Si el objetivo de cualquier equipo debe ser proteger su mayor inversión, el quarterback, y como consecuencia de ello, lograr que los mejores amigos de éste sean los tackles derecho e izquierdo, con la configuración actual de la plantilla de los Bengals, los mejores amigos de Dalton en 2017 serán el traumatólogo y el reumatólogo. El rosario de sacks sufridos por nuestro pelirrojo en 2016 no es nada en comparación con la que se le viene encima para la próxima campaña. Lo único que han demostrado por el momento los previsibles titulares es ser sendos fiascos en el draft; mientras que desde el banquillo, la posible solución asusta todavía más. El draft de final de mes no va a remediar esta catástrofe, pero al menos, quizá aporte algo de luz para años venideros. Sí, ya sé que estoy siendo muy optimista, pero en el fondo, ser seguidor bengalí supone creer en milagros.

• Ogbuehi debería ser el reemplazo natural de Whitworth, pero su nefasta labor como RT nos hace albergar muy serias dudas de que pueda mejorar sus prestaciones en el LT.

• Fisher se proyecta para RT, pero tampoco su 2ª temporada en la liga nos hizo albergar grandes esperanzas.

• Pero incluso aunque funcionen y se conviertan en sólidos titulares, necesitaremos un suplente tras ellos en previsión de lesiones, un swing-tackle que aporte más tranquilidad que el veteranísimo (y acabadísimo) Eric Winston a sus 33 años.

Y esto es lo que hay, porque ahora mismo en plantilla sólo nos quedaría el recurso de Andre Smith si algo muy gordo ocurriera a los anteriores. La situación en los puestos de OT tras la marcha de Whitworth es dramática, pero en el club jamás lo van a admitir porque sería reconocer sus fracasos tanto de ojeadores en el draft, como en los despachos por no haber retenido a “Big-Whit”. Por lo tanto, dudo mucho que se emplee un pick de ronda alta en esta posición (aunque con Alexander, nunca se sabe), pero se debería acometer esta necesidad en algún momento del draft aprovechando la cantidad de picks de la que disponemos.