Draft

Devin White #40 (Louisiana State)

El pick más “popular” para los Bengals en primera ronda está siendo el de un linebacker. Por tanto, durante mucho tiempo se estuvo asociando el nombre de Devin White al de Cincinnati. Ahora parece ser que el interés general despertado por el “tiger” le ha hecho subir tanto su cotización, que aparece como inaccesible para nuestra elección. Pero en la noche del draft se dan tantas sorpresas que nunca hay que dar nada por supuesto, así que será el primer jugador analizado.

White llegó a LSU como RB, pero en un equipo ya con Fournette y Guice, optó por cambiar a LB. Con acierto, porque solo en su segundo año, ya consiguió la escalofriante cantidad de 133 placajes, liderando la siempre potente conferencia SEC. En 2018, su año junior, no sólo volvió a liderar esta clasificación (esta vez “solo” 123 placajes) sino que además ganó el trofeo Butkus al mejor linebacker de la nación. Aterrizará en la NFL con apenas 21 años y un potencial inimaginable.

Físicamente está muy bien constituido. Muy compacto, con los músculos adecuadamente distribuidos por su cuerpo, aunque algo bajito y con brazos cortos. En la combine demostró unas portentosas cualidades atléticas. Es rápido, lo que le permite cubrir un rango de acción muy amplio. Igualmente, esta velocidad le permite acelerar en persecución del portador del balón. Golpea muy duro. Es muy agresivo en el placaje, lo que en ocasiones le lleva a fallarlo o a pasarse de frenada.

No tiene una extraordinaria intuición, por lo que tarda ligeramente en identificar la jugada. En college, su velocidad y capacidad de cambio de dirección, así como su fluidez en movimientos laterales le ha permitido recuperar, pero no sé si esto será suficiente en la NFL. En ocasiones, le cuesta desembarazarse de los líneas ofensivos cuando suben al segundo nivel. Debe aprender a desenvolverse mejor entre el tráfico.

En cobertura, mejor hombre a hombre que en zona. Tiene que llevar cuidado de no dejarse engañar por los ojos del quarterback. No tiene las “ball–skills” necesarias para provocar turnovers, pero su tenacidad le lleva a impedir que completen el pase. Entra al blitz con decisión, pero más por impulso que siguiendo un plan. En este punto de su evolución, es mejor defensor de la carrera, aún le queda progresar para mejorar contra el pase.

Aunque atesora todas las cualidades para ello, todavía está un poco verde como para darle las responsabilidades de MLB. Podría empezar como WLB sustituyendo a Burfict mientras adquiere el necesario aprendizaje. Siento ser yo quien os dé la mala noticia, pero este año no vamos a ganar la Super Bowl, así que no pasaría nada por alinearle desde el primer día y que se enseñe en el campo, no en el banco, que si se equivoca, tampoco sería un drama.

Lo bueno: Es un linebacker de 3 downs. En 1ª ronda no podemos permitirnos el lujo de seleccionar a alguien que sólo valga para 2 downs. Es un jugador a quien aún le falta asimilar conceptos de la posición, y que necesitará un paciente trabajo de los entrenadores, pero tiene claramente potencial de Pro-Bowler.

Lo malo: En su pasado cuenta con varios conflictos con la ley. En Noviembre de 2015 fue acusado, junto con un compañero, de mantener relaciones sexuales con una chica de 14 años, algo que está prohibido en Louisiana aunque sea de forma consentida. Un mes después, fue arrestado con un cargo menor por conducción temeraria y no detenerse ante la orden de un policía. Esto fue con 17 años, no se le conocen comportamientos delictivos desde entonces.

Proyección: Top-10. De hecho, si hacemos caso a los últimos mocks, en ninguno llega a nuestro pick#11. Sin embargo, ya sabemos que el draft es incierto y alberga sorpresas. Los sobreanálisis pueden hacer que incluso no sea el primer LB en ser elegido. O que de pronto surja la fiebre del QB y varios equipos opten por esta opción y llegue a nuestra elección.