Bengals 2018Draft 2018

Analisis 2017 y previsiones draft 2018: OL interior

Resumen 2017

 

La campaña 2017 empezó con la enorme pedorreta que nos hizo Kevin Zeitler ante la insultante por lo irrisoria oferta que le hicimos para renovar. Lógicamente, él y su señora se marcharon con viento (más) fresco a Cleveland, donde obtuvieron el privilegio de ser en aquel momento el guard (y señora) mejores pagados de la NFL.

Para cubrir tan lamentable pérdida, a la directiva no se le ocurrió mejor idea que la de contratar para esa posición a Andre Smith, quien jamás había jugado como OG. Error gordísimo. Ya desde pretemporada se evidenció que era un fracaso estrepitoso en ese puesto. Al menos, dado el catastrófico rendimiento de los OTs, se le pudo sacar partido en esta otra posición.

Por lo tanto, para el RG tuvimos que recurrir desde el principio a una solución de emergencia. Hopkins, tras varios años alternando suplencia y enfermería, se hizo con la titularidad. Sin hacerlo del todo mal para sus posibilidades, quedaba claro que su nivel no pasaba el de simple suplente voluntarioso. Pero peor aún fue la constatación de que Westerman, elegido el draft del año anterior como uno de los mayores robos, ni siquiera entraba en la ecuación.

Así, más mal que bien, avanzó la temporada, y los avatares de la misma (en forma de lesiones, porque si no, no había forma de que Alexander cambiase algo aunque todo el mundo viera que no funcionaba) hicieron jugar tanto a Westerman como, por delante incluso de él, a Redmond. El rendimiento de ambos fue aceptable, lo que nos lleva a reflexionar sobre qué hubiera pasado si se hubieran acometido estos cambios con anterioridad sin necesidad de hacerlo por obligación.

Como en el LG, Boling estuvo a su nivel habitual (nada espectacular, con sus altos y bajos, pero rindiendo satisfactoriamente, siendo el mejor de la línea, algo que no era nada difícil de conseguir), termino el análisis con la posición de center. Como era de esperar, Bodine repitió titularidad en los 16 partidos. Y eso es lo más destacable que se puede decir de él, que no se lesionó (aunque no sé hasta qué punto esto fue bueno o malo). De nuevo el mismo coladero de siempre. Un poquito mejor al final de la campaña, como el resto de la línea, pero en línea generales, idéntico desastre de temporadas anteriores. Ni proteger a Dalton del pass-rush central que le obligaba a huir hacia la banda, ni mucho menos abrir huecos por el medio a los corredores, que debían buscarse las habichuelas siempre en carreras exteriores.

Como decía antes, Hopkins es un jugador proclive a lesionarse, y esto ocurrió tan pronto como en la primera jornada. Esto provocó que su relevo como RG de inicio durante los 4 partidos que se perdió no correspondiera a ningún OG de la plantilla sino a, redoble de tambores, el center suplente T.J. Johnson. Es decir, el fondo de armario en el puesto de OG era tan patético que el mejor sustituto era un center tan malo, que ni siquiera era capaz de arrebatar la titularidad a un center muy malo. Absolutamente demencial.

 

 

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