacó de él que siempre sonreía. Jugaba de DB en el Wilmer-Hutchins High School de Dallas.

Después pasó a la universidad de Oklahoma con los que jugó las Orange Bowls de 1985, 86, 87 y 88. Además de dos partidos para el Campeonato Nacional y ganar uno. Era un jugador clave para los Sooners que ganaron el campeonato Nacional en 1985 ante Penn State en la Orange Bowl disputada ya en el 86.

Fue All-American de consenso en 1987. Fue el primer Sooner en ganar el Premio Jim Thorpe, que se da al mejor DB del país. Premio que compartió con Bennie Blades de Miami. Se ganó la elección de All-Conference en 1986 y 1987.

Su partido más decisivo fue en 1987 ante los Nebraska Cornhuskers. Anunciado como “el partido del siglo II”. Siguiendo el apodo dado al duelo de 1971 entre ambas universidades. Nebraska jugaba en casa, en Lincoln y era la favorita al tener el mejor ataque del país.

Los Sooners ocupaban el segundo puesto de la nación y tenían la defensa número 1 del país. El QB de Nebraska Steve Taylor en la previa dijo que los Sooners no podían competir contra los Cornhuskers.

Dixon fue decisivo con 2 intercepciones. Una de ellas les permitió anotar un TD en pocos snaps. Y la otra fue al final del último cuarto que certificó la victoria. Esto les llevó  la Orange Bowl de 1988 con victoria final de Miami por 20-14 a pesar de otra intercepción de Dixon.

En Oklahoma acabó con 170 placajes, y 17 intercepciones. En su último año acabó con 9 intercepciones y 232 yardas retornadas, récord en los Sooners.

Dixon en su etapa en Oklahoma era un jugador espectacular

En esa etapa en Oklahoma conoció a la que acabó siendo su esposa, Lorraine. La saludó por primera vez diciendo “Hey, Miss Lady” de camino a la clase de zoología. Más tarde Rickey prometió matricularla en la facultad de derecho.

Con todo esto los Bengals lo eligieron con el número 5 del draft de 1988. Según su amigo y CB de los Bengals Eric Thomasera un atleta increíble. Yo podía correr más rápido pero él era mejor atleta.” Esos Bengals tenían una gran secundaria con Thomas y Lewis Billups de CB. Y de safetys a Wilcots, David Fulcher y Bussey, pero consideraban de inico a Dixon FS. Aunque el estilo de juego que lo convirtió en un gran jugador en Oklahoma, en la NFL no acabó de encajar con el sistema de LeBeau.

En su año rookie consiguió una intercepción a pesar de que básicamente jugaba en equipos especiales. Y disputó la Super Bowl XIII con nuestro equipo.

Rickey Dixon fue un jugador que jugó muy fuerte, tanto que a su cuerpo le costó aguantar. Era un safety con el cuerpo de un CB. Eso sí podía jugar en todos los sitios. El año de la SB jugó mucho de nickel.

En 1993 fue traspasado a los Raiders donde jugó una temporada.

Tras retirarse se convirtió en padre y también  en el entrenador del W.T White High School y Paul Quinn College. Y también fue profesor de educación física en el Red Oak High School en Red Oak Texas.

Su esposa Lorraine Dixon era abogada de la Agencia de Protección Ambiental de Dallas. Rickey tenía un exitoso negocio de jardinería. Pero en 2013 un día Rickey se cayó de la cinta de correr. Le hicieron pruebas y se le diagnóstico esclerosis lateral amiotrófica. La ELA. Una enfermedad neurológica que ataca las células nerviosas del cerebro y la médula espinal, sofocado movimientos musculares voluntarios básicos como caminar, hablar y masticar. No tiene cura y según un estudio de la revista Neurology de 2012 los ex jugadores de la NFL tiene 4 veces más de probabilidades de sufrir esa enfermedad que el resto de la población.

A pesar de la ayuda de la NFL La familia lo tuvo complicado para salir a flote. Su hija Britanney de 27 años en momento llegó a dejar su trabajo para ayudar en casa.

Además de los cuidados a Rickey, uno de los 4 hijos de los Dixon, Cameron tiene una discapacidad intelectual y requiere de cuidados a tiempo completo.

Lorraine se vio inmersa en el proceso judicial contra la NFL presentada por miles de ex jugadores que afirmaron que la liga ocultó los peligros de las conmociones. Los primeros casos empezaron en agosto de 2011 y acabaron con un acuerdo en julio de 2014, un año después de que se detectara la ELA de Rickey. La liga pagaría una cantidad según la gravedad de su estado, la edad en la que enfermaron y la cantidad de años jugados en la liga. Dixon debía recibir 4’5 millones de dólares. Pero pasaron más de 3 años hasta que empezara a llegar dinero por las objeciones y las apelaciones. Llegaron a sufrir con un bufete de abogados Zimmerman Reed que ellos habían contratado en 2012 y que despidieron en 2015 tras llegar a un acuerdo preliminar. Zimmerman Reed presentó un gravamen contra los Dixon argumentando que la empresa había ganado el 20 por ciento dd su indemnización o alrededor de 900.000 dólares.

También hay quien intenta sacar provecho de la situación. En 2014 Rickey Dixon obtuvo un préstamo de 50.000 dólares para poder pagar una terapia experimental con células madre en el sur de California. 3 años y medio después los intereses habían disparado la deuda a 165.000 dólares.

Durante su enfermedad en 2019 Dixon fue elegido como miembro del Salón de la Fama del fútbol americano universitario.

Sus ex compañeros en los Bengals Joe Kelly, Barnes Bussey e Ira Hillary con sus esposas visitaron Texas con bastante frecuencia desde que se supo su estado de salud.

Durante su último año viaje, cuando sólo podía mover su pulgar derecho, Kelly todavía podía ver su sonrisa y el amor hacia su esposa Lorraine. Durante esa visita aún tuvo una historia a pesar de no poder hablar, Lorraine sabía lo que estaba pensando y estuvieron riendo y llorando mientras Lorraine interpretaba lo que decían sus ojos.

El 29 es también el dorsal de nuestro actual CB1.

Según Kelly “no sabíamos lo que él estaba diciendo, pero ella sí “. Dijo “Joe quiere que sepas que todavía tiene su auto y su dinero”.

Se trataba de un Mercedes color burdeos que todavía estaba em el garaje. Tenía la matrícula RickDRuler, su apodo. Slick Rick, un rapero, lo tuvo primero, pero de alguna manera el apodo se lo puso a Dixon por la forma en que dominaba el centro con su tenacidad.

Ese coche fue protagonista cuando la reunión de la mañana estaba a punto de empezar en Spinney Field, el HC Sam Wyche miró al coordinador defensivo Dick LeBeau y preguntó “¿Dónde está Rickey?».

Fue como una señal según contó Wilcots porque se escuchó una música “boom, boom, boom” y era Rickey aparcando el coche. Si hubiera sido otro habría sufrió una branca o algo por estilo, pero bueno, ese era Rickey y incluso Wyche acabó riéndose.

El 1 de agosto de 2020 falleció a los 53 en DeSoto, Texas debido a su enfermedad. Y nos quedamos con los recuerdos de sus compañeros tras su muerte. Según el LB Joe Kellyera uno de los safetys más físicos con los que he jugado. Siempre tenía una historia y fuera la que fuera te haría reír.” El safety Solomon Wilcots destacó lo mismo “era un misil buscador de calor. Tenía esta energía a su alrededor. Nos hacía reír. Nos mantenía sonriendo. Podía salirse con la suya en cosas que nadie más podía hacer porque él era simplemente Rickey”.

También cuentan de Rickey que un día empezó a nevar y condujo por el centro con la capota bajada y su abrigo de piel antes del entrenamiento. Siempre quiso hacer eso y ahí estaba sonriendo como siempre.

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