Al inicio de la pasada temporada todos los seguidores de los Bengals y seguro que tanto los jugadores como los técnicos celebramos que por fin teníamos un campo de entrenamiento cubierto. Puede parecernos normal, pero las instalaciones de los Bengals no han sido nunca de las más pioneras. Sólo hay que ver el resultado de la última encuesta a los jugadores de la NFLPA. Así que vamos a recordar el Spinney Field. El que fue nuestro campo de entrenamiento durante 32 años cuando jugábamos en el Riverfront Stadium, porque se produjeron historias realmente curiosas.
En la actualidad si queréis llegar al lugar donde estaba el Spinney Field, encontraréis la academia de policía de Cincinnati.
El Spinney Field en la actualidad. Aquí entrenaron dos equipos que llegaron a la Super Bowl.
Para empezar podemos decir que el campo de entrenamiento media sólo 70 yardas. Estaba situado cerca del centro pero en una zona industrial. En un rincón oscuro de la zona industrial de Lower Price Hill, cerca de Mill Creek. Pasaban trenes cerca de ahí. Era un sitio extraño para un equipo de la NFL. A pesar de esto llegamos a dos Super Bowls entrenando allí.
En esa zona anteriormente habían empezado los Reds. En 1935 fue sede del primer partido nocturno de las ligas mayores. A día de hoy, hay marcados los lugares que ocupaban las bases.
Con tantos años pasaron muchas historias, hace 2 semanas hablamos de la huelga de los jugadores de la NFL en octubre del 1987. Boomer Esiason y varios de sus compañeros, uno de ellos fue el protagonista de la penúltima biblioteca, se sentaron en el camino de un autobús que traía jugadores de reemplazo para entrenar. Al final consiguieron despejar la calle pero eso sirvió para que el joven Esiason de convirtiera en un líder que a veces chocaba con la gerencia. En unas imágenes que hoy serían virales con Esiason y los demás sentados con una pancarta encima.
Siguiendo con Esiason, un triste lunes en noviembre del 92, después de perder el día antes ante los Lions. Varios periodistas esperaron en el aparcamiento del Spinney Field desde primera hora hasta la llegada de Boomer Esiason. Todos sabían que era el día que Esiason perdería su titularidad y la darían a David Klingler.
Esiason llegó habló brevemente y aseguró que estaría bien. Y entró hacia dentro, fue un día triste por lo que representaba pero también fue triste el papel de Klinger que jamás respondió a las expectativas de su elección en el número 6 del draft.
Sobre Sam Wyche. En los 80 y principios de los 90 las empresas industriales que estaban cerca del Spinney Field hacían que el aire no fuera muy puro que digamos. Básicamente olía mal. Varias veces durante su época de entrenador, Sam Wyche se quejó de ello y con mucha publicidad en los medios propuso que se analizara el aire en busca de toxinas. Fueron momentos complicados en su relación con los Brown. Pero nunca se consideró que la calidad del aire fuera peligrosa, pero olía mal.
En octubre del 91 después de haber llegado a playoff el año anterior teníamos un récord de 0-6. Era el sábado por la mañana y el equipo se preparaba para jugar el lunes ante los Bills en Buffalo a nivel nacional. El CB titular Lewis Billups, de quien escribí un artículo hace unos años, y que no era precisamente un favorito de Sam Wyche llegó tarde y con un dedo roto por una pelea que tuvo lugar el viernes por la noche en el aparcamiento de una tienda. Eso obligó a Wyche a jugar con un CB rookie. Algo que hizo que Wyche estuviera como no muy enojado.
En noviembre de 1991 se produjo un cataclismo a nivel mundial que no tenia que ver con el fútbol. Fue la única que vez que los jugadores de los Bengals y yo mismo como niño nos vimos afectados por una noticia que no tuviera que ver con el fútbol. Magic Johnson anunció que tenía el VIH. La noticia empezó a difundirse por el edificio después del entreno del miércoles por la tarde. Los jugadores estaban por todas partes en pequeños grupos, hablando en voz baja y haciendo preguntas.
Agosto del 95. Los Bengals habían subido en el draft para llegar al número 1 y elegir al RB Ki-Jana Carter. Habíamos subido ofreciendo el pick 5 y el cuarto de la segunda ronda a los Panthers recién creados. El barrio de Spinney estaba casi desierto, Mike Brown y los técnicos estaban en una sala de video oscura y fría revisando la cinta del partido de pretemporada de la noche anterior en Detroit. A mitad de la sesión, el entrenador Paul Sparling interrumpió para informar que la lesión en la rodilla de Carter ante los Lions lo dejaría fuera toda la temporada. El entrenador Dave Shula se desplomó en su silla. Después de un breve e incómodo silencio, Brown reconoció que había sido un golpe terrible y ordenó que se atenuaran las luces para seguir con la revisión de la cinta.
Recientemente el que fue LB de los Bengals entre 1998 y 2002, Takeo Spikes explicaba que en sus primeros años el equipo no le daba desayuno. Algunos viernes él y el otro LB Brian Simmons eran los responsables de ir al Frisch’s Big Boy, un restaurante de comida rápida para comprar leche y donuts. No ir a recogerlos supuso dejar a los compañeros hambrientos, enfadados y un trato de silencio que les duró días. Él estaba preparado para pegarse con quien fuera en el campo pero no para eso.
El ex TE Tony McGee recuerda que las toallas que les proporcionaba el equipo no eran lo bastante grandes para cubrir a según qué jugadores. Así que los jugadores se debían comprar otras toallas.
En el mes de abril del año 2000 los Bengals habían elegido en el draft al WR Peter Warrick. Era un día de felicidad y con una de las mayores multitudes de la historia de Spinney Field. Una vez en el campo contemplando las colinas llenas de árboles del lado oeste de Cincinnati, Warrick sonrió y dijo ”esto parece Hollywood”.
La verdad es que no era Hollywood. El New York Times describía así el lugar donde había entrenado el equipo antes de llegar a Detroit para nuestra primera Super Bowl. “las personas que se encuentran conduciendo por las proximidades a menudo están allí porque están perdidas. El acceso a su complejo de entrenamiento se realiza girando por una calle estrecha, estrechada aún más por una hilera de camiones con remolque estacionados. Un autobús que intentó pasar por la calle la semana pasada fracasó. El costado de otro autobús resultó raspado por una valla metálica. Arriba está la carretera. Cerca hay edificios de un solo piso.”
En aquella época la mayoría de jugadores vivían a unos 20 minutos del complejo. El seguimiento sobre nuestro equipo era mínimo. Por eso con el paso de las jornadas y el buen rendimiento el entrenador Forrest Gregg quedó atónito en una conferencia de prensa al encontrar cerca de 20 periodistas para entrevistar a sus jugadores. Y dijo “espero que no los distraiga”. Parecía preocupado de verdad. También dijo “por lo general, vienen aquí 3 o 4 personas.” Unos días después se sorprendió de que sus jugadores no estaban peor. Además agradeció a la prensa que se tomara las cosas con calma con sus jugadores.
Entonces Mike Brown destacaba sobre el Spinney Field que “estamos acostumbrados a estar solos allí. De repente entramos en Spinney Field, que es pequeño y estrecho, y vimos a toda la gente. Estábamos sorprendidos. No había nada malo, pero era una situación nueva.” Unas palabras que no sorprendieron al veterano LB Jim LeClair, que dijo “no me sorprende, viniendo de Mike Brown. Esa es la imagen que intenta transmitir. Mike tiene una naturaleza conservadora”.
Sobre el otro equipo nuestro que llegó a la Super Bowl, el día que se entregaban a los jugadores los anillos de campeón de la AFC, el Sports Illustrated se fijaba en Sam Wyche. Que llevaba la basura de su casa en el maletero del coche hasta Spinney Field para tirarla en el contenedor de los Bengals. Algo que no gustaba a Wyche que decía “no sé por qué no podemos utilizar el servicio de basura de nuestro barrio.” El motivo de que hiciera eso era porque vivía en el barrio de Wyoming en Cincinnati y era un sitio con muchos árboles. Esto hacía que hubiera mapaches que esparcían la basura por el césped.
Wyche era único y una vez defendió a uno de sus jugadores por llevar un arma en el coche. Dijo algo poco elogioso sobre la policía, sobre si había una razón real para que le registraran y recibió la visita del jefe se policía. El decía “me meto en estas cosas. Mi franqueza supera al tacto.”
Tras lo ocurrido en la previa de la Super Bowl con Stanley Wilson al que encontró en el suelo de su habitación después de tomar cocaína y ver como tiraba por la borda su carrera y quién sabe si la temporada de los Bengals…
Wyche mientras conducía al amanecer por la zona Over-the-Rine, cerca de Spinney Field, se fijó en la gente que empezaba el día después de pasar una mala noche. Los ancianos, los jóvenes que se las arreglaban solos. Que no tenían libros para estudiar. Por eso empezó a dar charlas por 5.000 dólares cada una para ayudar a las personas sin hogar de Cincinnati. Durante la offseason recaudó 80.000 dólares. Wyche dedicó tanto tiempo a esos proyectos que el entrenador de línea defensiva Chuck Studley se preocupó por ello. Le dijo que Vince Lombardi o Don Shula no se involucraban tanto. Que prestaban su nombre para las causas pero no le dedicaba todo el tiempo y que eso no los ayudaría a ganar partidos. Pero Wyche era así.
En su oficina en Spinney Field había solo un escritorio, una pizarra y poco más. Ni imágenes, ni placas, ni balones. Nada en las paredes. Tenía un lápiz y un bloc de notas.
18 de diciembre del 84. Collinsworth se lleva sus cosas del Spinney Field para fichar por la USFL. Unos años después sería comentarista y crearía Pro Football Focus. (Foto Dick Swaim)
A día de hoy nuestras instalaciones han mejorado mucho. Con el campo cubierto. No hace tanto el equipo viajó en autobús hasta el campus de la Universidad de Cincinnati para poder entrenar bajo techo la semana previa de la última Super Bowl porque hacía mucho frío.
Se mejoraron cosas con Marvin Lewis y el Paul Brown, pero sobretodo, las mejoras llegaron en 2019 con Zac Taylor que por ejemplo añadió algo que no teníamos, como las tinas frías para ayudar con el flujo sanguíneo y la reducción del dolor. Este año se aprovecharon los fondos de los contribuyentes para gastar 4 millones después de que los jugadores dijeran que no había suficientes en una encuesta publicada por el NFLPA. Ahora sobre entrenamiento y tratamiento dicen los jugadores que estamos al día de todo.
Pero todavía nos faltan cosas. Según la encuesta se citó la falta de una sala familiar, algo que la mayoría de equipos tienen, lo que deja a las parejas de los jugadores amamantando bebés en los baños públicos.
La fama de tacaño de Brown, también viene por cosas como que a día de hoy somos el único equipo que no ofrece suplementos nutricionales a los jugadores según la encuesta. Parece que un jugador puede llegar a gastarse unos 3.000 dólares anuales en suplementos si los compra por su cuenta. Serían 6 cifras para toda una plantilla. Pero te garantiza que los jugadores no se tomen una sustancia prohibida. Esperemos que poco a poco se invierta en mejores infraestructuras para trabajar mejor y atraer a los mejores agentes libres.
Escribo para la jungla hispana y participo en su podcast. También podéis leerme en sexto anillo. Podéis seguirme en Twitter @xeviht81.